PETROBRAS DESMIENTE A CALDERÓN Y AL PAN
"ASOCIARSE" ES PRIVATIZAR.
NO ES NECESARIO ENTREGAR A EMPRESAS PRIVADAS EXTRANJERAS O NACIONALES UN BIEN QUE ES DE TODOS LOS MEXICANOS
domingo, abril 27, 2008
Carmen Aristegui - La experiencia de PETROBRAS parte01
Carmen Aristegui - La experiencia de PETROBRAS parte03
¡NO, NO, NO, NO NOS DA LA GANA
SER UNA COLONIA NORTEAMERICANA!
¡SI, SI, SI, SI NOS DA LA GANA
SER UNA NACION LIBRE Y SOBERANA!
viernes, abril 25, 2008
Petróleo. Hay de robos a robos.
■ Rafael Quintero Curiel, grabado en video cuando tomaba aparatos del personal de Bush
Cesa Presidencia a funcionario acusado de robo de celulares en la cumbre de EU
Claudia Herrera y agencias
Durante la gira que el presidente Felipe Calderón realizó el lunes y el martes pasados a Estados Unidos, un funcionario de su equipo de logística, Rafael Quintero Curiel, fue captado por una cámara de video de un hotel en Nueva Orléans tomando entre “seis o siete” celulares del personal de George W. Bush, lo que ocasionó que el Servicio Secreto (SS) abriera una investigación. La Cadena Fox destapó el asunto diciendo que había robado los aparatos.
Apenas dos días después de que Calderón regresó a México, el escándalo alcanzó a las dos oficinas presidenciales. Por un lado, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, confirmó la investigación contra Quintero. A su vez, Los Pinos anunció ayer mismo el cese del funcionario para que enfrente de “manera personal” esas indagaciones.
Pese a que fuentes de Los Pinos negaron que la embajada de México en Estados Unidos hubiera notificado de alguna investigación oficial, el vocero de esa delegación diplomática, Ricardo Alday, reconoció la existencia de la pesquisa.
Quintero era subdirector de coordinación y avanzada de logística de la coordinación de comunicación social de la Presidencia, a cargo de Maximiliano Cortázar. Ingresó a Los Pinos a principios de 2007 bajo el mando del ex coordinador de logística Daniel Nuñez y recibía un sueldo neto de 31 mil 42 pesos, según la página de Internet de Los Pinos.
“Sea que no estaba bien o simplemente estaba desesperado por jugar rompetabiques, un agregado de prensa mexicano fue captado por una cámara embolsándose algunos Blackberries de la Casa Blanca durante la más reciente reunión en Nuevo Orleans, hecho por el cual fue despedido.” Con esta frase se inicia la nota de la cadena televisiva, que fue retomada por agencias internacionales.
Ilustrada con imágenes de los encuentros que Calderón sostuvo con Bush y con el primer ministro canadiense, Stephen Harper, en el contexto de la Cumbre Trilateral de Líderes de América del Norte, esta información reseñó que Quintero tomó seis o siete equipos de una mesa que estaba afuera del salón especial donde la delegación mexicana se reunió con Bush a principios de esta semana, en el hotel Windsor Court. A toda persona que entraba al cuarto se le pidió dejar su teléfono celular, Blackberry o algún otro equipo de este tipo en la mesa, práctica común en reuniones de alto nivel como ésta.
“Inmunidad diplomática”
Al término de la reunión, añade, funcionarios estadunidenses descubrieron que faltaban sus pertenencias, por lo que agentes del SS revisaron una videocinta tomada por una cámara del lugar y descubrieron a Quintero “huyendo” con los Blackberries. Las fuentes dijeron que tomó el camino al aeropuerto antes de que los oficiales del SS lo pudieran capturar.
El entonces funcionario inicialmente negó haber tomado los aparatos, pero después de que los agentes le mostraron la grabación dijo que había sido puramente accidental, los regresó y, argumentando que tenía inmunidad diplomática, viajó de regreso con la delegación mexicana.
Ayer, cuando Calderón sostenía un encuentro con industriales, el tema ya había generado polémica en México, por lo que José Alfredo García, director de medios nacionales de Los Pinos, salió a informar del despido.
Fuentes de la Presidencia añadieron después que el propio ex funcionario argumentó a su jefe directo, el coordinador de logística, Juan Claudio Morones, que por la premura había tomado dos o tres celulares, pero que los devolvió a una conductora de las camionetas en que viajaba la prensa, quien se encargó de entregar los aparatos al hotel.
Las mismas fuentes comentaron que si se comprueba que Quintero no cometió ningún delito podrá regresar a ocupar su cargo, y rechazaron que la Presidencia haya iniciado su propia investigación, porque no está en su jurisdicción.
Las versiones sobre que no había indagación oficial contra el ex funcionario fueron contradictorias con las declaraciones de Alday, quien según la agenda Reuters señaló: “Quintero será responsable de responder (sic) por sus actos ante la investigación que conduce (sic) el gobierno estadunidense”.
Petróleo. Iniciativa Temeraria.
La Jornada
Luis Javier Garrido
El peligro
La iniciativa de contrarreforma energética de Felipe Calderón, que está concitando creciente repudio nacional, no sólo conduce a la entrega de la industria petrolera a las trasnacionales, sino representa además otro peligro para México, pues vuelve a nuestro país un objetivo miltar del Pentágono en función de los intereses de seguridad de Estados Unidos.
1. La contrarreforma petrolera que el gobierno de facto busca imponerle a México fue el móvil fundamental del apoyo de múltiples trasnacionales al fraude electoral de 2006. Las corporaciones petroleras que brindaron un financiamiento ilegal y un respaldo político a Calderón para imponerlo en la silla presidencial lo hicieron sobre la base de que la nueva administración se comprometía a entregarles plenamente lo que habían querido lograr sin obtenerlo en las anteriores administraciones: el control de una nueva industria petrolera construida en territorio mexicano sobre las ruinas de Pemex, bajo el resguardo del poderío militar de Washington, que, sobre bases supuestamente “legales”, la consideraría un bien propio.
2. Quienes toman las decisiones en el gobierno espurio, con la miopía fanática y la avidez por el enriquecimiento que los ha caracterizado, buscan, por su parte, dar un paso decisivo en el proceso de regresión iniciado por los priístas De la Madrid, Salinas y Zedillo y proseguido por el panista Fox con el aval del PRI, para reconvertir al Estado nacional más fuerte de América Latina, surgido del vigoroso movimiento histórico de la Revolución Mexicana, en lo que sería un remedo de los estados bananeros latinoamericanos de los años 50: en protectorado. México transitaría no a la democracia, como se ha pretendido en el discurso mistificador del poder, sino a convertirse, como Colombia, en una mera colonia, con los panistas de perros guardianes de ese “proyecto histórico”.
3. El Plan México pasa por el fortalecimiento del TLC y la institucionalización de la doctrina Bush, aceptada ya por el gobierno de facto con la Iniciativa Mérida de 2007, y avalada de nuevo por Calderón y el primer ministro canadiense Stephen Harper en la Cumbre de la ASPAN de Nueva Orléans los días 21 y 22, donde el gobierno espurio calderonista reconoció que el territorio mexicano va a ser un objetivo militar de Estados Unidos de aprobarse la contrarreforma, y que lo que se busca es dar a las trasnacionales petroleras enclaves estratégicos, tanto en el Golfo de México como en el territorio nacional, sin importarle a los panistas volver a nuestro país un espacio privilegiado del poderío militar estadunidense.
4. El proyecto de los grupos de interés asociados a Carlos Salinas de Gortari, que utilizan a Felipe Calderón como su pelele, culminaría así entregando el pleno control del país a Washington y con ellos asociados a las trasnacionales que lo saquearían arbitrariamente, llevándose por su traición una tajada del descomunal negocio, que los expertos en corrupción calculan en 15 por ciento. Durante los gobiernos de Fox y Calderón, el abandono panista ha conducido a que Washington tenga ya importante injerencia en el control del aparato estatal mexicano, y en especial de la frontera, las aduanas, los litorales y el espacio aéreo de México, así como de la seguridad interna, a lo que se agregaría ahora el hecho aberrante de que los recursos básicos mexicanos, que deberían ser de importancia estratégica para México, lo serían en el futuro para Estados Unidos.
5. La doctrina de seguridad nacional de Bush establece que Washington se arroga el derecho de intervenir militarmente ahí donde tiene intereses petroleros, es decir, lo mismo en Irak y en Afganistán que en algunos países de América Latina, por lo que, de ceder el Congreso mexicano a esta aberración seudolegal, se cometería un atentado no sólo contra nuestro país, sino contra todo el continente, precisamente en un momento histórico en el que desde Nicaragua hasta Bolivia y Ecuador, y ahora Paraguay, se delinean políticas que anteponen los intereses nacionales de nuestros pueblos a las pretensiones de las multinacionales.
6. La aprobación de la contrarreforma por las cámaras federales constituiría además una convalidación de las pretensiones hegemónicas de las potencias occidentales. El presidente galo Nicolas Sarkozy no se ha cansado de repetir en las últimas semanas que Francia tiene un supuesto derecho a intervenir en los países generadores de energía con los que tiene acuerdos cuando sus políticas pudiesen afectar los intereses franceses.
7. Las políticas neoliberales tienen, empero, dos caras, y Estados Unidos sostiene abiertamente la tesis contraria tratándose de su petróleo, pues para Bush, siendo la energía de importancia estratégica para la seguridad nacional de Estados Unidos, la Casa Blanca se opone a las inversiones extranjeras en materia petrolera en su territorio, y así ha vetado diversos intentos de penetración del capital asiático.
8. Las pretensiones de los halcones del Pentágono no deberían ser, por lo mismo, motivo para la sumisión del Congreso mexicano, sobre todo cuando países más pequeños que el nuestro, desde Cuba hasta Bolivia, han resistido con éxito amenazas mucho más serias, sin olvidar que México lo hizo en materia petrolera hace tres cuartos de siglo. Y sobre todo ahora, en un contexto en el que América Latina está cambiando y en el que el imperio estadunidense se halla en una larga crisis terminal.
