viernes, diciembre 16, 2011

México . Sus enemigos históricos.

La Jornada
16-x11-2011

Traición al Estado laico
Gabriela Rodríguez




Policías que matan estudiantes, más muertos y más violencia cada día, y cada vez más urgente la necesidad de lograr un cambio verdadero. Enfrentamos una guerra material y cultural, el peor momento del país que me ha tocado vivir.

Pero a los legisladores del PAN y del PRI lo único que les preocupa es la campaña electoral, y como al votar juntos suman las tres cuartas partes que exige toda reforma constitucional, esta semana quisieron ganarse al episcopado mexicano al cambiar el artículo 24 de la Constitución; pero el intento les falló, y ante las irregularidades del proceso ayer las y los legisladores de la izquierda tuvieron que tomar la tribuna. Esperamos que no vuelvan a presentar una reforma que atenta contra el Estado laico.

La reforma pretendida no es menor. Querían cambiar el concepto anterior de libertad de creencia por el de libertad de conciencia y religión, además de derogar el párrafo que sujeta la realización de los actos de culto público en los templos, lo cual tiene un gran riesgo: abre la puerta para difundir ideas religiosas en los espacios públicos, en las calles, en los medios, y –en la concepción del episcopado– la libertad de religión podría incluir a las escuelas públicas.

Increíble pero cierto, lo que los jerarcas eclesiales perdieron frente a Benito Juárez en 1857, frente al Constituyente de 1917 y en la Guerra Cristera, quieren recuperarlo en pleno siglo XXI. La gravedad de la reforma pretendida es el riesgo de quitar al Estado la hegemonía de la educación y echar atrás un proceso que permitió que las prácticas religiosas se circunscribieran a la vida privada, que los mexicanos fuésemos formados con base en los valores democráticos y constitucionales, en los conocimientos científicos y en las humanidades, una reglamentación que durante 150 años nos permitió modernizarnos y secularizarnos, ejercer los derechos humanos y ser libres.

Se trata de una iniciativa innecesaria y discriminatoria porque ya esta contemplada la libertad de creencias y de culto en la Constitución, pero ahora querían otorgar grandes privilegios a la jerarquía católica sin brindar ningún beneficio al resto. Se vulneraría la democracia porque discrimina a muchos católicos que no comulgan con las ideas de los obispos, a las minorías religiosas y a quienes no profesamos ninguna religión.

Las principales víctimas de la desregulación de las ideas religiosas serían las familias pobres: las niñas, los niños, los jóvenes, las mujeres y las minorías sexuales, las familias de hogares marginales, rurales e indígenas, así como quienes tienen menor capital cultural y cuentan con menos libros e información en casa. Porque la difusión del catolicismo en los espacios públicos no sólo promueve el amor al prójimo, sino que puede deformar el derecho a la información y atentar contra los derechos sexuales y reproductivos: cuando desprecia el erotismo y distorsiona el vínculo del amor y la sexualidad, cuando devalúa las capacidades de niñas, niños y adolescentes al negarles el derecho a la información y dejarlos más vulnerables al abuso sexual y la pederastia, cuando discrimina a solteros y solteras con vida sexual activa y a las minorías sexuales, al promover la virtud de la castidad y de la virginidad, al condenar los pecados de la masturbación, la fornicación, la pornografía, la prostitución y los actos homosexuales; y limita el acceso a la salud reproductiva y a la maternidad voluntaria, al proscribir el condón, los métodos anticonceptivos y la interrupción legal del embarazo.

Esta semana PRI y PAN perdieron una batalla contra el Estado laico pero ganaron otra: no lograron cambiar el artículo 24 para que los ministros religiosos llamaran a votar por sus siglas, pero triunfaron al traer al Papa y así poder manipular a las masas en plena campaña electoral.

Las elites políticas deberían tomar en cuenta la opinión de las nuevas generaciones, quienes actualmente representan la mayoría de los votantes. De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Juventud 2010, 60.9 están en desacuerdo en que la Iglesia participe activamente en la política, 49.4 por ciento considera que la Iglesia no tiene una respuesta adecuada para los problemas sociales concretos del país, 66.2 por ciento de los jóvenes y 54.20 de ellas utilizaron un anticonceptivo en su primera relación sexual, y en cuanto a sus creencias 83 por ciento son católicos, 7.8 son cristianos, y actualmente 7.9 no tienen ninguna religión, lo cual aumentó 4.9 puntos porcentuales en cinco años.

La historia nos enseña que brindar mayor libertad de acción a las elites religiosas no garantiza una convivencia pacífica ni armoniosa sino todo lo contrario. Para evitar enrarecer más el ambiente electoral o calentar los ánimos en un caldo de cultivo tan violento como el que prevalece en nuestro territorio, habría que fortalecer la laicidad del Estado, denunciar lo peligroso de vulnerarla y además solicitar al Vaticano que posponga la visita del Papa para 2013. Aunque parece que la violencia no es un asunto que les quite el sueño ni a los candidatos ni a los legisladores de la derecha.

grodriguez@afluntes.org @Gabrielarodr108

miércoles, noviembre 16, 2011

Sociedad Mexicana. Ruta 2012 "Ganar el poder".

La Jornada

Entorno derechista
Luis Linares Zapata



La derecha mexicana ha tenido suficiente tiempo para enredar sus tentáculos en todas las instituciones de la República. Cobijada en el modelo económico neoliberal, se encaramó sobre todo el ámbito productivo y social. Ha gozado de cuantos privilegios ha requerido para formar el denso entramado que hoy asfixia al país. Bien puede decirse que, bajo su égida, no hay institución que sea ajena a sus designios. Los últimos 30 años de gobiernos afines le han sido suficientes para enraizarse hasta en parte sustantiva de la cultura nacional. Hoy domina por completo a los tres Poderes de la Unión. Todas las gubernaturas, con excepción del Distrito Federal, son cotos distinguidos de su pastoreo. Los tres partidos mayores y la pedacería restante también han caído bajo su tutela, con pequeñas excepciones a esta regla. Las fuerzas armadas, al menos sus cuerpos de mando, le son afines. Las iglesias, en especial la católica, le responden hasta con gratitud ante cada solicitud de apoyo y benevolencia.

Mostrar sorpresa, desilusión o alarma por la conducta institucional pervertida en sus fines y propósitos equivale a desviar la mirada con precaria inocencia. La misma Suprema Corte de Justicia (SCJN) rara vez hace coincidir sus dictámenes de arbitro supremo con las expectativas populares. Es cotidiana su incidencia en responder tanto a los intereses del poder como con sus posturas ideológicas y menos, mucho menos, con la ciudadanía que busca justicia y orientación. El accionar del Banco de México es un agente señero de la derecha más acuartelada. Por eso cuidan con esmero el déficit público y todo lo demás queda subordinado a él. Cómo se podría explicar el consciente deterioro de Pemex si no es para trasladar el negocio petrolero a las trasnacionales, socios mayores de la plutocracia local. La reciente votación, en congresos estatales y la SCJN, sobre el momento de la concepción como determinante de la persona concuerda, a pie juntillas, con las posturas de una Iglesia anclada en el Medioevo. Cómo entender la pretensión de Televisa de promover un candidato desde hace seis años, imponerlo a los priístas, y aspirar a situarlo en la silla presidencial, sin que haya un solo reclamo del IFE o del TEPJF. Menos se entienden los privilegios fiscales para el capital y las empresas mayores que las llevan a no pagar impuestos.

La manera tan sui géneris en que se ha deformado el diseño de pesos, grupos y contrapesos ha terminado por desvirtuar la ansiada democracia. Esta aspiración, que lleva ya más de un siglo persiguiéndose con ahínco, hoy padece varios estigmas que la atan de manera férrea. El principal quizá sea el haber desviado la esencia de su propósito: servir al desarrollo y bienestar del ciudadano. En México no son los individuos los que deciden sus destinos. Tampoco los que gozan de lo que han creado. Un grupúsculo de plutócratas allá, bien arriba en las alturas, ha formado un cónclave oligárquico que succiona casi toda la riqueza y las oportunidades sin que haya el justo reparto ansiado. Este padecimiento, es cierto, no es privativo de los mexicanos. Casi todos los pueblos de la Tierra han levantado estructuras parecidas y aún peores. Pero ello no es consuelo y, menos aún, destino obligado su prolongación. Se pueden escoger rutas alternas, tal como en otros países están ensayando en pos de su liberación.

