domingo, junio 29, 2008

"Carta a Salvador Allende"

La Jornada


Marcos Roitman Rosenmann
Carta a Salvador Allende

Muy distinguido presidente: siempre es molesto recibir cartas en las celebraciones centenarias. Los años anteriores pocos se habrán acordado de usted. Aun así, no está de más conmemorar un centenario. Sin embargo, quiero comunicarle que en su país, Chile, hoy gobiernan, disque militantes de su partido, que bajo acuerdos negociaron con sus asesinos. Así, muchos querrán aprovechar el momento para reducir su grandeza y empequeñecer su trayectoria al extremo de proclamarlo presidente mártir o adjetivarlo como “compañero presidente”. Otros utilizarán vocablos y frases sueltas para arrimar el ascua a su sardina. Para ellos, representantes institucionales, su obra es pasado, llanto y actos oficiales. Pero sepa usted que su semilla germinó en la conciencia del pueblo, de los trabajadores, de la mujer, de los jóvenes, de los estudiantes, de las amas de casas, de los campesinos, de los pueblos originarios, y ellos sí lo tienen presente como luchador y forjador de un proyecto de futuro. Aún más, usted se adelantó a su tiempo. Defendió la necesidad de recuperar los recursos naturales, alimentarios, de emprender la independencia tecnológica, la soberanía nacional, el derecho de autodeterminación, las nacionalizaciones. Destacó el nuevo poder de las trasnacionales frente a los estados. Y sobre todo explicitó la necesidad de oponerse a la colonización del pensamiento. Pero tampoco fue un mesías. Usted se vio formando parte de un proceso político, incorporó su lucha a la lucha por el socialismo y por la liberación. Buscó la unidad con todas las fuerzas populares. No excluyó. Bajo diferentes maneras lo dejo claro en el Estadio Nacional, en la despedida a Fidel Castro: “...lo digo con calma, con absoluta tranquilidad: yo no tengo pasta de apóstol ni tengo pasta de mesías, no tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea, la tarea que el pueblo me ha dado; pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile: sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás; que lo sepan: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente, defenderé la revolución chilena y defenderé el gobierno popular porque es el mandato que el pueblo me ha entregado; no tengo otra alternativa, sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo”.

Usted, presidente, utilizó la palabra fe y destino como sinónimo de trabajo, de conciencia y esfuerzo. Como una opción desde la cual construir una alternativa anticapitalista. Pero también para definir una noción de humanismo. En su carta de retiro activo de la masonería presentada el 21 junio de 1965 aclara su significado. “Es alcanzable hoy la libertad concreta y no sólo la libertad de espíritu. Antes, la gente de privilegiada sensibilidad y cultura se limitaba a alcanzar la hegemonía de su propia conciencia mientras las grandes masas quedaban al margen de todo avance. Hoy, nadie debe ignorarlo, resulta viable procurar a todos los seres los elementos que requieren para satisfacer sus necesidades biológicas, espirituales y culturales, en cualquiera de sus expresiones y matices. Es posible dar estructura a una comunidad en que haya sistemas planificados, aptos para derrotar las alienaciones afectivas que subordinan al hombre. Y un ser liberado en términos concretos tiene acceso a la más genuina, fecunda y típicamente humana existencia de espíritu y una moral también genuinamente humana y social. Hoy, el hombre puede, en forma efectiva, desarrollar los tributos que lo diferencian de los demás seres... Es dable, así, cumplir integralmente, en el espíritu y la materia, un humanismo que, por sí, justifica nuestra orden masónica... A mi modo de ver, la orden tiene una misión grande y excelsa: sin precisar enunciados de soluciones programáticas debe inculcar a sus afiliados que hay que definir con vara actual los principios de libertad, igualdad y fraternidad para que surja una sociedad exenta de alienaciones, eliminando la cesantía, abierta o disfrazada por los salarios insuficientes; para que evite la enfermedad suprimible; para que no se operen las muertes anticipadas; para que exista un sistema de seguridad social funcionalmente correcto y eficaz en su acción; para que se erradique el analfabetismo y para que se abra a todos el acceso a las anchas rutas de la cultura en sus múltiples expresiones y creaciones; para que se reconozca el derecho a la vivienda que llevan en sí todos los seres y para que el esparcimiento se encuentre al alcance de la generalidad, tanto en el orden físico y espiritual y no represente, como hoy acontece, un privilegio económico de los sectores que menos lo requieren por su vida grata cotidiana. Trasladados estos conceptos al orden internacional, se eliminaría el subdesarrollo de los países; avanzará la paz y se impondrá la igualdad de derechos entre los estados, más allá de fórmulas organizativas o de su poderío bélico. Esta posición de nuestra orden, necesariamente la llevará a luchar con quienes, acéptenlo o no, son índices de postergación generalizada y con quienes disfrutan de las ventajas de un statu quo insostenible por antihumano y antisocial. Estas mismas batallas se libraron ayer y ahora ellas deberán librarse contra la oligarquía, el feudalismo agrario, la concentración financiera monopólica; el colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo, y el oscurantismo religioso y dogmático”.

Su vida es ejemplo de coherencia. Una lucha democrática, en la cual la libertad supone un ejercicio político de conciencia ciudadana bajo la forma de desplegar las facultades del ser y ello es democracia económica, social, cultural. De allí su conclusión expuesta en el Parlamento de Colombia: “...que el pueblo sepa que no queremos su voto cada seis años. Jamás pedí un voto en mi patria. Siempre sostuve que quería conciencias que votaran y no votos que no tuvieran conciencia ni ideas, principios ni doctrinas. Queremos más democracia, para que coexista el respeto a todas las ideas”. Presidente, hoy existen comerciantes de la política. Piden votos, no quieren conciencias. Parafraseando su último discurso: aún no se abren las grandes alamedas por donde pasa el hombre libre para construir una sociedad mejor. Pero siga teniendo fe en Chile y en su destino, otros hombres superarán este momento gris y amargo en que la traición sigue imponiendose. Su muerte “es una lección moral que castiga la felonía, la cobardía y la traición”.

sábado, junio 28, 2008

Calderón es JULIO REGALADO

La presidencia Espuria está de OOOFERTAAA

Calderón haciendo anuncios en radio y TV dice:
"Venga, compre artículos de primerisima necesidad: perejil deshidratado, café con leche, jugos provocadores de diabeteeesss..."
"24 artículos de primerisima necesidad en 140 presentaciones que servirán para alimentar a 40 millones de mexicanos en pobreza extremaaaa..."

"Ahh y si que lo verdaderamente compra, se lo suben de precio en las tienditas y mercados populares, venga es Julio Regalado en Walmart, Sams y Cotsco, que las tiendas y mercados truenen, a ver, para que se les quite que no pueden competir con las grandes cadenas trasnacionales, hay que permitir que estas les den empleo a los mexicanos con sueldos de hambre y horarios negrerooossss."

ANUNCIOS PRIVATIZADORES
Con el dinero de nuestros impuestos y con el fin de privatizar la industria petrolera, verdadero fin del fraude del 2006, la presidencia de facto paga anuncios en radio y televisión que están llenos de mentiras, falsedades y tergiversaciones, que son a todas luces ilegales y en el menor de los casos inmorales y que tienen el fin de confundir y engañar a la población.

En uno plantean que los ciudadanos compraremos y lo dan como un hecho, bonos de Pemex, cuando apenas se lleva a cabo en el Senado de la República el foro petrolero, con muy escasa difusión en los medios coptados de comunicación, arrancado a fuerzas por las acciones de la sociedad civil y por los legisladores del FAP y que nunca hubiera sido posible sin la iniciativa de una gran mayoría de ciudadanos mexicanos que se oponen a que un bien nacional, estratégico, pase a manos de unos cuantos nacionales o estranjeros que seguirán enriqueciendose a costa del sufrimiento, la pobreza y la cancelación del futuro de la población mexicana.