9. La campaña de difamación de caracter totalitario que ha implementado Mouriño desde Bucareli en contra del movimiento ciudadano de resistencia pacífica en defensa del petróleo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, busca, por eso, distraer la atención nacional del fondo del problema, con una estrategia y una retórica que ésas sí son de caracter nazifascista, como fue el comportamiento de Calderón en sus conferencias de prensa en Nueva Orleáns.
10. La contrarreforma petrolera, tal como está planteada, entrañaría graves consecuencias para México, pero la principal es en el aspecto político, y el México profundo ya lo está comprendiendo.
martes, abril 22, 2008
"Petróleo, democracia y reforma del Estado"
La Jornada
Magdalena Gómez
Petróleo, democracia y reforma del Estado
El cuestionamiento mediático al movimiento en defensa del petróleo se está centrando en la denostación a las modalidades que éste ha adoptado, en especial a la toma de las sedes oficiales de las Cámaras de Senadores y de Diputados por parte del Frente Amplio Progresista (FAP) y a las movilizaciones de las mujeres organizadas en brigadas, las llamadas Adelitas. Pese a ello, saltan a la vista los primeros logros de dicho movimiento; se debe reconocer que se evitó la aprobación ciega y veloz de las propuestas privatizadoras de reforma legislativa, que lo son, y no constitucionales, también gracias a la presión ejercida por la oposición desplegada aun antes de que se formalizaran.
Al igual que en 2006, nos encontramos en un ambiente de polarización alimentada por la mayoría de los medios, los cuales, de nueva cuenta, centran sus descalificaciones en el liderazgo de López Obrador. Los espots transmitidos por Televisa, comparándolo con Hitler, Mussolini, Victoriano Huerta y Pinochet, son evidencias escandalosas que muestran con crudeza hasta dónde puede llegar la ultraderecha.
Por otra parte, el debate sobre el debate, en especial sobre su duración, aparece peligrosamente como el centro de la negociación entre las fuerzas partidistas en el Congreso, lo cual desplaza el tema de fondo que se abordará cuando se dé al “debate” el banderazo de inicio. Todo ello es importante, pero más aún responder qué pasará después. Ya se apuntó la posibilidad de construir un tren de aterrizaje para las conclusiones del debate al anunciarse, por parte del coordinador de la fracción del PRD en el Senado, que se presentará la propuesta de establecer, previamente, el referendo confirmatorio para que las iniciativas que se aprueben se sometan a la voluntad popular, una vez que lo solicite un porcentaje del electorado.
Al construir los necesarios mecanismos para legalizar formas de democracia participativa se estaría abordando en serio uno de los temas que de manera recurrente han quedado en los tinteros de las propuestas de reforma del Estado que llevan varias generaciones, foros, debates, libros y memorias publicadas. Es de todos sabido que nos encontramos en un círculo vicioso, pues la clase política representada en el Congreso se arropa en la democracia representativa mientras la sociedad desconfía crecientemente de las prácticas parlamentarias y las negociaciones que en nombre “del pueblo” se han tomado. Ya sabemos que en materia de democracia vamos a la cola de buen número de países. Una salida así requiere convicciones democráticas que trasciendan los intereses coyunturales de los y las integrantes actuales del Poder Legislativo. Lo que “perderían” en sus actuales márgenes formales lo ganarían en legitimidad, de dar ese paso.
Ya conoceremos las valoraciones que genere una propuesta de esta naturaleza. Por lo pronto, parece haber cierto consenso para pactar un plazo que garantice el abordaje suficiente de los temas de fondo y la participación de especialistas tanto en cuestiones relativas al petróleo y la energía como en constitucionalismo; también, por supuesto, los liderazgos de las diversas posturas políticas, partidarias o ciudadanas. Todo ello aleja la posibilidad de una aprobación acelerada y en periodo extraordinario de sesiones. Habría que destacar la relevancia que guarda la difusión masiva de los debates, en tiempos oficiales, de manera que se abone al objetivo de informar a los diversos sectores sociales sobre lo que está en juego con las propuestas calderonistas.
De cualquier forma el debate terminará. Si se logra la aprobación de un referendo confirmatorio, regulado de buena fe y con la garantía de transparencia y confiabilidad, la sociedad tendría la última palabra; de lo contrario, al terminar las deliberaciones, por más plurales y con suficiencia técnica que sean, la maquinaria legislativa y política procederá a modificar o no, y aprobar o no las intenciones privatizadoras del calderonismo y sus aliados. Y en ese caso operan los usos y costumbres del poder, el libre mercado, perdón, el libre juego de las fuerzas del PRIAN en el supuesto de que el FAP continúe unificado y coherente a esas alturas.
Falta ver el impacto que tendrá el desenlace de la elección interna del PRD, en la cual también, para variar, aparecen las recriminaciones sobre la influencia de López Obrador. Decía un querido amigo guatemalteco que en tiempos de vacas flacas las diferencias afloran. Así parece en este caso, porque antes del 2 de julio de 2006 el factor que ahora parece dividirlos en aquel momento los unificaba interesadamente.
Por lo pronto, el FAP ha manifestado disposición para construir junto con todos los sectores de la sociedad una propuesta de reforma energética que modernice a Pemex y la convierta en palanca del desarrollo nacional. La moneda está en el aire.
domingo, abril 20, 2008
"La nación y su petróleo"
Arnaldo Córdova
La nación y su petróleo
¿Por qué los revolucionarios mexicanos pensaron en preservar las riquezas del subsuelo para un ente abstracto que llamaron Nación? Los buenos constitucionalistas mexicanos de los años veinte y todavía de los treinta lo explicaron con sobra de razones, escenificando memorables debates entre ellos mismos y con los enemigos de la Revolución: la riqueza de nuestro inmenso territorio no puede dejarse expuesta al saqueo de los intereses privados (nacionales y, sobre todo, extranjeros), ineptos por naturaleza para entender y hacerse responsables de los intereses generales de la Nación. Esa riqueza debía ser protegida y administrada por el Estado.
Pero, ¿qué era la Nación? Jamás dieron una definición clara. Explicaban lo que era con una identificación: la Nación es el conjunto de los mexicanos (de todas las edades). El territorio patrio es patrimonio de todos los mexicanos, vale decir, de la Nación. También identificaron con toda claridad otro concepto clave: el de pueblo. Sabían que es un concepto político y lo conforman sólo los que son ciudadanos. Estos organizan el Estado y lo hacen el representante de la Nación. La Nación propietaria quiere, por voz de su pueblo, que es su cuerpo político, que su Estado administre los bienes comunes que le pertenecen, entre ellos los que yacen en el subsuelo de su territorio, comprendido el petróleo.
A todo el que lo dude se le puede demostrar que nuestros juristas y nuestros políticos más ilustrados de aquella época razonaban con base en esos sencillos conceptos. Ese fue el fundamento del artículo 27 constitucional. Don Andrés Molina Enríquez decía que el territorio es para una nación lo que es la concha para un molusco: su protección y su fuente de vida. Para él como para el general Cárdenas, estaba claro que ese caparazón, el territorio, debía administrarse y usarse muy bien para que su nación pudiera desarrollarse con capacidad para satisfacer sus necesidades. No podía entregarse sin más a la codicia de los privados.
Ahí reside el fundamento filosófico-jurídico y sociológico del artículo 27. Es por eso, también, que este artículo emblemático de nuestra Carta Magna estipula que de las riquezas del subsuelo, “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva” (reforma de 1960). Es la Ley Reglamentaria del Artículo 27 en el Ramo del Petróleo, que establece que esa actividad la llevará a cabo una empresa nacional que es Pemex.
En mi concepto, lo que establece esa ley debería estar inscrito en el texto del 27 y ahí mismo debería decirse que la Nación lleva a cabo esas actividades de aprovechamiento de nuestra riqueza a través de su empresa nacional que es Pemex y no dejar a leyes secundarias el fin para el que está destinada esa empresa. Cómo se organice y cómo opere Pemex es materia de la ley reglamentaria. Para qué existe Pemex es algo que debe quedar en la Constitución. Nadie se ha hecho cargo de esta necesidad institucional en la actual discusión de la reforma.
Las iniciativas de Calderón son todas violatorias de la letra y del espíritu de la Carta Magna. Todo mundo se ha dado cuenta de ello y ya se ha señalado en multitud de ocasiones, pero vale la pena reiterarlo. Si se recuerda lo que establece el 27, se verá la abierta violación que la reforma propuesta en el artículo cuarto de la ley impone: “… los sectores social y privado, previo permiso, podrán realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo y de petroquímicos básicos”.
El mismo artículo propone algo que también viola flagrantemente lo dispuesto en el 27: Pemex podrá “contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo” y agrega, en contradicción con su primer párrafo, que el contratista deberá entregar a Pemex todos los productos y residuos aprovechables que resulten de los procesos realizados. Entonces, ¿para qué se les da antes el “permiso” de “almacenar” tales productos? ¿Sólo para entregarlo a Pemex? Pero el siguiente párrafo establece que los privados “podrán construir, operar y ser propietarios de ductos, instalaciones y equipos, en los términos de las disposiciones reglamentarias, técnicas y de regulación que se expidan”. Todo eso lo prohíbe claramente el 27.
Desde la época de Zedillo, todos los gobiernos y sobre todo los panistas se han hecho adictos al método de anular cínicamente la Constitución mediante leyes secundarias que establecen lo contrario de lo que la Carta Magna manda y a ninguno de sus exponentes les parece que estén haciendo mal. Calderón nos propone una ley secundaria que dice todo lo contrario de lo que instituye la Constitución y todavía tiene la desvergüenza de decirnos que la Constitución no se toca. Claro que no la ha tocado, pero con su propuesta de reforma lo que hace es anular (en derecho decimos “abrogar”) nuestro máximo código político.