Encontrar los resquicios que permitan iniciar el desmantelamiento de tan feroz y bien arraigada estructura de sometimiento no es empresa simple, tampoco instantánea, menos fácil. Requiere, en primer término, del empuje decidido de buena parte del pueblo, la mayoritaria. Esa porción que ha hecho consciente tal necesidad. De ahí que su movilización sea inherente al proceso regenerador. Pero es indispensable que se actúe organizadamente, desde mero abajo. La fuerza transformadora no podrá devenir desde las cúspides; actuaría contra sus acariciados intereses. Introducir balances en pos de un reparto equitativo del poder, la riqueza y las oportunidades es el núcleo de atracción, el impulso indispensable para la reconstrucción. Las palancas para la acción son varias. Ganar el poder central de la República es el primer escalón, pero la tarea posterior es de largo aliento, penosa, plagada de peligros y retos por enfrentar con entereza y fidelidad a la causa. Conservar el espíritu constructivo y de servicio hacia los demás es el deber de aquellos sobre quienes recaiga la orientación y el liderazgo del movimiento.

Bajo el rigor de la derecha, en Iberoamérica, México ha quedado aislado de las corrientes que han comenzado la ruta emancipadora moderna. Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia están encontrando sus propios caminos y medios. Colombia, Centroamérica o Chile no pueden ser los aliados que alleguen alternativas y apoyos para canalizar las propias fuerzas, que son vastas. La subordinación de las élites políticas, económicas, religiosas, militares al norte exige, ya, un replanteamiento equitativo y que apunte al desarrollo mutuo. El próximo año presentará la ocasión que andan buscando las fuerzas progresistas para iniciar el recorrido. Lo consiguieron a medias en el pasado (1988 y 2006). Para esta ocasión tienen la madurez suficiente para visualizar, con claridad, los cómos y con qué ensayar el despegue.

Los tiempos son de reclamo, de cambios, aunque se pretenda la continuidad a toda costa. En Europa y Estados Unidos se ha desatado una efervescencia popular (los excluidos, los indignados, el 99%, se llaman a sí mismos) que está cuestionando las bases mismas del modelo capitalista, guiado por una rala élite financiera, autoritaria y sin límites en su codicia. Son impulsos populares similares a los que pululan por México desde hace ya varios años. Descontento que no ha salido en forma organizada y masiva, pero que, sin duda, se extiende por todos los confines del país.

lunes, octubre 31, 2011

México. "El ROBO NEOLIBERAL"

El robo neoliberal
Hermann Bellinghausen



No podemos confiar en ellos. Cuando los vemos, escuchamos, padecemos, necesariamente hay que recordar que nos engañan, y ellos no se engañan, saben perfectamente que lo que han hecho, hacen y pretenden seguir haciendo con el país desde 1982 no funciona. No en los términos de una nación soberana, justa y democrática. Supongamos sin conceder que en 1988 hicieron su fraude patriótico porque creían que su modelo económico neoliberal era buena medicina para México, e iniciaron un experimento piloto –ejemplar para América Latina– de integración al mercado global y las felicidades múltiples del libre comercio. En 2011 ellos, sus sucesores y sus socios beneficiados billonariamente nos siguen vendiendo la misma basura, insisten en las reformas estructurales aun con el país roto y la economía extraviada en el casino global donde no existe el futuro. Desempleo, desigualdad profunda, miseria de millones, descomposición social, agonía de la educación pública, desmantelamiento de la producción agrícola y la vida campesina, arrasamiento del suelo, el subsuelo, el agua y el aire: es lo que consiguieron.

En un amplio reportaje sobre la bancarrota de Gran Bretaña (Broken Britain, Harper’s, noviembre de 2011), el veterano corresponsal de Guardian y Observer, Ed Vulliamy, ofrece un retrato demoledor de lo que ha sucedido en Albión desde los tiempos de Margaret Thatcher, oficiante mayor del neoliberalismo brutal, su profeta en Europa y aliada de hierro del expansionismo estadunidense. En la misma cuna del capitalismo desató la privatización de la propiedad pública (ciudadana), derechos incluidos, y propició la venta al capital extranjero del carbón, los chocolates, las empacadoras de té, los equipos de futbol, las universidades, el gas, los trenes, los bancos (y los bancos de los parques), las carreteras, las calles, el agua, los calzones. Merced a su agresiva y abusiva política, sostenida por conservadores y laboristas por igual, las islas británicas enfrentan uno de los peores momentos en su historia moderna. Sus dueños hoy son tiburones alemanes, chinos, rusos, australianos, franceses, árabes. La nación no se pertenece y el desempleo, la deuda pública, la descomposición social, la rabia, la frustración, el alcoholismo masivo de la población, ya no se pueden ocultar con bodas reales y Olimpiadas que suceden en el mundo paralelo de la televisión y los espacios cerrados por las medidas de seguridad.

Vullaimy, por cierto, acaba de publicar el libro Améxica: la guerra en la frontera (Farrar, Strauss & Giroux, 2010), sobre los cárteles mexicanos. Sabe en qué espejos buscar.

Casi hay vergüenza en su recuento del Londres actual, antes y después de las revueltas callejeras (riots) de este año, síntoma de la desesperación juvenil, y subraya la manera cínica en que fueron descalificadas y aplastadas por el poder sin la menor consideración social. Londres es la ciudad con más cámaras de vigilancia pública en el planeta, y Gran Bretaña tiene instalado 20 por ciento de estos dispositivos en el mundo, en un clima de crecientes racismo, falta de libertad, autoritarismo policiaco, corrupción legalizada. No extraña que la historieta política V de Vendetta (y película de los hermanos Wachowsky, 2006), hoy tan popular e icónica, se desarrolle precisamente en un Londres bajo dictadura y mentira. El cuento no lo es tanto.

Con todas las diferencias y salvedades, resulta irresistible trasladar esa lectura a México, sobre todo a partir del TLC. Gobiernos y partidos distintos, da igual, han vendido hasta lo que creíamos invendible. Hoy ven al país reventado y aun así insisten hasta ensordecernos con la venta de Pemex. En matar ya de una vez la economía soberana que queda, mientras los ex gobernantes se acomodan estratégicamente en los altos salarios de las empresas que ellos beneficiaron con largueza cómplice para entregarlas al saqueo y la depredación del país. Exactamente lo mismo ha ocurrido en Gran Bretaña de los 80 a la fecha.

El actual presidente, sin duda el peor que hemos tenido, ya de plano necesitó poner al país en guerra para apuntalar su proyecto neoliberal, radical en tanto bien comprometido con el gran capital, y que casi se les escapa de las manos, o eso creyeron, en 2006. Estamos a merced del control por la fuerza. Aquí también hay circo a montones, bodas, juegos internacionales, reality shows, periodismo inmoral de chismografía y espionaje. Tenemos nuestros Rupert Murdoch.

Las columnas económicas de La Jornada (México S. A., Dinero, Economía Moral) lo documentan con tenacidad y claridad dolorosa y cotidiana: nos siguen saqueando, se ríen de nosotros, no paran de mentir. Tenemos el mayor desempleo del mundo (sin contar el éxodo laboral fuera del país, un ejército de desempleados netos). Suman millones gracia al presidente del empleo (¿o se refería al de la fuerza?) Entre peor la gente y la tierra, más ganan ellos. Todos somos esclavos de Wall Street.

martes, octubre 04, 2011

La Derecha Mexicana. Ignorancia y Perversión

La Jornada



Tiempo de tinieblas y de canallas
José Blanco


Hace tiempo, el doctor Julio Muñoz Rubio, que se ha desempeñado en el área de la biología evolutiva, intentó aportar limpieza y precisión en el debate sobre el aborto, alarmado por las barbaridades que deponía a ríos la derecha dogmática sobre el tema. Voy a traer a este espacio sus razones, no para convencer a la mentalidad inquisitorial medieval de Calderón, el PAN, el Papa, la Iglesia y toda su clerigalla, más sus cuatro ministros de la SCJN, que creen que la humanidad debe regirse por el dogmatismo de la religión católica por toda la eternidad; sólo se trata de que acepten que hay muchos millones de mexicanos que tenemos derecho a adherirnos al conocimiento y que en un Estado laico democrático debemos tener cabida, como la tienen los dogmáticos, y que no es posible que quienes usan sotana mental o de trapo, puedan convertir en ley sus sórdidas creencias.

Si una mujer menesterosa, de los muchos millones cuya vida ciertamente no es protegida en lo absoluto, se ve de pronto enfrentada al drama humano extremo de haber concebido sin proponérselo, y ahora tiene dentro de su ser unas células nuevas que un día serán un ser biológico, que será como su madre por necesidad un miserable como los muchos millones que genera el arreglo sociopolítico mexicano, debe tener el derecho de evitar que ese ser biológico se forme: es su cuerpo.

Las palabras del doctor Muñoz Rubio: Se admite desde hace casi dos siglos, cuando Theodor Schleiden y Mattias Schwann emitieron su teoría celular, que existe una unidad mínima de materia viva que puede existir de manera autónoma a las demás. Esta unidad es la célula. Todo ser vivo está compuesto de pequeñas unidades de vida llamadas células. Algunos seres vivos, llamados unicelulares, al mismo tiempo que son una célula, son un individuo biológico, pero solamente ellos.