En otro más dicen que "Pemex no se privatiza, solo las almas caritativas extranjeras nos fortalecerán con inversión claro, pero eso no es privatización y como somos muy ineptos, no sabemos nada, no tenemos nada, ni la tecnológía ni nada para ir por el "tesorito"
Ellos que son hermanitas de la caridad nos ayudaran con el paquete, pero con casi nada a cambio" "O que ¿si en mi tiendita te pago por que me saques estos bultos, quiere decir que eres dueño de mi bodega...?
Al mismo tiempo sale otro anuncio que dice "los gringos ya estan sacando petróleo en aguas profundas y nos están ganando, ¡se van a quedar con todo!, pero las leyes no permiten que Pemex lo haga, porque claro necesita ayuda de empresas extranjeras porque nosotros somos muy tontitos y si la ley no lo permite, ¡pues hay que cambiar la ley!!!

`Tons ¿en que quedamos la reforma es privatizadora o no?

Mientras tanto Labastida (¿me dijo lavestida, me dijo...?) Se la pasa chacoteando, dandole trámite a las ponencias del foro del Petroléo en el Senado, "muchas gracias Sra. senadora por su valiosa intervención, juar-juar-juar, miles de gracias Sr. diputado, Sr. Doctor, Sr. licenciado, JI-JI-JI-JA-JA, que simpático soy, ja-ja, como me quiero" "Pero la verdad es como dijo la Kessel, le hago al cuento y la privatización va porque va y a chaleco, JUAR-JUAR-JUAR-JUAR." "Pos que ¿se les olvido que soy el de Pemexgate? comprobadísimo, si hasta sancionaron al PRI y yo aquí en el senado dirigiendo todo como el gato que dejan a cargo de los pichoncitos, en lugar de estar en la cárcel, JUAR-JUAR-JUAR-JUAR, que simpático soy, que lindo soy, como me quiero"


¿Quien es el dueño del pelele Calderón?


Es claro como aquí se verá a continuación que la reforma enviada al congreso por Calderón tiene un origen y un fin ajenos a nuestro país y al bienestar de todos los mexicanos, sin embargo también queda claro que el gobierno de facto imposibilitado para ir de frente a la sociedad en el tema de la privatización, la intenta inútilmente esconder, enredando términos como fortalecer, modernizar, alianzas estratégicas, etc.

Un reporte realizado por la comisión federal de comercio de Estados Unidos en 2004 dice lo siguiente:

“Pemex requiere urgentemente capital privado (nacional o extranjero) para modernizar y fortalecer su capacidad de producción, exploración, explotación y exportación”

El mismo documento detalla:

“Desde la década de los 90 las únicas industrias petroleras que han tenido éxito son las que permitieron la privatización y no limitaron este ingrediente esencial a las actividades de exploración y producción de crudo…Las que siguen aferradas al nacionalismo están enfrentando una caída notable en su capacidad de producción energética y una contracción en sus reservas.”

Jesús Reyes Heroles por su parte en la celebración del 70 aniversario de la expropiación petrolera advirtió:

“Para la modernización , fortalecimiento y repunte de la industria petrolera nacional el trabajo interno no es suficiente, urge permitir que Pemex pueda hacerse acompañar de otras empresas al desarrollar diversas actividades propias de su giro…no es razonable ni eficiente que el marco institucional exija que petróleos mexicanos realice por si solo prácticamente todas sus operaciones críticas (exploración y producción de hidrocarburos, refinación y procesamiento de gas, transporte, refinamiento y distribución de petrolíferos) sin flexibilidad para apoyarse en otras empresas nacionales o extranjeras".

No es mentira ni mucho menos una coincidencia que la cantaleta que más le gusta repetir a Calderón sea “Pemex no se privatiza, se fortalece y se moderniza” como en este discurso del 3 de abril de este año:

“La reforma es para fortalecer a PEMEX, porque fortalecer a PEMEX es fortalecer a México"

Hay quien califica los datos del diagnóstico presentado por la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos como de catástrofe.

La verdad es que los datos simplemente describen una realidad, una realidad que da motivos de preocupación, pero también da enormes motivos de aliento acerca de las grandes potencialidades de nuestra industria petrolera.

Ahora veamos que nos dice Germán Martínez en su remedo de participación en los foros del senado:

“queremos con claridad de propósito y con la mirada puesta en el mañana sin nostalgias ancladas en falsos tabúes fortalecer a petróleos mexicanos.Acción Nacional no pretende la privatización económica, ni permitirá la privatización política de los recursos que pertenecen a todos.El tema del petróleo es un recurso gastado y premoderno del falso nacionalismo que algunos vehementemente insisten en proclamar.El falso nacionalismo como ideología inventa fantasías, conspiraciones y complots para dejar las cosas como están y seguir lucrando políticamente con PEMEX.Desde ese nacionalismo falsario, se ha intentado combatir a la iniciativa que ha presentado el Presidente Felipe Calderón y que respalda, sin reservas, el Partido Acción Nacional.”

Por otra parte en otro reporte del consejo estratégico de energía global de la misma FTC entregado en 2007 incluye una advertencia para las empresas nacionalistas como Pemex o pdvsa:

“Hay que tomar en cuenta un hecho inminente que depara el futuro. La demanda de petróleo de China eliminará el superávit que ahora existe en la capacidad mundial de la industria de refinación del petróleo. Los países o industrias que no se modernicen sufrirán las costosas consecuencias por no haberse actualizado para enfrentar esta perspectiva global”

y aquí Adrián Lajous nos dice exactamente lo mismo pero con otras palabras:

"Mis reflexiones son parte de un ejercicio más amplio basado en mi propia experiencia en la Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial y en Petróleos Mexicanos, hoy complementada con la mirada externa y la distancia de un observador comprometido. Guardo con orgullo mi lealtad fundamental con nuestra empresa petrolera estatal y con su proceso de fortalecimiento y modernización.
La experiencia de otros países petroleros, así como la de empresas internacionales y estatales, ofrecen importantes lecciones que enriquecerían la visión de nuestro futuro energético y de las soluciones a nuestros problemas. No podemos encerrarnos, como algunos sugieren, y refugiarnos en una supuesta excepcionalidad de la industria petrolera mexicana. Esta actitud insular revela los temores de quienes sólo ven en el mundo exterior una fuente de amenazas y no una oportunidad de aprendizaje y de reafirmación competitiva."

La conclusión final de este reporte es de lo más reveladora y de paso nos explica para quien trabaja realmente Calderón (para quien todavía lo dudaba) además de quién y para que lo impusieron en la presidencia de la república:

“La energía es el asunto de mayor importancia para la seguridad nacional de Estados Unidos y su importancia supera cualquier interés político bipartidista…es prioridad nacional seguir apoyando los esfuerzos de inversión de las empresas privadas del país en proyectos petroleros y de gas natural en el extranjero. Hay países donde este objetivo es crucial: México, Rusia y Venezuela son apenas un ejemplo de esta necesidad”.

Miguel Bonome B.

viernes, junio 27, 2008

Petróleo. " El debate"

La Jornada

Luis Javier Garrido
El debate

El repudio que se está produciendo en los más amplios sectores del pueblo mexicano a la iniciativa del gobierno de facto para privatizar la industria petrolera nacional está abriendo un escenario cada vez más crítico para Mouriño y Calderón, que aún deben enfrentar el resultado de la consulta nacional que se avecina.

1. La movilización popular en defensa del petróleo mexicano ha logrado en el curso de unas cuantas semanas abrir un debate sin precedentes en torno al intento del gobierno calderonista por privatizar de manera anticonstitucional y en contra de los intereses de los mexicanos la industria petrolera nacional, el cual está impactando a los más amplios sectores del país y en particular a la llamada “clase política”, al ser implícitamente también una reflexión colectiva sobre el proyecto de país que quieren los mexicanos, por lo que está sentando un precedente en la vida legislativa y política del país que era muy difícil imaginar hasta hace muy poco.

2. La historia legislativa mexicana, en particular, no registra ningún otro caso en el que un paquete de iniciativas legales haya sido objeto de una discusión tan amplia en la sociedad, pero tampoco registra, a la vez, ningún otro caso de repudio tan absoluto a un proyecto legislativo.

