Especialistas universitarios analizan los resultados de investigaciones de las cepas
El genoma de la influenza humana tiene un acelerado proceso de innovación biológica
Emir Olivares Alonso
El virus A/H1N1 causante de la influenza humana evoluciona con una enorme rapidez, por lo que se debe estar alerta ante la resistencia que puede desarrollar a los antivirales, aseguró Antonio Lazcano, investigador de la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Recomendó al sector salud brindar atención inmediata y estudiar a los pacientes en los que detectaran una mutación del virus y muestren resistencia a los medicamentos.
Durante la mesa redonda Virus A/H1N1 y epidemia, un análisis evolutivo, especialistas universitarios informaron que han realizado estudios de estas cepas en los casos que se presentaron en México con el propósito de conocer la manera en que ha evolucionado el microorganismo y estimar hacia dónde podría hacerlo.
Lazcano afirmó que los pasados gobiernos priístas y los dos panistas “han desmantelando” instituciones científicas claves para el país ante la falta de interés y recursos.
Destrucción de centros
“En el país se ha ido desmantelando la investigación, el PRI y el PAN han destruido centros de excelencia. Por ejemplo, hace unos años el Instituto Mexicano del Petróleo era un referente; el Colegio de Posgraduados ahora está en huelga, pero en su momento generó la investigación agrícola del país. El Estado mexicano, con la sociedad como cómplice pasiva, ha desmantelado una serie de institutos fundamentales para México.”
Durante su ponencia, el investigador de la FC realizó un análisis del nuevo patógeno desde una óptica biológica y no epidemiológica. Indicó que el virus de la influenza humana es la “muestra apabullante” de la visión darwinista. “Cuando se estudia el genoma de este virus se demuestra un proceso de innovación biológica. El virus A/H1N1 es el resultado de la combinación de varios que, a su vez, son resultado de otra combinación.”
Indicó que este patógeno se relaciona con el ácido ribonucleico (ARN) del organismo, por lo que su evolución es cuando menos un millón de veces más rápida que si se tratara de un virus de ADN.
Lazcano hizo un balance del nivel de infectología de diveros tipos de virus entre los humanos. Resaltó que el de la rabia se transmite de mamíferos a humanos, pero “en raras ocasiones un hombre infecta a otro”. Sobe el virus del ébola, con muy elevado nivel de mortandad, que se presenta entre animales y en ocasiones en humanos, la transmisión entre estos últimos es difícil debido a que quien se contagia muere rápidamente y no hay tiempo de infección entre la especie.
“En el dengue el virus puede brincar de animales a humanos, podemos tener infección entre los humanos y el virus eventualmente va a morir porque no es tan eficiente su transmisión entre nosotros. Y finalmente el VHI/sida, que se trasmitió de primates a humanos, y ahora el contagio es exclusivamente entre nuestra especie, lo que lo ha convertido en una epidemia de alcances mundiales que todos conocemos”.
El especialista refirió que al examinar desde la óptica biológica el virus de la influenza, “lo primero que salta a la vista es que estamos contendiendo con una entidad biológica que es una quimera, es decir, que tiene distintos orígenes; no sólo tenemos un virus con componentes de cerdo, aves y humanos que puede afectar a estos últimos, sino que también sabemos que hay casos de cerdos infectados por humanos”.
En su turno, Susana Magallón, del Instituto de Biología de la UNAM, indicó que las muertes que se presentaron en el país debido a la epidemia de influenza se debieron probablemente a la cultura de automedicación que se presenta en la mayoría de los ciudadanos, la cual es resultado de la pobreza, falta de tiempo para asistir al sistema público de salud, “del que a veces se sale más enfermo de lo que se entra”.
Ambos investigadores forman parte del Grupo de Análisis Evolutivo del Virus de la Influenza, en el que participan especialistas de diversas instituciones académicas y de salud, quienes de manera voluntaria han analizado al nuevo patógeno desde cada una de sus áreas sin apoyo institucional.
jueves, mayo 28, 2009
domingo, mayo 24, 2009
"Las estrategias partidistas"
La Jornada
Las estrategias partidistas
Arnaldo Córdova
Si uno atiende a la percepción general que se tiene de las elecciones en curso o a lo que los propios partidos estiman acerca de ellas, no podría por más de concluir que estamos a la vista de unos comicios que se pintan ya como un auténtico muladar y una prueba más del fracaso inminente de la democracia en nuestro país. Debo decir que estas elecciones no tienen nada de especial, si bien tienen, como todas, sus particularidades. Y es de éstas, curiosamente, de las que casi nadie habla. Todo mundo hace vaticinios como si sus resultados ya estuvieran cantados y decididos.
Como todas las justas electorales en el mundo, éstas se están presentando como un show y sus protagonistas se mueven en su lógica. Los grandes partidos, representando una batalla encarnizada entre ellos que sólo busca ocultar las coincidencias entre los mismos y sus complicidades que, cuando se muestran, dan náusea. Ciertamente, no puede decirse que la agresividad del PAN con los priístas sea sólo simulación. Ellos son aliados y socios en el poder del Estado y eso aparece cada vez más claro. Pareciera, por lo tanto, que los panistas no se miden y se están lanzando a fondo, mientras que la timidez y la zorrillez con la que responde el PRI deja perplejos. Es como si, de pronto, los priístas se sintieran sorprendidos por la virulencia de la embestida de sus aliados.
Hay que insistir en que la lucha es real. Son socios pero cada uno busca tener una tajada mayor de la que ahora tiene o, simplemente, conservar la que ya tiene. El PAN ha dado los mejores argumentos: los priístas, por lo regular, se hacen tontos cuando el presidente panista más necesita de su apoyo y complicidad. Ellos se lo regatean y tratan de poner un precio cada vez más alto. Por eso reciben golpes cada vez más contundentes. Pero la alianza entre ellos llegó para permanecer. Las elecciones son la ocasión para redefinir algunos términos de la misma y los malos modos y los golpes a mansalva son un ingrediente indispensable y ambos lo saben y lo asimilan. Por ello parece que los priístas son los más desubicados. Como que no acaban de entender cuál será el mejor modo de responder a los ataques.
Entre las muchas dimensiones que adquiere el asunto hay una que parece clave: los dos aliados, panistas y priístas, le están jugando a ser los dos mayores protagonistas de la contienda, dominar el escenario de modo que los demás, incluido el PRD, ni siquiera se noten. Lo están logrando, sobre todo porque la actual dirección nacional del PRD es totalmente inepta para entender lo que es ese escenario y actúa como si los otros dos se estuvieran dividiendo un pastel del que ella también quiere ser partícipe. Veremos mucho más de ese enfrentamiento entre los sectores derechistas que ejercen el verdadero poder político. Más golpes bajos, más revelaciones sensacionalistas, más traiciones y felonías y, desde luego, la elaboración de entendimientos por debajo que luego plasmarán en políticas de gobierno, cuando se sepa qué ganó cada quien al final de la contienda.
Todo mundo le puede saber a los priístas sus porquerías y sus bajezas, en gran parte, porque se han vuelto duchos en balconearse ellos mismos, como se ha podido ver recientemente con los ex presidentes. También está el hecho de que, pese a que el PRD parece ser el prototipo, si hay en México un partido de tribus y cenáculos de poder, ese es el PRI. Siempre lo fue, en realidad, pero antes lo cohesionaba el poder presidencial. Ahora aparece en su naturaleza primigenia y original, como cuando lo fundó Calles. Si los priístas aparecen incapaces de responder como un todo a las diatribas del PAN, se debe a que cada grupo dentro del mismo tiene intereses propios a los que responder. Los panistas ya lo saben y se aprovechan muy bien de ello.
Resulta muy fácil hacer política cuando se tiene el poder del Estado, aunque deba compartirse con otro. Esa es la mayor ventaja de los panistas. Y el régimen presidencialista que sigue incólume les permite batear por muchos rumbos. El monaguillo que preside el PAN puede vomitar los peores improperios con el visto bueno de su jefe, que es el Presidente, pero éste, como con el PRI en el gobierno, no asume ninguna responsabilidad, aun cuando todo mundo sabe que es él el que dicta la línea (para eso lo puso ahí). A veces se piensa que los panistas están atacando al PRI porque se supone que éste lleva las de ganar en las próximas elecciones. La verdad parece ser que con ello salen ganando los dos partidos, porque esa lucha, aparentemente encarnizada, les sirve a ambos para afianzarse en la opinión pública como los dos únicos posibles triunfadores.