En el caso del ser humano, “tanto espermatozoides como óvulos son células, unidades de vida al igual que las neuronas, los leucocitos, los hepatocitos o los odontoblastos. Cuando un espermatozoide fecunda a un óvulo, se forma una nueva célula, distinta a las dos que le dieron origen, pero sigue siendo una célula. La diferencia fundamental es que esa nueva célula contiene la información genética de los dos potenciales progenitores del individuo que está por producirse, pero que aún no lo es. El hecho de que esa célula-huevo sea el resultado de esa fecundación del gameto femenino por parte del masculino, no le confiere el estatus de individuo biológico, pues no puede sobrevivir de manera independiente a quienes sí [lo son]… Solamente los individuos biológicos pueden desarrollarse y sobrevivir de manera independiente… En el caso de los vertebrados superiores, grupo al cual pertenece el ser humano, ni embriones ni fetos pueden considerarse individuos biológicos, pues carecen del desarrollo que les permite alcanzar esa independencia en su existir, aunque estén compuestos de células y, por lo tanto, hay vida en ellos, pero no individuación. Por esa sencilla razón, la destrucción de una célula o un conjunto de células cualquiera del ser humano no puede ser considerada un homicidio”. De hecho, agrego, en el parto mismo mueren millares de células, que ciertamente no fueron asesinadas.

Esto es suficiente, para quienes queremos adherirnos al conocimiento científico, para entender que una célula o dos o tres, no pueden sujetos de derecho y se les atribuya la condición de ser biológico ¡nacido!, como concluyeron los cuatro genios de la SCJN.

Esos cuatro sujetos de sotana mental: Guillermo Ortiz Mayagotia, Sergio Aguirre Anguiano, Margarita Luna Ramos y Jorge Pardo Rebolledo, nadie lo olvide, se han podido arrogar el derecho de negarle los suyos a millones de mujeres mexicanas, desde la mentalidad más ignorante sobre la reproducción.

Calderón dijo, inmiscuyéndose en las que no son sus atribuciones, “que el gobierno federal sostiene que ‘México refrenda un compromiso con el derecho a la vida, como un bien jurídicamente tutelado por el derecho mexicano’”: ¡¿México?!, ¿Calderón es México? ¿Es México una sola oscura mentalidad medieval? ¿Es de creerse que el Ejecutivo de un país supuestamente laico haga publicar a través del subsecretario de Asuntos Jurídicos y ¡Derechos Humanos! de la Secretaría de Gobernación, Felipe Zamora, un desplegado en el que rechaza el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo?

Nadie ha hecho tanto por dividir a la sociedad mexicana en los últimos tiempos como el gobierno panista, el clero y la clerigalla y probablemente ese santo Papa que en su país de origen amplias masas exijan a gritos su defenestración.

Llueve a cántaros sobre mojado en este país, en mil desastrosos temas, y esos cuatro siniestros personajes del la SCJN y el Ejecutivo le agregan la bazofia de su moralina provinciana. En tanto, el gobierno se dedica a propiciar matanzas de mexicanos y entre mexicanos, seguramente también en defensa de la vida.

Ustedes, señores cuatro siniestros ministros, han creado la ficción jurídica de que las células son sujetos de derecho ¡como si se tratara de un nacido!

Nos gobierna la sandez.

lunes, octubre 03, 2011

Acapulco Guerrero. INGOBERNABILIDAD.

Lunes 3 de octubre de 2011


La Jornada.


Comerciantes y prestadores de servicios de playa Hermosa intentan organizarse contra obras

Avanza construcción de muelle privado en Acapulco Diamante

En 25 años se perdieron 20 accesos públicos a la costa, señala activista

Ecologista interpuso una denuncia en junio; no ha recibido respuesta

Según Semarnat, la empresa cumple requisitos

Acapulco, Gro., 2 de octubre. La construcción de un muelle privado en playa Hermosa, a un costado de playa Revolcadero, en la zona Diamante de Acapulco, avanza ante la débil oposición de organizaciones locales de comerciantes y ambientalistas. Al menos 20 pilotes ya fueron colocados en dos hileras que empiezan a la orilla del océano y se extienden, por ahora, hasta donde nacen las olas del mar abierto.

Un martinete clava en la arena los pilotes de concreto armado; el ruido sobresale entre el murmullo de olas y turistas.

Salvador Zacarías Flores, presidente de la Unión de Vendedores Ambulantes y Caballerangos El sol naciente de playa Hermosa, intenta unir a un grupo de 38 lugareños que rentan caballos, motocicletas y toldos para exigir a funcionarios y empresarios una explicación sobre el muelle, cuyas obras empezaron en junio y dará salida al mar al condominio de lujo Marena.

Puntualizó que el muelle a todos nos afecta. En 25 años se han cerrado unos 20 accesos a la playa por la edificación de condominios de lujo, la mayoría de los cuales, acusó, arrojan al mar aguas residuales sin tratar.

Recordó que autoridades estatales y federales los dejaron plantados el miércoles, mientras se han entrevistado con comerciantes que no tienen relación con esta zona.

Víctor Verdejo Ramírez, representante de la Mesa Guerrerense para el Cuidado, Protección e Investigación de la Tortuga Marina, que aglutina 19 campamentos tortugueros, interpuso una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) el 30 de junio y advirtió que la estructura afectará la llegada anual de 300 tortugas marinas de las especies golfina y laúd, que hacen entre 80 y 90 nidos por temporada.

El escrito refiere que la empresa Jar Estate Corp obtuvo la concesión DGZ-473/07 de la Dirección General de Zona Federal Marítimo-Terrestre y Ambientes Costeros de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la construcción de un embarque en la playa Revolcadero, consistente en un arranque de muelle en 52.97 metros cuadrados de playa marítima y cimentación con zapatas de concreto armado y pilotes.

Verdejo Ramírez manifestó que las autoridades federales ni siquiera han respondido su demanda, que incluye una petición a la Universidad Nacional Autónoma de México para realizar un estudio de impacto ambiental.

El vocero del Frente Opositor al Muelle de Icacos (FOMI), Marco Suástegui Muñoz, dijo estar extrañado del avance del muelle, pues ambientalistas y protectores de tortugas se oponían a la obra.

Resaltó que la estructura provocará daños al lecho marino y recordó que desde febrero de 2009 el FOMI lucha contra la privatización de playas, ante el intento de la empresa Jar State Corp de construir un muelle privado en playa Icacos.

La movilización de comerciantes evitó las obras, pero los activistas han recibido citatorios del Ministerio Público Federal.

El FOMI se mantiene firme contra la privatización de las playas. Es lamentable lo de Revolcadero; se contrapone con la esencia de nuestro movimiento, expresó Suástegui Muñoz, quien subrayó que las playas deben ser para beneficio de nativos y turistas.

Consideró que en ocasiones los movimientos de organizaciones no gubernamentales se disuelven por apatía, ignorancia o incluso por acuerdos económicos con los empresarios, pero lo que sucede en Revolcadero es un llamado de auxilio a organismos defensores del ambiente, pues el daño será irreversible.

El delegado de la Semarnat en Guerrero, Daniel Vega Villanueva, aseguró que los trabajos de Jar State en Revolcadero cumplen los requisitos de la dependencia (la manifestación de impacto ambiental y la concesión), lo cual permite a la empresa construir un muelle de 125 metros mar adentro por cuatro de ancho.

Sin precisar fechas, señaló que falta un estudio técnico-científico de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas para determinar si habrá daño ambiental, pues la concesión no representa un cheque en blanco a los desarrolladores. Aceptó que en playa Icacos el impacto social fue más duro, pero en Revolcadero, aseguró, ya hubo negociaciones entre empresarios y comerciantes.

En su sitio de Internet, Jar State informa que el muelle tendrá una longitud de aproximadamente 280 metros. Se espera que empiece a funcionar en mayo de 2012, y será para uso exclusivo de usuarios con membresía.

viernes, julio 01, 2011


viernes, mayo 06, 2011

El sendero de la derecha en México.

La Jornada

El frenesí
Luis Javier Garrido

La contrarreforma oficial en materia de seguridad nacional” de Felipe Calderón, tendiente a “legitimar” el establecimiento en México de un Estado policiaco-militar, no haría otra cosa que agudizar la escalada de la violencia y llevar a los mexicanos a una mayor inseguridad, pero no está descartada en definitiva, a pesar de los llamados a la cordura hechos al gobierno desde dentro y fuera del país, advirtiéndole que de aprobarse se hundiría a México en el más absoluto desprestigio, y sigue constituyendo una amenaza para todos los mexicanos.

1. El gobierno de facto calderonista, empeñado como se halla en este 2011 en mantener a un panista en la silla presidencial a fin de que prosiga el desmantelamiento de la nación y la entrega del control de las decisiones estratégicas del país a Washington, escucha menos que nunca a las voces del disenso y se halla inmerso en un monólogo que bien puede calificarse de fascistoide, en el que repite hasta la saciedad una misma cantaleta de barbaridades pretendiendo que está luchando contra el mal y señalando que las fuerzas armadas no retornarán a los cuarteles.

