miércoles, agosto 15, 2012

Tribunal Electoral. ´´De ustedes depende¨

De ustedes depende Pedro Miguel Señoras y señores magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Magistrados José Alejandro Luna Ramos, María del Carmen Alanís Figueroa, Constancio Carrasco Daza, Flavio Galván Rivera, Manuel González Oropeza, Salvador Olimpo Nava Gomar y Pedro Esteban Penagos López: Como hace seis años, el organismo que ustedes integran tiene ante sí la tarea de juzgar la validez, la legalidad y la legitimidad de una elección presidencial. En 2006 el TEPJF dio por bueno un proceso electoral viciado, irregular y oscuro, proclamó presidente electo a Felipe Calderón. Ante las inconformidades, las autoridades electorales se negaron a exhibir las pruebas del supuesto triunfo del aspirante panista –esto es, rechazaron el conteo voto por voto– y la instancia que ustedes encabezan decretó la validez de unos comicios en los que, según los propios magistrados el entonces presidente Vicente Fox, el Consejo Coordinador Empresarial y el partido que está a punto de dejar el poder cometieron transgresiones a la legislación electoral. Ese fallo causó, con ello, un gravísimo daño a las instituciones republicanas y al país en general. Generó una fractura política en la sociedad, erigió una presidencia ilegítima a ojos de un importante sector de la población, sentó un precedente de impunidad para delincuentes electorales y minó severamente la confianza de la gente en los procedimientos democráticos como generadores de consenso y de solución pacífica de las diferencias. El sexenio que termina deja un saldo catastrófico de estancamiento o regresión en todos los ámbitos de la vida nacional y buena parte de ese saldo es atribuible a la ilegitimidad de origen del propio Calderón. En el momento presente ustedes enfrentan la disyuntiva de repetir aquella decisión trágica y validar unos resultados electorales oficiales asentados sobre una montaña de irregularidades y de presuntos delitos o de sanear la vida republicana y garantizar la estabilidad política e institucional mediante la nulificación del proceso. Ustedes no ignoran que los poderes fácticos pretenden, entonces como ahora, revestir con una cáscara de legalidad un resultado electoral obtenido por medios ilegítimos: desde el inicio de una campaña de facto con seis años de antelación, con la ayuda de los medios electrónicos, hasta la inyección masiva de dinero de dudosa procedencia –recursos públicos, en algunos casos– para obtener millones de votos a cambio de dinero. Esta inadmisible corrupción de la voluntad ciudadana se realizó en los sectores más pobres del país, aprovechando las circunstancias de necesidad y miseria de los votantes. Ustedes están conscientes de que las prácticas referidas son manifiestamente ilegales y en su momento no fueron evitadas, investigadas ni sancionadas por el Instituto Federal Electoral (IFE) ni por la Fiscalía Especializada en la Atención a delitos electorales (Fepade), organismos que ostentaron un comportamiento manifiestamente omiso. Para ustedes, como para todos, es claro que si no se hubiera recurrido a métodos como los señalados, es decir, si los comicios de julio pasado hubieran sido realmente libres, el aspirante presidencial priísta no habría obtenido la mayoría de los sufragios. Para el país, ustedes incluidos, es claro que un candidato impopular y rechazado no puede ganar unos comicios, a menos que se recurra a acciones ilícitas para adulterar la voluntad popular y simular que los ganó. Es de suponer que ustedes estarán sometidos –como está sometido el país en su conjunto– a intensas presiones para que decreten, pese a todo, la legalidad y validez de la elección del 1 de julio es legal y válida. Señoras y señores magistrados: Resistan a esas presiones, dejen de lado los intereses particulares que pudieran tener en este caso y obedezcan a su conciencia. Otórguenle una oportunidad al país, a la democracia, a la estabilidad y a la gobernabilidad, a la credibilidad del alto organismo jurisdiccional que integran, a la propia respetabilidad y honorabilidad de ustedes como jueces. Invaliden estos comicios presidenciales viciados e inverosímiles y sienten un precedente contra los poderes fácticos que han venido ensuciando y distorsionando los procesos electorales en el país. Abran las puertas a la renovación de la vida republicana del país que puede iniciarse en el lapso de una presidencia interina. De ustedes depende. Ahórrenle al país otra catástrofe.