3. Al iniciarse 2008, Mouriño y Calderón estaban confiados en que la contrarreforma energética fraguada a espaldas y en contra de los mexicanos podía ser aprobada fast track por el Congreso de la Unión, al contar presuntamente con los votos priístas necesarios, y habiéndose diseñado una campaña de desinformación en los medios para engañar a todo mundo, por lo que podrían de manera muy fácil cumplirle su ofrecimiento a las multinacionales con las que ya habían negociado la entrega de la industria petrolera del país. Unas cuantas semanas después, a consecuencia de la movilización social y del debate que logró abrir, el respaldo priísta a la aberrante propuesta de Mouriño y Calderón está en el aire, y en amplísimo sectores se conoce ya que Felipe Calderón ha estado mintiendo de manera sistemática al pueblo de México sobre la naturaleza de las iniciativas y que éstas no buscan otra cosa que privatizar la principal industria del país.

4. El proceso que se ha desencadenado en México es consecuencia de la movilización popular y de la toma de las tribunas en las dos cámaras legislativas en el mes de abril, y ésa es ya la principal lección para el futuro inmediato de la nación: que las acciones de resistencia civil tienen enorme fuerza cuando son respaldadas por un amplio movimiento popular. El proyecto del gobierno de facto de hacer pasar sigilosamente la contrarreforma en materia petrolera como una serie de medidas tendientes a “modernizar” a Pemex y sin que nadie se enterara de lo que se pretendía se vio frustrado y, en vez de verlo aprobado hacia el 22 de abril, como lo habían ordenado, Mouriño y Calderón han tenido que enfrentar desde entonces una creciente oleada de denuncias por todos los aspectos entreguistas de su propuesta, que configuran con claridad el delito de traición a la patria.

5. Las siete iniciativas de Los Pinos en materia petrolera no sólo no están conduciendo hasta ahora a privatizar la industria petrolera mexicana, como se lo había prometido Calderón a grandes consorcios trasnacionales, sino que están, por el contrario, revirtiéndose contra el espurio morador de Los Pinos, quien aparece con una nitidez mayor ante millones de mexicanos no sólo como un mentiroso, sino como un coyote más que pretende encabezar a un grupo de corruptos coludidos con empresas extranjeras y ansiosos de beneficiarse de la privatización: desde sus cuñados, Mouriño, Reyes Heroles y los Bribiesca, hasta una serie interminable de empresarios-políticos.

6. El principal logro del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, impulsado por Andrés Manuel López Obrador, ha sido desde entonces contribuir de manera determinante a que amplísimos sectores de mexicanos discutan sobre el tema. Nadie puede ya creer ahora el cuento de que los cambios legales que se buscaban eran para “modernizar” a Pemex y traer beneficios sin cuento para los mexicanos. La movilización social hizo posible que en muy poco tiempo, a pesar del perverso papel de la mayoría de los medios, y en especial de Televisa y Tv Azteca, que no han dejado de desinformar en este lapso sobre la propuesta, los mexicanos se fueran enterando de todos los aspectos de un proyecto que no busca otra cosa que desmantelar Pemex y crear una industria petrolera privada en manos de las multinacionales.

7. La propuesta oficial ha recibido en estas semanas una propaganda descomunal, pero significativamente no ha tenido defensores, por la sencilla razón de que no puede tenerlos, pues carece de una razón histórica.

8. El aspecto más sorprendente de los Foros de Debate sobre la Reforma Energética en el Senado –que han sido vistos por millones, a pesar de estar restringidos al canal del Congreso–, de las Mesas de Debate en la UNAM –que han constituido, a su vez, un acontecimiento sin precedente en la historia universitaria–, y de los actos organizados en otras universidades de la República, que muestran un interés creciente por lo que está aconteciendo, lo constituye no nada más el contundente rechazo a la contrarreforma calderonista de la mayor parte de los expositores, sino la inexistencia de argumentos de aquellos que han pretendido defenderla.

9. El otro impacto de lo que acontece es el que no se puede medir, pues se desarrolla tras bambalinas: es el debate intenso en la cúpula del PRI: entre los que desean por interés seguir fungiendo como alcahuetes de Calderón y los que todavía tienen una visión del Estado y de la nación, y el resultado de este debate se conocerá muy pronto.

10. Al margen de lo que acontezca en la “clase política”, todo indica que se impondrá la sensatez y el sentido común del pueblo mexicano frente a la sinrazón de quienes entienden el poder como un botín.

domingo, junio 22, 2008

Petróleo. Movimiento Social vs "Políticos" limitados.

Rolando Cordera Campos
Vacío y orfandad: rumbo a la tierra de nadie

Los resultados de la “operación tesoro” no han sido los esperados por quienes la diseñaron y pusieron en práctica. Sus socios-asociados para una futura sociedad tampoco se vieron muy duchos, y la defensa de las propuestas presidenciales quedó en manos de funcionarios y colaboradores del gobierno, junto con oficiosos mandarines que echaron su cuarto a espadas en los medios informativos pero conmovieron a pocos, la mayoría de los cuales estaban previamente convencidos.

El debate, conseguido a un alto costo mediático y, si se quiere, político, por el Movimiento en Defensa del Petróleo y el Frente Amplio Progresista, amplió el campo de interés de la ciudadanía en asuntos fundamentales, pero es claro que como ejercicio pedagógico ha encontrado sus límites. Años sin reflexión pública detallada y consistente, y de lecciones crueles sobre el alcance de una deliberación que vaya más allá de los burladeros de las comisiones y el pleno del Congreso, han hecho mella en una ciudadanía novicia que, sin embargo, se hizo sentir de varias y desiguales maneras, sin duda alentadoras, en estas jornadas.

El desprecio, ahora sistemático, a las posibilidades de la sociedad de decidir en conciencia sobre lo que quiere, de participar en una consulta para fijar objetivos generales a la política del Estado o de hacer sentir su opinión en quienes al final tienen la responsabilidad de decidir sobre los asuntos públicos, no sólo revela las limitaciones intelectuales y la insensibilidad política de quienes así piensan y actúan, sino advierte sobre la penuria grave en imaginación y reflejos políticos que sufre buena parte del cuerpo político nacional; en condiciones de escasa normalidad o, lo más grave, de emergencia.

No es éste, sin embargo, un problema que afecte sólo a los defensores del Presidente y sus poco felices iniciativas. La enorme distancia entre política, políticos y sociedad, afecta a todos, pero en especial a los partidos políticos y los medios de comunicación, actores principales de este drama político en trance de volverse tragedia, a que nos ha llevado la estrategia adoptada por los grupos dominantes desde 2005, año de desgracia de la intentona del desafuero de López Obrador.

Mientras esta infausta estrategia se desplegaba, emergió una vasta movilización social dispuesta a hacer verano y a no disolverse en la decepción y el rencor; convencida de que puede volverse fuerza política y de poder y alcance nacional. Se trata, a pesar de sus despropósitos, de la coalición Por el Bien de Todos, extendida al Frente Amplio Progresista, pero sobre todo de los dinámicos movimientos sociales, empecinados en ser también ciudadanos, articulados por las iniciativas de AMLO y los suyos pero no inventados ni azuzados por ellos.

Reconocer que se está frente a una convulsión amplia y novedosa, por su dinámica, discurso y densidad, debería ser motivo de principal ocupación por parte de la dirigencia política nacional, pero no lo ha sido. La derecha gobernante en particular, con su aparente desenfado, ha hecho evidente su flaqueza como entidad conductora capaz de ir más allá de la transición.

En un principio, la ocupación y preocupación de los grupos que desde el 2000 presumen de gobernar el Estado y conducir a la sociedad a una modernización nunca definida fue negar la existencia de dicha movilización. Ahora su afán es desnaturalizarla o cooptarla, por la vía de la satanización, la amenaza y la confusión generalizada, para aislarla y reducirla.

No lo han logrado, ni parecen cerca de ello. Lo que sí han conseguido es profundizar las grietas sociales y políticas provocadas por el cambio estructural y las crisis de fin de siglo, y crear una especie de tierra de nadie en el flanco de la conversación entre las fuerzas políticas y sociales que es condición para que las democracias funcionen, sobre todo en tiempos difíciles.

Ni el gobierno ni los grupos dominantes en la economía, en especial los que controlan la comunicación social, se han mostrado dispuestos a asumir esta circunstancia y a propiciar un giro en su política que, en realidad, tendría que ser un gran reacomodo de alianzas y visiones en el Estado, para no dar al traste con lo que de estabilidad y paz social nos queda. De aquí el vacío que acompaña su discurso cotidiano, y la orfandad de ideas que rodea a sus voceros y operadores.