2. La marcha silenciosa por la paz convocada por el poeta Javier Sicilia, de Cuernavaca a la capital, tras la ejecución de su hijo Juan Francisco y otras personas el 28 de marzo (5 al 8 de mayo), lejos de ser escuchada ha suscitado por lo mismo la cólera oficial, en particular luego del fracaso de los operadores de Los Pinos para cooptar a los organizadores de este movimiento, que han rechazado someterse a la lógica de violencia del gobierno panista, y más aún al manifestar Javier Sicilia y sus compañeros su oposición al proyecto de “ley de seguridad”. Las demandas de la caminata-marcha de esclarecer el multihomicidio de Morelos y de poner fin a la militarización del país están siendo de tal manera respondidas por el gobierno panista de la manera más torpe: por una parte haciendo detenciones absurdas de presuntos culpables, que nadie les cree, y luego desarrollando un discurso de intolerancia, insistiendo en la sinrazón de la militarización.

3. El berrinche –y la cerrazón– de Calderón ante el movimiento que partió ayer de Cuernavaca se evidenció al lanzar un nuevo y patético mensaje televisado la noche del miércoles, en el que ya onubilado insistió presa de un frenesí de violencia en su rechazo a las demandas de la marcha, y luego al aprovechar ayer la ceremonia del 5 de mayo y acusar a Sicilia de pretender “dividir a los mexicanos”, como si no estuviera la gran mayoría unida en contra de sus políticas

4. Los móviles de los grupos minoritarios que respaldan la ley que busca militarizar México son facciosos, pero tienen un denominador común: avalan todos de manera irresponsable, consciente o inconscientemente, el creciente control de Washington sobre las instituciones mexicanas. Un sector de altos oficiales del Ejército exige la nueva ley pretendiendo que se hagan legales e impunes las acciones policiales que anticonstitucionalmente llevan a cabo, y al mismo tiempo exige un inadmisible papel de decisión en los asuntos de Estado, pero no parece preocuparles su subordinación al Pentágono. Los seudoempresarios o traficantes de influencias que se han apoderado de espacios privilegiados en el país creen que un Estado policiaco-militar abaratará el costo de la mano de obra, pero no se dan cuenta de que sus días estarán contados al tomar Washington el control de la situación.

5. El escollo principal para frenar la militarización del país y la puesta en vigor de algunos de los principios aberrantes de la ley lo constituyen por lo mismo los compromisos de los panistas en este sexenio, primero con Bush hijo y luego con Obama. Estados Unidos ha hecho el objetivo fundamental de sus políticas al sur de la frontera el de hacer de México un Estado policiaco-militar, ya que el incremento de la violencia y la intensificación de la guerra contra el narco “justificarían”, según ellos, su intervención militar abierta; de ahí que tienen a Calderón sometido en esa dirección, alentándolo a seguir destruyendo en desbocado frenesí las instituciones surgidas de la Revolución Mexicana.

6. La firma de Felipe Calderón el pasado 29 de abril de un “acuerdo” con los gobiernos ultraderechistas de Colombia, Chile y Perú para enfrentar a la iniciativa de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) –con la que los gobiernos más dignos del continente están buscando romper el dominio del capitalismo neoliberal– constituye una vergüenza para México, pero es una señal de la sumisión absoluta de Calderón a Washington y de su traición a las causas de Latinoamérica.

7. Washington definió desde los años 80 este proyecto de intervención creciente en México, pero no había sido hasta ahora, con el gobierno sumiso de Calderón, que le ha brindado con particular entreguismo todas las facilidades para ello, que se instauró de manera clara el proceso intervencionista en México, que urge detener.

8. Una legislación moderna en “seguridad nacional” –que no es la que quiere Calderón, empeñado en “colombianizar” a México– tiene que sustentarse en el respeto a una serie de principios constitucionales fundamentales que son hoy de observancia universal: a) el anteponer a cualquier política los derechos de los individuos conforme al artículo primero constitucional; b) el reconocer que estos derechos no puede suspenderlos más que el Congreso mediante una ley, como lo dispone el artículo 29; c) el reconocer que las fuerzas armadas (Ejército, Marina y Fuerza Aérea) no pueden en ningún caso, ni siquiera como excepción, ejercer funciones policiales o de Ministerio Público, tal y como lo establecen los artículos 21 y 129; d) el respetar el principio de que las fuerzas armadas y policiales mexicanas no pueden en ningún caso subordinarse a agencias extranjeras, como Calderón las ha obligado a hacerlo, ni mucho menos integrar misiones de intervención en otros países, ni siquiera de la ONU, que está hoy subordinada a Washington; y, desde luego, e) el reconocer que la investigación y persecución de los delitos debe correr a cargo de las policías judiciales o ministeriales, federal y locales, y con respeto irrestricto al sistema federal y a las autonomías municipales.
9. La seguridad nacional del país puede garantizarse con las instituciones actuales y el marco legal vigente. Por eso el reclamo que está uniendo a los mexicanos va dirigido a todos, pero sobre todo a quien ha generado y está alentando con sus políticas esa escalada de la violencia con fines sectarios y de grupo: el gobierno entreguista de Felipe Calderón, al que el pueblo no se cansará una y otra vez de decirle: “¡Ya basta!”

domingo, marzo 06, 2011

"Las pesadillas del PRD"

“Si hubiera verdadera democracia en el PRD, los Chuchos se quedarían con sólo las migajas del poder interno”">Foto José Carlo González

La Jornada
Arnaldo Córdova
Es difícil saber qué se proponía o qué buscaba Cuauhtémoc Cárdenas cuando se soltó la puntada de proponer que Andrés Manuel López Obrador se hiciera cargo” del PRD. Cada vez está más claro que no fue sino una ocurrencia muy tonta que ni siquiera se cuidó de las formas y acabó haciendo el ridículo. Él sabía, se supone, que los estatutos del PRD consagran la no relección para sus dirigentes, que López Obrador ya ha sido presidente del partido y que, en consecuencia, ya no puede volver a serlo.


Tal vez estaba proponiendo otra cosa que es muy difícil saber qué era. ¿Que se le entregara el partido, sin respetar normas internas, para que él hiciera lo que quisiera? Pues parece que semejante absurdo era lo que sugería.
Es imposible ponerse malpensante o maledicente con semejante torpeza. Algunos, como los Chuchos, salieron con la excusa de que era pura ironía. Si eso era, resultaba de pésima factura. ¿O era una trampa, desmañada e ingenua? Es difícil el solo pensarlo. El hombre, evidentemente, no estaba en sus cabales y no sabía lo que estaba diciendo. Proponer entregarle el PRD a López Obrador habría equivalido, como lo dice Chucho Ortega en latín (o lo que él cree que es latín), convertirlo en un Dictator perpetuus (en realidad, según la secuencia de la declinación, en nominativo sería Dictator perpetuum. Ortega debe haber oído la expresión de alguien que consultó Wikipedia).

Igual de tonta e irreflexiva fue antes la propuesta de Encinas al plantearle a Cárdenas que fuera el dirigente que el PRD necesita y, justo, por las mismas razones. Lo que tales propuestas revelan, en realidad, es que los Chuchos son un lastre muy pesado para el PRD, según la óptica de Cuauhtémoc y de todos los perredistas que no aceptan su liderazgo y, también, de todos los que se sienten avergonzados del miserable papel que están desempeñando. Han llevado el partido a verdaderos callejones sin salida y todos piensan en alternativas que no los incluyen a ellos. Si hubiera verdadera democracia en el PRD, los Chuchos se quedarían con sólo las migajas del poder interno.

Cárdenas nunca ha sido un hombre de partido, con verdadera militancia política. Él fue siempre un funcionario y un burócrata caudillista. Con muchas ideas, es verdad, pero sin el sentido que se requiere para entender la vida partidaria y, menos aún, conducirla con sabiduría. Lo que hoy es el PRD, lo he dicho siempre, es obra de Cuauhtémoc Cárdenas, del modo autoritario en que condujo siempre al partido y al juego que le dio a los grupúsculos, ávidos de poder, que le rodeaban. El grupo de Ortega fue uno de los consentidos de Cuauhtémoc e hizo su fortuna a su sombra. También fue el primero que se rebeló contra el Dictator. Luego seguirían todos los especímenes que tenían a un grupúsculo bajo su mando.

Nadie debería lamentarse de que Lazarito no quisiera “hacerse cargo” del PRD. El poder de los Cárdenas se reduce a Michoacán y hasta eso habría que verlo. O también a algunos seguidores sueltos hoy en día que ni siquiera son capaces de formar una corriente interna. No tienen ningún apoyo con el que pudieran sostener un liderazgo más o menos efectivo del PRD. Su época ya pasó y hasta en Michoacán se está viendo. Allí el partido es fuerte pero ya no tiene a nadie que proponer como candidato a gobernador de la entidad y es muy probable que el PRI vuelva al poder.