En su propuesta de reformas a la Ley Orgánica de Pemex sobresale la integración de un Consejo de Administración que estará conformado por seis consejeros designados por el Presidente, cinco por el sindicato (corrupto como casi ningún otro, junto con el SNTE) y cuatro expertos también designados por el Presidente. Es verdad que muchas de las acciones dependerán de los consejeros expertos, pero el hecho es que se trata de un consejo hecho a la medida del manejo arbitrario por parte del Ejecutivo de la empresa nacional. Las facultades de que está investido ese consejo en el texto de la reforma deberían ser supervisadas por alguna de las cámaras del Congreso. Pero éstas quedan totalmente fuera.
Es por eso que se debe demandar una reforma constitucional que acabe de hacer de Pemex un sujeto constitucional, como ente del Estado, bajo el manejo del Ejecutivo, pero supervisado por los demás Poderes de la Unión. Las reformas sugeridas no buscan otra cosa que hacer de Pemex un proveedor de materia prima a los privados, con lo que al final se convertirá en un cascarón vacío y el petróleo será el botín de los privados que ansían los reaccionarios panistas y sus aliados priístas.
viernes, abril 18, 2008
Petróleo. "La crisis institucional"
La Jornada
Luis Javier Garrido
La crisis institucional
El proyecto de contrarreforma petrolera constituye una exigencia de Felipe Calderón al Congreso para que apruebe una seudo legislación secundaria abiertamente violatoria de la Constitución, que le permita al gobierno de facto abrir vías metalegales para que las grandes corporaciones trasnacionales se apoderen de la industria petrolera mexicana, y de paso las mafias salinista y calderonista puedan hacer el negocio del siglo empobreciendo sin límites a la nación, todo ello bajo el supuesto de que no puede haber una respuesta del pueblo mexicano. Las cosas no le han resultado, sin embargo, tan fáciles.
1. La grave crisis institucional que se ha abierto en el país por esa intentona del gobierno ilegítimo de Felipe Calderón de entregar el petróleo mexicano a diversas empresas extranjeras luego de cambios seudo legales implementados fast track por el Poder Legislativo –y que con justicia ha sido calificada de golpista, pues busca destruir la esencia de la Constitución mexicana, llevando al pueblo mexicano a un desastre económico inimaginable–, se ha agravado por la intransigencia panista a abrir un amplio y sereno debate nacional y amenaza ya al futuro del propio régimen de facto sin que sus responsables parezcan darse cuenta de ello.
2. El gobierno espurio, teniendo como su principal operador al corrupto traficante de influencias extranjero Juan Camilo Mouriño –quien a pesar de las evidencias de los actos ilegales que ha cometido para enriquecerse desde el poder con contratos en materia energética sigue en el cargo de secretario de Gobernación–, creyó que le bastaba con efectuar una serie de acuerdos a espaldas del país para luego poder recurrir tanto a los viejos mecanismos de corrupción, a fin de subordinar a los legisladores indecisos, como a una vasta campaña fascistoide de desinformación, para confundir a los mexicanos, pero no le están saliendo las cosas.
3. El pueblo mexicano, agraviado como nunca por las mentiras de Felipe Calderón, quien pretende tratarlo como ignorante al anunciarle beneficios sin límites y ofrecerle unos bonos que son indignidad, pues buscan encubrir la venta del principal recurso estratégico del país, está reaccionando en toda la República y manifestándose en el Movimiento en Defensa del Petróleo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, mediante una serie de actos de resistencia civil pacífica que están evidenciando la falta de representatividad y de legitimidad de las actuales instituciones pervertidas por los panistas.
4. El paquete de contrarreformas legales en materia petrolera que el gobierno de facto hizo llegar al Senado de la República es una vergüenza para México, pues supone no nada más “algunas medidas privatizadoras”, como pretenden quienes le hacen de comparsas al gobierno. Es una trampa para desmantelar por la vía de los hechos la Constitución mexicana y terminar con el principio sustentado en los artículos 27 y 28 que determina la exclusividad del Estado en el manejo de los recursos petroleros nacionales, pues busca entregar por completo a las multinacionales la exploración, la explotación del petróleo, así como la petroquímica y la transportación a las multinacionales. Implica no únicamente un aceleramiento del proceso de privatización de la empresa estatal Pemex, que es patrimonio de los mexicanos, sino la creación de una industria petrolera privada paralela que se adueñe de ese sector estratégico del país.
5. La indigna propuesta constituye no una supuesta serie de cambios a la organización de Pemex, como se pretende, sino un trastocamiento del marco constitucional derivado de la Revolución Mexicana, al cambiar leyes secundarias para terminar con el principio de la soberanía nacional y modificar la naturaleza del Estado, cancelando lo que queda del proyecto nacional y conduciendo a un empobrecimiento sin límites del país, que empezaría a perder su principal fuente de recursos al imponerse ya sin límites el depredador modelo neoliberal, y está siendo entendida, por lo mismo, como un acto de traición a la patria.
6. Una reforma legal debe entenderse en función de sus objetivos fundamentales, y ésta que busca pasar ilegalmente por sobre los principios centrales de la Constitución Mexicana, y que lleva incluso a pretender entregar el control estratégico del Golfo de México a las trasnacionales, tornando a México en un objetivo militar para Washington, no deja lugar a dudas: busca abrir la vía para llegar a un completo desmantelamiento del Estado mexicano.
7. La movilización social ha puesto de manifiesto la existencia de acuerdos secretos entre Carlos Salinas de Gortari, quien actúa en nombre del priísmo, y el gobierno panista de facto, para entregar la industria petrolera mexicana a la Shell, a la Exxon Mobil Corporation y a la Repsol-YPF, conforme lo reclama la agonizante administración Bush, pero también ha evidenciado la existencia de importantes resistencias a este acto de lesa traición a la patria en el interior del PRI, de la propia burocracia política, de los trabajadores petroleros del país que contribuyeron a edificar esta empresa y de las fuerzas armadas, a las que Calderón ha envilecido y desprestigiado como en pocos momentos de nuestra historia.
8. ¿A quien creerá entonces el gobierno de facto que puede engañar con su torpe campaña de embustes e insultos en los medios?
9. La crisis institucional abierta por el violento intento de atraco del gobierno espurio de Calderón al pretender entregar a las trasnacionales el patrimonio de la nación tras un debate simulado, podría empezar a tener, sin embargo, una salida de aceptar el binomio PAN-PRI un verdadero debate nacional, amplio y sin prisas, en los términos que le han planteado los legisladores de la oposición; de acordarse modificar la Constitución para que en lo sucesivo las grandes reformas sean hechas vía referendo, como propuso el FAP el día 16; y terminando con la onerosa campaña de desinformación y de odio de Calderón en los medios, que sólo evidencia su desesperación y su falta de respaldo social.
10. La indignación nacional es ya muy grande y este intento depredador está concitando una movilización popular en defensa de la nación y en contra del gobierno entreguista que no tiene precedentes, y que debería ser entendida por las mafias en el poder.
lunes, abril 14, 2008
Petróleo. Debate Nacional.
Ahora se cuenta con un liderazgo que tiene el reconocimiento y confianza de estos sectores sociales tan importantes, con ellos se podrá impulsar el verdadero cambio que se le ha negado al pueblo de México.
Acompañaron en el templete a AMLO, diputados y senadores del Frente Amplio Progresista quienes recibieron el apoyo popular por haber tomado las tribunas legislativas y así evitaron que la complicidad del PAN y PRI les sorprendiera "mayoritendo" la iniciativa energética presentada por el "ejecutivo" y de esa forma privatizar el petróleo despojando a los mexicanos de este recurso tan importante para el desarrollo del país.
La petición del FAP es el debate nacional de cara a la sociedad, abierto a todas las voces y en todos los medios, con claridad y validez hacer el diagnóstico de PEMEX y así contemplar sus verdaderos problemas sin perder de vista nunca los mandatos del pueblo y la constitución mexicana. Dos representantes del FAP mencionaron lo importante que es la fuerza de este movimiento social, fuerza que ellos se encargarán de reflejar en los poderes legislativos.
En espera de las respuestas oficiales en las cámaras de diputados y senadores a la petición de debate nacional la asamblea y las organizaciones de brigadistas continúan en estado de alerta.
Ante la posición de las dos principales cadenas nacionales de televisión del país que se han convertido( ¿o siempre lo han sido?) en medios enajenantes y manipuladores se inicia en el movimiento social una función interesante para transmitir información objetiva sobre los temas de interés nacional dirigido a todo ciudadano en cualquier lugar de la república, cada brigadista contará con una carpeta fuente de información.
La asamblea del día de ayer mostró factores nuevos en el proceso del propio movimiento, satisfacción por las acciones coordinadas dentro y fuera de las cámaras legislativas, legisladores y brigadistas juntos con responsabilidades específicas, liderazgos comprometidos con la prioridad nacional "defensa del petróleo", una lucha por el presente y el futuro del país. Son miles y miles de mexicanos que cada día muestran todo su valor, expuestos en un entorno por demás adverso
caminan y salen adelante, exigen ya otro tipo de gobernantes, desprecian al corrupto, al mentiroso, al ignorante prepotente, al líder charro, al traicionero, al cacique retrograda.
Se participa para construir la democracia, que se nos vea y que se nos oiga, pero sobre todo que se nos respete, queremos representantes legítimos que atiendan nuestras voces, que defiendan
los intereses nacionales, simplemente por que así lo demanda nuestra constitución y así lo demanda este movimiento.
Lluvia de ideas para la democracia
Miguel Bonome y Villanueva
México, 2008
domingo, abril 13, 2008
Resistencia. "Sin embargo se mueve"
sábado, abril 12, 2008
viernes, abril 11, 2008
jueves, abril 10, 2008
Petróleo. Inicia la resistencia
La Jornada
Espera la respuesta del Senado a solicitud del Frente Amplio
Si no hay debate iniciará hoy la resistencia, anuncia AMLO
Andrés Manuel López Obrador, durante la toma de protesta a 19 mil brigadistas que se suman a las 10 mil Adelitas en el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo Foto: Carlos Ramos Mamahua
■ Pide a brigadistas no enfrentar a la policía ni dejarse intimidar
Alma E. Muñoz y Enrique Méndez
Andrés Manuel López Obrador anunció que la resistencia civil para impedir la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) podría empezar este jueves; esto dependerá de la respuesta que obtengan en la sesión ordinaria de hoy los senadores del Frente Amplio Progresista (FAP), que presentarán una moción para iniciar el debate nacional sobre la situación de la industria petrolera, antes de que la iniciativa de Felipe Calderón se discuta en comisiones.