La importación más reciente de tecnología ibérica, alojada por el PAN en su asesoría principal en el Congreso (Reforma, 18/6/08, p.10), no hace sino confirmar este vacío y esta orfandad. Esperemos que el sucesor del inefable Antonio Solá no lleve al partido de Gómez Morín a quemar sus naves, pero en un golfo de triste irrealidad.

jueves, junio 19, 2008

México y el fraude.

Octavio Rodríguez Araujo
Calderón, otra vez cuestionado

José Antonio Crespo nos ha brindado un conjunto de elementos objetivos que reviven la certidumbre del fraude electoral de la elección presidencial de 2006. Muy recientemente publicó en la editorial Debate un libro de 236 páginas titulado 2006: hablan las actas. Las debilidades de la autoridad electoral mexicana. Él aclara que las irregularidades que analizó en las actas no le dan automáticamente el triunfo a López Obrador, pero que tampoco se lo dan a Calderón. La única forma en que esas grandes dudas podían haber sido despejadas hubiera sido contar todos los votos como se ha demandado no sólo por la coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT y Convergencia), sino por entidades y personas no involucradas directamente con ningún partido.

Calderón no quiso que se contaran todos los votos, el IFE tampoco y, por si no hubiera sido suficiente, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) también se negó a ese recuento. Y no sólo a tomar en cuenta todos los votos, sino que también se negó a revisar todas las actas que denotaban inconsistencias, así como el contenido de los paquetes electorales correspondientes a esas mismas actas. La tarea que realizó Crespo fue, muy probablemente, ardua y aburrida, pero la llevó a cabo sabiendo que su hipótesis principal sería comprobada, es decir, que encontraría tal cantidad de errores e inconsistencias aritméticas que rebasarían por mucho la diferencia de votos supuestamente habida entre Calderón Hinojosa y López Obrador.

La comprobación de Crespo fue que los errores detectados en las actas eran suficientes para afectar el resultado total en el país (lo que debió tomar en cuenta el TEPJF) y que el principio de certeza no se había garantizado. En pocas palabras, el tribunal electoral tuvo en sus manos la posibilidad de demostrar y de exhibir que la elección estaba plagada de errores e inconsistencias y que, por lo mismo, no había certeza absoluta en los resultados oficiales ni en el triunfo de Calderón. No lo hizo, por lo que una vez más se puede afirmar que dicho tribunal actuó sesgadamente, quizá con dolo y, desde luego, en oposición a la verdad que casi todo mundo demandaba.

¿Cómo debe interpretarse que hubiera muchos más votos irregulares (siempre de acuerdo con las actas analizadas por Crespo) que la ventaja supuesta de Calderón sobre su principal contrincante en 2006 (y todavía ahora)? El autor de 2006: hablan las actas... revisó la mitad de éstas, correspondientes a la mitad de los distritos electorales. Y en este ejercicio descubrió más de 300 mil errores que revelan la misma cantidad de votos alterados. Si hubiera revisado el total de las actas, mínimo hubiera encontrado el doble, es decir, más de 600 mil votos registrados irregularmente, casi tres veces más que la diferencia de sufragios entre los dos principales contendientes presidenciales según los trucados resultados oficiales.

La conclusión que el lector de Crespo puede extraer con facilidad, si es tan objetivo como el autor del libro comentado, es que Calderón no ganó la elección o, en el mejor de los casos, que no podría ni podrá comprobar su cuestionado triunfo.

Esto ya lo sabíamos y lo sabemos los que analizamos desde la noche de la elección el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y las siguientes acciones y omisiones del presidente del IFE, de la televisión comercial y de los voceros oficiales y oficiosos del conservadurismo mexicano. Pero como muchos de los que demostramos esas irregularidades cometimos “el pecado” de pronunciarnos en favor del triunfo de López Obrador, fuimos ignorados. No podrá ser el caso de José Antonio Crespo, ya que él no ha sido ni es simpatizante de López Obrador, aunque tampoco, justo es decirlo, de Calderón.

La aportación de Crespo revive el debate sobre el fraude electoral de 2006 y sobre la legitimidad de Calderón como presidente de México, pero también es una publicación muy oportuna, pues en este momento FCH y su partido están a la baja, colocados en segundo lugar después del PRI sin que este partido haya hecho nada especial por recuperar su primer lugar perdido desde el 2000.

El tribunal electoral tuvo en sus manos la posibilidad de atender la lógica demanda de un conteo total de los votos, pero se negó, “concediendo” que se abriera 9.07 por ciento de la paquetería electoral y, con base en el conteo de esta “muestra” (sin validez estadística), resolvió que la diferencia de Calderón sobre López Obrador había sido de 0.56 por ciento. El TEPJF fue la última instancia del que he llamado golpe de Estado ex ante, y cometió deliberadamente dos errores inaceptables para cualquier jurista: considerar cada una de las posibles causales de nulidad de las elecciones sin relacionarlas con el conjunto, y negarse al conteo de todos los votos. Lo que hizo no sólo fue deliberado, sino un abuso de su poder, ya que cualquier cosa que dictaminara sería la última voz legalmente permitida y, además, inatacable. Un tercer error, de esencia no jurídica, fue forzar la lógica en favor de la consigna que recibieron los magistrados (y quizá por ofertas que no pudieron resistir): si dijeron que cada uno de los elementos “analizados” no era determinante en la elección, igualmente podrían haber dicho lo contrario: que sí era determinante, pues así como no probaron sus recurrentes y ocurrentes conclusiones, tampoco tenían que probar lo contrario. Pero Crespo se encarga de demostrar, casi dos años después (nunca es tarde) que el TEPJF hizo lo que hizo para que las actas no hablaran y poder encubrir la truculencia electoral de 2006.

Con Crespo las actas hablaron, falta saber qué dirían los votos contenidos en los paquetes electorales antes de que sean destruidos. El simple hecho de que los del poder institucional no permitan que se cuenten todos los votos es suficientemente revelador del fraude. Si Calderón supiera que contando todos los votos se demostraría que ganó, ya se hubieran contado. Calderón no ganó.

domingo, junio 15, 2008

El Rechazo a la Consulta

¿será que los 15 millones que supuestamente votaron por Calderón aceptarían y avalarían en una consulta su reforma petrolera privatizadora (PP) aun y cuando esta nunca formó parte de sus propuestas como candidato?

Yo de verdad lo dudo muchísimo y es que ni así la reforma PP sería aprobada por la sociedad ya que es muy difícil por no decir imposible que la mayoría de los otros casi 60 millones de Mexicanos que no votamos por él, seamos convencidos de los supuestos beneficios de la reforma impulsada por uno de los presidentes mexicanos más cuestionado en su legitimidad (junto con el otro pelón chaparro e impulsor de la "modernidad" neoliberal) lo cual explica perfectamente el por que del rotundo rechazo a la realización de dicha consulta por parte de los impulsores de la reforma PP. Y es que que una consulta ciudadana debería ser el camino a seguir en cualquier verdadera democracia, para tomar una decisión de esta índole que determinará sin duda el futuro a corto y largo plazo de todos nosotros y de nuestras próximas generaciones, como lo han hecho en una multitud de países en el mundo; en Europa para rechazar la constitución europea o en Venezuela para rechazar la reelección indefinida de Chávez o próximamente en Bolivia para refrendar el gobierno de Evo Morales, etc, etc, etc.

En nuestro caso, es necesario especificar lo que se quiere llevar a consulta, por que no se trata de decidir si queremos que se haga de pemex una industria exitosa o no, como se ha tratado de tergiversar en los medios de comunicación, es obvio que todos queremos eso y es estúpido argumentar lo contrario cuando se está en contra de la reforma PP; se trata de aceptar o rechazar la solución que el gobierno de facto está planteando para este grave problema y del cual no sobra decir ellos mismos son los principales responsables.

