viernes, enero 19, 2007

PEMEX, "PRIVATIZACIÓN VELADA"

Revista Fortuna
Empresarios buscan invetir en Pemex
Magnates mexicanos, que en el gobierno de Vicente Fox integraron el Consejo de Administración de Pemex, negocian con Felipe Calderón para convertirse en los primeros accionistas privados de la paraestatal. Su participación, aún por aprobarse, representaría el inicio de la privatización de la industria petrolera nacional.

Ana Lilia Pérez

Recién iniciada su administración, en febrero de 2001 Vicente Fox integró a un grupo de empresarios en el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex) con el cargo de “consejeros propietarios
representantes del Estado”, quienes tuvieron que renunciar ante las presiones de distintos sectores sociales y políticos del país.
Seis años después, Felipe Calderón busca que estos mismos empresarios, de efímeros consejeros (cargo en el que permanecieron apenas dos meses), se conviertan en accionistas o inversionistas de Pemex en áreas estratégicas.
La apertura se dará mediante el modelo SUMA (Contralínea 54) a través del cual las subsidiarias y filiales de Pemex se fundirán en una sola empresa con proyectos que incluyen la entrada de inversión privada. Esto ya fue avalado por Calderón para aplicarse durante su sexenio, como demandó el Banco Mundial, que ofreció asesoría para que la paraestatal se maneje bajo sus lineamientos.
Para el sector privado, la designación que hiciera Calderón -en septiembre pasado- de Marcos Ramírez Silva como encargado de diseñar la estrategia petrolera, que aplicará en su sexenio, es fundamental, pues está hecha para abrir las áreas primarias de Pemex a inversionistas mexicanos y extranjeros.
Ramírez Silva -protegido de Adrián Lajous durante su gestión como titular de Pemex- diseñó los primeros lineamientos para concesionar, entre otros sectores, la exploración y explotación de crudo, así como el sistema de distribución en ductos, oleoductos y gasoductos.
Para evitar traba alguna del Congreso, en Pemex se preparan las iniciativas para que los legisladores aprueben el esquema privatizador, mientras que empresarios como Roberto González Barrera, Carlos Slim Helú y Miguel Zaragoza, entre otros, esperan pacientes poder invertir en los nuevos negocios petroleros.
El oro negro
El tamaño del negocio, que se disputan estos multimillonarios empresarios, es el de la tercera productora de crudo en el ámbito internacional, lugar que alcanzó Pemex en el último año, y que durante 2005 generó ventas totales por más de 86 mil millones de dólares, de acuerdo con el Anuario Estadístico 2006 de la paraestatal.
Pemex superó en producción a la estadounidense Exxon Mobil, el coloso petrolero mundial. Según las cifras oficiales, en niveles de producción, Pemex alcanzó la tercera posición en el mundo, por debajo de la petrolera Saudi Aramco, de Arabia Saudita, y la Nacional Iranian Oil (NIOC), de Irán. Por debajo de México se ubicaron la venezolana PDVSA y Exxon Mobil. Le siguen la británica BP; la estatal KPC, de Kuwait, y el consorcio Royal Dutch/Shell, de Holanda y Gran Bretaña.
De acuerdo con información de Pemex, en los primeros siete meses de 2006 la producción de crudo ascendió a 3 millones 761 mil barriles diarios, superior al promedio registrado en 2005. Cifras con las que México se mantuvo en sexto lugar a nivel mundial en producción de hidrocarburos, por encima de Noruega, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Nigeria, Canadá y Venezuela.
Calderón plantea repartir entre los empresarios el redituable negocio del oro negro, en tiempos en que éste ha alcanzado precios máximos históricos. Desde el segundo trimestre de 2006 los precios llegaron a cotizarse en 74.56 y 74.45 dólares por barril. El comportamiento del precio promedio de la mezcla de crudo mexicano de exportación se cotiza entre 50 y 55 dólares por barril. Según las cifras oficiales de Pemex, los ingresos por exportaciones de petróleo crudo se incrementaron a partir de 2002, alcanzando su nivel récord en 2005.
El negocio de la exploración
Negociar con Pemex no es nuevo para el hombre más rico de México, Carlos Slim, quien con una excepcional visión de negocios ha incrementado considerablemente su fortuna a partir del gobierno de Carlos Salinas de Gortari. En febrero de 2001 fue designado por Vicente Fox como la cabeza del grupo empresarial que formó parte del Consejo de Administración de la paraestatal.