viernes, agosto 10, 2012

México.Sólo hay una salida: reponer la elección

Sólo hay una salida: reponer la elección Víctor M. Toledo La idea de que el uno por ciento explota, domina, depreda, expolia, abusa y/o somete, al restante 99 por ciento parece en principio descabellada. Suena igualmente como algo demasiado radical. Y, sin embargo, es una tesis empíricamente demostrable por medio de datos, estadísticas, encuestas, censos. El pensamiento crítico revela con datos duros la realidad lacerante del mundo y del país. Quien logra informarse, se sorprende, se irrita y se enciende. Ellos son los indignados, cuyo número crece cada día en todo el planeta, incluido México. Desde hace unos 5 mil años, la historia de la especie humana es una cruenta batalla entre tres poderes, el político, el económico y el social, y entre éstos y la naturaleza. Como resultado del juego democrático, el mundo moderno debería, en teoría, marcar un justo equilibrio entre esos tres poderes. Y en teoría también la democracia, un invento soberbio, debería ser la institución que privilegie el control ciudadano sobre los otros dos poderes. La realidad lo contradice. A los antiguos despotismos, tiranías y dictaduras, les ha sucedido y sustituido una nueva forma de opresión. En abierta u oculta complicidad, los monopolios económicos y los políticos han convertido al planeta en un mundo injusto e inseguro, donde una minoría de minorías mantiene la sujeción social y atenta contra el equilibrio de la naturaleza. Este nuevo escenario envía a la bodega de desechos buena parte de las tesis clásicas o convencionales de la izquierda. El conflicto ya no es entre proletarios y patrones, pobres y ricos, marginados e incluidos, etcétera, sino entre el 99 por ciento y el puñado que los somete. La comedia de enredos en la que se ha convertido la elección presidencial de México no es más que la expresión desesperada de ese uno por ciento que ha visto amenazado su control sobre el gobierno y el fin de las políticas neoliberales. El contubernio es claro. Se han asociado en una sola mafia los barones de las principales corporaciones, los monopolios de la radio y tv, la mayoría de los periódicos, cinco partidos políticos (PRI, PAN, PVEM, PANAL), ciertos sectores de la “izquierda” partidista, los capos sindicales, las mayores asociaciones empresariales y los árbitros electorales. Juntos, incluidos sus operadores, no llegan a uno por ciento de la población mexicana. En el otro bando estamos todos los afectados, no solamente los millones de miserables y pobres y los desempleados, sino las clases medias, las decenas de miles de micro, pequeños y medianos empresarios, los jóvenes sin expectativas, los profesionistas sin trabajo, las comunidades de artistas, la inteligencia del país, y todo aquel ciudadano que se considere demócrata y honesto. Hoy la democracia mexicana ha quedado hecha añicos por esa mafia corrupta. Aunque esta minoría estableció candados ocultos o visibles para evitar cualquier tentación por pasar de la democracia representativa a la democracia participativa, lo cierto es que hoy ni siquiera se puede sostener la existencia de la primera. Las cifras resultantes de la elección de 2012 lo reflejan. Si se