Como siempre en este y todos los temas sale a relucir la doble moral y el doble discurso panista, cuando se hace una consulta para evitar la construcción o no de una torre en la delegación Miguel Hidalgo, entonces salen a decir que este fue un ejercicio democrático y que el gobierno debe aceptar el mandato del pueblo, si se trata en cambio de una consulta para decidir la construcción o no de los segundos pisos en el sur de la ciudad de México los mismos que antes hacían verdaderas odas de las consultas ciudadanas dicen que es un ejercicio demagógico y autoritario, que para que se le pregunta a la gente si ya se votó en principio por ellos; ahora suponiendo que fuera Chavez el que mandara una propuesta de reforma a PDVSA y se negara a una consulta ciudadana, estoy seguro que saldrían a decir que es un dictador que en Venezuela no hay democracia, claro que como en realidad se trata de Calderón y pemex y la reforma PP, pues ahora sucede que la consulta ciudadana es ilegal y hasta inconstitucional, que va contra el mandato ciudadano y que para eso están ahí los legisladores, que ahora son todos unos "especialistas" en el tema y son mucho más doctos y educados que la sociedad a la cual representan, en fin demagogia barata, de parte de los leguleyos privatizadores que tienen intereses personales por sobre los de la sociedad y que son una calca de los absurdos y aberrantes argumentos en contra del recuento de los votos en 2006, que trata de esconder una vez más el sentido antidemocrático y autoritario con el que se manejan y gracias al cual están hoy al frente de las instituciones y aplicando todas estas mágicas "soluciones" por las cuales según ellos ahora sí vamos a ser del primer mundo y todo aquel que se oponga, va en contra del progreso y la supuesta "modernidad".

Si la propuesta de reforma PP se rechaza (como todo parece indicar) Calderón tendrá entonces un pretexto (bastante débil y usado a decir verdad) del por que su gobierno fracasó rotundamente al igual que el de su antecesor.

Entonces, se dirá que no es que la política económica fuera un completo desastre, que la alta inflación y el bajo crecimiento es producto (como siempre) de factores externos y no así de aplicar políticas económicas probadamente equivocadas como el gasolinazo, se negará que los pírricos logros de hacienda en cuanto a la recaudación fiscal producto de entre otras cosas de incarle más el diente a los que de por si pagaban más mientras se exime de esta obligación a los verdaderos dueños del país y gracias a quienes Calderón y sus secuaces están donde están no sirvieron para absolutamente nada, ni tampoco el fracaso tendrá que ver con su "guerra" contra el narco que los únicos que creen ir ganando son los mismos que o renuncian o viven en un verdadero estado de sitio por aquello de que pueden ser asesinados cualquier día de estos, también el asunto de los derechos humanos que no se respetan y la impunidad de gobernadores que impulsan su quebrantamiento, tampoco el que el sistema de salud, educación y tecnología este hecho pedazos y los mexicanos seamos reprobados en todos estos temas, no, nada de eso, todos los males presentes y futuros serán entonces culpa de los que rechazaron la reforma, legisladores del FAP y del PRI, miembros del movimiento en defensa del petroleo, millones de mexicanos que votaremos en las consultas que se realicen a lo largo y ancho del país, verdaderos especialistas que han dejado muy claro en los debates del senado el por que esta reforma debe ser rechazada y en general ese 70% que no votamos ni creemos en Calderón, seremos entonces los chivos expiatorios de su fracaso, una vez más.

Sin embargo dejo a su consideración un fragmento de una carta que Benito Juárez envió a Maximiliano y que con gran claridad describe una situación que irónicamente estamos viviendo nuevamente más de 150 años después.

"Al hombre le es dado a veces atacar los derechos de otro, apoderarse de sus propiedades, amenazar las vidas de los que se atreven a defender su nacionalidad, hacer aparecer las más esclarecidas virtudes como crímenes y hacer resplandecer sus vicios como virtudes. Pero hay una cosa que está fuera del alcance de los falsos y perversos, y esta es la sentencia tremenda de la historia. Ella nos juzgará."

Así fue y así será.

Miguel Bonome B.

viernes, junio 06, 2008

Petróleo. "Diez razones para la consulta"

La Jornada

Luis Javier Garrido

Diez razones para la consulta
La propuesta de Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo de someter a una Consulta Popular la iniciativa de Felipe Calderón para privatizar la industria petrolera nacional procede, a pesar de lo que dicen los funcionarios del gobierno de facto, al menos por 10 razones.

1. La Consulta Popular en materia energética es absolutamente constitucional y legal porque la Constitución mexicana prevé ya, desde 1983, este mecanismo en el tercer párrafo del artículo 26, en el marco del “sistema nacional de planeación democrática”, además de que al menos en 22 Constituciones locales del país existen mecanismos de democracia semidirecta, como la consulta pública, el plebiscito y el referendo.

2. La consulta procede porque es el mecanismo democrático por excelencia en la toma de decisiones en la mayor parte de los países euro-occidentales en este siglo XXI, ya que está progresivamente compensando los vicios y limitaciones del sistema representativo, con otros mecanismos de democracia semi-directa. México está atrasado en materia democrática y la consulta sentaría, por lo mismo, un precedente positivo para el país.

3. La decisión de consultar al pueblo es correcta porque la mayor parte de los mexicanos la quiere, como demuestran las encuestas, incluso aquellas hechas por despachos vinculados al gobierno. El 78 por ciento de los ciudadanos la aprueba, según una encuesta de Gea-Isa del 28 de mayo

4. El mecanismo de la consulta tiene una legitimidad histórica y hondas raíces en la tradición mexicana, pues, a pesar de lo que muchos suponen, sí se ha utilizado en el pasado en momentos significativos. Los ejemplos que se podrían dar son muchos, pero baste uno: con motivo de las elecciones de 1867, el presidente Benito Juárez sometió en una Consulta Popular a los electores su propuesta de aprobar diversas modificaciones constitucionales, entre ellas la del restablecimiento del Senado, solicitándoles se pronunciaran en el anverso de la boleta electoral.

5. La consulta no sólo es legal, legítima y viable, sino que es, por otro lado, imprescindible por una razón obvia que sustenta en el mundo entero el recurso a las consultas, plebiscitos y referendos: porque en las elecciones de 2006, ninguno de los partidos y candidatos que ahora auspician la privatización propusieron durante la campaña desincorporar al petróleo de la soberanía y del patrimonio nacionales, como ahora lo hacen, y no lo hicieron porque esta medida no aparecía en sus plataformas electorales y en consecuencia ni los legisladores federales ni la 50 Legislatura del Congreso están mandatados por el pueblo para tomar esta medida, mucho más cuando la misma trastoca el orden constitucional y atenta contra la soberanía energética de la nación, por lo que la única salida a esta situación es, como se hace en regímenes de otros países, recurrir de nuevo por la vía democrática al pueblo para que se pronuncie.

6. El carácter imprescindible de la Consulta Popular se fortalece porque a juicio de amplios sectores hay dudas razonables y fundadas sobre la representatividad de un Congreso surgido de las elecciones fraudulentas de 2006 –en el que el PAN y otros partidos están sobrerrepresentados– y, por lo mismo, sobre la “legitimidad” de una decisión tomada en un asunto de importancia estratégica para el país y clave para los intereses de las multinacionales. Las que no son dudas, sino certezas de lo que sería una decisión así se fortalecen por las informaciones en el sentido de que tanto las grandes corporaciones como el gobierno de facto están recurriendo a prácticas de corrupción y de amedrentamiento para someter a los legisladores.

7. La consulta procede además con carácter imprescindible por el papel crítico que está desempeñando Felipe Calderón, quien luego de haber llegado por la vía fraudulenta al cargo protestó cumplir la Constitución y ahora pretende violarla, exigiendo se apruebe una legislación anticonstitucional. Calderón impulsa una desbocada campaña de desinformación, se niega a transparentar la información y miente constantemente incurriendo en contradicciones que suscitan lo mismo indignación que hilaridad. Argumenta con desprecio a la inteligencia de los mexicanos que sus iniciativas no son “privatizadoras”, pero luego en un arrebato de carácter racista se lamenta de la oposición a sus propuestas y dice que “hasta los chinos” están privatizándolo todo (4 de junio).