“Vamos a la resistencia civil”, afirmó ayer en el Monumento de la Revolución, donde dijo que los senadores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia le pidieron esperar a presentar su planteamiento. “De ello dependerá el inicio de la resistencia”, explicó.
La propuesta que se entregará hoy a PAN y PRI en el Senado fue redactada anoche en reunión de los coordinadores del FAP, Gonzalo Yáñez, Dante Delgado y Carlos Navarrete, en la sede del “gobierno legítimo”.
Además de las acciones de las brigadas civiles en defensa del petróleo, López Obrador convocó para el domingo a las 11 horas a asamblea informativa en el Zócalo capitalino. “Debemos tener mucha comunicación. No es fácil comunicarnos, y qué mejor que en la plaza”, expresó.
La tarde de ayer el “presidente legítimo” tomó protesta a 19 mil brigadistas que integran 38 grupos de 500 personas cada uno, que se suman a las 10 mil mujeres que en la misma explanada dijeron estar dispuestas a defender el petróleo el domingo pasado.
En su mensaje, López Obrador aclaró que el movimiento para impedir la apertura de Pemex a trasnacionales y a inversionistas privados mexicanos no es enfrentar a las brigadistas con las mujeres policías. “No, esto no es así. Esto es un asunto político, no policiaco. No queremos la violencia, que no se desborde el movimiento, y vamos a actuar de manera ejemplar”, expuso.
Solicitó a los brigadistas tener cuidado para “no caer en la trampa de la violencia”, actuar con disciplina y no dar entrada a provocadores, pero también a no dejarse intimidar por la fuerza policiaca que despliegue el gobierno.
Porque, alertó, es posible que traten de infiltrarse “radicales con camiseta de brigadista que buscarán la provocación. Éste es un movimiento muy importante y no lo vamos a descalificar”. Incluso recomendó que si en las acciones de resistencia civil “alguien está caliente, ayuden a que lo serenemos. Aquí tenemos el corazón caliente y la cabeza fría”.
La defensa del petróleo, agregó, “no se resolverá enfrentándonos a policías y a soldados. Vamos a resolver esto de acuerdo con lo que convenga el movimiento, que es exactamente la resistencia civil pacífica”.
Se viola el 27 constitucional
López Obrador sostuvo que no se acepta el paquete de iniciativas enviado ayer por Calderón al Senado, no sólo porque implicaría un retroceso histórico a los tiempos del porfiriato, sino porque el proyecto forma parte de la agenda de los organismos financieros internacionales para privatizar la paraestatal.
“Con un cinismo que no tiene igual, se quiere engañar a la gente diciendo ‘no, no es privatización’. ¡Cómo no va a ser privatización si es una violación flagrante al artículo 27 constitucional! Desde ayer, el usurpador Felipe Calderón intenta violar la Constitución. ¡Cómo no va a ser privatización si quieren que Pemex sólo aporte materia prima! Claro que sí es privatización, porque quieren entregar parte de la renta petrolera”, insistió.
Antes de tomar protesta a las 38 brigadas –entre ellas resalta la conocida como los Adelitos–, López Obrador sugirió cambiar de nombre a la denominada Andrés Manuel por Trabajadores petroleros de 1938.
Víctor Hugo Lobo, coordinador de una brigada, resaltó que los ciudadanos están listos para defender el patrimonio nacional. “Pemex ya se pagó con las gallinas y las joyas de nuestros abuelos, y es nuestro”, expresó.
Ricardo Ruiz, quien fue presentado como vocero de las brigadas civiles, resaltó que no existe duda alguna sobre el proyecto privatizador. “La forma de plantear la reforma, como la autonomía de gestión y las alianzas, es para vender a Pemex, pero aquí estamos de pie miles de mexicanos para defenderlo. Y habrá señales muy pronto”, afirmó.
Por la mañana, después de reunirse con diputados del Frente Amplio Progresista, López Obrador afirmó que lo importante es la unidad de todos los diputados, y consideró “una burla” la propuesta calderonista de los bonos de 100 pesos.
“Se quiere engañar. Y hasta dan risa los bonos de 100 pesos, y que además él (Calderón) se encarga de que no los acaparen. ¡Por favor! Eso no es serio. Además no debe estar mintiendo, diciendo que no se privatiza el petróleo, cuando en el artículo 27 (constitucional) se establece que no se pueden entregar concesiones ni se pueden entregar contratos, que la explotación del petróleo es de dominio de la nación en exclusiva”, afirmó.
Por el contrario, agregó, en la iniciativa de reforma a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional se propone permitir a particulares, mediante contratos de obras y servicios, que participen en exploración, en producción, en refinación, en todo. “O sea, es totalmente mentiroso.”
No sólo eso, indicó: el proyecto plantea modificar 15 artículos de la citada legislación; es decir, que “será una ley nueva, contra la letra y el espíritu del artículo 27 constitucional”.
También planteó que debe haber apertura de los medios de comunicación para debatir el tema, pues cuestionó que la noche del martes Televisa sólo le concedió “un tiempecito” y, en cambio, transmitió íntegro el mensaje de Felipe Calderón. Lo mismo, refirió, hizo Tv Azteca, como parte de la cadena nacional para difusión de las declaraciones del Ejecutivo.
“Estamos hablando del petróleo, de que se quiere robar la renta petrolera. Éste es un asunto muy serio y los medios tienen que dar espacios a todos para que haya expresiones diversas. En la mañana (de ayer) en Televisa estuvo la secretaria de Energía (Georgina Kessel), y en Tv Azteca (Jesús) Reyes Heroles. En las dos teleras nada más la opinión oficial”, lamentó.
El coordinador de los diputados federales de Convergencia, Alejandro Chanona, refirió que asistieron aproximadamente 90 diputados del FAP al encuentro con López Obrador –al que no se presentó la perredista Ruth Zavaleta Salgado– y anticipó que si no se da el debate nacional sobre la industria petrolera nacional se iniciaría la resistencia civil, con acciones concertadas y de manera simultánea dentro y fuera de las dos cámaras del Congreso.
Aseguró que ya existe un plan específico y, sin adelantar detalles, dijo que para iniciar la resistencia hay comunicación permanente entre los tres coordinadores.
El perredista Javier González Garza confirmó el acuerdo y dijo que no se admitirá una “acción privatizadora, encubierta o no”.
miércoles, abril 09, 2008
Iniciativa Energética. Pantomima Grotesca
La Jornada
Luis Linares Zapata
Las valentías de Calderón
Por fin se decidió Calderón a dar el paso para enviar su dilatada iniciativa energética. Después de un largo y titubeante periodo de incubación, le da luz verde a su partido para que vaya en la descubierta con la esperanza de evitar mayor desgaste a su chata figura. Esta semana los panistas presentarán su propuesta, con seguridad en la Cámara de Senadores, un recinto más a modo para cristalizar sus entreguistas planes de negocios. Al hacerlo, situará a su administración en la posibilidad de enfrentar un conflicto social y político de serias proporciones. Calderón imagina, junto con sus inexpertos asesores, que el campo legislativo está abierto y planchado, de manera similar a lo sucedido con otros casos de rampantes despojos a la economía popular (pensiones de IMSS e ISSSTE). Cambios que, estiman, pasaron impunes, con rapidez y tersura, tal como interpretaron figuras destacadas de las finanzas mundiales.
Pero Calderón sabe, porque así lo muestra cualquier estudio de opinión, que ahora habrá de contrariar el arraigado sentimiento de una franja mayoritaria de mexicanos que quieren, como mandata la Constitución, retener estricto control sobre los recursos energéticos. Sabe también que sus pretensiones de cambio no obedecen a impulsos modernizadores genuinos para con las respectivas empresas públicas de energía, sino a pulsiones de atrincherados intereses particulares que quieren apropiarse de una industria que es, en términos contables a nivel global, la tercera en rendimientos al capital invertido (sólo atrás de la bancaria y la químico farmacéutica). No le ha importado tampoco que, en su camino enajenador, ponga en riesgo la tranquilidad y la seguridad nacional al permitir la injerencia directa de agentes privados externos que siempre han ambicionado una tajada del rico y abundante pastel petrolero y eléctrico.
Calderón no quiso resistir las urgencias de sus masivos compromisos con los empresarios (internos y del exterior) y ha decidido enviar al Congreso la que llama su reforma energética. Un conjunto de arreglos, presiones y conjuras de gran calado que poco han aparecido, tal como son, en el espacio público abierto. Y cuando se les obliga a sostener al menos parte de sus visiones, o a clarificar sus densos propósitos, optan por dos rutas harto conocidas por previas experiencias. La más socorrida se auxilia de disfraces múltiples: emprenden sendas campañas de propaganda financiadas con los abundantes recursos de que disponen. Tratan así de vender, con el usado expediente de las consignas y los eslogans, las impresentables aristas de sus ambiciosas tropelías. Cuando falla la intentona inicial no dudan en difundir amenazas terribles, catástrofes inminentes y sacrificios inaceptables. Tal como los lanzados por el señor Carstens hace apenas unos días que augura horrendos impuestos adicionales de no haber cambios en la petrolera.
Los escarceos previos terminaron por determinación de las cúpulas del poder establecido. Precisamente las mismas personas, los mismos grupos de presión que metieron a Felipe, no sin tramposo calzador, en la residencia de Los Pinos. Calderón no podía esperar más tiempo sin perder cara, sin molestar a los que lo empujan o sin recibir retóricos, pero molestos ataques de parte de sus aliados priístas.