suma el número de abstencionistas con el de los votos nulos se alcanza 38.3 por ciento, indicando que una abrumadora mayoría de mexicanos no participa por alguna razón en la arena electoral. Frente a ello, las tres principales fuerzas políticas obtienen 24, 20 y 16 por ciento del total de votos. Ello sin considerar el fraude descomunal y el uso de dinero ilícito realizado por el PRI. Si los 40 millones de ciudadanos en redes sociales decidieran actuar de manera conjunta, volverían ilegítimas las elecciones. Por ello, desde la perspectiva del #99 por ciento, hoy procede: a. La anulación de la elección presidencial no sólo por el alud de actos fraudulentos, sino porque no son representativas de la ciudadanía mexicana. b. La elección de un presidente interino ciudadano, no partidista, que se comprometa a promover reformas electorales, como la disminución drástica del presupuesto a partidos, la segunda vuelta, un periodo presidencial de cuatro años con una sola relección, la supresión de legisladores plurinominales y mecanismos de control ciudadano como referendos, consultas, etcétera. c. La renovación inmediata de los funcionarios del IFE y juicio a quienes resulten responsables en el megafraude electoral; su sustitución por funcionarios ciudadanos sin relación actual o pasada con partidos políticos. d. La promoción de reformas que reconozcan en la soberanía local de territorios, desde comunidades, municipios, barrios, colonias, regiones, etcétera, la piedra axial de la democracia mexicana. e. La inmediata restauración ecológica, incluyendo recursos naturales y ambientales. Ello supone la inmediata eliminación de la minería depredadora, los megaproyectos turísticos y habitacionales, los agrotóxicos y cultivos transgénicos y la producción de sustancias nocivas, así como la reconversión hacia energías renovables. f. La inmediata regeneración social, lo cual implica atención urgente a la población en pobreza, jóvenes sin trabajo o escuela, madres solteras, personas de la tercera edad, grupos marginados o discriminados, etcétera. La expansión y multiplicación de la educación y la cultura: creación de foros, escenarios, talleres para la expresión artística de escala barrial o comunitaria y programas educativos autogestivos. g. La ciudadanización de las instituciones, hoy en las manos corruptas de la clase política o privada, tales como cooperativas (y no corporaciones), pequeñas empresas familiares, bancos populares y cajas de ahorro, comedores colectivos, mercados orgánicos, verdes y justos, producción agro-ecológica familiar o comunitaria, manejo colectivo de bosques, selvas, biodiversidad y agua; radios y televisoras locales, comunitarias o gremiales, hogares sustentables y ecológicos, y redes de consumidores responsables. Autogestión civil, en todas las dimensiones, órdenes y escalas, del agua, energía eléctrica, alimentos, materias primas, crédito, información, cultura y esparcimiento. La opción #99 se basa en algo elemental: “… si el juego no ha sido limpio, si otros jugadores y los árbitros nos hacen trampas, es muy sencillo: cambiemos de juego”. Twitter: @victormtoledo Primero te ignoran, luego se ríen de ti, después te atacan… entonces ganas. Mahatma Gandhi