La derecha más obscena domina en la cabeza de ambos partidos. Creo que Beatriz Paredes ya no sabe ni a qué jugarle porque ya ni siquiera debe entender en dónde vive. Esa derecha está por sobre las elecciones y sus cochupos los hace sin necesidad de que los ciudadanos puedan decir nada. Los partidos pueden hacerse trizas y no pasa nada. Lo que se tiene de mira es la continuidad de su hegemonía y que ésta quede asegurada mientras no aparezca en el horizonte una fuerza que sea capaz de disputarle verdaderamente el poder. Podría aventurarse, incluso, que la derecha ya sabe cómo va a ser su próximo gobierno (y no sólo en 2009, sino también en 2012). Difícilmente podría decirse que esa alternativa la represente hoy la actual dirigencia del PRD. Simplemente no tiene con qué.
En un país tan radicalmente dividido entre derecha e izquierda, sin un centro que pudiera conciliar (los chuchos parecen pretender jugar ese rol, pero creo que ni siquiera saben de qué se trata), la única alternativa de verdadera izquierda es el movimiento cívico lopezobradorista. Y por varias razones. La primera de todas es que es una fuerza de masas, de ideas y de programa (los que lo dudan deberían poner un poco de atención a nuestras propuestas), cohesionadora de la izquierda, institucional, respetuosa de la legalidad y defensora de la Constitución. El movimiento es el único que enfrenta a la derecha dueña del poder. Está participando en la lucha electoral (a favor de la izquierda) y es partidario de luchar por el voto ciudadano como una fuerza renovadora de la política nacional. Muchos en el PRD lo entienden y lo comparten.
Para mí, además, hay una razón muy personal: en el PRD jamás encontré ni, mucho menos, se me dio un lugar para poder actuar por todo aquello en lo que creo. Ahora sé que estoy actuando, con lo que soy y con lo que puedo contribuir a los demás. Hay un liderazgo que me hace sentir que aprovecha lo que sé hacer y a veces toma en cuenta lo que pienso y lo que propongo.
Las estrategias partidistas
Arnaldo Córdova
Si uno atiende a la percepción general que se tiene de las elecciones en curso o a lo que los propios partidos estiman acerca de ellas, no podría por más de concluir que estamos a la vista de unos comicios que se pintan ya como un auténtico muladar y una prueba más del fracaso inminente de la democracia en nuestro país. Debo decir que estas elecciones no tienen nada de especial, si bien tienen, como todas, sus particularidades. Y es de éstas, curiosamente, de las que casi nadie habla. Todo mundo hace vaticinios como si sus resultados ya estuvieran cantados y decididos.
Como todas las justas electorales en el mundo, éstas se están presentando como un show y sus protagonistas se mueven en su lógica. Los grandes partidos, representando una batalla encarnizada entre ellos que sólo busca ocultar las coincidencias entre los mismos y sus complicidades que, cuando se muestran, dan náusea. Ciertamente, no puede decirse que la agresividad del PAN con los priístas sea sólo simulación. Ellos son aliados y socios en el poder del Estado y eso aparece cada vez más claro. Pareciera, por lo tanto, que los panistas no se miden y se están lanzando a fondo, mientras que la timidez y la zorrillez con la que responde el PRI deja perplejos. Es como si, de pronto, los priístas se sintieran sorprendidos por la virulencia de la embestida de sus aliados.
Hay que insistir en que la lucha es real. Son socios pero cada uno busca tener una tajada mayor de la que ahora tiene o, simplemente, conservar la que ya tiene. El PAN ha dado los mejores argumentos: los priístas, por lo regular, se hacen tontos cuando el presidente panista más necesita de su apoyo y complicidad. Ellos se lo regatean y tratan de poner un precio cada vez más alto. Por eso reciben golpes cada vez más contundentes. Pero la alianza entre ellos llegó para permanecer. Las elecciones son la ocasión para redefinir algunos términos de la misma y los malos modos y los golpes a mansalva son un ingrediente indispensable y ambos lo saben y lo asimilan. Por ello parece que los priístas son los más desubicados. Como que no acaban de entender cuál será el mejor modo de responder a los ataques.
Entre las muchas dimensiones que adquiere el asunto hay una que parece clave: los dos aliados, panistas y priístas, le están jugando a ser los dos mayores protagonistas de la contienda, dominar el escenario de modo que los demás, incluido el PRD, ni siquiera se noten. Lo están logrando, sobre todo porque la actual dirección nacional del PRD es totalmente inepta para entender lo que es ese escenario y actúa como si los otros dos se estuvieran dividiendo un pastel del que ella también quiere ser partícipe. Veremos mucho más de ese enfrentamiento entre los sectores derechistas que ejercen el verdadero poder político. Más golpes bajos, más revelaciones sensacionalistas, más traiciones y felonías y, desde luego, la elaboración de entendimientos por debajo que luego plasmarán en políticas de gobierno, cuando se sepa qué ganó cada quien al final de la contienda.
Todo mundo le puede saber a los priístas sus porquerías y sus bajezas, en gran parte, porque se han vuelto duchos en balconearse ellos mismos, como se ha podido ver recientemente con los ex presidentes. También está el hecho de que, pese a que el PRD parece ser el prototipo, si hay en México un partido de tribus y cenáculos de poder, ese es el PRI. Siempre lo fue, en realidad, pero antes lo cohesionaba el poder presidencial. Ahora aparece en su naturaleza primigenia y original, como cuando lo fundó Calles. Si los priístas aparecen incapaces de responder como un todo a las diatribas del PAN, se debe a que cada grupo dentro del mismo tiene intereses propios a los que responder. Los panistas ya lo saben y se aprovechan muy bien de ello.
Resulta muy fácil hacer política cuando se tiene el poder del Estado, aunque deba compartirse con otro. Esa es la mayor ventaja de los panistas. Y el régimen presidencialista que sigue incólume les permite batear por muchos rumbos. El monaguillo que preside el PAN puede vomitar los peores improperios con el visto bueno de su jefe, que es el Presidente, pero éste, como con el PRI en el gobierno, no asume ninguna responsabilidad, aun cuando todo mundo sabe que es él el que dicta la línea (para eso lo puso ahí). A veces se piensa que los panistas están atacando al PRI porque se supone que éste lleva las de ganar en las próximas elecciones. La verdad parece ser que con ello salen ganando los dos partidos, porque esa lucha, aparentemente encarnizada, les sirve a ambos para afianzarse en la opinión pública como los dos únicos posibles triunfadores.
La derecha más obscena domina en la cabeza de ambos partidos. Creo que Beatriz Paredes ya no sabe ni a qué jugarle porque ya ni siquiera debe entender en dónde vive. Esa derecha está por sobre las elecciones y sus cochupos los hace sin necesidad de que los ciudadanos puedan decir nada. Los partidos pueden hacerse trizas y no pasa nada. Lo que se tiene de mira es la continuidad de su hegemonía y que ésta quede asegurada mientras no aparezca en el horizonte una fuerza que sea capaz de disputarle verdaderamente el poder. Podría aventurarse, incluso, que la derecha ya sabe cómo va a ser su próximo gobierno (y no sólo en 2009, sino también en 2012). Difícilmente podría decirse que esa alternativa la represente hoy la actual dirigencia del PRD. Simplemente no tiene con qué.
En un país tan radicalmente dividido entre derecha e izquierda, sin un centro que pudiera conciliar (los chuchos parecen pretender jugar ese rol, pero creo que ni siquiera saben de qué se trata), la única alternativa de verdadera izquierda es el movimiento cívico lopezobradorista. Y por varias razones. La primera de todas es que es una fuerza de masas, de ideas y de programa (los que lo dudan deberían poner un poco de atención a nuestras propuestas), cohesionadora de la izquierda, institucional, respetuosa de la legalidad y defensora de la Constitución. El movimiento es el único que enfrenta a la derecha dueña del poder. Está participando en la lucha electoral (a favor de la izquierda) y es partidario de luchar por el voto ciudadano como una fuerza renovadora de la política nacional. Muchos en el PRD lo entienden y lo comparten.
Para mí, además, hay una razón muy personal: en el PRD jamás encontré ni, mucho menos, se me dio un lugar para poder actuar por todo aquello en lo que creo. Ahora sé que estoy actuando, con lo que soy y con lo que puedo contribuir a los demás. Hay un liderazgo que me hace sentir que aprovecha lo que sé hacer y a veces toma en cuenta lo que pienso y lo que propongo.
lunes, mayo 18, 2009
"Influenza, recesión y teoría del shock"
La Jornada
Influenza, recesión y teoría del shock
Carlos Fazio
Durante el pasado cuarto de siglo, México ha sido considerado un laboratorio de la mundialización neoliberal. País tercermundista, tierra de pobres hambrientos, desde la fraudulenta imposición de Felipe Calderón se sumaron la guerra” y las muertes violentas en clave ascendente, y ahora llegó el flu mexicano, rebautizado por razones de imagen política como virus A/H1N1.
