La Jornada
México SA
Carlos Fernández-Vega
Trasnacionales insaciables
Las ventas conjuntas de Wal-Mart y Exxon Mobil superan el PIB de Brasil o México
Sorprendente política del Banco Mundial
En Los Pinos, el presidente Felipe Calderón, acompañado por el secretario de Economía, Eduardo Sojo, entregó ayer el Premio Nacional de Calidad y Tecnología a pequeñas y medianas empresas. Los reconocimientos fueron para Jabil Circuit de México, Casa Cuervo, la Comisión Federal de Electricidad, Nacional Financiera, Sony de México, Centro de Desarrollo Infantil Tierra y Libertad, Turborreactores, Laboratorios Cryopharma, Provista y Comnet Foto: Víctor Camacho Con tanto material a la mano, el Banco Mundial sólo se "sorprende" por el monopólico circuito autóctono que caracteriza a la economía mexicana, en particular, y latinoamericana, en general, un circuito, dice el organismo, "capturado" por "unos cuantos" y que, sin duda, agudiza la desigualdad.
Pero el "sorprendido" Banco Mundial no registra la avasalladora presencia (prácticamente hasta en la más recóndita esquina del planeta) de las trasnacionales, las cuales, dicho sea de paso, son pieza fundamental en dicho circuito monopólico, y no sólo en México ni en América Latina.
Ya que le fascina "sorprenderse", sólo tiene que revisar la entrega 2007 (con información al cierre de 2006) de la revista especializada Fortune sobre los 500 corporativos más poderosos de Estados Unidos y su intrincada telaraña de intereses a lo largo y ancho del planeta.
Esos corporativos reportaron ventas por 9.9 billones de dólares (trillones para los angloparlantes) y utilidades cercanas a 785 mil millones de billetes verdes, un aumento de 8.9 y 29 por ciento, respectivamente, con respecto a lo por ellos obtenido en 2005. Muchos, por no decir todos, le sacan generosa raja al monopólico circuito mexicano y latinoamericano.
Para dar una idea de lo que significan esos números, los 9.9 billones de dólares equivalen a cerca de 75 por ciento del producto interno bruto de Estados Unidos, y las utilidades superan holgadamente el PIB mexicano, con todo y Carlos Slim.
Como es costumbre en este globalizado planeta ("con oportunidades iguales para todos", según reza la propaganda oficial), los 500 corporativos dominan la escena económica internacional, pero aún así lo concentrado reporta su propia concentración: sólo diez de esos consorcios se quedan con poco más de 20 por ciento de las ventas totales e igual proporción de las utilidades. Y de esa decena, con la gruesa rebanada que le toca, cinco se quedan con el grueso de las ventas y la mayor parte de las utilidades. Más aún: de ese quinteto, dos se comieron la mitad del pastel.
Ese par no es otro que el compuesto por la explotadora de mano de obra infantil e indocumentada Wal-Mart, y la expoliadora petrolera Exxon Mobil. Sus ventas a lo largo y ancho del planeta durante 2006 se aproximaron a 700 mil millones de dólares (351 mil 139 y 347 mil 254 millones de dólares, respectivamente), mientras las utilidades conjuntas superaron 50 mil millones de billetes verdes (11 mil 284 y 39 mil 500 millones, en cada caso).
Sólo con fines didácticos vale mencionar que las ventas conjuntas de esas dos trasnacionales superan el producto interno bruto de Brasil o de México; duplican el PIB de Argentina y quintuplican el de Venezuela, las economías más grandes de América Latina.
Sólo las utilidades reportadas en 2006 por Exxon Mobil superan en 10 por ciento el valor del producto interno bruto de todas las naciones caribeñas, mientras las de Wal-Mart se podrían comprar, completitas, las economías de Honduras y Nicaragua.
General Motors (una gran "exportadora mexicana") ocupa la tercera posición entre las 500 de Fortune. Sus ventas en 2006 superaron 207 mil millones de dólares (2.5 veces el PIB de Centroamérica). Más allá de ese dato, a la trasnacional no le fue muy bien: reportó pérdidas cercanas a 2 mil millones de billetes verdes, pero para eso existen gobiernos tercermundistas que ofrecen lo que no es suyo con tal de corregir la tendencia negativa, como el del panista Marcelo de los Santos Fraga, en San Luis Potosí, que le tendió la cama a la trasnacional automotriz para que se instale en el estado a costillas de los potosinos.
La petrolera Chevron también podría adquirir las economías centroamericanas con sus poco más de 200 mil millones de dólares en ventas, y 17 mil millones en utilidades durante 2006, aunque no tendría mucho caso porque su presencia en esa región es avasalladora, y será mayor con la eventual construcción de una refinería, en el contexto del Plan Puebla Panamá, a costillas de los contribuyentes (los mexicanos pondrán lo suyo).
No podían faltar ConocoPhillips, con ventas por 172 mil millones de dólares, General Electric, con 168 mil millones, ni Ford Motors (una de las principales "exportadoras mexicanas", según presumen los amantes del TLCAN), con más de 160 mil millones.
En el octavo escalón aparece Citigroup, con "ventas" cercanas a 147 mil millones de dólares y utilidades por 21 mil 538 millones, de los que casi 10 por ciento salieron de su clientela en México, por medio de Banamex, distinguida institución que ocupa un lugar destacado en el monopólico circuito de la economía mexicana.
Para no ir más lejos, las ventas totales de las 500 de Fortune (la mayoría de ellas presentes en la región) equivalen a casi cinco veces el producto interno bruto de América Latina, y lo mejor del caso es que una porción creciente de ventas y utilidades de esos mismos corporativos se genera en los países subdesarrollados, en los que las trasnacionales sacan enorme raja y se mueven como pez en el agua, a golpe de tratamientos privilegiados por parte de los gobiernos locales que hunden a la empresa autóctona, lo que parece no interesar al Banco Mundial, promotor de "reformas" y "cambios estructurales", que no tienen mayor objetivo que el de retroalimentar al "sorprendente" circuito monopólico y al capital trasnacional.
En fin, buenas nuevas de la globalización que, como se documenta, siempre ofrece "oportunidades iguales para todos".
Las rebanadas del pastel
El Banco Mundial lo anunció desde 2005, aunque el entonces inquilino de Los Pinos desechó, por "preliminar", la información. Hoy simple y sencillamente lo confirma, junto con el FMI: la economía mexicana ya no cuenta entre las diez primeras del mundo; ocupa el escalón 12 en dólares corrientes, el 14 en paridad de poder de compra y el 71 en ingreso nacional bruto... La cotidianidad iraquí tocó las puertas en la Universidad de Virginia.
martes, abril 17, 2007
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