lunes, agosto 06, 2012

La manipulación de medios.Rompiendo el silencio

Rompiendo el silencio John M. Ackerman “No seremos más voces silenciadas. Estamos aquí con nuestros cuerpos, con nuestras mentes, con nuestras esperanzas, a decirles: ¡basta de envenenar la verdad con el dinero! ¡Basta de pervertir el conocimiento y la educación! […] ¡Basta de no dejarnos participar en nuestro futuro! ¡Construyamos el camino que florece en nuestras manos!” Así concluye el histórico manifiesto del movimiento #YoSoy132 pronunciado a las puertas de Televisa al concluir la toma pacífica de sus instalaciones el pasado viernes 27 de julio. Los jóvenes han tenido el enorme acierto de identificar la democratización de los medios de comunicación como uno de los objetivos prioritarios en la lucha por lograr una democracia auténtica. Es también correcto ubicar a la empresa Televisa como una de las principales responsables tanto de la degradación del debate público nacional como de la corrupción de la esfera de competencia política. Al establecer acuerdos con actores políticos como Enrique Peña Nieto y PVEM, la televisora de Chapultepec ha fomentado un mercado negro en materia de entrevistas y coberturas "informativas" que no tiene lugar en un contexto democrático. La abultada telebancada, que incluye más de 15 diputados y senadores cercanos a Televisa y Tv Azteca, también demuestra que la relación entre las televisoras y el PRI y PVEM ha rebasado el intercambio de favores para entrar en una etapa de verdadera simbiosis, en que es cada vez más difícil distinguir dónde terminan las empresas mediáticas y dónde inician los institutos políticos. Mientras, el Instituto Federal Electoral (IFE) se vanagloria con el supuesto éxito en la aplicación del nuevo modelo de comunicación política. Leonardo Valdés afirma que "la industria de la radio y la televisión cumplió con su responsabilidad legal y con la democracia". Nada más lejano de la realidad. En primer lugar, no hay razón para confiar ciegamente en la cifra de 97 por ciento de cumplimiento de la transmisión de los más de 43 millones de promocionales durante las campañas, precampañas e intercampañas. Hace falta elaborar una auditoría ciudadana para saber hasta qué punto se cumplió cabalmente con la pauta del IFE. También existen indicios de que las televisoras jugaron a conveniencia con los tiempos entre la recepción de los órdenes o espots nuevos del IFE y su cumplimiento, por ejemplo con el retiro tardío del promocional calumnioso en contra de López Obrador y el remplazo particularmente veloz de los espots de Peña Nieto. El monitoreo del IFE de la cobertura de las campañas en radio y televisión fue también deficiente. En lugar de evaluar y contabilizar de manera integral la atención mediática prestada por cada empresa de radio y televisión a cada uno de los candidatos, el IFE contrató a la UNAM solamente para sumar los segundos de las "notas informativas" y determinar hasta qué punto éstas serían "adjetivadas" con la inclusión de alguna afirmación explícita. Quedaron totalmente fuera de este ejercicio la contabilización de la cantidad de entrevistas a cada candidato, los comentarios de los locutores y analistas, así como los aspectos de producción, colocación y encuadre de las mismas "notas informativas". En estos aspectos más sutiles, pero igualmente dañinos para la equidad, hubo una burda manipulación mediática en favor del candidato del PRI que no ha sido tomado en cuenta por el IFE. El consejero electoral local Bernardo Barranco es una de las únicas voces críticas que desde dentro el IFE ha hecho señalamientos al respecto, al comentar el sesgo mediático en el estado de México. También habría que recordar cómo las empresas de radio y televisión traicionaron a la democracia al no convocar un solo debate propio entre los candidatos presidenciales, limitar la transmisión del primer debate y negarse a transmitir el tercero, convocado por el movimiento #YoSoy132. El omnímodo poder del duopolio televisivo es particularmente agresivo, pero otras empresas también han decidido privilegiar su negocio por encima de su independencia. Tal es el caso, por ejemplo, de MVS Comunicaciones, que si bien hoy todavía mantiene el invaluable espacio de Carmen Aristegui, ya empieza a dar peligrosas señales de subordinación al poder al cancelar la transmisión de las colaboraciones de un servidor sobre el tema de la calificación de la elección presidencial (aquí mi carta de renuncia a MVS: http://ow.ly/cKtK9 ). Mis señalamientos respecto al trasfondo político de este caso no se realizan a la ligera, como ha señalado Alejandro Vargas, presidente de MVS Radio, sino que están plenamente fundamentadas y comprobadas. No es coincidencia, por ejemplo, que el actual vocero del PRI, Eduardo Sánchez, muy recientemente litigaba para MVS el tema del refrendo de la concesión de la banda 2.5 GHz. Esperemos que Peña Nieto se conforme con haber logrado mi renuncia al noticiero de Luis Cárdenas y no pida también incidir en los espacios de Aristegui. No podemos confiar en las instituciones estatales o la clase política para lograr las transformaciones profundas que necesita el país. Todos debemos poner nuestra parte para seguir el ejemplo de valentía y lucha de los jóvenes del movimiento #YoSoy132. Hablan por todos cuando se niegan a mantenerse callados y rechazan la imposición de un nuevo presidente cuyo único objetivo será distribuir prebendas entre sus amigos, en lugar de velar por el interés público. www.johnackerman.blogspot.com Twitter: @JohnMAckerman