8. En el grave contexto actual, la consulta está de sobra justificada además de todo por las evidencias existentes de que un alto número de funcionarios públicos están asociados a los intereses de las corporaciones trasnacionales y actúan como parte interesada en la privatización en un escenario de corrupción generalizada –en el cual son parte fundamental Felipe Calderón, varios de sus familiares y su secretario de facto de Gobernación, el español Juan Camilo Mouriño–, y el hecho de que hasta ahora esta situación ha rebasado en mucho al Congreso, que ha mostrado su impotencia, por lo que se hace urgente recurrir a la Consulta Popular.

9. La Consulta Popular debe llevarse a cabo, en suma, porque de aprobarse estos cambios legales sin consenso –y una decisión del Congreso es insuficiente, como han subrayado la mayor parte de los constitucionalistas– se generaría en México un escenario de absoluta inseguridad jurídica, pues las corporaciones extranjeras invertirían en un contexto de ilegalidad y de violación al marco constitucional, lo que le daría al pueblo mexicano y a los futuros gobiernos el legítimo derecho para actuar contra ellas.

10. “La soberanía nacional reside esencialmente y originariamente en el pueblo”, establece el artículo 39 constitucional, y frente a este precepto no hay consideración que valga. Los funcionarios privatizadores del gobierno de facto están repitiendo ya en plena desesperación y de manera mecánica para oponerse a la Consulta Popular que el pueblo es ignorante, que el mecanismo “carece de sustento legal”, que es dilatorio, que sería costoso, que “descarrila” las intenciones de Calderón. Es decir, que carecen de argumentos jurídicos, políticos, éticos e históricos para oponerse a la misma. La consulta procede en última instancia, o acaso en primera, porque no hay, además de todo, argumentos en contra. Y no los hay porque no puede haberlos en contra de la voluntad soberana de los mexicanos.

martes, junio 03, 2008

Petróleo. Corrupción Política.

La Jornada


Enrique Dussel

Soberanía, Estado y petróleo

Se trata de reflexionar sobre tres conceptos que se usan en los debates actuales y que sería bueno aclarar, relacionar y sacar alguna consecuencia práctica.

1. Soberanía. Es sabido que Jean Bodin (1530-1596) trata el tema en su obra Los seis libros sobre la República otorgando sólo a la persona del príncipe o rey el “poder soberano” (pouissance souveraine). Bodin sabía que en el “estado de Venecia” se depositaba la soberanía sobre el “Consejo mayor” de los patricios, y por ello era una aristocracia. Para un Bartolomé de las Casas (1484-1566), refiriéndose al Perú y a las encomiendas de indios (en su obra De regia potestate, 1546), el poder de autodeterminación pertenecía sólo al pueblo, ya que escribía explícitamente que una decisión del rey sin el “consenso del pueblo” (consensu populi) no tenía “legitimidad” (legitime), porque sería “inferir perjuicio a la libertad (libertati) del pueblo”2.

El concepto de soberanía sufrió entonces una evolución en cuanto a su referente. Al comienzo los únicos soberanos eran los dioses, que dictaban las leyes de la comunidad. Después lentamente los dioses dieron esta potestad delegada a los reyes, como lo vemos en el Código de Hammurabi en la Mesopotamia (en el siglo XVIII a.C). En la república romana la soberanía la tenía el Senado, una oligarquía minúscula. El proceso histórico terminará por comprender que la soberanía pertenece sólo a toda la comunidad política, al pueblo. Es el pueblo el único soberano, primera y última instancia de autodeterminación en la creación de todas las instituciones (gracias al poder instituyente diría C. Castoriadis), en la promulgación de una constitución (gracias al poder constituyente, descrito entre otros por un C. Schmitt), en el dictado de las leyes o en la toma de decisiones fundamentales de la política (desde la elección de los representantes hasta compromisos trascendentales en los que se usan recursos excepcionales tales como la consulta popular, el referéndum o el plebiscito). En todos los casos la sede última del ejercicio del poder es la soberanía popular.

2. El Estado. Siendo el Estado el macro sistema institucional de la sociedad política, creación de la soberanía popular, no puede decirse de manera estricta que “el Estado es soberano”. El soberano es el pueblo, y el Estado es una institución a su servicio. Y como toda institución es una mediación para el ejercicio delegado del poder soberano del pueblo. El Estado, en el mejor de los casos, podría decirse que ejerce delegadamente la soberanía popular, pero no en nombre propio, sino en el del pueblo. El arrogarse el Estado el poder ejercer la soberanía en nombre propio (en aquello tan repetido de que “el Estado es soberano”, que podría aceptarse en un sentido amplio) es lo que se denomina fetichismo del poder3. El poder político, que reside sólo en el pueblo, y que tiene al pueblo como su única sede inalienable, cuando se atribuye a una institución, es decir, cuando el que ejerce delegadamente el poder pretende cumplirlo en nombre propio (y no como representante) se produce la inversión de su sentido en cuanto oculta la verdadera fuente del poder. Una pura apariencia, un fenómeno tapa la esencia. Es un fetiche. Es un “dios hecho de la manos de los hombres” (como indica Marx citando un texto semita). Esta inversión es la corrupción suprema de la política. El político cree ahora ser el soberano, porque pretende tener “el monopolio del poder”. Ha usurpado un lugar que no le pertenece: el ser la sede del poder soberano, que sólo ostenta el pueblo como un todo.

3. El petróleo. Los bienes existentes dentro de los límites del territorio, en el cual se ejerce la soberanía del pueblo a través de las instituciones creadas para su servicio, son patrimonio de la comunidad política en su conjunto. Aquellas que quedan bajo el régimen de propiedad común, administradas por el Estado, son bienes públicos. El petróleo, como las riquezas del subsuelo, el agua, la electricidad, etcétera, son igualmente públicos en México.

El petróleo es un producto orgánico, fruto de millones de años de la vida sobre la Tierra. Es una de las sustancias más valiosas sobre el planeta por sus múltiples usos, y no renovable. En primer lugar, simplemente quemarlo es un crimen, y las generaciones futuras nos lo demandarán. Aniquilarlo por combustión es como echar a la hoguera diamantes, oro o billetes de banco vigentes. Por ello, en segundo lugar, sería racional extraerlo en la menor medida posible, conservarlo en su mayor cantidad, y sólo consumirlo cuando se haya cumplido con una exigencia ético-política: en tanto se hayan inventado y se puedan usar sustitutos energéticos en igual cantidad procedentes de medios renovables. En tercer lugar, vender petróleo en bruto es igualmente irracional. Habría que procesar y comercializar únicamente productos del petróleo con valor agregado (plásticos, aceites, gasolina, etc.). Pueblos completamente subdesarrollados venden la pura materia prima. México no debería soportar el ser insultado por su falta de inteligencia, de tecnología y de planificación al vender un gramo de petróleo en bruto.

Pero, y en cuarto lugar, aún es más irracional y falto de ética (lo que indica la corrupción de los gobernantes) el conceder la propiedad del petróleo mismo como pago de servicios a recibir. Como si no pudieran pagarse los mejores servicios técnicos del mundo con el dinero obtenido por la venta de los productos elaborados del petróleo mismo. No hay ninguna necesidad de alienar la propiedad del petróleo. ¡Es de sentido común!

Esta suma de decisiones irracionales sólo puede explicarse por el interés egoísta que no guarda ninguna relación con la justicia ni con la ética por parte de los gobernantes. Es simplemente corrupción política, porque los que ejercen el poder institucional (senadores, diputados, presidente, gobernadores, etcétera) han olvidado que no son la sede del poder político, sino simples representantes que ejercen un poder delegado en nombre de la soberanía popular. Olvidándolo, piensan que pueden decidir todo a espaldas del pueblo. Por el contrario, una “consulta popular” se justifica plenamente en tan importante asunto. Pero no lo desean, porque se les desarmaría “todo el juego”. Si no estuvieran corrompidas las instituciones (entre ellas el Poder Legislativo) recordarían que el Estado posee sólo un ejercicio delegado, no siendo en sentido estricto soberano, y por ello debería comprender la necesidad de esa “consulta al soberano”.

Pero la corrupción no es sólo política, sino que es ético-subjetiva. El ejercicio fetichista del poder los inclina también al desorden subjetivo, al amor a la riqueza que se llamaba usura, a la apropiación indebida de bienes del pueblo que se distribuyen a discreción ilegalmente entre los “amigos” (de adentro del país y de afuera, porque al fin la burguesía es mundial).