Hoy que la crisis sanitaria desapareció de los medios de difusión masiva con la misma celeridad con la que había llegado, algunas cosas van quedando claras. Por ejemplo, que luego de dos semanas de una demagogia oficial atemorizante y de saturación, a ratos triunfalista o chauvinista, que incluyó la manipulación de cifras, el engaño, la distorsión informativa y una campaña de rumores apocalípticos, afloró, bajo la influenza, el miedo. Un miedo pánico paralizador, fragmentador, desmovilizador de toda acción colectiva y de la solidaridad social.
Con el apoyo de las principales cadenas de radio y televisión bajo control monopólico, que en la coyuntura volvieron a actuar como dispositivo de poder de la actual estructura de dominación de clase, el gobierno logró sacar a millones de mexicanos del espacio público y los acuarteló en sus casas, presas pasivas del duopolio televisivo y sus papagayos. En otra clara acción de terrorismo mediático, los forjadores de opinión volvieron a sembrar alarmismo, temor y desolación, y ayudaron a construir en el imaginario colectivo la idea de un nuevo enemigo devastador oculto.
En ese ambiente manufacturado, la “dictadura sanitaria” de Calderón –como la llamó uno de sus apologistas– logró cuajar de facto, sin aprobación del Congreso (en abierta violación del artículo 29 constitucional), sin toque de queda formal ni tanques en las calles, una extraordinaria experiencia de control de población y disciplinamiento social. Entre otras medidas, el Estado de excepción sin fecha de caducidad decretado por Calderón permite el allanamiento de morada por la policía y el ejército, sin orden de cateo de alguna autoridad judicial, en flagrante violación de las garantías individuales.
Con el paso de los días y nuevas informaciones de especialistas y gobiernos extranjeros queda la sensación de que Calderón y su entorno exageraron la reacción a la influenza, y en un exceso de ortodoxia con la medicina amarga dieron otro golpe brutal al aparato productivo. Y ahora que se vuelve a la “normalidad” por decreto y reaparece la devastadora crisis económica global que ha sumido en la pobreza y el paro a millones de hombres y mujeres concretos, el saldo, en México, es el reforzamiento, desde arriba, en clave de lenguaje de guerra, de la violencia y el miedo, dos núcleos duros explotados por los medios para generar más inseguridad y fragmentación social.
Superada la crisis epidemiológica y sanitaria, tras el anuncio oficial de que pese a los “programas contracíclicos” gubernamentales México ya había entrado en recesión luego de dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo –información que se retrasó de manera deliberada–, se consolida el escenario propicio para la “teoría del shock”.
Creada por el monetarista Milton Friedman, padre de los Chicago boys que introdujeron a sangre y fuego el neoliberalismo en el cono sur en los años 70, dicha doctrina es la historia no oficial del “libre mercado”. Un programa de ingeniería social y económica que Naomi Klein identifica como el “capitalismo del desastre”. Se basa en la aplicación de eventos violentos o traumáticos para infundir miedo, temor y pánico a los individuos, con el fin de debilitarlos y doblegarlos, y, en el contexto de la crisis, introducir impopulares medidas de choque económico, que pueden llegar acompañadas de represión en un estado de excepción.
El virus A/H1N1 existe. Su epicentro fue Perote, Veracruz, y el gobierno lo ocultó. Pero como dice el epidemiólogo Marc Siegel, el virus más poderoso es el miedo. Por otra parte, más allá de teorías comparativas, todos esos elementos de la doctrina del shock están presentes en México. Incluida la “terapia de choque económico”, según las palabras utilizadas la semana pasada en Estados Unidos por el titular de Hacienda, Agustín Carstens. Ante el Consejo de las Américas, en presencia de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el secretario dijo que “la terapia de choque funcionó” durante la emergencia del flu mexicano, y que el gobierno prepara “reformas estructurales adicionales” para la segunda parte del año.
A confesión de parte, relevo de pruebas. Después de las elecciones de julio –otros comicios de miedo– vendrá lo peor. Incluido, tal vez, un oportuno rebrote del virus A/H1N1. Nuestro Al Qaeda de ocasión. Habrá que ver cuánto de ese miedo nocivo que ha sido inoculado desde las instancias oficiales a través de los medios, se quedará en el fondo de la sensibilidad social y por cuánto tiempo. Es difícil saberlo ahora.
No obstante, a pesar de la fatalidad inducida en la hora, existen opciones para desplazar la guerra mediática manipuladora reproductora de la ideología dominante y llevarla al terreno de lo público. A los espacios comunes, a la calle, los parques, los foros abiertos y las universidades. Y, como dice Robinson Salazar, dado que el verdadero pavor reside en la subjetividad de los que mandan –en los grandes financistas, banqueros, empresarios y sus administradores de turno–, temerosos de la movilización popular y los sujetos rebeldes y libertarios, la mejor estrategia para romper con las ataduras mediáticas y los espantos engañosos de moda son la contrainformación, la organización y la participación, con un sentido de cambio profundo de las injustas estructuras. Por cierto, ¿qué habrá querido decir Fidel Castro con eso de que Calderón suspendió un viaje que ya había suspendido?
Influenza, recesión y teoría del shock
Carlos Fazio
Durante el pasado cuarto de siglo, México ha sido considerado un laboratorio de la mundialización neoliberal. País tercermundista, tierra de pobres hambrientos, desde la fraudulenta imposición de Felipe Calderón se sumaron la guerra” y las muertes violentas en clave ascendente, y ahora llegó el flu mexicano, rebautizado por razones de imagen política como virus A/H1N1.
Hoy que la crisis sanitaria desapareció de los medios de difusión masiva con la misma celeridad con la que había llegado, algunas cosas van quedando claras. Por ejemplo, que luego de dos semanas de una demagogia oficial atemorizante y de saturación, a ratos triunfalista o chauvinista, que incluyó la manipulación de cifras, el engaño, la distorsión informativa y una campaña de rumores apocalípticos, afloró, bajo la influenza, el miedo. Un miedo pánico paralizador, fragmentador, desmovilizador de toda acción colectiva y de la solidaridad social.
Con el apoyo de las principales cadenas de radio y televisión bajo control monopólico, que en la coyuntura volvieron a actuar como dispositivo de poder de la actual estructura de dominación de clase, el gobierno logró sacar a millones de mexicanos del espacio público y los acuarteló en sus casas, presas pasivas del duopolio televisivo y sus papagayos. En otra clara acción de terrorismo mediático, los forjadores de opinión volvieron a sembrar alarmismo, temor y desolación, y ayudaron a construir en el imaginario colectivo la idea de un nuevo enemigo devastador oculto.
En ese ambiente manufacturado, la “dictadura sanitaria” de Calderón –como la llamó uno de sus apologistas– logró cuajar de facto, sin aprobación del Congreso (en abierta violación del artículo 29 constitucional), sin toque de queda formal ni tanques en las calles, una extraordinaria experiencia de control de población y disciplinamiento social. Entre otras medidas, el Estado de excepción sin fecha de caducidad decretado por Calderón permite el allanamiento de morada por la policía y el ejército, sin orden de cateo de alguna autoridad judicial, en flagrante violación de las garantías individuales.
Con el paso de los días y nuevas informaciones de especialistas y gobiernos extranjeros queda la sensación de que Calderón y su entorno exageraron la reacción a la influenza, y en un exceso de ortodoxia con la medicina amarga dieron otro golpe brutal al aparato productivo. Y ahora que se vuelve a la “normalidad” por decreto y reaparece la devastadora crisis económica global que ha sumido en la pobreza y el paro a millones de hombres y mujeres concretos, el saldo, en México, es el reforzamiento, desde arriba, en clave de lenguaje de guerra, de la violencia y el miedo, dos núcleos duros explotados por los medios para generar más inseguridad y fragmentación social.
Superada la crisis epidemiológica y sanitaria, tras el anuncio oficial de que pese a los “programas contracíclicos” gubernamentales México ya había entrado en recesión luego de dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo –información que se retrasó de manera deliberada–, se consolida el escenario propicio para la “teoría del shock”.
Creada por el monetarista Milton Friedman, padre de los Chicago boys que introdujeron a sangre y fuego el neoliberalismo en el cono sur en los años 70, dicha doctrina es la historia no oficial del “libre mercado”. Un programa de ingeniería social y económica que Naomi Klein identifica como el “capitalismo del desastre”. Se basa en la aplicación de eventos violentos o traumáticos para infundir miedo, temor y pánico a los individuos, con el fin de debilitarlos y doblegarlos, y, en el contexto de la crisis, introducir impopulares medidas de choque económico, que pueden llegar acompañadas de represión en un estado de excepción.