Los Chuchos, en tanto, siguen en su pertinaz labor de hacer del partido del sol azteca un estercolero inmundo con el que ya nadie quiere hacer tratos, excepto los que huelen igual y que son los gobernantes panistas. Su signo y también su maldición son las llamadas corrientes, que no son más que pequeñas mafias de poder que hacen y deshacen lo que les parece y que, con sus arreglos sucios y oscuros, sólo luchan por huesos y prebendas que les dan de comer y que, incluso, los han vuelto nuevos ricos. Y eso va para todas ellas, incluso las que militan contra los orteguistas. Veo con mucha simpatía que estén del lado de López Obrador, pero nunca dejarán de ser lo que son, grupúsculos de poder sectarios y cerrados.

Las primeras reseñas de las declaraciones de Cárdenas en la Feria del Libro coincidieron en señalar que él habría propuesto que López Obrador se abstuviera de ser candidato a las elecciones de 2012. Eso fue de verdad impactante porque encerraba una suciedad indecible. Afortunadamente, él mismo hizo la aclaración en El Correo Ilustrado de que eso no lo había dicho. Cuauhtémoc es un hombre justo. De eso no puede dudar nadie. Sólo me gustaría que meditara muy bien lo que dice antes de soltarlo al público.
El sempiterno trasfondo de la conflictiva situación que vive hoy el PRD, a nadie puede ocultársele, es el Edomex. Allí está el avispero y todo lo está causando. Los Chuchos y Camacho viven desesperados porque López Obrador le ha metido la vara en el mero centro y su política derechista de alianzas se va desprestigiando irremediablemente. Su proyectada “consulta” sobre la alianza con el PAN sólo podría triunfar si se hace en los marcos de la organización burocrática de Alternativa Democrática Nacional, del senador Bautista, pareja de Ortega; pero si se hace abierta como prometen, entonces se verá lo que de verdad vale la decisión popular. Los mexiquenses ya han escuchado las propuestas democráticas de López Obrador. Sólo basta que se les deje decidir.

Es de verdad sorprendente que todos los derechistas que inundan los medios de comunicación se pronuncien a coro a favor de las coaliciones. Son vencedoras, nos dicen, y ahí están los sobados triunfos de Oaxaca, Puebla, Sinaloa y, últimamente, Guerrero. Aparte el hecho de que en estas últimas el PAN no pintó para nada, nadie nos dice qué fue lo que ganaron los partidos coaligados, el PRD y el PAN. Lo he dicho varias veces, lanzar candidatos reciclados del PRI no es ninguna gracia. En materia de programas y de principios esas elecciones no le dieron nada al PRD. En el Edomex no se ve nada de eso. PAN y PRD irían juntos sólo para derrotar al PRI y, lo que es la bellota para el cochino, para acabar con el cacicazgo del llamado Grupo Atlacomulco. Que lo logren está por verse. En todo caso, eso no es una opción de principios, sino una unión en la que se diluye todo lo que es el PRD.

Aquí el problema es que los Chuchos sean capaces de respetar la voluntad de los militantes y no impongan el pandillerismo de Bautista que anularía cualquier decisión soberana de la militancia de izquierda del estado de México, la entidad más poblada de la República. Por primera vez se revela que los priístas tienen miedo de perder ese estado; pero no porque Chuchos y panistas les echen montón. Ellos saben que ése no es el verdadero problema. La movilización que ha impulsado López Obrador en sus dos giras por todos los municipios de la entidad es lo que comienza a quitarles el sueño. El pueblo que despierta es siempre un enemigo temible para los oligarcas de todos los signos. Ahí radica el problema para ellos.

A Rafael Barajas, El Fisgón, con mi solidaridad.

lunes, febrero 28, 2011

¿PELIGRO PARA MÉXICO?...

La Jornada

El pacto de Calderón
John M. Ackerman

Amenos de que ocurriera algún inesperado cambio de último minuto, la cumbre de este jueves en Washington entre Barack Obama y Felipe Calderón será más de lo mismo. De nueva cuenta seremos testigos de un desigual trueque de huecos elogios del estadunidense para su homólogo mexicano a cambio de un servilismo total de éste último a los mandatos del gobierno del norte.

Los recientes cables de Wikileaks, entregados directamente a La Jornada por Julian Assange, revelan que el origen de este estancamiento en la agenda bilateral es un pacto secreto entre Calderón y el gobierno de los Estados Unidos. A cambio de que Calderón abdicara de su responsabilidad de defender los connacionales del otro lado de la frontera, EU se comprometía a apoyar de manera personal al presidente mexicano en su cruzada contra las instituciones democráticas y las fuerzas políticas de oposición en el país.

Los cables revelan que incluso desde el 10 de enero de 2006, un día antes de que Calderón registrara su candidatura presidencial, el panista se reunió con el entonces embajador estadunidense Tony Garza para rendirle pleitesía. “Calderón demostró una vez más que comparte nuestro punto de vista sobre todos los asuntos desde la migración hasta política de competencia y la seguridad fronteriza”, informó un Garza sumamente complacido en un cable “confidencial” (06MEXICO255), donde también señala que el candidato presidencial prometió “proveer continuidad en todas las iniciativas claves de EU en proceso en México”.

En aquellas fechas, el Senado de Estados Unidos discutía la agresiva “ley Sensenbrenner”, aprobada a finales de 2005 por la Cámara de Representantes, que ordenaba la construcción de un amplio muro fronterizo y criminalizaba al extremo a los indocumentados. Asimismo, apenas diez días antes del encuentro Calderón-Garza un migrante mexicano de 18 años había sido ultimado de un disparo en la espalda por un agente de la Border Patrol. A Garza le dio un gusto enorme confirmar que en lugar de insistir en estos temas incómodos y defender enérgicamente los intereses de México, Calderón buscaba “replantear” el debate en “términos constructivos”, lo cual implicaba asumir que México, y no EU, era el principal responsable de la problemática migratoria por no haber creado las “oportunidades” necesarias para mantener a sus ciudadanos en su país de origen.

Siete meses después, en una reunión el 2 de agosto, en el contexto de la movilización poselectoral, Calderón ratificó su abdicación en el tema migratorio, con tal de acarrear el apoyo estadunidense en ese momento delicado, al “enfatizar” que no quería que la relación con EU “se atorara en un debate monotemático sobre la migración” (cable 06MEXICO4310). Ya como presidente electo, y en el contexto de una cena privada entre Garza y Calderón en el domicilio particular del mexicano celebrado el 27 de septiembre, Calderón le juró de nuevo al embajador que “cumpliría con su compromiso de no convertirlo (el tema de la frontera y la migración) en un asunto central de la relación bilateral” (cable 06MEXICO5607).

En otras palabras, desde antes de asumir el cargo, Calderón abdicó de su obligación de defender a los mexicanos que buscan cruzar y que ya residen en Estados Unidos. Por ello, no es ninguna sorpresa que en los pasados cuatro años la situación para los connacionales que residen del otro lado de la frontera solamente haya empeorado, con múltiples asesinatos en la frontera, un sensible aumento en las deportaciones y cada día mayor maltrato para los migrantes.

A cambio de este claro entreguismo, el gobierno de EU ha arropado la figura de Calderón con particular emoción. Una de las primeras demostraciones públicas de este apoyo fue la lamentable e injerencista llamada del presidente George W. Bush a Calderón para felicitarlo el 6 de julio de 2006 al terminar el conteo distrital del Instituto Federal Electoral (IFE). Recordemos que, a pesar de las declaraciones ilegales en aquel momento realizadas por Luis Carlos Ugalde, es el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TE-PJF), y no el IFE, el único órgano facultado para declarar el ganador de la elección presidencial.
En aquel momento todavía quedaban dos largos meses para revisar y calificar la elección. Pero a Bush le importaba más validar lo más pronto posible los compromisos adquiridos con Calderón que respetar la institucionalidad democrática del país. En un cable del primero de septiembre y firmado por Garza, el embajador destaca esta llamada de manera especial como un “muy bien inicio” para la nueva relación bilateral (Cable 06MEXICO4937).

En este mismo cable, tal como ya lo ha informado Blanche Petrich en La Jornada, Garza señala la extrema debilidad política de Calderón e indica que los “asuntos de mayor importancia” de EU estarían en “riesgo de estancamiento” a menos que “mandemos una señal fuerte de apoyo, para empujar el equipo de Calderón hacia una transición vigorosa y fortalecer la agenda y el liderazgo” del presidente electo. Un detalle adicional: de manera sospechosa, este cable, redactado cuatro días antes de la calificación del TEPJF de las elecciones presidenciales, da por hecho que Calderón será ratificado por el Tribunal y “asumirá el poder el primero de diciembre”.