Durante el sexenio que acaba de concluir, las empresas de Slim Helú se ubicaron entre las más beneficiadas con millonarios contratos en el sector energético, al mismo tiempo que personajes cercanos al magnate se insertaban como funcionarios en las áreas donde se desarrollan los proyectos de mayor costo de Pemex, como Federico Martínez Salas, en la Subdirección de Ingeniería y Desarrollo de Obras Estratégicas (SIDOE, antes proyecto Cantarell).
El ascenso de Slim en la lista de los millonarios se dió hacia la segunda mitad del sexenio de Vicente Fox. En 2003 se ubicaba en el lugar 35 de los millonarios del mundo, un año después subió al lugar 17 y para 2005 al lugar 10. En los siguientes 12 meses se colocó en el cuarto lugar, con un incremento en sólo un año del 70 por ciento de su fortuna (de 23 mil 800 millones de dólares en el 2004 a 30 mil millones de dólares a marzo de 2006).
Gran parte de esta riqueza se origina en los negocios que hizo como contratista del gobierno federal, principalmente en los sectores de la construcción y el energético. En este periodo vio, en la renta de plataformas marinas a Pemex, un negocio millonario y decidió convertir a la empresa Swecomex -del Grupo Condumex- en su empresa en este sector.
En 2003 Swecomex se integró como contratista de Pemex, siguió contratos por más de 8 mil millones de pesos que le otorgaron Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, 6 mil millones de pesos en contratos para la construcción de plataformas marinas y el resto en venta de insumos de calefacción y caleras, que le compró la CFE.
Swecomex proyecta construir las plataformas petroleras para exploración profunda, y que empresas del Grupo Carso realicen los trabajos de exploración y explotación de crudo, una vez que se abra este sector a la iniciativa privada.
Desde junio pasado, paralelo a la recta final de la campaña para las elecciones federales, Slim Helú hizo público su interés de invertir en Pemex y ser el principal accionista de la nueva política petrolera gubernamental.
Privatización velada
El nuevo portafolios de negocios -diseñado por Marcos Ramírez Silva- de Pemex plantea entregar al sector empresarial labores de exploración y explotación de petróleo y gas en aguas profundas, así como la construcción, instalación y administración de plataformas petroleras que luego serán arrendadas a Pemex.
Aunque todavía no se oficializa la apertura de Pemex al sector privado, desde noviembre de 2005 la empresa Swecomex inició en Tuxpan, Veracruz, la construcción de plataformas para exploración profunda.
En conferencia de prensa, directivos de Swecomex presentaron la plataforma más grande que se haya construido en México, propiedad del consorcio, y el director de la empresa, Armando Rinoldi Rentaría, habló del interés por desarrollar infraestructura petrolera para yacimientos profundos, considerados por las organizaciones en defensa de la energía en México como los más importantes en el futuro petrolero del país.
"Vamos para allá, aunque quizás para los primeros trabajos necesitaríamos traer tecnología del exterior y buscar asociaciones con las grandes petroleras multinacionales", señaló el representante de la subsidiaria de Carso, y habló de que incluso han tenido ya pláticas con petroleras trasnacionales para su posible sociedad.
Allí mismo, Javier Ramírez Otero, presidente del Consejo de Administración de Swecomex, dijo que ya existen planes para ampliar la actual capacidad instalada de la empresa en dicho puerto, a fin de estar listos en el momento en que Pemex abra los procesos de licitación para exploración en el Golfo de México.
El estratega de Calderón en materia petrolera también planea ofrecer a mediano plazo la construcción de refinerías, tema que Calderón ponderó en campaña como una de sus prioridades en materia energética. A largo plazo se plantea que la inversión privada en Pemex sea en la construcción de refinerías, para lo cual Carlos Slim creó la empresa IDEAL (Impulsora del Desarrollo y el Empleo en América Latina), la cual desde septiembre pasado se dedica al diseño y la evaluación de proyectos de inversión en el sector energético, puertos y carreteras mexicanas.
La ambición de Roberto González Si la administración de Felipe Calderón abre Pemex a la inversión privada, “como accionista, sí me gustaría invertir”, declaró Roberto González Barrera, presidente del Consejo de Administración de Grupo Maseca y Banorte, en la pasada Cumbre de Negocios, celebrada en la ciudad de Monterrey en octubre de este año.
“Tengo mucha fe en que el gobierno de Felipe Calderón empiece por ahí y consiga realizar el cambio estructural que habíamos planteado en este gobierno que termina”, dijo el magnate al término de su participación en la cumbre, previendo las posibilidades de que en unos meses comience a invertir en Pemex.