El virus A/H1N1 existe. Su epicentro fue Perote, Veracruz, y el gobierno lo ocultó. Pero como dice el epidemiólogo Marc Siegel, el virus más poderoso es el miedo. Por otra parte, más allá de teorías comparativas, todos esos elementos de la doctrina del shock están presentes en México. Incluida la “terapia de choque económico”, según las palabras utilizadas la semana pasada en Estados Unidos por el titular de Hacienda, Agustín Carstens. Ante el Consejo de las Américas, en presencia de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el secretario dijo que “la terapia de choque funcionó” durante la emergencia del flu mexicano, y que el gobierno prepara “reformas estructurales adicionales” para la segunda parte del año.
A confesión de parte, relevo de pruebas. Después de las elecciones de julio –otros comicios de miedo– vendrá lo peor. Incluido, tal vez, un oportuno rebrote del virus A/H1N1. Nuestro Al Qaeda de ocasión. Habrá que ver cuánto de ese miedo nocivo que ha sido inoculado desde las instancias oficiales a través de los medios, se quedará en el fondo de la sensibilidad social y por cuánto tiempo. Es difícil saberlo ahora.
No obstante, a pesar de la fatalidad inducida en la hora, existen opciones para desplazar la guerra mediática manipuladora reproductora de la ideología dominante y llevarla al terreno de lo público. A los espacios comunes, a la calle, los parques, los foros abiertos y las universidades. Y, como dice Robinson Salazar, dado que el verdadero pavor reside en la subjetividad de los que mandan –en los grandes financistas, banqueros, empresarios y sus administradores de turno–, temerosos de la movilización popular y los sujetos rebeldes y libertarios, la mejor estrategia para romper con las ataduras mediáticas y los espantos engañosos de moda son la contrainformación, la organización y la participación, con un sentido de cambio profundo de las injustas estructuras. Por cierto, ¿qué habrá querido decir Fidel Castro con eso de que Calderón suspendió un viaje que ya había suspendido?
domingo, mayo 17, 2009
No Hay Peor Lucha Que La Que No Se Hace.
El voto como la vía para el cambio
Arnaldo Córdova
Mientras los gobiernos derechistas (panistas, priístas y uno que otro llevado al poder por los votos de la izquierda) se revuelcan en el lodazal de la ineptitud, la imprevisión y la más rampante corrupción, el movimiento ciudadano lopezobradorista, por voz de su líder, refrenda que sigue fiel a la institucionalidad de la República, que respeta la legalidad, por la cual sigue dando mil batallas, y que sigue consciente de que el voto ciudadano es aún la vía para cambiar la vida pública. Mucho se han esforzado las derechas para hacer ver ante la opinión pública a López Obrador como un resentido y un subversor del orden institucional. Aquello de ¡Al diablo con sus instituciones!” fue un regalo que no han desaprovechado en ningún momento.
El camino elegido por López Obrador para levantar y sostener este gran movimiento cívico está todo sustentado en la fidelidad a las instituciones y al derecho vigente en este país. La vía pacífica para transformar una sociedad injusta está siempre presente en sus discursos y, por supuesto, nadie podría esperar que él anduviera cachondeando a los políticos corruptos que nos gobiernan ni ocultando las pillerías de toda laya que redundan en la ruina de nuestra economía, de la moral pública e, incluso, de la salud de la sociedad, como se ha visto ahora. Por supuesto que, en este último respecto, dijo que había un mal del que se estaba dando una imagen exagerada y desinformada. No negó que el mal existiera, sólo dijo que ni los mismos gobernantes sabían de qué se trataba, lo que está siendo muy bien documentado aquí y en el extranjero.
El Peje anda en campaña (electoral). ¡Claro que sí!, como todos los políticos de México. Y eso, ¿qué tiene de indecente? Dijo también que sólo apoyará a los candidatos de izquierda que tengan el consenso de todas las fuerzas políticas de ese signo y, cuando no, únicamente a quienes se identifican con el movimiento cívico que él encabeza. Sólo para los chuchos, que ya no saben dónde meter la cabeza o cómo atacar, siempre a mansalva, como es su estilo, eso puede ser reprobable. Quién sabe por qué ellos siempre le reprochan al líder el que en unos casos apoye a unos candidatos que no son del PRD (porque los de este partido son chuchos), mientras en otros apoya a candidatos del PRD (que no son de ese grupo). ¿Cómo pueden esperar que apoye a quienes antes lo descalificaron y que hoy son candidatos?
López Obrador llamó desde el inicio a la unidad de la izquierda en el ya muerto Frente Amplio Progresista. Fueron los chuchos los que se rajaron y pretendieron echar de la coalición al PT y a Convergencia. Todavía se recuerda la propuesta de Carlos Navarrete que planteaba la fusión de todos en el PRD. Un lindo modo de devorar a los pequeños. El Peje no iba a aceptar semejante patraña, sobre todo cuando esos partidos habían mostrado mayor fidelidad y solidaridad con el movimiento ciudadano. Esperaron el desenlace en las elecciones internas del PRD en el DF. No sólo perdieron. Fueron barridos. Y éste era uno de sus principales reductos. Arce y Círigo todavía andan dolientes, sin poder entender lo que les pasó. Que sus contrarios les hayan jugado con sus propias mañas no exonera su soberbia ni su estupidez política.
A toda esa tribu, que quiere ser la “izquierda moderna”, sólo le queda gozarse el botín que las instituciones electorales han puesto en sus manos hasta que los verdaderos perredistas puedan reconquistar su partido. López Obrador va a apoyar electoralmente a la verdadera izquierda y no a los traidores y éstos ya saben que están perdidos. El movimiento cívico se está educando electoralmente, está aprendiendo lo que puede y debe hacer. En su inmensa mayoría, sus integrantes no forman filas en ningún partido, pero su líder los ha convencido de que deben actuar electoralmente y, sobre todo, de que su voto es muy valioso, a pesar de los vicios del sistema y a pesar de las trampas que la derecha ha sembrado en un proceso que debería ser legal y apegado a la Constitución. Ellos ya saben a quién darán su voto y, lo más importante, ya no desconfían, ni menos, reniegan, de su calidad de ciudadanos.
La consigna, tan clara como el agua limpia, es: las elecciones son también la causa del pueblo en movimiento, porque aunque los dados estén cargados, las cartas estén marcadas y se tengan que padecer traiciones, la vía para cambiar la vida pública del país sigue siendo el voto de los ciudadanos y todos los integrantes del movimiento cívico son, antes que nada, ciudadanos responsables del destino de su nación. Eso lo dijo el Peje el sábado 9 de mayo en Nacajuca. Y reivindicó la fuerza de su movimiento: “hay millones en todo el país; algunos despiertan antes, otros después, pero en la historia de México nunca hubo tanta gente consciente de la necesidad de un cambio”.
Cuando se observa en los espots de los chuchos las tonterías que difunden, poniendo a dialogar al mayor de ellos con una niña, uno no puede por menos de pensar que la ordinariez más ramplona e ignara se ha apoderado de la dirección de un gran partido que ha experimentado un destino de verdad ingrato. Su actitud ante la campaña perredista en el DF lo demuestra todo. En un desplegado publicado el 11 del corriente mes,
Manuel Oropeza, secretario del partido en la entidad, denuncia la felonía de los chuchos al bombardear sin tino ni destino la campaña de los perredistas defeños. Pero no los acusa de nada, simplemente los invita a que se sienten a discutir por qué hacen lo que están haciendo: la inequidad en la distribución de tiempos en radio y televisión; aclarar por qué no se han transmitido los mensajes del PRD-DF; también los motivos por los cuales se niega la representación del partido en la Comisión de Radio y Televisión del IFE. Sólo eso.
Se ha llegado al exceso de pedir que se haga una encuesta en el DF para saber de la real representatividad del Peje entre la ciudadanía del DF. El PRD de la capital rechazó por estúpida esa pretensión. ¿Quieren saber cuál es la verdadera popularidad de López Obrador en el DF? ¿Por qué no se acercan a alguna de las grandes concentraciones que se hacen en la capital para que vean qué piensan los defeños del líder tabasqueño? Por supuesto que no lo hacen porque saben que sólo cosecharían el repudio generalizado.
El gobierno panista y los priístas tienen con qué combatir al movimiento cívico. Me pregunto qué es lo que tienen los traidores internos para siquiera intentarlo como lo andan haciendo.