Ya bien amarrado el asunto con la fracción dominante del PRI, también bajo el influjo de los mandones del país que a menudo le estrujan sus nebulosas posturas, se decidió usar al PAN para la presentación de la acariciada iniciativa energética. El trabuco formado desde hace años, tiene, con lastimosa seguridad, el mínimo de votos requeridos para que pase por el Congreso con las modificaciones a ciertas leyes, reglamentarias de la Constitución o normativas de Pemex y de la administración pública federal. Introducirán así, a trasmano, el articulado que les dará las potestades suficientes para meterle mano, con pasmoso cinismo, al enorme botín de la industria energética. Dirán, con voz preocupada, que lo requiere el interés colectivo y que Pemex seguirá siendo una empresa mexicana. Pero, a continuación, empezará el festín. El reparto del negocio entre sus allegados, la aparición de suertudos contratistas útiles y socios caprichosos e insaciables ocuparán los espacios conseguidos a golpes de razones trucadas.
La autonomía de gestión será el caballo de Troya adecuado para llenar cuanta alforja se acerque con propuestas de negocio. Un flamante y nuevo Consejo de Energía le dará la cobertura, independencia y las seguridades de continuidad que son necesarias. Ahí colocarán a hombres y mujeres adictas a las posturas del acuerdo de Washington y moldeables a la influencia partidista del PRIAN. El tráfico de favores reasumirá su marcha inagotable. La reforma estructural, aún por nacer y ya tan manoseada, empezará a dar rendimientos crecientes.
El llamado al debate quedó, tal como lo concibieron desde el oficialismo, pendiente o francamente arrumbado. Un simple señuelo para incautos. Un truco concebido para cumplir requisitos mínimos de institucionalidad, pluralismo de forma y apertura, siempre y cuando sea arropada con ventajoso diálogo, conductores a modo y escenarios afines. Dirán, de nueva cuenta, que el debate se dará donde se debe: en las Cámaras y sólo ahí. En los medios de comunicación –ideal territorio para airear ideas, programas o sugerencias y sentires– nunca se encontró, alegarán, el momento propicio; tampoco se tuvo el material adecuado, los datos duros, la referencia auténtica que contuviera las propuestas del Ejecutivo. La iniciativa privatizadora sólo existió en la mente calenturienta de los que pretenden llamar la atención, incitar a la revuelta, alebrestar a la muchedumbre, engañar al pueblo, polarizar el ambiente. Tal fue el dictado de los analistas orgánicos, de los sostenedores del oficialismo más derechoso que se ha apoltronado en los órganos decisorios del país en el último cuarto de siglo. Queda el rescoldo y la esperanza de la protesta organizada de la sociedad en defensa de sus intereses. En este movimiento cada quien asumirá su propia responsabilidad.
lunes, abril 07, 2008
El presente es la clave del pasado.
Por otra parte yo encuentro un paralelismo entre este principio geológico y más particularmente estratigráfico y la situación socio-política actual en México y si no lo creen, solo hay que leer el discurso de expropiación del General Lázaro Cárdenas del Río, vean como está más actual que nunca para que de esta forma no tropecemos nuevamente con la misma piedra y entendamos que si hubo un período de desarrollo y progreso en nuestro país, se lo debemos en gran parte a esta difícil pero acertada decisión de personas comprometidas con el progreso de México y sobretodo con su pueblo.
Es por esto que es una verdadera aberración el relacionar el "modernismo" con la entrada de capital privado y extranjero a PEMEX, cuando es en realidad un proceso de retroceso sin precedentes en nuestro país, sin embargo esto tiene una explicación la cual es precisamente el título de este tema, siendo los mismos intereses de hace más de 70 años los que hoy siguen viendo a México como un botín el cual hay que saquear, de esta forma ponen para lograrlo exactamente los mismos pretextos y justificaciones que en aquellos días, como el de que no somos capaces de explotar y aprovechar nuestros propios recursos, que no tenemos la tecnología ni la gente capacitada para realizarlo, sin embargo, creo que como fueron capaces de destapar la falacia que representaba esta forma de pensar en aquellos días, hoy tenemos esa misma misión todos los que queremos verdaderamente salir adelante como nación soberana y autónoma.
Hoy la dinámica privatizadora, no tiene otra explicación que la de sacar un beneficio personal de un recurso que nos pertenece a todos los mexicanos, como lo hace constar el señor que se ostenta en el cargo de secretario de gobernación y que firma indistintamente contratos para la empresa de su familia y como servidor público curiosamente del ramo energético y que además lo acepta con un increíble cinismo propio solamente de estas personas sin escrúpulos, como todas las que se encuentran al frente de las instituciones de forma por demás ilegítima; para lograr su objetivo así mismo le apuestan a una campaña mediática manipuladora y mentirosa, donde intentan mezclar el sentimiento patriótico con nuestra "incapacidad científica y tecnológica", escondiendo las intenciones privatizadoras con palabras como "alianzas estratégicas","democratizacion del capital", "capitalización", "esquemas de modernización", etc. poniendo como ejemplo países con gobiernos de izquierda que así lo han hecho pero escondiendo el fracaso y los problemas que esto les acarreó a dichos países, escondiendo que el 90% del crudo que se extrae en el mundo lo hacen empresas estatales como PEMEX y en fin tratando de hacer lo que han hecho siempre, engañar a la gente con burdas campañas de desinformación para de esta forma tenerla distraída en temas sin importancia ni trascendencia como esas mesas de debate del cese Hugo Sánchez, los resúmenes de todas las telenovelas en espacios "culturales" o el tema de moda, como el "cochinero" del PRD al cual por cierto, están íntimamente ligados si no es que infiltrados por los mismos intereses que pujan por la llamada "reforma" y "modernización" del sector energético así como le apuestan a una "izquierda moderna" aun que estén divorciados de los principios y fundamentos del partido y sobretodo del sector de la sociedad al que se supone representan y aun que hagan un fraude para de esta forma hacerse del control del único partido de izquierda con la infraestructura para ganar elecciones y frenar la privatización de PEMEX.
Miguel Bonome B.
"...Se ha dicho hasta el cansancio que la industria petrolera ha traído al país cuantiosos capitales para su fomento y desarrollo.
Esta afirmación es exagerada. Las compañías petroleras han gozado durante muchos años, los más de su existencia, de grandes privilegios para su desarrollo y expansión; de franquicias aduanales; de exenciones fiscales y de prerrogativas innumerables, y cuyos factores de privilegio, unidos a la prodigiosa potencialidad de los mantos petrolíferos que la nación les concesionó, muchas veces contra su voluntad y contra el derecho público, significan casi la totalidad del verdadero capital de que se habla.
Riqueza potencial de la nación; trabajo nativo pagado con exiguos salarios; exención de impuestos; privilegios económicos y tolerancia gubernamental, son los factores del auge de la industria del petróleo en México.
Examinemos la obra social de las empresas: ¿En cuántos de los pueblos cercanos a las explotaciones petroleras hay un hospital, una escuela o un centro social, o una obra de aprovisionamiento o saneamiento de agua, o un campo deportivo, o una planta de luz, aunque fuera a base de los muchos millones de metros cúbicos del gas que desperdician las explotaciones?
¿En cuál centro de actividad petrolífera, en cambio, no existe una policía privada destinada a salvaguardar intereses particulares, egoístas y algunas veces ilegales? De estas agrupaciones, autorizadas o no por el Gobierno, hay muchas historias de atropellos, de abusos y de asesinatos siempre en beneficio de la empresas.
¿Quién no sabe o no conoce la diferencia irritante que norma la construcción de los campamentos de las compañías? Confort para el personal extranjero; mediocridad, miseria e insalubridad para los nacionales. Refrigeración y protección contra insectos para los primeros; indiferencia y abandono, médico y medicinas siempre regateadas para los segundos; salarios inferiores y trabajos rudos y agotantes para los nuestros.
Abuso de una tolerancia que se creó al amparo de la ignorancia, de la prevaricación y de la debilidad de los dirigentes del país, es cierto, pero cuya urdimbre pusieron en juego los inversionistas que no supieron encontrar suficientes recursos morales que dar en pago de la riqueza que han venido disfrutando.
Otra contingencia, forzosa del arraigo de la industria petrolera, fuertemente caracterizada por sus tendencias antisociales, y más dañosa que todas las enumeradas anteriormente, ha sido la persistente, aunque indebida intervención de las empresas en la política nacional.
Nadie discute ya si fue cierto o no que fueran sostenidas fuertes facciones de rebeldes por las empresas petroleras en la Huasteca Veracruzana y en el Istmo de Tehuantepec, durante los años 1917 a 1920 contra el Gobierno constituido.
Nadie ignora tampoco cómo en distintas épocas a las que señalamos y aún contemporáneas, las compañías petroleras han alentado casi sin disimulos, ambiciones de descontentos contra el régimen del país, cada vez que ven afectados sus negocios, ya con la fijación de impuestos o con la rectificación de privilegios que disfrutan o con el retiro de tolerancias acostumbradas.
Han tenido dinero para armas y municiones para la rebelión. Dinero para la prensa antipatriótica que las defiende. Dinero para enriquecer a sus incondicionales defensores.
Pero para el progreso del país, para encontrar el equilibrio mediante una justa compensación del trabajo, para el fomento de la higiene en donde ellas mismas operan, o para salvar de la destrucción las cuantiosas riquezas que significan los gases naturales que están unidos con el petróleo en la naturaleza, no hay dinero, ni posibilidades económicas, ni voluntad para extraerlo del volumen mismo de sus ganancias.
Tampoco lo hay para reconocer una responsabilidad que una sentencia les define, pues juzgan que su poder económico y su orgullo les escuda contra la dignidad y la soberanía de una nación que les ha entregado con largueza sus cuantiosos recursos naturales y que no puede obtener, mediante medidas legales, la satisfacción de las más rudimentarias obligaciones.
Es por lo tanto ineludible, como lógica consecuencia de este breve análisis, dictar una medida definitiva y legal para acabar con este estado de cosas permanente en el que el país se debate sintiendo frenado su progreso industrial por quienes tienen en sus manos el poder de todos los obstáculos y la fuerza dinámica de toda actividad, usando de ella no con miras altas y nobles, sino abusando frecuentemente de ese poderío económico hasta el grado de poner en riesgo la vida misma de la nación, que busca elevar a su pueblo mediante sus propias leyes aprovechando sus propios recursos y dirigiendo libremente sus destinos.