Los cables de La Jornada también revelan el profundo desprecio que el gobierno estadunidense siente hacia la izquierda política en México al llamar el acto político de protesta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), durante el sexto informe de gobierno de Vicente Fox, un “circo de antagonismos en tres pistas”. También critica las “gesticulaciones dramáticas” de Andrés Manuel López Obrador en el “escenario” político nacional.

Con la divulgación de estos nuevos cables, incluyendo miles que todavía faltan por darse a conocer, La Jornada se coloca como uno de los periódicos de mayor reconocimiento a escala internacional. Asimismo, el contenido de las comunicaciones reconfirma la profundidad de la complicidad del gobierno de Estados Unidos en el actual desastre nacional. Nos demuestra que si México desea avanzar y cambiar de rumbo no será suficiente con cambiar el ocupante de Los Pinos, sino que también habría que modificar de manera radical nuestras relaciones con el vecino del norte. De lo contrario, tal como ha afirmado Pedro Miguel en estas mismas páginas, EU seguirá funcionando como un “poder fáctico” aún más poderoso que Televisa o que El Chapo Guzmán.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks

miércoles, febrero 23, 2011

Decadencia política. "Oposición y colaboracionismo"

La Jornada

Oposición y colaboracionismo
Luis Linares Zapata


La decadencia de la vida organizada de México ha tocado un recodo denso y pegajoso; no es el mero fondo, puede seguir bajando la pendiente. El quehacer político lo resiente hasta la dura médula de la lucha por el poder público. Por fortuna, los intentos por establecer en el panorama electoral un bipartidismo conservador, elitista, reaccionario y continuista, chocan contra el muro que viene levantando la voluntad de cambio de parte sustantiva de la sociedad. Dicha porción de los mexicanos se aglutina, a pesar del viento y la marea, en contra de prolongar el modelo de gobierno ensartado en groseros privilegios. El método operativo es harto conocido: el tráfico intenso y avasallante de influencias. Quieren tales ciudadanos, y sin titubeos que valgan, terminar con la injusticia prevaleciente. Desean encauzar al país por la ruta de la moderación, el patriotismo y la honestidad de hombres y mujeres de sana intención. Es decir, se pretende enfatizar los principios y valores como valladar contra la inequidad y el abuso de poder que cierra horizontes para las mayorías.

López Obrador ha llamado, con un desplante de valentía inusual, a la coherencia ideológica de las izquierdas nacionales. A no ceder a la manipulación encubierta bajo el espejismo de alianzas entre contrarios irreconciliables. No se puede plantear la unión entre el cambio de fondo en la vida organizada de la nación y las fuerzas que empujan hacia la continuidad del modelo imperante. El pretender que, entre las rendijas de esa espuria unión, irrumpirá la ocasión de evitar el retorno del priísmo (como sinónimo de imposición, autoritarismo, corrupción y entreguismo) es embalsamar la triste realidad actual del panismo con los afanes reivindicatorios de la izquierda. El panismo y el priísmo son dos facetas, casi idénticas, de una plutocrática visión que amamanta los intereses de los grandes grupos de presión dominantes. Pueden presentar rostros distintos, maneras disímbolas, tácticas divergentes, pero, en su misma esencia, ambos partidos han sido subyugados por aquellos a quienes más benefician y que ahora son sus patrocinadores.

Desde hace ya décadas, tales partidos vienen confluyendo en las fórmulas que desprende el modelo imperante. El guión, ambos lo han seguido a pie juntillas. Sus actores, tal y como lo muestran los cables de Wikileaks, acuden presurosos ante los procónsules del imperio. Es ante ellos que se acusan, se apapachan, claman por su apoyo. Sin la bendición de Washington quedan desamparados, rumiando sus debilidades. Se forman, dóciles y encopetados, ante las cámaras de televisión y los micrófonos de la radio, no para comunicarse con las audiencias, sino para afinar sus recuadros o para darse a conocer si nadie los extraña. Basta hojear los diarios, revisar columnas o escuchar a los conductores favoritos de los medios para sacar las debidas conclusiones de tan grotesca como real dependencia. La política que hace la clase dirigente de México se encierra con ellos mismos. Atienden con paciencia inaudita a periodistas. A menudo invitan a intelectuales, de preferencia a los orgánicos que se pavonean en los medios. No se olvidan de los curas (obispos encharolados y licenciosos) y de diplomáticos selectos. Los empresarios ocupan un lugar aparte y ante ellos despliegan sus mejores artificios de seducción abyecta. El pueblo, sobre todo si es de a pie, es un espejismo al que desprecian y del cual huyen.

La realidad, sin embargo, apunta hacia el despertar de las masas. Aquellos que han entrevisto tan humano fenómeno y se acercan para constatarlo, encuentran la materia de su accionar y el tinte de sus anhelos. Y de ahí obtienen la fuerza que les puede permitir ganar el poder, no para regodearse con ello, sino para detener la decadencia como un primer escalón de un largo y difícil proceso. Como son millones de personas las dispuestas a contribuir, a poner su parte correspondiente en el rescate de un México estrangulado por una elite rapaz, forman una fuerza política considerable, capaz de asegurar el triunfo democrático en las urnas.
Es ese conjunto de votantes el que consiguió el triunfo en Oaxaca hace unos meses. Fueron tales votantes los que colocaron a Cué en la gubernatura. Son ellos los que ahora le exigen respuestas adecuadas. Las famosas alianzas, vacías de ciudadanos decididos a tumbar caciques y vivir con dignidad, no sirven sino de estorbo. Cué debe recapacitar y dejar de lisonjear al poderoso en turno que nada hizo para acercarle simpatías. Debe rencauzar su gobierno mirando hacia abajo, hacia esa militancia de izquierda que, de todas y variadas maneras, lo hubiera hecho ganar. Los que fueron a levantarle la mano, comer con él, treparse al estrado, usar micrófonos, darle recursos, son los que ahora le han exigido posiciones y lo impelen a velar por sus intereses. Una mala, pésima ruta que frustrará los anhelos de la gente que Cué vio, olió y oyó en su recorrido por todo el estado.

De similar manera, los habitantes del estado de México volverán, como lo han hecho en el pasado, a votar en tropeles por los candidatos de la izquierda. Ellos son la fuerza electoral que puede derrotar al PRI de los caciques que se han sucedido, unos a otros, en los privilegios indebidos. Lo han hecho de manera repetida, sin alianzas ajenas, sin trampas, sin la concurrencia de oportunistas sino con el propósito de formar gobiernos para la gente, con ellos mismos. No con los ganones de siempre, esos que los han usado y empobrecido durante más de 80 años. En el estado de México la alianza debe montarse entre los partidos de izquierda, desde abajo y haciéndose responsables de las necesidades y las aspiraciones de la gente. Es por ello que la solicitud de licencia de López Obrador es consistente con las vivencias de la gente. La consulta programada por los dirigentes del PRD está amañada, conducida desde Los Pinos. Es un señuelo distractor y es la ruta para favorecer a la derecha. La trama quedaría completa con la alianza del PAN y el PRD en 2012. Así lo aseguran hasta panistas encumbrados. Alejarse o desbaratar tales maniobras es un deber de los conductores que, como López Obrador, atienden, en exclusiva, a las pulsaciones del pueblo.

jueves, febrero 17, 2011

Los Vecinos. Genética Mercenaria



La Jornada

Navegaciones
“Bocona” y “deslenguado”
Barruntos de intervención

Pedro Miguel

Barruntos de intervención; mejor dicho, augurios de intervención militar para complementar y afianzar la injerencia económica y política, ya cotidiana, que practica el gobierno de Estados Unidos en México, con la activa cooperación de las autoridades locales: hay aspectos de esta guerra contra las drogas y cómo la combatimos muy similares al tipo de cosas que hemos visto en las guerras en que hemos estado”. Esas fueron las palabras del almirante Michael Mullen, jefe del estado mayor del Ejército de


Estados Unidos, el pasado 12 de enero, en una conferencia de prensa con periodistas extranjeros en Washington, y en ellas quedó clara la intención del aparato militar del país vecino de aplicar en Ciudad Juárez, por ejemplo, las lecciones que obtuvo en Fallujah.

En octubre del año pasado, el director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair, sugirió al secretario mexicano de Defensa, general Guillermo Galván Galván, que tuviera en cuenta las enseñanzas que Estados Unidos extrajo de su ocupación de Irak. El 8 de febrero, el subsecretario de Defensa, Joseph Westphal, evocó la posibilidad de que soldados estadunidenses cruzaran la frontera ante un eventual intento de los cárteles de la droga por hacerse con el poder en México. Un día después, la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, en una audiencia legislativa, habló de una posible alianza entre la organización delictiva de Los Zetas y Al Qaeda, la agrupación fundamentalista que Washington tiene como su archienemigo.