Arnaldo Córdova
Mientras los gobiernos derechistas (panistas, priístas y uno que otro llevado al poder por los votos de la izquierda) se revuelcan en el lodazal de la ineptitud, la imprevisión y la más rampante corrupción, el movimiento ciudadano lopezobradorista, por voz de su líder, refrenda que sigue fiel a la institucionalidad de la República, que respeta la legalidad, por la cual sigue dando mil batallas, y que sigue consciente de que el voto ciudadano es aún la vía para cambiar la vida pública. Mucho se han esforzado las derechas para hacer ver ante la opinión pública a López Obrador como un resentido y un subversor del orden institucional. Aquello de ¡Al diablo con sus instituciones!” fue un regalo que no han desaprovechado en ningún momento.
El camino elegido por López Obrador para levantar y sostener este gran movimiento cívico está todo sustentado en la fidelidad a las instituciones y al derecho vigente en este país. La vía pacífica para transformar una sociedad injusta está siempre presente en sus discursos y, por supuesto, nadie podría esperar que él anduviera cachondeando a los políticos corruptos que nos gobiernan ni ocultando las pillerías de toda laya que redundan en la ruina de nuestra economía, de la moral pública e, incluso, de la salud de la sociedad, como se ha visto ahora. Por supuesto que, en este último respecto, dijo que había un mal del que se estaba dando una imagen exagerada y desinformada. No negó que el mal existiera, sólo dijo que ni los mismos gobernantes sabían de qué se trataba, lo que está siendo muy bien documentado aquí y en el extranjero.
El Peje anda en campaña (electoral). ¡Claro que sí!, como todos los políticos de México. Y eso, ¿qué tiene de indecente? Dijo también que sólo apoyará a los candidatos de izquierda que tengan el consenso de todas las fuerzas políticas de ese signo y, cuando no, únicamente a quienes se identifican con el movimiento cívico que él encabeza. Sólo para los chuchos, que ya no saben dónde meter la cabeza o cómo atacar, siempre a mansalva, como es su estilo, eso puede ser reprobable. Quién sabe por qué ellos siempre le reprochan al líder el que en unos casos apoye a unos candidatos que no son del PRD (porque los de este partido son chuchos), mientras en otros apoya a candidatos del PRD (que no son de ese grupo). ¿Cómo pueden esperar que apoye a quienes antes lo descalificaron y que hoy son candidatos?
López Obrador llamó desde el inicio a la unidad de la izquierda en el ya muerto Frente Amplio Progresista. Fueron los chuchos los que se rajaron y pretendieron echar de la coalición al PT y a Convergencia. Todavía se recuerda la propuesta de Carlos Navarrete que planteaba la fusión de todos en el PRD. Un lindo modo de devorar a los pequeños. El Peje no iba a aceptar semejante patraña, sobre todo cuando esos partidos habían mostrado mayor fidelidad y solidaridad con el movimiento ciudadano. Esperaron el desenlace en las elecciones internas del PRD en el DF. No sólo perdieron. Fueron barridos. Y éste era uno de sus principales reductos. Arce y Círigo todavía andan dolientes, sin poder entender lo que les pasó. Que sus contrarios les hayan jugado con sus propias mañas no exonera su soberbia ni su estupidez política.
A toda esa tribu, que quiere ser la “izquierda moderna”, sólo le queda gozarse el botín que las instituciones electorales han puesto en sus manos hasta que los verdaderos perredistas puedan reconquistar su partido. López Obrador va a apoyar electoralmente a la verdadera izquierda y no a los traidores y éstos ya saben que están perdidos. El movimiento cívico se está educando electoralmente, está aprendiendo lo que puede y debe hacer. En su inmensa mayoría, sus integrantes no forman filas en ningún partido, pero su líder los ha convencido de que deben actuar electoralmente y, sobre todo, de que su voto es muy valioso, a pesar de los vicios del sistema y a pesar de las trampas que la derecha ha sembrado en un proceso que debería ser legal y apegado a la Constitución. Ellos ya saben a quién darán su voto y, lo más importante, ya no desconfían, ni menos, reniegan, de su calidad de ciudadanos.
La consigna, tan clara como el agua limpia, es: las elecciones son también la causa del pueblo en movimiento, porque aunque los dados estén cargados, las cartas estén marcadas y se tengan que padecer traiciones, la vía para cambiar la vida pública del país sigue siendo el voto de los ciudadanos y todos los integrantes del movimiento cívico son, antes que nada, ciudadanos responsables del destino de su nación. Eso lo dijo el Peje el sábado 9 de mayo en Nacajuca. Y reivindicó la fuerza de su movimiento: “hay millones en todo el país; algunos despiertan antes, otros después, pero en la historia de México nunca hubo tanta gente consciente de la necesidad de un cambio”.
Cuando se observa en los espots de los chuchos las tonterías que difunden, poniendo a dialogar al mayor de ellos con una niña, uno no puede por menos de pensar que la ordinariez más ramplona e ignara se ha apoderado de la dirección de un gran partido que ha experimentado un destino de verdad ingrato. Su actitud ante la campaña perredista en el DF lo demuestra todo. En un desplegado publicado el 11 del corriente mes,
Manuel Oropeza, secretario del partido en la entidad, denuncia la felonía de los chuchos al bombardear sin tino ni destino la campaña de los perredistas defeños. Pero no los acusa de nada, simplemente los invita a que se sienten a discutir por qué hacen lo que están haciendo: la inequidad en la distribución de tiempos en radio y televisión; aclarar por qué no se han transmitido los mensajes del PRD-DF; también los motivos por los cuales se niega la representación del partido en la Comisión de Radio y Televisión del IFE. Sólo eso.
Se ha llegado al exceso de pedir que se haga una encuesta en el DF para saber de la real representatividad del Peje entre la ciudadanía del DF. El PRD de la capital rechazó por estúpida esa pretensión. ¿Quieren saber cuál es la verdadera popularidad de López Obrador en el DF? ¿Por qué no se acercan a alguna de las grandes concentraciones que se hacen en la capital para que vean qué piensan los defeños del líder tabasqueño? Por supuesto que no lo hacen porque saben que sólo cosecharían el repudio generalizado.
El gobierno panista y los priístas tienen con qué combatir al movimiento cívico. Me pregunto qué es lo que tienen los traidores internos para siquiera intentarlo como lo andan haciendo.
jueves, mayo 07, 2009
Medios de comunicación, laboratorios, mensajes y realidades
¿Cómo lograr que un venezolano medianamente nacionalista y consciente se alegre con la destrucción de la economía del país?.
¿Cómo lograr que un ciudadano pacífico desee que un barco estalle, que se produzca un derrame petrolero, o que determinados personajes mueran?.
¿Cómo hacer que "marche por la libertad", en el período histórico de mayor libertad y que no se de cuenta de ello?.
¿Cómo lograr que culpe al gobierno de la escasez de gasolina y no perciba quienes son los verdaderos responsables?.
¿Cómo lograr que el pueblo piense que todas las consecuencias negativas que traerá este sabotaje son culpa del gobierno?.
Para lograr todo esto tienen que programar su mente.
¿Cómo lo han hecho?. Evidentemente esto ha sido posible solo a través de los medios de "comunicación" y sus respectivos laboratorios de modificación de conducta, dirigidos por psicólogos especializados.
El objetivo de este artículo es explicar de una manera sencilla, comprensible y paso por paso como se hace.
Primer paso:
Se precisa la población sobre la cual se desea actuar. Inicialmente fue sobre la clase alta y media, ahora que ya lograron ganarla se comienzan a dirigir a las clases populares. Para trabajar con la clase media Se investigó cuales son sus temores, resentimientos y conducta. Cuando este plan se comenzó a desarrollar los sectores más conservadores de la clase alta y media tenían miedo que "la chusma" tomara las calles, invadiera sus propiedades, les quitara sus tierras, los desplazara del poder y que un zambo (mestizo negro-indio) instaurara un régimen castro-comunista, pero la ausencia de lideres carismáticos de la oposición y la poca experiencia en actividades de masa la tenía inmovilizada. Una vez determinado este trabajo se precisa cual es el objetivo que se desea lograr, y en este caso era: activar estos grupos y ganar para esa causa a la mayoría de la clase media.
Segundo paso:
El objetivo era reforzar las ideas oposicionistas y hacer que estos grupos pasaran de una actitud pasiva a una muy activa. Para ello había que cambiar el miedo (emoción paralizante) por la rabia.(emoción activante) Para programar a un colectivo es necesario dirigir la forma de pensar, sentir y actuar de ese grupo y para ello es indispensable construir o reforzar determinadas creencias y hacerlas impermeables ante toda evidencia o critica que las contradiga. Son las creencias el objetivo central de este segundo paso de programación mental.