Planteada así la única solución que tiene este problema, pido a la nación entera un respaldo moral y material suficiente para llevar a cabo una resolución tan justificada, tan trascendente y tan indispensable.
El Gobierno ha tomado ya las medidas convenientes para que no disminuyan las actividades constructivas que se realizan en toda la República y para ello, pido al pueblo, confianza plena y respaldo absoluto en las disposiciones que el propio Gobierno tuviere que dictar.
Sin embargo, si fuere necesario, haremos el sacrificio de todas las actividades constructivas en las que la nación ha entrado durante este período de Gobierno para afrontar los compromisos económicos que la aplicación de la Ley de Expropiación sobre intereses tan vastos nos demanda y aunque el subsuelo mismo de la Patria nos dará cuantiosos recursos económicos para saldar el compromiso de indemnización que hemos contraído, debemos aceptar que nuestra economía individual sufra también los indispensables reajustes, llegándose, si el Banco de México lo juzga necesario, hasta la modificación del tipo actual de cambio de nuestra moneda, para que el país entero cuente con numerario y elementos que consoliden este acto de esencial y profunda liberación económica de México.
Es preciso que todos los sectores de la nación se revistan de un franco optimismo y que cada uno de los ciudadanos, ya en sus trabajos agrícolas, industriales, comerciales, de transporte, etc., desarrollen a partir de este momento una mayor actividad para crear nuevos recursos que vengan a revelar cómo el espíritu de nuestro pueblo, es capaz de salvar la economía del país por el propio esfuerzo de sus ciudadanos.
Y como pudiera ser que los intereses que se debaten en forma acalorada en el ambiente internacional, pudieran tener de este acto de exclusiva soberanía y dignidad nacional que consumamos, una desviación de materia primas, primordiales para la lucha en que están empeñadas las más poderosas naciones, queremos decir que nuestra explotación petrolífera no se apartará un sólo ápice de la solidaridad moral que nuestro país mantiene con las naciones de tendencia democrática y a quienes deseamos asegurar que la expropiación decretada sólo se dirige a eliminar obstáculos de grupos que no sienten la necesidad evolucionista de los pueblos, ni les dolería ser ellos mismos quienes entregaran el petróleo mexicano al mejor postor, sin tomar en cuenta las consecuencias que tienen que reportar las masas populares y las naciones en conflicto."
Gral.Lázaro Cárdenas del Río.
Petróleo. Impedir el Despojo
La Jornada
■ “Todos podemos hacer algo por salvar a la nación”, dice
Prevé AMLO que la resistencia por Pemex se inicie esta semana
Enrique Méndez y Alma E. Muñoz
Andrés Manuel López Obrador convocó ayer a la ciudadanía a estar muy atenta, porque el gobierno federal, el PAN y el PRI “buscan la forma de presentar la iniciativa, quieren dar un albazo y sorprendernos” con la presentación de la iniciativa de reforma al sector energético, y por ello anticipó que “es probable que empecemos la resistencia civil la próxima semana”.
Advirtió que cualquier modalidad de inversión en Petróleos Mexicanos (Pemex) es un intento por privatizar a la empresa. “No nos estamos chupando el dedo. Asociación es privatización; alianzas con empresas extranjeras es privatización; contratos de riesgo es privatización; contratos con terceros es privatización; contratos de servicios múltiples es privatización; autonomía de gestión es privatización”, definió.
Este domingo, al tomar protesta en el Monumento a la Revolución a las 10 mil mujeres que forman parte de las brigadas en defensa del petróleo, aseguró que la misión de ellas es la más envidiable, por desinteresada y noble.
El más grande desafío
Así, ayer el “presidente legítimo” leyó una carta dirigida a todas las participantes en las brigadas. “Hoy más que nunca –dijo– quiero hablarles con el corazón, hoy que estamos decididos a defender el derecho del pueblo a la esperanza. Hoy que se acerca el momento de resistir ante esa gran tentación de privatizar el petróleo. Hoy que estamos a punto de enfrentar el más grande de los desafíos que nos haya tocado vivir”.
Sostuvo que si no se actúa en defensa del petróleo difícilmente se podría rendir homenaje a Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero, Villa, Zapata y el general Lázaro Cárdenas.
Preguntó: “¿Qué sentido tendría éste y todos los monumentos, si actuamos con cobardía? Si no luchamos hoy, vayamos pensando en la vergüenza que sería para nosotros si dentro de algunos años, ya esclavos de los potentados, viniésemos a este mismo lugar o a cualquier otro altar a la patria a celebrar a nuestros héroes. ¿Con qué ánimo vendríamos a recordarlos? Todos podemos hacer algo por salvar a la nación”.
Por eso, dijo, es trascendente el ejemplo de las mujeres al participar en la lucha contra la privatización del petróleo.
El movimiento para impedir la entrega de los recursos naturales, expuso, es para evitar la simulación y vivir en paz, porque el petróleo, a pesar de la corrupción, ha sido un factor de estabilidad política, para que en el país haya paz social. “No olvidemos, porque también muchos sostienen ‘para qué impedimos la privatización, si el pueblo no se beneficia’, pero hay que recordar que de cada peso del presupuesto 40 centavos provienen del petróleo”, afirmó.
Advirtió que no se permitirá el engaño de la asociación con la iniciativa privada. “En esencia, todo lo que significa entregar o compartir la renta petrolera con particulares, nacionales o extranjeros es privatización, y por eso no lo vamos a permitir”, explicó.
Las integrantes de las brigadas secundaron: “¡Ni un paso atrás, ni un paso atrás!”
Insistió en que se impedirá la apertura de Pemex porque detrás del interés privatizador lo que realmente subyace es la ambición y el afán de lucro de quienes pretenden hacer negocios con un bien que es de todos.
Explicó que si el movimiento ha comenzado ahora, es porque es preferible impedir ahora la privatización de la industria petrolera que “estar enfrentados los mexicanos o tener que estar enfrentándonos con potencias extranjeras. Es mejor, desde ahora, resolver en definitiva este asunto. ¡Que quede claro, el petróleo ya tiene dueño, es de todos los mexicanos!”
Celebró que las mujeres “estén preparadas para la acción”. En respuesta, las coordinadoras de las brigadas se declararon listas para bloquear las cámaras del Congreso, la toma de carreteras y bloqueos en los aeropuertos, y a “impedir por todos los medios posibles la privatización de nuestro petróleo”, como resaltó Marta Pérez, secretaria del “gobierno legítimo” para un estado de bienestar.
Ahí, además, Laura Itzel Castillo, quien encabeza el área de vivienda, sostuvo que a los panistas que critican la participación de mujeres en la defensa del petróleo se les olvida el papel femenino en movimientos de resistencia, “cuando aún eran oposición y no habían perdido la vergüenza ni la honra”.
Mujeres panistas, recordó, tuvieron una destacada participación en la insurgencia cívica potosina de 1991, liderada por Salvador Nava Martínez, junto a las perredistas y ciudadanas sin partido que cercaron el palacio de gobierno, lo cual impidió, dijo, la entrada “del espurio Fausto Zapata Loredo, y resistieron hasta que cayó”.
sábado, abril 05, 2008
viernes, abril 04, 2008
EL NUEVO ROSTRO DE LA MODERNIDAD, O MEJOR DICHO, AY NANITA!!!!!!!
Petróleo. "El coyotaje "
Luis Javier Garrido
El coyotaje
La incapacidad del régimen panista espurio para cumplirle a Washington su promesa de entregarle Pemex a las multinacionales está llevando a sus principales responsables a la comisión de gravísimos actos delictivos.
1. El fracaso del gobierno de facto de Felipe Calderón en su pretensión de convencer a los mexicanos sobre la necesidad de privatizar la industria petrolera lo está llevando a acciones que evidencian su desesperación, y la última de ellas está siendo la de buscar apoyos en el extranjero pretendiendo, mediante una campaña internacional, doblegar desde el exterior la creciente oposición existente en México al proyecto de entregar la riqueza petrolera del país a las grandes trasnacionales petroleras.
2. El planteamiento del gobierno calderonista, enunciado en un reportaje publicado en el diario El País el miércoles 2, es muy claro, pues señala que las reservas petroleras de México se agotan y que el supuesto “sombrío” futuro energético de la nación “acarrearía consecuencias tremendas para el mundo y, en particular, para Estados Unidos, uno de los grandes consumidores de petróleo mexicano”, si no se actúa. Las reservas, sin embargo, se argumenta, existen en enormes yacimientos “a grandes profundidades de hasta 3 mil metros en aguas del Golfo de México”, que se describen como reales, pero para explotarlas, se advierte, se requiere de la tecnología de punta de la que Pemex carece y que poseen las grandes multinacionales: Exxon Mobil, BP, Shell o, desde luego, Repsol-YPF, la que no podía faltar: la empresa de la cual Calderón y Mouriño se han vuelto gestores o coyotes, como se les llama en México.
3. La sucesión de mentiras hilvanadas por la propaganda calderoniana lleva, como es evidente, a otra falacia. Las reservas petroleras, se dice, se agotan, no hay otras que las de las aguas profundas, la disminución de la producción de México sería catastrófica para el mundo y para la seguridad de Estados Unidos, y por lo tanto el culpable de todo es no sólo Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, sino el propio pueblo de México, empecinado en defender sus recursos estratégicos.
4. Esta argumentación falaz es la misma que subyace tanto en las 128 cuartillas del llamado Diagnóstico. Situación de Pemex, que envió el gobierno espurio a los legisladores y que fue hecho pedazos por éstos, como en el pobre discurso entreguista del propio Felipe Calderón, pronunciado ayer jueves 3 en Cancún ante los ministros de Energía de África y América Latina, y donde apareció no como el jefe del Estado mexicano, aunque sea de facto, sino como un gestor o coyote de intereses trasnacionales.