Al interior de la paraestatal, el empresario —en otros tiempos socio y amigo de Raúl Salinas de Gortari—, es considerado también por Marcos Ramírez Silva para que se convierta en uno de los principales inversionistas de Pemex en el nuevo gobierno, y lo haría no en proyectos empresariales, sino como accionista, con una parte de los 400 millones de dólares que, según anunció el propio González Barrera durante la Cumbre de Monterrey, planea invertir durante 2007.
Grupo Zeta va por los ductos
De los empresarios que se disputan Pemex, la familia de gaseros encabezada por Miguel Zaragoza busca el monopolio del almacenamiento y distribución de gas en la paraestatal. Por sus estrechos vínculos con Marcos Ramírez Silva, el negocio se consolida de forma ilegal al interior de Pemex.
Los beneficios que el gobierno de Calderón dará a los gaseros originarios de Ciudad Juárez, Chihuahua, incluyen, además del monopolio en el suministro del energético, la administración misma de los ductos de la paraestatal, en un esquema similar al de la privatización de las carreteras mexicanas. En este nuevo esquema, en poco tiempo será Pemex el que pague a los Zaragoza por usar los ductos.
Mientras la repartición en Pemex se da de forma clandestina, en las dos cámaras los legisladores del Partido de Acción Nacional preparan las modificaciones a la Ley de Hidrocarburos, para formalizar y avalar los nuevos negocios del sector privado en la industria petrolera nacional.
La estrategia de cementeras
De acuerdo con una copia del proyecto SUMA en poder de Fortuna, a la industria cementera se le autorizará el tratamiento integral de lodos y recortes de perforación, producto de la perforación de pozos en campos exploratorios y en desarrollo, que hasta la fecha son negocios exclusivos de empresas que operan principalmente en las ciudades de Veracruz, Tampico y Tabasco, y que han hecho verdaderas fortunas de contratos otorgados por Pemex para este servicio.
La cantidad que cada año destina Pemex a este servicio es estratosférica. Representa uno de los principales gastos de la Unidad de Perforación de PEP, y ha provocado que pequeñas empresas se conviertan en verdaderos emporios, como Grupo Pasa o Saint Martín, que monopolizan estos contratos.
Para el diseño de este millonario negocio, Cemex diseñó un esquema operado en la Profepa y la Semarnat por Juan Rafael Elvira Quesada, funcionario designado por Calderón como titular de la Secretaría del Medio Ambiente, y quien desde 2005 gestionó las licencias en ambas dependencias para involucrar en el negocio a la empresa cementera.
Durante su gestión como subprocurador de Inspección Industrial en la Profepa (que ocupó desde junio de 2005), Elvira Quesada operó para que las autoridades en materia ambiental autorizaran a la Cámara Nacional del Cemento el tratamiento de los recortes de perforación de pozos petroleros, según declaró el mismo funcionario a Fortuna.
La idea del proyecto, dijo Elvira Quesada, era directa: “la visión es que dejas de usar los servicios de otras empresas que andan por allí haciendo mil cosas”.
Elvira Quesada presionó para que Luis Ramírez Corzo, director general de Pemex en la recta final del sexenio foxista, acelerara el monopolio de estos trabajos a favor de la industria cementera, según sostuvo el hoy secretario de Medio Ambiente:
“Firmamos el 15 de septiembre de 2005 el convenio, y hemos estado gestionando con el secretario de Energía y con el director de Pemex para que comenzaran a abrir esta línea y mandar a los hornos cementeros los lodos”.
Además del monopolio en los contratos para la compra de cemento para obras en la paraestatal, el Grupo Alfa ha participado en la venta de petroquímicos a precios preferenciales.
Durante el sexenio de Fox, Pemex Petroquímica, encabezada por Rafael Beverido Lomelín, vendió etilenglicol a precios preferenciales a Polioles, subsidiaria del Grupo Alfa, según un informe de la Comisión Intersecretarial de Gasto y Financiamiento (CIGF) de la Secretaría de Hacienda.
El etilenglicol es utilizado por Polioles como anticongelante, difusor de calor, disolvente de pinturas, tintas y plásticos, y para la síntesis de explosivos.
Pemex Petroquímica envió a la Secretaría Técnica de la CIGF, el 5 de agosto de 2005, el Informe del Estado de las Negociaciones del Etilenglicol Complemento, con el objetivo de solventar lo requerido por la Comisión, sin que hasta el momento sea resuelto.
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Año IV No. 47 Diciembre 2006

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