La vía mas expedita para hacerlo es lograr que las personas a programar (las víctimas) tengan una percepción selectiva y sesgada de la realidad, que vean y oigan lo que ellos quieren que perciban; para ello lo bombardean continuamente a través de la televisión, radio y prensa con imágenes y noticias directas o subliminales que amplifican todos los errores del gobierno, verdaderos o inventados y minimizan, descalifican o niegan todos sus aciertos; paralelamente amplifican todos los éxitos verdaderos o inventados de la oposición y minimizan, descalifican, reinterpretan o niegan todos sus errores.
Para reforzarlo, utilizan diferentes lenguajes dirigidos a diversas partes del cerebro (racional, emocional y operativo). En el caso de la función racional utilizan un discurso aparentemente lógico pero que asocia verdades objetivas, media verdades y mentiras Ej:
-Los vehículos están haciendo cola para llenar gasolina (verdad),
-Debido a esto, el pueblo está pasando hambre (media verdad) porque
aunque es cierto que esto produce desabastecimiento, el hambre es un
problema socio político crónico),
-La culpa es de Chávez (mentira).
Con esta lógica Chávez se transforma en el causante del hambre, el desabastecimiento, la falta de gasolina, las pérdidas económicas, etc. Así ellos logran dos objetivos: 1.- desculpabilizarse por todos los daños que están ocasionando al país y 2.-dirigir la indignación hacia Chávez.
Las emociones las manipulan y provocan a través de comentarios, imágenes, colores, música y símbolos asociados con indignación, rabia e intolerancia. Todo este manejo hora tras hora, produce en la víctima un estado de transe parecido a la hipnosis que lo hace muy susceptible a la manipulación, para reforzarlo dan instrucciones que funcionan como ordenes post hipnóticas, ordenan marchas o cacerolazos a horas precisas que al ser cumplidas refuerzan la programación mental que están sufriendo. Esto no tiene nada de nuevo, en cualquier confrontación se recurre en mayor o menor grado a este modelo, pero en otros casos las víctimas pueden recurrir a otras fuentes de información que les permitan confrontar estas ideas y hacerse su propio criterio.
Tercer paso:
Esta vez no ha sido así, el hecho de que todas las televisoras privadas, casi todas las radios y periódicos tengan una única óptica y que la información que trasmiten sea tan homogénea, persistente y continua, con muy poca información alternativa (la política informativa del gobierno es muy deficiente), crea una imagen virtual falsa que no puede ser confrontada con otro punto de vista y por ello la enorme mayoría de las víctimas llegan a confundirla con la realidad, llegan a creer que todo eso que ven a través de la televisión es verdad.
Esta percepción distorsionada es reforzada por explicaciones, continuas y pseudo racionales que pretenden con un discurso concreto, claro, directo, emotivo y enfático, crear estructuras mentales muy simples: todo el problema de Venezuela se reduce a que Chávez "es un loco aferrado al poder" y la solución también es muy simple: "salir de él antes de que haga más daño". Estas ideas simplistas llegan a ser muy fuertes y estables y les dan argumentos concretos a las víctimas para autoconvencerse de su veracidad y tratar de convencer a otros.
Cuarto paso:
Las actividades de calle como marchas o cacerolazos, tienen además de los objetivos políticos explícitos, el efecto de vincular a las víctimas entre sí, crear nexos afectivos y objetivos comunes. Esto produce una sensación muy placentera de amplificación de su ego (el individuo se siente grande, importante, trascendente, participante de un proceso colectivo histórico que eleva mucho su autoestima) lo cual refuerza enormemente sus vínculos, conductas y creencias.
Estos individuos se reúnen para compartir las ideas que les han sido programadas, repitiéndolas como si fueran propias y al comprobar que la otra víctima piensa igual que él, llega a la conclusión de que sus ideas son verdaderas y que todos deben pensar igual, por ello el que difiera es "bruto, loco o malo". Su pensamiento se hace entonces dicotómico, divide al mundo en buenos y malos, él y su grupo se colocan del lado de los buenos y a los otros en el de los malos, esto le facilita cualquier acción , pensamiento o deseo agresivo; si una gandola de gasolina se voltea se alegra porque de esa forma debilita al gobierno que es malo, si el país pierde dinero con el sabotaje petrolero no lo ve como una pérdida propia, sino como una pérdida de los malos y eso lo alegra, justifica cualquier agresión porque es una forma de luchar contra el mal y eso lo fortalece.
En la medida en que más marchen, toquen cacerolas y más vean la televisión más necesitan de estos estímulos, creando de esta forma un modelo de dependencia psicológica similar al que ocurre con las drogas. Su pensamiento (al igual que ocurre con las adicciones ) comienza a girar en torno a una pequeño número de ideas que en este caso es cualquier versión de "fuera Chávez", todas sus esperanzas ilusiones y deseos giran en torno a estas ideas y lo impulsan a continuar sus acciones.
Quinto paso:
La víctima ya programada está en condiciones de aceptar "los sacrificios". Se le dice entonces que para derrocar a Chávez es indispensable que sacrifiquen las Navidades, la libertad de desplazamiento, las diversiones, etc. La víctima ya programada lo hace con todo gusto y con un sentimiento altruista.
Sexto paso:
Una vez ganada la clase media el objetivo es la clase popular. En este caso utilizaran el mismo modelo pero explotando sus ilusiones. Para ello trataran de demostrarle que Chávez los ha engañado y que sus ilusiones sólo se cumplirán cuando ellos lleguen al poder.
Esta conducta de los medios, era inédita en Venezuela. Ellos han asumido dos roles que no les corresponden: el de comportarse como un partido político y el de actuar como jueces; aunque ambos son negativos, el más perjudicial es el de jueces porque al suceder algún hecho o inventarlo, ellos dan inmediatamente un veredicto y una condena y lo divulgan como un hecho veraz aunque sea totalmente falso produciendo muchísimo daño que no puede ser reparado.
Esta conducta de los medios era inédita en Venezuela y sólo tiene antecedentes en América en el proceso que llevó al golpe de estado contra Salvador Allende y en Alemania durante el gobierno de Hitler, en este caso los nazis a través de su muy poderoso aparato de propaganda, repitiendo miles de veces unas mentiras hasta hacerlas parecer verdad, transformaron un problema socio económico complejo, en algo muy simple, la culpa de todo era de los judíos y la solución también era simple, exterminarlos. Este aparato de propaganda utilizando las técnicas de programación mental, transformaron a uno de los pueblos más cultos de Europa en los mayores asesinos del siglo XX. Esto debemos tenerlo presente.
El problema para la víctima ocurre cuando le dicen una cosa y la realidad le demuestra otra, "vamos a comer hallacas sin Chávez" pero Chávez no renuncia., "somos demócratas" pero se promueve el golpe, "luchamos por la libertad", pero impedimos que te movilices, "los gerentes de PDVSA son honestos", pero hacen negocios sucios, "Chávez es un dictador", aunque no hay presos políticos y existe plena libertad de expresión, etc. En este caso la víctima tiene varias opciones, la más deseable pero la más difícil es que la confrontación con la realidad lo haga dudar de su programación, esto en una víctima bien programada es casi imposible, porque significaría renunciar a su grupo que tantos refuerzos le da. Lo más probable es que se produzca una disociación de su mente (esto ocurre también en los neuróticos y en casos más graves, en los psicóticos) que lo lleve a negar, descalificar o distorsionar la realidad y para combatir la duda que necesariamente surge se aferra más a sus creencias, su grupo y sus acciones, transformándose entonces en un fanático totalmente refractario a las ideas opuestas y decidido a cualquier cosa. Este es el candidato ideal para la confrontación violenta y la guerra civil.
Estamos ante una posición fuerte, tramposa, inteligente y con tácticas flexibles, cada vez que sus expectativas no se cumplen, tienen la habilidad para cambiar sus consignas y propagandas. De esta forma pasan de "renuncia Chávez" a "contémonos ya"; de imágenes donde mostraban a la clase media a otras donde resaltan a la gente de los barrios; y de propagandas generadoras de violencia a otras aparentemente pacíficas.
Cuando se ha alcanzado este nivel, solo la desprogramación masiva puede volver a abrir la mente de la víctima no totalmente programadas y evitar que otros venezolanos se vuelvan víctimas y esto no se logra ni con alocuciones interminables de Chávez, ni con entrevistas pasivas de VTV. Solo con una política comunicacional masiva y continua, con mensajes veraces, breves, concretos y directos a través de cadenas televisivas y el uso simultaneo de todos los medios oficiales y alternativos.