La furibunda reacción de la clase política mexicana a esos dichos quedó bien resumida en los adjetivos que la senadora Rosario Green endilgó a Westphal y a Napolitano: “deslenguado” y “bocona”, respectivamente. La legisladora priísta (quien durante dos años estuvo al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la presidencia de Ernesto Zedillo, la más entreguista de cuantas forjó el PRI) se vistió ahora de niña heroína: Si Washington intenta enviar tropas a México, dijo, se topará con 110 millones de mexicanos en la frontera que “a patadas los van a sacar de territorio nacional”.

Tal vez todo se deba a las excesivas medidas de la cavidad bucal de Napolitano o a un escaso control por parte de Westphal sobre su músculo lingual. Si así fuera, podría resultar excesivo e innecesario ir planificando la mudanza de toda la población nacional a la franja fronteriza para esperar allí a los marines. Tal vez se logre detenerlos, pero en lo inmediato no ha sido posible ni siquiera detener a los deslenguados y bocones funcionarios gringos, quienes siguen en lo suyo: James Clapper, máximo jefe de Inteligencia del gobierno de Obama, dijo que la descontrolada situación en México ya es considerada por Washington como su “prioridad uno” en materia de seguridad.

No hay forma de saber a ciencia cierta lo que pasará, pero sí de tener una idea de lo que ya ocurrió. Y es lo siguiente:
1. En 1835 un puñado de logreros, especuladores, esclavistas y convictos, infiltrados por Estados Unidos en Texas, se rebelaron contra el gobierno mexicano, protagonizaron una guerra de secesión y, al año siguiente, proclamaron la independencia del estado, el cual fue anexado al país vecino en 1845.

2. En ese año, Texas reclamó la posesión de la franja comprendida entre los ríos Bravo y Nueces. La correspondiente negativa mexicana desembocó en la guerra que derivó en la ocupación del territorio nacional y en la rendición pactada el año siguiente, en el tratado de Guadalupe-Hidalgo, que obligó a los vencidos a ceder los actuales territorios de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México y Colorado.

3. Desde principios de 1912 la embajada estadunidense en México, a cargo entonces de Henry Lane Wilson, promovió una campaña de desprestigio contra el gobierno de Francisco Madero, basada en los descontentos por las restricciones impuestas a las inversiones extranjeras y por las reivindicaciones obreras ante empresarios procedentes del país vecino. La legación diplomática envió despachos que hablaban de la “falta de seguridad” y la “discriminación” que sufrían los estadunidenses radicados en México. Wilson incluso sugirió al presidente William Howard la pertinencia de emprender una nueva intervención armada para derrocar a Madero. No fue necesario: bastó con la conspiración antimaderista –orquestada en la legación diplomática estadunidense– y en la que participaron los generales Manuel Mondragón, Gregorio Ruiz, Bernardo Reyes, Félix Díaz y Victoriano Huerta. Más tarde, con Madero detenido y a punto de ser asesinado, representantes de Cuba, Chile y Japón acudieron ante el embajador Wilson para que ejerciera su influencia con los sublevados e impidiera el crimen. El funcionario les respondió que él, como diplomático, no podía intervenir en los asuntos internos de México.

4. El 9 de abril de 1914, en Tampico, nueve marinos estadunidenses, armados, desembarcaron en un bote con la bandera estadunidense. La guarnición federal los detuvo, pues contravenían la prohibición de la comandancia militar de navegar por esa zona. Las autoridades pronto pusieron en libertad a los detenidos pero la Marina estadunidense exigió además que, en desagravio, y en un plazo de 24 horas, los funcionarios mexicanos rindieran honores a la bandera de Estados Unidos y la izaran en el puerto con 21 cañonazos. El comandante de las fuerzas federales de Tampico ofreció disculpas por escrito pero se negó a saludar el lábaro extranjero. En venganza, Washington envió a Veracruz una flota compuesta por los acorazados Florida, Utah, Texas, Dakota, Montana, Indianapolis, New York y Rochester, el cañonero Prairie, así como dos divisiones de torpederos y otros 17 navíos.
Como la autoridad local se negara a entregar la aduana, las fuerzas extranjeras lanzaron, el mediodía del 21 de abril, un intenso bombardeo sobre el puerto. En los días siguientes, los cadetes de la escuela naval, los soldados del 19 Batallón del Ejército (los famosos Rayados), la población civil y hasta los convictos de la prisión de Veracruz, resistieron con heroísmo el embate de la Marina gringa, la cual no pudo controlar el puerto sino hasta el día 24.

5. En marzo de 1916, Francisco Villa, exasperado por la injerencia de Washington en favor de Carranza y de Obregón, atacó la guarnición militar de Columbus, Nuevo México. En respuesta, el gobierno de Woodrow Wilson envió a 4 mil 800 soldados, bajo las órdenes del general John Pershing, en una expedición punitiva contra territorio mexicano. En los meses siguientes, otros 7 mil efectivos fueron agregados a la fuerza ocupante, la cual empleó, por primera vez en la historia, vehículos mecanizados (aviones, camiones y motocicletas) y fuerza aérea (aviones y dirigibles) en su esfuerzo estéril por atrapar al guerrillero duranguense.
Hay más, por supuesto, a todo lo largo del siglo XX, y los precedentes históricos muestran sin equívoco posible que Estados Unidos ha sido, durante la vida de México como república independiente, la principal amenaza a su seguridad nacional, a su integridad territorial y a su soberanía. Tal vez, después de todo, los dichos actuales de los burócratas estadunidenses sean algo más que expresiones de boconas y deslenguados.

Algo hay que concederles a los gobernantes gringos: de Salinas a Calderón, han resultado brillantes en eso de seleccionar a sus aliados locales.
navegaciones@yahoo.comhttp://navegaciones.blogspot.com/

viernes, febrero 11, 2011

¡FELICIDADES PARA EL PUEBLO EGIPCIO!

¡Triunfo del pueblo egipcio!

Cae el dictador, el desposta, se abre la esperanza de un mejor futuro, la voluntad popular se impuso.

Movimiento ejemplar para las sociedades que padecemos la opresión,el mal gobierno, la falta de justicia, el saqueo de nuestras riquezas, la destrucción de nuestros valores sociales por medio de la corrupción, impunidad, ineptitud y violencia.

¡Felicidades para el pueblo egipcio! Deseamos que este gran suceso
contagie y de luz a los pueblos del mundo entero para remodelar las relaciones de las sociedades y sus servidores públicos,que sean la razón y la justicia la verdadera fuerza.

Ahora más que nunca podemos afirmar que el mundo es una aldea global, lo que afecta a cualquier punto geográfico nos afecta a todos, con esa conciencia aceleraremos los cambios para nuestro desarrollo y juntos construiremos espacios de respeto a la naturaleza, a nuestros semejantes, a nuestras diferencias raciales, a nuestras costumbres, a nuestros bienes, a nuestros territorios.

¡Vivan la razón y la justicia!

MBV

lunes, febrero 07, 2011

Insurrección. Vía de cambios.

Caminos de la insurrección
Gustavo Esteva

La insurrección pacífica” se extiende no sólo en Medio Oriente. La expresión llegó incluso a la ciudad de México.

El apellido “pacífica” establece un sesgo importante. Como todas las insurrecciones, se trata de movilizaciones contra los poderes dominantes. En contraste con casi todas ellas, éstas intentan evitar la violencia. No son pacifistas: no surgen para oponerse a la guerra o buscar la paz perpetua entre naciones. Ejercen tanta violencia moral como pueden y recurren a la fuerza física cuando se requiere. Pero no apelan a la lucha armada, sino a la vía política. Por eso su carácter “pacífico”.

Los poderes constituidos intentan reducir estas movilizaciones a meras revueltas: que se conviertan en estallidos populares efímeros. Mediante garrote y zanahoria, represión y concesiones menores, se busca restaurar el orden que la insurrección rompió.

Sin embargo, incluso en los casos en que se consigue sofocar temporalmente la rebelión actual, la insurrección se mantiene, modificando tácticas tanto como hace falta. Cambios cosméticos parecen incapaces de detenerla. Como todas las revoluciones, esta movilización busca derribar a las autoridades políticas existentes, cambiar el régimen de relaciones sociales y generar una nueva constitución y un nuevo orden socioeconómico.

Para evitar tal resultado los poderes dominantes buscan crear la ilusión de que la movilización ha conseguido su propósito: cambian todo para que nada cambie. No siempre se trata de cambios irrelevantes o meras ilusiones. Sacrificar a un dictador y establecer un régimen formalmente democrático son transformaciones profundas que en muchos casos definen una transición necesaria –pero son cambios orientados a impedir una auténtica revolución.

Hay hipocresía y cinismo en los poderes dominantes que piden peras al olmo: por ejemplo que ancianos dictadores, como Mubarak, se conviertan en campeones de la democracia. Pero ni siquiera ellos se animan a cuestionar la legitimidad de esta insurrección. Estaría universalmente cobijada en el artículo 35 de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, del 24 de junio de 1793, que estableció la insurrección como “el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”, tanto para el pueblo como para los individuos, si el gobierno deja de responder a su voluntad.