Sería bueno llamar a una cierta cordura, a imponerse un cierto límite de la simple honestidad ciudadana, y pedir que se “consulte al pueblo” en esta situación tan grave. De lo contrario el pueblo tendrá derecho a entrar en acción. Es un “derecho absoluto”, porque a la injusticia del “estado de derecho” no se le opone sólo el “estado de excepción”, sino fundamentalmente el “estado de rebelión”, que clama al final: “¡Qué se vayan todos!”

1 Filósofo

2 Véase mi Política de la Liberación, Trotta, Madrid, 2007, § 6.4.

3 Véase la tesis 6 de mi obra 20 tesis de política, Siglo XXI, México, 2007.

"Nacionaliza Bolivia empresa de transporte de hidrocarburos"

La Jornada


■ Acusó Morales a Enron y Ashmore Energy de haber conspirado contra él desde 2006
Nacionaliza Bolivia empresa de transporte de hidrocarburos

■ La posición de los ejecutivos de TR-Holdings fue “tozuda, tenaz e intransigente”, declaró el ministro Villegas

■ Se trunca proyecto de gasoducto Carrasco-Cochabamba, dice Pulso

Rosa Rojas (Corresponsal)


La Paz, 2 de junio. El presidente boliviano Evo Morales nacionalizó hoy “la totalidad de las acciones que corresponden a TR-Holdings en el capital social de Transredes”, que se hace cargo del transporte de hidrocarburos en el país, luego de que no hubiera un acuerdo para la adquisición de esos títulos por parte del gobierno.

TR-Holdings, sociedad formada en partes iguales entre Enron Transportadora Holdings Ltda. y Shell Gas Latin América, poseía 50 por ciento de la empresa de Transporte de Hidrocarburos Sociedad Anónima (Transredes).

Durante la ceremonia en la que promulgó el decreto respectivo en Santa Cruz, Morales Ayma acusó además a las empresas Enron Transportadora Holdings Ltda y a la Ashmore Energy Internacional, de las cuales era filial de TR-Holdings en Bolivia, de haber estado conspirando contra su gobierno desde 2006.

“Ya no se va a permitir esa situación en ningún caso”, advirtió el mandatario. Sin embargo, añadió que “empresas que inviertan respetando las normas bolivianas siempre serán respetadas” e invitó a invertir en el país, ya que “siguen apareciendo no solamente petróleo o gas, sino otros recursos naturales, no solamente minerales metálicos sino también no metálicos”.

Por su parte, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, informó que en las negociaciones se ofreció a TR-Holdings 48 dólares por acción. Sin embargo, no fue posible llegar a un acuerdo a causa del rechazo “terminante e insistente” de la Ashmore.

El ministro dijo que se le informó al presidente sobre “la posición tozuda, tenaz, intransigente de los ejecutivos de TR-Holdings al rechazar la propuesta del gobierno nacional”, por lo que se tomó la decisión ejecutada hoy.

El pasado primero de mayo el gobierno boliviano había promulgado el decreto número 29541 para adquirir las acciones suficientes para controlar 50 por ciento más uno de las acciones en las petroleras Andina, Chaco y Transredes, lo que permitiría a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) determinar las políticas de dichas empresas.

Respecto a la nacionalización de Transredes, el diputado Fernando Messmer, de la alianza opositora derechista Poder Democrático y Social, criticó esa medida por considerar que “acrecienta la incertidumbre y las dudas respecto a la seguridad jurídica existente” en el país y lo hace menos confiable a la inversión extranjera.

A su vez, el semanario Pulso señaló que con la salida de Ashmore y la nacionalización de Transredes, “quedaría trunco uno de los principales proyectos anunciados por la transportadora y acariciados por el gobierno: el gasoducto Carrasco-Cochabamba”.

El tubo conectaría la rica región petrolera cochabambina con la red de gasoductos que abastece a occidente, “por lo cual las proyecciones de dotar a La Paz y Oruro, y en particular a sus industrias, de un mayor volumen del energético ingresarían en statu quo, ya que YPFB “no dispone de capital de operaciones ni del personal técnico capacitado”, indicó la publicación.

lunes, junio 02, 2008

El renacer del idiota social

Hay voces en la academia, la política, y los medios de comunicación que tergiversan los hechos del continente. Son parte de una propuesta de la derecha por imponer relatos maniqueos tendentes a despojar al sujeto de su memoria histórica republicana. Manipulan la realidad según convenga a sus intereses. En este horizonte dirigentes, estadistas, sindicalistas o representantes de movimientos sociales caerán en el saco de lobos con piel de corderos. El mundo se presenta dualmente. El orden y el caos. La luz y la oscuridad. La economía de mercado y el estatismo comunista. La globalización y la autarquía. Paz y seguridad versus terrorismo e inseguridad. Se construye un lenguaje para atacar a las “hordas” antisistémicas y un itinerario cuya hoja de ruta es el aniquilamiento y la destrucción del diferente. Las armas utilizadas son el liberalismo doctrinal, el pensamiento conservador, la sociobiología, la desarticulación de la teoría, la pérdida de la centralidad política y el desánimo de la razón. Se presentan como un frente único para conquistar un nuevo edén. Sus imágenes son las buenaventuras del capitalismo y sus megaproyectos. Obras faraónicas de adoración y procesión transformadas en tótems para la satisfacción de los nuevos dueños del planeta. Urbanizaciones de lujo, campos de golf, torres de cientos de metros, etcétera. La felicidad completa, cuya máxima expresión se dibuja en levantar centros comerciales donde las personas puedan vivir en ellos. Son los auténticos nichos de la virtud del mercado. Extensiones donde encontramos hoteles, restaurantes, cines, entidades financieras, gimnasios, joyerías, agencias de viaje, supermercados... La imagen perfecta para la actual era del consumidor que vive en su interior adaptándose a sus códigos. Su personalidad se flexibiliza para adorar marcas comerciales de comida basura, prendas de vestir, coches, etcétera. En su interior se consolida la mutación del ciudadano al idiota social. Es el proceso de atomización y pérdida de identidad colectiva. La sustitución de la memoria social por el deseo de compra y autismo individualista. El retorno del Idión aristotélico.

En tal lógica, los políticos adscritos a este orden tratan de producir el mayor número de idiotas sociales posibles. Buscan dar continuidad al proceso. Los consumidores deben sentirse en un paraíso terrenal. En dicho mundo, las expectativas, los deseos, las esperanzas, los objetivos de cambio, y las depresiones se superan individualmente. El remedio es satisfacer la angustia por medio de la compra y venta de objetos disponibles en tiendas y en la imaginación. Si le acosan en el trabajo, si le despiden, si violencia de genero, si explotación de clase, si alienación social, no actúe colectivamente. No se proponga un proyecto alternativo de liberación, no critique el sistema. No aluda a los mecanismos de dominación. Solucione el problema por la vía individual. Presente una queja en la oficina del consumidor o vaya al centro comercial más próximo, cómprese una camisa, una corbata, tíñase el pelo y cambie de peinado. Dese algún gusto culinario y machaque el cuerpo. Chocolate, helados, una hamburguesa. Si está muy agobiado y necesita desfogarse termine haciendo yoga en el mismo centro comercial. Y en el medio plazo contrate allí unas vacaciones en playas exclusivas, con todo incluido, la fuente de la juventud. Tratamientos de última generación a precio de oro, en cómodas cuotas mensuales. Si tiene necesidades erótico-festivas piense en turismo sexual. África, Asia, Europa del este, América Latina, Oceanía. Los cinco continentes. No existe como ciudadano. No posee dignidad, ni memoria histórica, ni voluntad, es un consumidor. En definitiva su cuerpo es todo un amasijo para el mercado. Lo posee de manera integral, de los pies a la cabeza. Lo dicho también incluye a los pobres, recuerden a Hernando de Soto, el autor de Otro sendero y El Misterio del capital, el individuo más preocupado por ellos. Según su propuesta, pueden participar de la bacanal a su manera. Deben capitalizar su miseria. Su buenaventura consiste en pasear por los centros comerciales y proyectar su frustración deseando cambiar de estatus. Deben transformar su ahorro en bienes de capital. Sus céntimos conseguidos en los semáforos vendiendo baratijas Los vendedores de baratijas los convertirán en empresarios del mañana y los niños tragafuegos serán los dueños del Circo de Moscú. Deben proyectar su optimismo bajo el discurso de la igualdad de oportunidades y la movilidad social ascendente. Es el discurso ideológico de la perseverancia, acompañado de iniciativa y preparación, factores suficientes para romper el círculo de la pobreza. El gran mito del capitalismo que tan buenos resultados brinda a sus ideólogos y acólitos.