Resumiendo: La accion combinada y perfectamente planificada de la desinformación Televisiva y las acciones repetitivas de calle están programando la mente de muchos venezolanos para hacerlos intransigentes, intolerantes y muy agresivos. Para ello utilizan técnicas que actúan sobre las diversas funciones mentales: sobre el pensamiento lógico, las emociones y la conducta.
Ellos tienen el capital, la tecnología y la cobertura para hacerlo en forma masificada y muy efectiva.
Si el gobierno no corrige su política informativa, si no actualiza, agiliza y aumenta los escasos medios de información que dispone para ayudar a desprogramar a los que son rescatables y evitar la programación de otros, mucho me temo que perderá esta batalla, aunque tenga los planes más hermosos y humanistas.
Las desprogramación se puede hacer de muchas formas. Mi experiencia me dice que el siguiente modelo racional suele ser efectivo:
1.- Descalificar o desacreditar las fuentes de donde parte la programación , para ello es conveniente:
1.1.- Desenmascarar a los lideres del sabotaje suministrando formación veraz que permita conocer a cada uno de los cabecillas de este golpe. Sus empresas, sus negocios, sus ganancias. Las conexiones entre si y su relación con: empresas internacionales, el golpe de abril, y cualquier ilícito cometido en contra de la sociedad.
1.2.-Identificar todas sus mentiras. Comparar sus declaraciones con la realidad, destacando con énfasis las falsedades que ha dicho. Esto es de enorme importancia.
1.3.- Denunciar con datos contundentes cuales son sus objetivos, que pretenden ocultar, que temen, porque resolvieron lanzar el sabotaje en este momento, porque no pueden esperar a agosto cuando podrían hacerlo en forma legal, sin violencia y sin ocasionar tantos gastos y sufrimientos. Explicar las leyes habilitantes, las ventajas que significan para todos los venezolanos y porque ellos le temen. Es también muy importante precisar que ganancias económicas tiene cada uno de ellos con todo esto.
2.- Explicar como han logrado programar las mentes de sus víctimas y como cambian las tácticas para asimilar los golpes haciéndolos parecer victorias, para ello puede utilizarse información como la que aparece en este artículo.
3.- Relacionar las acciones de la oposición con las consecuencias de los mismos. Para ello es conveniente:
3.1.- Denunciar con datos precisos, todos los daños que este sabotaje ha producido en : la economía, la relación entre los venezolanos, la imagen de Venezuela, al futuro del país y sobretodo los daños ocasionados a los pequeños y medianos comerciantes y empresarios.
3.2.- Explicar los efectos que esto tendrá en la educación, la salud, la producción de bienes, los programas sociales. Es conveniente que se informe cuales son los proyectos del gobierno, los logros que han obtenido y como este sabotaje pretende bloquear estos proyectos.
4.- Diferenciar los opositores demócratas de los saboteadores golpistas y dirigir la información a los primeros descalificando a los segundos.
Solo si todo esto se hace en forma consistente, continua y a través de todos los medios, se puede esperar éxito en el llamado a la conciencia, y a la unidad de todos los demócratas. Si primero no se devela el juego, se desprograma y se gana la mente de la mayoría de los venezolanos todos los llamados de buena voluntad quedaran como saludos a la bandera.
¿Cómo lograr que un ciudadano pacífico desee que un barco estalle, que se produzca un derrame petrolero, o que determinados personajes mueran?.
¿Cómo hacer que "marche por la libertad", en el período histórico de mayor libertad y que no se de cuenta de ello?.
¿Cómo lograr que culpe al gobierno de la escasez de gasolina y no perciba quienes son los verdaderos responsables?.
¿Cómo lograr que el pueblo piense que todas las consecuencias negativas que traerá este sabotaje son culpa del gobierno?.
Para lograr todo esto tienen que programar su mente.
¿Cómo lo han hecho?. Evidentemente esto ha sido posible solo a través de los medios de "comunicación" y sus respectivos laboratorios de modificación de conducta, dirigidos por psicólogos especializados.
El objetivo de este artículo es explicar de una manera sencilla, comprensible y paso por paso como se hace.
Primer paso:
Se precisa la población sobre la cual se desea actuar. Inicialmente fue sobre la clase alta y media, ahora que ya lograron ganarla se comienzan a dirigir a las clases populares. Para trabajar con la clase media Se investigó cuales son sus temores, resentimientos y conducta. Cuando este plan se comenzó a desarrollar los sectores más conservadores de la clase alta y media tenían miedo que "la chusma" tomara las calles, invadiera sus propiedades, les quitara sus tierras, los desplazara del poder y que un zambo (mestizo negro-indio) instaurara un régimen castro-comunista, pero la ausencia de lideres carismáticos de la oposición y la poca experiencia en actividades de masa la tenía inmovilizada. Una vez determinado este trabajo se precisa cual es el objetivo que se desea lograr, y en este caso era: activar estos grupos y ganar para esa causa a la mayoría de la clase media.
Segundo paso:
El objetivo era reforzar las ideas oposicionistas y hacer que estos grupos pasaran de una actitud pasiva a una muy activa. Para ello había que cambiar el miedo (emoción paralizante) por la rabia.(emoción activante) Para programar a un colectivo es necesario dirigir la forma de pensar, sentir y actuar de ese grupo y para ello es indispensable construir o reforzar determinadas creencias y hacerlas impermeables ante toda evidencia o critica que las contradiga. Son las creencias el objetivo central de este segundo paso de programación mental.
La vía mas expedita para hacerlo es lograr que las personas a programar (las víctimas) tengan una percepción selectiva y sesgada de la realidad, que vean y oigan lo que ellos quieren que perciban; para ello lo bombardean continuamente a través de la televisión, radio y prensa con imágenes y noticias directas o subliminales que amplifican todos los errores del gobierno, verdaderos o inventados y minimizan, descalifican o niegan todos sus aciertos; paralelamente amplifican todos los éxitos verdaderos o inventados de la oposición y minimizan, descalifican, reinterpretan o niegan todos sus errores.
Para reforzarlo, utilizan diferentes lenguajes dirigidos a diversas partes del cerebro (racional, emocional y operativo). En el caso de la función racional utilizan un discurso aparentemente lógico pero que asocia verdades objetivas, media verdades y mentiras Ej:
-Los vehículos están haciendo cola para llenar gasolina (verdad),
-Debido a esto, el pueblo está pasando hambre (media verdad) porque
aunque es cierto que esto produce desabastecimiento, el hambre es un
problema socio político crónico),
-La culpa es de Chávez (mentira).
Con esta lógica Chávez se transforma en el causante del hambre, el desabastecimiento, la falta de gasolina, las pérdidas económicas, etc. Así ellos logran dos objetivos: 1.- desculpabilizarse por todos los daños que están ocasionando al país y 2.-dirigir la indignación hacia Chávez.
Las emociones las manipulan y provocan a través de comentarios, imágenes, colores, música y símbolos asociados con indignación, rabia e intolerancia. Todo este manejo hora tras hora, produce en la víctima un estado de transe parecido a la hipnosis que lo hace muy susceptible a la manipulación, para reforzarlo dan instrucciones que funcionan como ordenes post hipnóticas, ordenan marchas o cacerolazos a horas precisas que al ser cumplidas refuerzan la programación mental que están sufriendo. Esto no tiene nada de nuevo, en cualquier confrontación se recurre en mayor o menor grado a este modelo, pero en otros casos las víctimas pueden recurrir a otras fuentes de información que les permitan confrontar estas ideas y hacerse su propio criterio.
Tercer paso:
Esta vez no ha sido así, el hecho de que todas las televisoras privadas, casi todas las radios y periódicos tengan una única óptica y que la información que trasmiten sea tan homogénea, persistente y continua, con muy poca información alternativa (la política informativa del gobierno es muy deficiente), crea una imagen virtual falsa que no puede ser confrontada con otro punto de vista y por ello la enorme mayoría de las víctimas llegan a confundirla con la realidad, llegan a creer que todo eso que ven a través de la televisión es verdad.
Esta percepción distorsionada es reforzada por explicaciones, continuas y pseudo racionales que pretenden con un discurso concreto, claro, directo, emotivo y enfático, crear estructuras mentales muy simples: todo el problema de Venezuela se reduce a que Chávez "es un loco aferrado al poder" y la solución también es muy simple: "salir de él antes de que haga más daño". Estas ideas simplistas llegan a ser muy fuertes y estables y les dan argumentos concretos a las víctimas para autoconvencerse de su veracidad y tratar de convencer a otros.