5. Un titular del Poder Ejecutivo tiene por obligación principal y prioritaria velar tanto por los derechos fundamentales de los habitantes del territorio nacional como por la integridad y soberanía de la nación, y Felipe Calderón, por corrupción e indolencia, ha incumplido esta doble responsabilidad violando de manera flagrante la Constitución Mexicana.
6. El coyotaje es una actividad delictiva, tipificada por la legislación penal, entre otros, a través del delito de tráfico de influencias, y Mouriño y Calderón es claro que están incurriendo en actos de coyotería. La entrega a corporaciones multinacionales de recursos estratégicos que por mandato constitucional son patrimonio de la nación configura, sin embargo, un acto criminal de otra dimensión: el delito de traición a la patria, el más grave que puede cometer un gobernante, sea o no de facto. Y la consecuencia de este desprecio de Calderón y sus amigos al marco legal de la República es muy clara: incurre en el supuesto señalado en el párrafo segundo del artículo 108 constitucional, que señala que durante su encargo el Ejecutivo “podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común”, los delitos que presunta y evidentemente está cometiendo Calderón junto con varios de sus colaboradores.
7. El llamado Diagnóstico. Situación de Pemex no es diagnóstico ni trata sobre el Pemex real, la empresa que han buscado destruir los tecnócratas priístas y panistas para justificar la privatización. No habla para nada de la mala administración ni de la corrupción y el saqueo que han cometido los últimos gobiernos, incluyendo los de Vicente Fox y Calderón, y no hace más que presentar esa visión catastrofista que justifica su proyecto; de ahí que fueran vapuleados durante su comparecencia el día 2 el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles hijo, y la secretaria de Energía, Georgina Kessel, tratados como ineptos.
8. El repudio nacional a su intención de entregar el petróleo de México al capital extranjero, dando una gigantesca marcha atrás al reloj de la historia, Calderón busca eludirlo en esa perspectiva: a) tratando de que sean el PAN o acaso el PRI los que presenten la iniciativa de cambios legales, o b) esforzándose en presentar con lenguaje rebuscado una privatización disfrazada, y así es como han encontrado los tecnócratas panistas una idea que les parece brillante: presentar el proyecto privatizador como “la autonomía de Pemex”
9. Esa “autonomía” de la paraestatal no es para el gobierno ilegítimo sino un eufemismo más que les permitiría en su confusa concepción jurídica blindar a Pemex, supuestamente para evitar toda injerencia en la empresa tanto del Ejecutivo como del Legislativo, quedando ésta en manos de una oligarquía de tecnócratas neoliberales vinculados a las grandes petroleras extranjeras, que serían designados por largos periodos, y que tendrían la facultad de concertar políticas contrarias a la Constitución mexicana: la privatización, en suma.
10. El pueblo mexicano desde ahora lo está entendiendo todo y por ello el nerviosismo de quienes siendo los beneficiarios del proyecto privatizador no atinan cómo hacerle.
miércoles, abril 02, 2008
"Petróleo, página infeliz de nuestra historia"
Alejandro Nadal
Petróleo, página infeliz de nuestra historia
La secretaria de Energía, Georgina Kessel, y el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, ofrecieron un triste espectáculo el domingo pasado. Dieron a conocer el Diagnóstico: la situación de Petróleos Mexicanos, un documento mendaz que es deshonra para sus autores.
El diagnóstico es doloso. En síntesis, estos son sus componentes centrales: a) el problema de Pemex es que los campos más importantes ya entraron en declinación y se presentará un déficit de hidrocarburos; b) es necesario compensar la declinación de esos yacimientos desarrollando los recursos potenciales en el Golfo de México; c) esos recursos están en aguas ultra profundas; d) la tecnología para explorar y desarrollar esos campos no es dominada por Pemex. En consecuencia, se necesita dar flexibilidad a la paraestatal para tener acceso a la tecnología que permita enfrentar estos retos.
Es esencial no caer en la lógica de este documento. La crítica equivocada del diagnóstico es funcional para los fines del gobierno, empeñado en la privatización de Petróleos Mexicanos. Por eso, lo primero es dejar claro que el saqueo de los hidrocarburos no es algo que comenzaría con la privatización, sino que ya tiene 25 años ocurriendo. Aun sin cambios en el régimen de Pemex, el despojo va a continuar.
Para demostrar esto, algunos datos. Si sumamos el total de la producción de crudo de México, desde 1900 hasta 2007, resulta que más de 50 por ciento de la producción acumulada se concentra en el periodo 1991-2007.
Entre otras linduras, ese lapso incluye el Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN), la crisis de 95, la factura petrolera y el rescate de los Tesobonos, Zedillo y el Fobaproa. El periodo culmina con Fox, bufón de la llamada transición democrática, en cuyo sexenio Petróleos Mexicanos acusó pérdidas acumuladas por 207 mil millones de pesos.
Es decir, en los últimos 17 años se concentra la mayor parte de la extracción del “tesoro” de los mexicanos y los recursos provenientes de ese latrocinio se utilizaron para empujar un proyecto de país dominado por la desigualdad, la discriminación y la opresión.
Entre 1990-2007 los recursos petroleros del gobierno federal ascendieron a 451 mil millones de dólares. En ese lapso, el pago de intereses asociados a la deuda interna y externa del sector público ascendió a unos 300 mil millones de dólares. O sea, aproximadamente 70 por ciento de los ingresos petroleros fue destinado al pago de intereses de la deuda del sector público. Los ingresos petroleros muy poco sirvieron para cubrir las verdaderas necesidades de la población. Por eso entre 1990-2007 el gasto social en términos reales permaneció estancado o con crecimientos muy modestos que no cubren las graves carencias en materia de salud, educación, vivienda, transporte, medio ambiente y desarrollo regional. Por cierto, en esos años el gasto en investigación científica se mantuvo duramente castigado.
El problema de Petróleos Mexicanos no es que se agotan las reservas y sólo nos queda un tesoro oculto para cuya explotación es necesario otorgar más margen de maniobra a la paraestatal. La tragedia de Pemex está en haberlo subordinado a un modelo económico perverso que busca, desde sus raíces, rendir tributo al sector financiero. Por eso tuvo pérdidas crónicas, por eso no pudo desarrollar tecnología, por eso está en peligro. Por cierto, la descripción de la Secretaría de Energía sobre Petrobras es falsa. No es el único ejemplo: el Diagnóstico presentado por Kessel y Reyes Heroles contiene más omisiones y mentiras con el único afán de engañar y promover el despojo final de los hidrocarburos.
Los recursos petroleros de México pudieron abrir un capítulo luminoso de la historia. Todavía son un recurso importante y con una estrategia bien diseñada servirían para el desarrollo en beneficio de la población. Pero hoy que está de moda hablar de Petrobras, la rapiña y la traición hacen recordar Vai Passar, la samba histórica de Chico Buarque: Página infeliz de nuestra historia. La Patria estaba dormida, siempre tan distraída, sin percibir que la saqueaban en tenebrosas transacciones.
Petróleo. Lucha contra el entreguismo derechista.
La Jornada
Luis Linares Zapata
La nueva batalla por Pemex
Los escarceos anteriores a la batalla por Pemex y la soberanía energética han terminado. Enfrente se observa ahora un territorio inhóspito, lleno de trampas y contendientes belicosos que están dispuestos a entrar al debate directo de las visiones, los programas precisos y los conceptos rectores del sector energético. Aspectos indispensables para, después, manejar tiempos, los modos y la agenda de temas que seguirán en la disputa. En paralelo se lleva a cabo la profundización organizativa para conducir, con éxito, la refriega cuerpo a cuerpo que exigirá la movilización social, palanca de apoyo clave de la oposición.
Calderón, el presidente del oficialismo, ha declarado una retirada táctica de la disputa. Permanecerá, por ahora al menos, en la retaguardia de los discursos de ocasión, las giras protegidas por férreos dispositivos de seguridad y las inauguraciones a modo. Ha decidido lanzar por delante a sus subordinados partidistas, un conjunto de amedrentados panistas que carecen de los arrestos personales y los indispensables instrumentos requeridos para el combate avizorado. No presentará Calderón, al menos por el momento, la iniciativa abarcadora que tanto prometió y a la que, en un principio, pareció atar su gobierno. El sueño de cambiar el texto constitucional que acarició, la adecuación de leyes secundarias para permitir la injerencia del capital privado a las paraestatales de la energía y las modificaciones operativas de las mismas, fue abandonado lirón por lirón. Sólo le queda el subterfugio de la soterrada autonomía de gestión (AG) para Pemex, misma que sería calcada para la CFE.
El alegado 35 por ciento del voto triunfador no le prestó, ni de cerca, el sustento efectivo a la hora de las aventuras de gran calado, sobre todo aquellas en las que el diseño unilateral era evidente ante la atónita vista de los ciudadanos. Simplemente la administración calderonista no tiene la fuerza para dar la pelea de cara a los ciudadanos. Ni aun con el homogéneo auxilio de los medios de comunicación a su entero servicio. Llegó a Los Pinos baldado en su legitimidad y sus pretensiones transformadoras no se empatan con lo que señalan la historia y el espíritu nacionales. La alianza con el priísmo tardío apenas le da para cambios menores, cosméticos o en aquellos renglones donde su fofa enjundia se cruza con los intereses particulares de los grupos de presión. Ahí donde se hacen tan presentes como ominosas e impresentables las ambiciones personales, de grupo o de la cofradía de sus socios. La valentía que alardeaba para enfrentar los riesgos inherentes a tan osada intentona de reforma estructural sucumbió ante el desgaste que su imagen ha sufrido a últimas fechas por sus desmedidas pretensiones de alterar el espíritu constitucional (artículo 27), tan arraigado en el trasfondo de los mexicanos.