En esta situación se deben soltar lastres. No piense, déjese llevar por la ola del consumo y transfórmese en un consumidor responsable, obtendrá dividendos y vivirá relajado. Acepte con gusto los mensajes del mercado de las ideas. Créase a pies juntillas que un gobernante corrupto y mentiroso como el actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe, es un demócrata ejemplar a pesar de las pruebas que lo vinculan con los narcotraficantes, los paramilitares y lo reconocen como responsable de la muerte de decenas de compatriotas. Piense en la inmaculada acción de gobierno de Salinas de Gortari y Zedillo en México y no en sus vínculos con la mafia y su participación en la represión en Chiapas o Acteal. Tampoco crea la verdad del origen espurio del poder del actual presidente Felipe Calderón. Acepte que hubo irregularidades, no fraude, eufemismo para no caer en la degradación mas absoluta. Sólo superada por la designación del secretario de Gobernación, que usó pasaporte español, urdió la trama para manipular la partida de nacimiento de sus padres, pero continúa en el cargo. Sin embargo, se definen portadores de la moral del mercado, que no es otra que la del idiota social, por ello han perdido la dignidad y la condición de ciudadanos. Han decidido borrar su conciencia. Proyectan el paraíso del consumo como la nueva solución final. La actual política consiste en fundar un orden con gobernantes mediocres de pensamiento sistémico. Plutócratas manipulables por quienes manejan los hilos del poder real se muestran sumisos ante el fuerte y acaban humillados y sodomizados en el mercado. El imperialismo lo sabe, transformados en idiotas sociales son presidentes o líderes de la oposición de la política de arriba.

Marcos Roitman Rosenman

domingo, junio 01, 2008

Petróleo. "Iniciativa Privada Voraz".

Arnaldo Córdova

La reforma fiscal ausente y Pemex

En mi presentación del día 20 en el Senado comencé por señalar que yo no veía que las iniciativas del gobierno panista buscaran modernizar Pemex como se viene predicando. La realidad que se ha venido ilustrando a través de estos debates es que estamos discutiendo la reforma equivocada, la llamada reforma energética que se reduce a una reforma petrolera, cuando deberíamos estar ya debatiendo en torno a esa reforma hacendaria que desde hace decenios el país y el erario necesitan con la mayor urgencia.

Mi participación en el primer debate sobre la constitucionalidad de las iniciativas de Calderón me mostró con toda claridad que todo se redujo a ver quiénes eran más ignorantes o más duchos en materia de derecho y de derecho constitucional. Que yo le haya tenido que enseñar a uno de los participantes que el derecho de uso es un derecho real me deprimió. Que no entendieran lo que es una Constitución política me dejó anonadado. Que el 28 constitucional no habla de “industria petrolera” y que, por tanto, ésta no es parte del derecho de la nación sobre sus recursos naturales sólo muestra el modo en el que entienden el derecho. En respuesta, otro me llamó “espiritista”, “astrólogo” y “metafísico”.

Lo que se busca con estas reformas es seguir con el absurdo sistema impositivo que tenemos. Continuar usando los ingresos petroleros para seguir financiando el presupuesto en 40 por ciento de su total. Cuando se ha dicho que tan sólo una parte de los ingresos petroleros bastaría para resolver el desgaste de las instalaciones petroleras, invertir en refinerías y en investigación tecnológica, se contesta que eso significaría tener menos escuelas, menos hospitales, etcétera. También, por supuesto, menos corrupción y menos latrocinios de toda especie y a todos los niveles de la administración pública federal.

Cuando vi por televisión el quinto debate, en que participó el Nobel Mario Molina, me asombró que, con algunas excepciones, todos demandaran que se diera a Pemex más recursos tomados de los que ella misma genera, haciéndose notar que todavía quedaría al gobierno una colosal cantidad de dinero para financiar su gasto público. Todos demandaron, asimismo y urgentemente, que se integraran los centros de investigación (incluido, en primer término, el Instituto Mexicano del Petróleo) y se les dieran los recursos necesarios para desarrollar tecnología de punta. Casi ninguno de los participantes aceptó que nuestra industria petrolera pasara a manos de privados, así fuera en retazos.

Nadie desde el gobierno ni desde los círculos de la derecha nos ha podido explicar hechos que son un insulto para el país: ¿cómo es que tenemos un erario que tiene una participación en el producto interno bruto nacional de apenas 11 por ciento, cuando en otros países semejantes al nuestro la participación es de arriba de 30 por ciento y en países mucho más desarrollados que el nuestro ronda casi la mitad? ¿Cómo es que tenemos un grupo de multimillonarios más numeroso que muchos países más ricos que el nuestro y ninguno de éstos se da el lujo de tener uno que oscila entre el primero y el segundo lugar como el hombre más rico del mundo? ¿Cómo juega la política impositiva en ello?

¿Por qué es tan difícil y traumático hacer una reforma fiscal en México? Alguna vez el ex presidente De la Madrid, cuando era director del Fondo de Cultura Económica, me dijo que una reforma fiscal era muy difícil porque era difícil poner de acuerdo a todas las fuerzas involucradas en el proceso. Creo que tenía razón. Si no se quieren tocar los grandes intereses económicos privados dominantes en nuestra economía, no sólo será difícil, sino imposible. Una reforma fiscal tendrá lugar hasta que se meta en cintura a esos intereses y se les obligue a pagar la cuota de sus ingresos que deben dar al fisco y no seguir enriqueciéndolos sin medida.

Este sustituto de reforma fiscal que es esta malhecha y mal presentada reforma petrolera sigue en la misma línea de siempre: enriquecer más a los más ricos, aunque el país se hunda, aunque la industria petrolera misma desaparezca y todos nos convirtamos en un país de miserables que seguirán huyendo de su patria para ir a ser explotados y humillados por los empleadores gringos. La brama con la que se quiere dar entrada a la iniciativa privada en la industria petrolera sólo quiere decir que no se renunciará a seguir esquilmándola para alimentar a las finanzas públicas y, si se puede, que los privados se encarguen de “modernizar” a Pemex.

En días recientes el diario Reforma nos mostró plásticamente un ejemplo de para qué sirve el dinero que se extrae de Pemex: un yate que debe costar millones de pesos y un departamento de lujo que pertenecen al dirigente del sindicato de la empresa, Carlos Romero Deschamps (el del Pemexgate), en Cancún. Una reforma fiscal debería comprender el control indispensable de la corrupción avasalladora en nuestra industria petrolera. Todavía no puedo saber lo que se gasta en altísimos sueldos para los más de 20 mil ejecutivos y altos empleados de confianza de la empresa. Abundan las denuncias de funcionarios corruptos de Pemex que cobran cuota a quienes les solicitan concesiones o contratos.

Es lícito preguntarse qué clase de país nos está dando la derecha panista y priísta en el poder. Los gobernadores “preciosos” y “piadosos” del PRI y del PAN quieren su tajada y apoyan la reforma. ¿Alguien sabe en qué gastan los excedentes petroleros los gobers? Las reformas probablemente pasarán con algunos cambios. ¿Qué pueden hacer 30 diputados y 10 senadores priístas que defienden su plataforma de principios frente al resto de sus legisladores que están con sus gobers? Como puede verse, la cadena de corruptelas y de componendas políticas que envuelve el proceso es de verdad abrumadora.

La legislación fiscal es generosa en materia de exenciones y devoluciones fiscales para los empresarios. Aquí, el hecho es que ese 11 por ciento que obtiene el fisco lo logra sólo de los causantes llamados cautivos, los que no tenemos más remedio que pagar impuestos, no de los grandes empresarios que nunca pagan nada y siempre salen ganando.

Una iniciativa privada voraz y una industria petrolera expuesta al saqueo indiscriminado juntas y en acción, eso es lo que proponen las reformas.