Cuarto paso:
Las actividades de calle como marchas o cacerolazos, tienen además de los objetivos políticos explícitos, el efecto de vincular a las víctimas entre sí, crear nexos afectivos y objetivos comunes. Esto produce una sensación muy placentera de amplificación de su ego (el individuo se siente grande, importante, trascendente, participante de un proceso colectivo histórico que eleva mucho su autoestima) lo cual refuerza enormemente sus vínculos, conductas y creencias.
Estos individuos se reúnen para compartir las ideas que les han sido programadas, repitiéndolas como si fueran propias y al comprobar que la otra víctima piensa igual que él, llega a la conclusión de que sus ideas son verdaderas y que todos deben pensar igual, por ello el que difiera es "bruto, loco o malo". Su pensamiento se hace entonces dicotómico, divide al mundo en buenos y malos, él y su grupo se colocan del lado de los buenos y a los otros en el de los malos, esto le facilita cualquier acción , pensamiento o deseo agresivo; si una gandola de gasolina se voltea se alegra porque de esa forma debilita al gobierno que es malo, si el país pierde dinero con el sabotaje petrolero no lo ve como una pérdida propia, sino como una pérdida de los malos y eso lo alegra, justifica cualquier agresión porque es una forma de luchar contra el mal y eso lo fortalece.
En la medida en que más marchen, toquen cacerolas y más vean la televisión más necesitan de estos estímulos, creando de esta forma un modelo de dependencia psicológica similar al que ocurre con las drogas. Su pensamiento (al igual que ocurre con las adicciones ) comienza a girar en torno a una pequeño número de ideas que en este caso es cualquier versión de "fuera Chávez", todas sus esperanzas ilusiones y deseos giran en torno a estas ideas y lo impulsan a continuar sus acciones.
Quinto paso:
La víctima ya programada está en condiciones de aceptar "los sacrificios". Se le dice entonces que para derrocar a Chávez es indispensable que sacrifiquen las Navidades, la libertad de desplazamiento, las diversiones, etc. La víctima ya programada lo hace con todo gusto y con un sentimiento altruista.
Sexto paso:
Una vez ganada la clase media el objetivo es la clase popular. En este caso utilizaran el mismo modelo pero explotando sus ilusiones. Para ello trataran de demostrarle que Chávez los ha engañado y que sus ilusiones sólo se cumplirán cuando ellos lleguen al poder.
Esta conducta de los medios, era inédita en Venezuela. Ellos han asumido dos roles que no les corresponden: el de comportarse como un partido político y el de actuar como jueces; aunque ambos son negativos, el más perjudicial es el de jueces porque al suceder algún hecho o inventarlo, ellos dan inmediatamente un veredicto y una condena y lo divulgan como un hecho veraz aunque sea totalmente falso produciendo muchísimo daño que no puede ser reparado.
Esta conducta de los medios era inédita en Venezuela y sólo tiene antecedentes en América en el proceso que llevó al golpe de estado contra Salvador Allende y en Alemania durante el gobierno de Hitler, en este caso los nazis a través de su muy poderoso aparato de propaganda, repitiendo miles de veces unas mentiras hasta hacerlas parecer verdad, transformaron un problema socio económico complejo, en algo muy simple, la culpa de todo era de los judíos y la solución también era simple, exterminarlos. Este aparato de propaganda utilizando las técnicas de programación mental, transformaron a uno de los pueblos más cultos de Europa en los mayores asesinos del siglo XX. Esto debemos tenerlo presente.
El problema para la víctima ocurre cuando le dicen una cosa y la realidad le demuestra otra, "vamos a comer hallacas sin Chávez" pero Chávez no renuncia., "somos demócratas" pero se promueve el golpe, "luchamos por la libertad", pero impedimos que te movilices, "los gerentes de PDVSA son honestos", pero hacen negocios sucios, "Chávez es un dictador", aunque no hay presos políticos y existe plena libertad de expresión, etc. En este caso la víctima tiene varias opciones, la más deseable pero la más difícil es que la confrontación con la realidad lo haga dudar de su programación, esto en una víctima bien programada es casi imposible, porque significaría renunciar a su grupo que tantos refuerzos le da. Lo más probable es que se produzca una disociación de su mente (esto ocurre también en los neuróticos y en casos más graves, en los psicóticos) que lo lleve a negar, descalificar o distorsionar la realidad y para combatir la duda que necesariamente surge se aferra más a sus creencias, su grupo y sus acciones, transformándose entonces en un fanático totalmente refractario a las ideas opuestas y decidido a cualquier cosa. Este es el candidato ideal para la confrontación violenta y la guerra civil.
Estamos ante una posición fuerte, tramposa, inteligente y con tácticas flexibles, cada vez que sus expectativas no se cumplen, tienen la habilidad para cambiar sus consignas y propagandas. De esta forma pasan de "renuncia Chávez" a "contémonos ya"; de imágenes donde mostraban a la clase media a otras donde resaltan a la gente de los barrios; y de propagandas generadoras de violencia a otras aparentemente pacíficas.
Cuando se ha alcanzado este nivel, solo la desprogramación masiva puede volver a abrir la mente de la víctima no totalmente programadas y evitar que otros venezolanos se vuelvan víctimas y esto no se logra ni con alocuciones interminables de Chávez, ni con entrevistas pasivas de VTV. Solo con una política comunicacional masiva y continua, con mensajes veraces, breves, concretos y directos a través de cadenas televisivas y el uso simultaneo de todos los medios oficiales y alternativos.
Resumiendo: La accion combinada y perfectamente planificada de la desinformación Televisiva y las acciones repetitivas de calle están programando la mente de muchos venezolanos para hacerlos intransigentes, intolerantes y muy agresivos. Para ello utilizan técnicas que actúan sobre las diversas funciones mentales: sobre el pensamiento lógico, las emociones y la conducta.
Ellos tienen el capital, la tecnología y la cobertura para hacerlo en forma masificada y muy efectiva.
Si el gobierno no corrige su política informativa, si no actualiza, agiliza y aumenta los escasos medios de información que dispone para ayudar a desprogramar a los que son rescatables y evitar la programación de otros, mucho me temo que perderá esta batalla, aunque tenga los planes más hermosos y humanistas.
Las desprogramación se puede hacer de muchas formas. Mi experiencia me dice que el siguiente modelo racional suele ser efectivo:
1.- Descalificar o desacreditar las fuentes de donde parte la programación , para ello es conveniente:
1.1.- Desenmascarar a los lideres del sabotaje suministrando formación veraz que permita conocer a cada uno de los cabecillas de este golpe. Sus empresas, sus negocios, sus ganancias. Las conexiones entre si y su relación con: empresas internacionales, el golpe de abril, y cualquier ilícito cometido en contra de la sociedad.
1.2.-Identificar todas sus mentiras. Comparar sus declaraciones con la realidad, destacando con énfasis las falsedades que ha dicho. Esto es de enorme importancia.
1.3.- Denunciar con datos contundentes cuales son sus objetivos, que pretenden ocultar, que temen, porque resolvieron lanzar el sabotaje en este momento, porque no pueden esperar a agosto cuando podrían hacerlo en forma legal, sin violencia y sin ocasionar tantos gastos y sufrimientos. Explicar las leyes habilitantes, las ventajas que significan para todos los venezolanos y porque ellos le temen. Es también muy importante precisar que ganancias económicas tiene cada uno de ellos con todo esto.
2.- Explicar como han logrado programar las mentes de sus víctimas y como cambian las tácticas para asimilar los golpes haciéndolos parecer victorias, para ello puede utilizarse información como la que aparece en este artículo.
3.- Relacionar las acciones de la oposición con las consecuencias de los mismos. Para ello es conveniente:
3.1.- Denunciar con datos precisos, todos los daños que este sabotaje ha producido en : la economía, la relación entre los venezolanos, la imagen de Venezuela, al futuro del país y sobretodo los daños ocasionados a los pequeños y medianos comerciantes y empresarios.
3.2.- Explicar los efectos que esto tendrá en la educación, la salud, la producción de bienes, los programas sociales. Es conveniente que se informe cuales son los proyectos del gobierno, los logros que han obtenido y como este sabotaje pretende bloquear estos proyectos.
4.- Diferenciar los opositores demócratas de los saboteadores golpistas y dirigir la información a los primeros descalificando a los segundos.
Solo si todo esto se hace en forma consistente, continua y a través de todos los medios, se puede esperar éxito en el llamado a la conciencia, y a la unidad de todos los demócratas. Si primero no se devela el juego, se desprograma y se gana la mente de la mayoría de los venezolanos todos los llamados de buena voluntad quedaran como saludos a la bandera.
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