Pero a Calderón, los poderosos de dentro y fuera que lo sostienen, y esos que esperan meter la mano, el codo y, a veces, hasta la ancha cadera revestida con bolsas sin fondo, agrandadas por los privilegios, les queda una ruta para rescatar algo del naufragio: la cacareada AG. Toda una puerta de escape, entrevista para contrarrestar el fracaso de las alianzas estratégicas, las concesiones arbitrarias, los contratos múltiples o de riesgo disfrazado, la salida a bolsa para captar inversiones o la capitalización de los voluminosos pasivos (Pidiregas y otros) con que se lastró a las paraestatales en cuestión. Es por medio de la AG por donde pueden colar sus planes de entrega y apañe de riquezas disponibles, tal y como se hizo en los casos de Venezuela y Brasil (PDVSA y Petrobras).
Otorgar, mediante un cambio a modo en el marco regulatorio actual de Pemex, el margen de maniobra requerido para adoptar todas las decisiones operativas que se vayan imponiendo en cada caso particular es el sustituto a los cambios constitucionales extraviados. Un terreno coincidente con el priísmo de elite, que está por demás preparado para entrar al quite de la ineficacia panista. Una estratagema funcional que parece adecuada para la modernización, y hasta apreciada por muchos que, de otras maneras, se opondrían con tesón a dichos cambios. La AG posibilitaría el contratismo acelerado y redituable. Por eso proponen el cambio al marco regulatorio de las leyes y normas que rigen el otorgamiento de contratos para obras y servicios o la integración de los órganos de gobierno de la empresa. Por eso quieren retocar el consejo de administración, máximo instrumento decisorio. El objetivo es situar ahí a los personajes adecuados, ya sea por su proclividad ideológica o, más todavía, por su docilidad para recibir instrucciones y facilitar negocios.
Fue mediante la AG que PDVSA se independizó hasta llegar a erigirse como un Estado dentro del débil Estado nacional venezolano previo. Fueron sus administradores los que, contrariando la misma Constitución, regalaron a las empresas trasnacionales parte sustantiva del enorme tesoro de esa nación (Orinoco). Fueron también los independientes directivos de Petrobras los que concibieron la salida a bolsa y otros medios que privatizaron 60 por ciento del valor de aquella empresita de antaño. Empresa capitalizada por socios visionarios que, hoy en día, gozan de reservas que alcanzan, a valor actual, 4 o 5 billones de dólares. Una onerosa estrategia, similar en ambas naciones, que impide a sus respectivos pueblos el pleno aprovechamiento de la renta petrolera, y para que los solícitos inversionistas (aliados) de dentro y fuera de esos países hermanos se hinchen de billetes.
Esa, la AG envisionada para Pemex, es una ruta alterna para colocar dentro del cuarto de las decisiones cupulares y maniobreramente soberanas a la tecnocracia priísta de otros tiempos, aquellos que saben hacer el trabajo requerido, colonizados por el neoliberalismo entreguista y corrupto, personajes que de inmediato llegarían a esas cúspides impulsados por sus patronos y guías políticos.
El paso subsiguiente se otea con claridad meridiana: un contratismo rampante. Una feroz entrega de la operación a los traficantes de influencias privados. Un contratismo totalizador, libre de ataduras, protegido contra la vigilancia y reacio al rendimiento de cuentas, que asegure los negocios de los poderosos. La elevación de la plataforma de exportaciones seguiría imperando como exigencia de clientes voraces de crudos disponibles, baratos y seguros. Una estratagema, la AG, que terminaría, de aprobarse sin el cuidado suficiente de la oposición, por acrecentar la dependencia tecnológica que se padece y el rompimiento definitivo de la integración industrial del sector. Es por eso que el debate, además de reincidir, una y mil veces, en el espíritu constitucional y el contexto político, no puede soslayar el sensible tema de la AG, terreno donde se dará el combate final.
Los escarceos anteriores a la batalla por Pemex y la soberanía energética han terminado. Enfrente se observa ahora un territorio inhóspito, lleno de trampas y contendientes belicosos que están dispuestos a entrar al debate directo de las visiones, los programas precisos y los conceptos rectores del sector energético. Aspectos indispensables para, después, manejar tiempos, los modos y la agenda de temas que seguirán en la disputa. En paralelo se lleva a cabo la profundización organizativa para conducir, con éxito, la refriega cuerpo a cuerpo que exigirá la movilización social, palanca de apoyo clave de la oposición.
Calderón, el presidente del oficialismo, ha declarado una retirada táctica de la disputa. Permanecerá, por ahora al menos, en la retaguardia de los discursos de ocasión, las giras protegidas por férreos dispositivos de seguridad y las inauguraciones a modo. Ha decidido lanzar por delante a sus subordinados partidistas, un conjunto de amedrentados panistas que carecen de los arrestos personales y los indispensables instrumentos requeridos para el combate avizorado. No presentará Calderón, al menos por el momento, la iniciativa abarcadora que tanto prometió y a la que, en un principio, pareció atar su gobierno. El sueño de cambiar el texto constitucional que acarició, la adecuación de leyes secundarias para permitir la injerencia del capital privado a las paraestatales de la energía y las modificaciones operativas de las mismas, fue abandonado lirón por lirón. Sólo le queda el subterfugio de la soterrada autonomía de gestión (AG) para Pemex, misma que sería calcada para la CFE.
El alegado 35 por ciento del voto triunfador no le prestó, ni de cerca, el sustento efectivo a la hora de las aventuras de gran calado, sobre todo aquellas en las que el diseño unilateral era evidente ante la atónita vista de los ciudadanos. Simplemente la administración calderonista no tiene la fuerza para dar la pelea de cara a los ciudadanos. Ni aun con el homogéneo auxilio de los medios de comunicación a su entero servicio. Llegó a Los Pinos baldado en su legitimidad y sus pretensiones transformadoras no se empatan con lo que señalan la historia y el espíritu nacionales. La alianza con el priísmo tardío apenas le da para cambios menores, cosméticos o en aquellos renglones donde su fofa enjundia se cruza con los intereses particulares de los grupos de presión. Ahí donde se hacen tan presentes como ominosas e impresentables las ambiciones personales, de grupo o de la cofradía de sus socios. La valentía que alardeaba para enfrentar los riesgos inherentes a tan osada intentona de reforma estructural sucumbió ante el desgaste que su imagen ha sufrido a últimas fechas por sus desmedidas pretensiones de alterar el espíritu constitucional (artículo 27), tan arraigado en el trasfondo de los mexicanos.
Pero a Calderón, los poderosos de dentro y fuera que lo sostienen, y esos que esperan meter la mano, el codo y, a veces, hasta la ancha cadera revestida con bolsas sin fondo, agrandadas por los privilegios, les queda una ruta para rescatar algo del naufragio: la cacareada AG. Toda una puerta de escape, entrevista para contrarrestar el fracaso de las alianzas estratégicas, las concesiones arbitrarias, los contratos múltiples o de riesgo disfrazado, la salida a bolsa para captar inversiones o la capitalización de los voluminosos pasivos (Pidiregas y otros) con que se lastró a las paraestatales en cuestión. Es por medio de la AG por donde pueden colar sus planes de entrega y apañe de riquezas disponibles, tal y como se hizo en los casos de Venezuela y Brasil (PDVSA y Petrobras).
Otorgar, mediante un cambio a modo en el marco regulatorio actual de Pemex, el margen de maniobra requerido para adoptar todas las decisiones operativas que se vayan imponiendo en cada caso particular es el sustituto a los cambios constitucionales extraviados. Un terreno coincidente con el priísmo de elite, que está por demás preparado para entrar al quite de la ineficacia panista. Una estratagema funcional que parece adecuada para la modernización, y hasta apreciada por muchos que, de otras maneras, se opondrían con tesón a dichos cambios. La AG posibilitaría el contratismo acelerado y redituable. Por eso proponen el cambio al marco regulatorio de las leyes y normas que rigen el otorgamiento de contratos para obras y servicios o la integración de los órganos de gobierno de la empresa. Por eso quieren retocar el consejo de administración, máximo instrumento decisorio. El objetivo es situar ahí a los personajes adecuados, ya sea por su proclividad ideológica o, más todavía, por su docilidad para recibir instrucciones y facilitar negocios.
Fue mediante la AG que PDVSA se independizó hasta llegar a erigirse como un Estado dentro del débil Estado nacional venezolano previo. Fueron sus administradores los que, contrariando la misma Constitución, regalaron a las empresas trasnacionales parte sustantiva del enorme tesoro de esa nación (Orinoco). Fueron también los independientes directivos de Petrobras los que concibieron la salida a bolsa y otros medios que privatizaron 60 por ciento del valor de aquella empresita de antaño. Empresa capitalizada por socios visionarios que, hoy en día, gozan de reservas que alcanzan, a valor actual, 4 o 5 billones de dólares. Una onerosa estrategia, similar en ambas naciones, que impide a sus respectivos pueblos el pleno aprovechamiento de la renta petrolera, y para que los solícitos inversionistas (aliados) de dentro y fuera de esos países hermanos se hinchen de billetes.
Esa, la AG envisionada para Pemex, es una ruta alterna para colocar dentro del cuarto de las decisiones cupulares y maniobreramente soberanas a la tecnocracia priísta de otros tiempos, aquellos que saben hacer el trabajo requerido, colonizados por el neoliberalismo entreguista y corrupto, personajes que de inmediato llegarían a esas cúspides impulsados por sus patronos y guías políticos.
El paso subsiguiente se otea con claridad meridiana: un contratismo rampante. Una feroz entrega de la operación a los traficantes de influencias privados. Un contratismo totalizador, libre de ataduras, protegido contra la vigilancia y reacio al rendimiento de cuentas, que asegure los negocios de los poderosos. La elevación de la plataforma de exportaciones seguiría imperando como exigencia de clientes voraces de crudos disponibles, baratos y seguros. Una estratagema, la AG, que terminaría, de aprobarse sin el cuidado suficiente de la oposición, por acrecentar la dependencia tecnológica que se padece y el rompimiento definitivo de la integración industrial del sector. Es por eso que el debate, además de reincidir, una y mil veces, en el espíritu constitucional y el contexto político, no puede soslayar el sensible tema de la AG, terreno donde se dará el combate final.