Cuando la represión brutal y masiva no es viable o eficaz, como está siendo el caso, se busca transformar la insurrección en golpe de Estado para impedir la revolución: miembros de los poderes dominantes o por lo menos de las elites convierten en chivos expiatorios a los objetos más evidentes de la ira popular y toman disposiciones que satisfagan en alguna medida las exigencias de los insurrectos, hasta que se debilite o desaparezca su movilización.

Es frecuente que este método encuentre apoyo en un sector significativo de los insurrectos. Algunos piensan que basta un cambio de personas o de partidos en los aparatos del Estado para “cambiar el rumbo del país” y “adoptar un nuevo modelo de desarrollo” y que los nuevos dirigentes satisfagan desde el poder las demandas que habrían provocado la movilización. No creen que sea posible o conveniente eliminar el gatillo estatal; confían en un simple cambio de gatillero. Por inocencia o cálculo, se hacen así cómplices de quienes buscan impedir que la insurrección siga su curso.

Bajo las formas más diversas, esta insurrección tiene un propósito cada vez más claramente anticapitalista y una convicción igualmente clara de que la vía política de la transformación actual no puede reducirse a lo electoral ni contenerse en la democracia formal. Para que pueda seguir adelante, desde abajo y a la izquierda, con un programa de lucha adecuado, debe incluirse en el programa la forma del régimen de transición.

No hay en esto fórmulas generales ni en el tiempo ni en el espacio. Se requiere, en cada caso, apelar a la imaginación sociológica y política para determinar actores y procedimientos adecuados. Lo importante es saber que no podrá encargarse a los lobos el cuidado de los corderos. Que no son los partidos, los dirigentes carismáticos o las estructuras del Estado quienes pueden encargarse de la transición –porque no se trata de transitar hacia más o menos de lo mismo, sino de entregarse a la construcción de algo radicalmente nuevo para lo que aquellos actores están genéticamente incapacitados.

Ejemplos de las décadas recientes, en México y en el mundo, muestran con claridad las condiciones en que se frustraron movilizaciones e insurrecciones de muy diverso género y las transiciones se hicieron meras transas entre partidos y actores de los sectores dominantes. También enseñan de qué manera el impulso no se disipó; convertido ya en experiencia, se prepara para el siguiente estallido.

gustavoesteva@gmail.com

domingo, febrero 06, 2011

Violencia. Debilidad del Estado.

La Jornada

La violencia no
Rolando Cordera Campos

Evitar que la violencia dominara las relaciones sociales, en especial las que se dan en la producción, fue uno de los motivos originarios de la lucha obrera y el reformismo social. Modular el conflicto, mediar entre las clases, proteger a los vulnerables y tutelar a los desiguales, fueron divisas reformistas por años despreciadas por los comunistas revolucionarios, real o fantasiosamente inspirados por Lenin y los bolcheviques.

Con el tiempo y muchos desencantos, aquel reformismo se impuso como gran consenso que unía a socialdemócratas y democristianos en Europa y a republicanos y demócratas en Estados Unidos, hasta el grado de que el propio Richard Nixon exclamara alguna vez, “ahora todos somos keynesianos”.

Los comunistas italianos, guiados por Togliati e inspirados por Gramsci, acuñaron las fórmulas de la vía democrática y las reformas de estructura, así como del eurocomunismo y el compromiso histórico como ruta para transitar por una ruda y dura transición capitalista. Cuando Berlinguer convocó a ese compromiso, que Aldo Moro parecía dispuesto a aceptar, la polarización mundial se cernía amenazante sobre todo proyecto dirigido a trazar trayectorias renovadoras y el sacrificio de Allende y su Unidad Popular constitutía el escenario de una mudanza capitalista teñida de sangre y lágrimas.

Todo cambió a partir de entonces, y la ilusión en el rodeo del comunismo soviético se desplomó junto con la URSS a finales del siglo XX. La democracia fue presentada como “universal” y lo mismo se hizo con el mercado, mundial y único.

Después de la ilusoria década triunfal del globalismo, intervino el terrorismo y Bush y su junta, como la llamara Gore Vidal, decidieron imponerle al mundo sus criterios de seguridad na-cional que, según ellos, tenía que ser global. De inmediato, aquella ima- gen de “paz eterna” prometida después de la primera guerra del Golfo devino escenario atroz de violencia en Irak y Afganistán, pero también de tambores de guerra cultural y de razas dentro de la potencia hegemónica.

Lo que queda hoy es una globalización capitalista sin orden ni concierto, sumida en una crisis que se antoja interminable y que en Estados Unidos ha adoptado formas ominosas de odio y guerra de clases, promovidas desde la cumbre del poder y la riqueza. Y con ello, la tentación de reditar la violencia como vector para refuncionalizar las relaciones sociales y someterlas a los criterios de la dominación financiera.

Junto a la violencia criminal que lo sofoca, México ha vivido ya episodios de esta violencia clasista destinada a apurar el tránsito hacia un capitalismo salvaje, maquillado por la democracia, y un Estado de derecho por demás evanescente. El espectáculo montado por el Grupo México en comandita con el gobierno federal contra los mineros, es un botón de muestra de esa ambición y las extravagancias del señor Larrea no deberían llevarnos a pensar que se trata de un caso aislado.

Como hace un siglo, le urge al país reditar un reformismo social que encare la reformitis salvaje que los panistas decidieron adoptar sin condicines y convoque a erigir mediaciones del conflicto en curso sostenidas en formas renovadas de protección y redistribución sociales. En esto debe descansar nuestro no a la violencia.

Como ocurrió en los orígenes, la violencia es recurso original de los capitalistas, quienes son los primeros en tocar las campanas de la lucha de clases. Toca a los grupos subalternos salir al paso de esta nefasta convocatoria y diluirla en una política democratica de amplio espectro, marcado por la organización de masas y un discurso renovador de estructuras y mentalidades.

Nada puede ser mas nocivo en esta hora, que invocar a la violencia y a los violentos como factores de cambio o formas legítimas de reivindicación de agravios. El Estado ha perdido su monopolio legítimo de la fuerza y lo que está en la agenda de una democracia cabal es, precisamente, recuperar la legititmidad del Estado para a la vez recuperar ese atributo.

A muchos preocupa que el litigio agresivo abierto por el gobierno en el sector eléctrico devenga confrontación violenta entre trabajadores. Pero eso no se evitará criminalizando a los perdedores ni, mucho menos, con el abuso de analogías y metáforas que sólo pueden llevar a una confrontación mayor. En el filo de la navaja en que estamos, todo empeoraría.

Hace unos días, el conocido periodista Ci-ro Gómez Leyva ad-vertía contra los “escuadrones de la muerte” que, según él, podrían surgir de las movilizaciones del SME, sin darle a su audiencia el obligado contexto: por ejemplo, que esos “escuadrones” los for-mó en Argentina el Brujo, José López Rega, encaramado en el gobierno de una Isabelita hundida por la evidencia de la ilegitimidad de su herencia y la debilidad esencial de las cohortes que Perón le había dejado.

Esos escuadrones, deberíamos recordarlo, canalizaron la furia criminal de las fuerzas armadas argentinas, con el saldo monstruoso de 30 mil ciudadanos muertos o desaparecidos.

Podemos coincidir en un firme no a la violencia, pero a condición de que cuidemos el lenguaje y exijamos al Estado un claro apego a su propia legalidad. De otra forma, sólo quedará el despeñadero, y no sólo retórico.

viernes, febrero 04, 2011

"Las movilizaciones populares".

La Jornada

La calle
Luis Javier Garrido

Las movilizaciones populares en los países árabes del norte de África y del Medio Oriente están teniendo también un impacto en América Latina, especialmente en países que como México tienen gobiernos que poco pueden envidiar a los de aquellas latitudes, en particular porque en el último mes los medios de la derecha han sostenido la tesis de que la calle” –es decir, las movilizaciones populares– constituye una vía para el cambio.

1. La insurgencia cívica en varias regiones del Magreb –que se inició en Túnez en la segunda mitad de diciembre de 2010, donde una verdadero levantamiento civil terminó con el gobierno del presidente Ben Alí el 14 de enero; prosiguieron en Egipto en los días siguientes, donde la revuelta popular exige la renuncia del presidente Hosni Mubarak, y hay signos de que las movilizaciones podrían extenderse a otros países– ha suscitado un frenesí en Washington, ya que el gobierno de Barack H. Obama está buscando montarse sobre el descontento popular existente en varios países del mundo árabe, curiosamente apoyados todos ellos por la Casa Blanca, con la intención de obtener un mayor control de sus recursos estratégicos, y en particular del petróleo.

2. El gobierno de Obama ha intensificado desde principios de año en los medios una campaña en la que busca sostener la tesis aberrante de que todos esos países tienen gobiernos inaceptables por sus rasgos islámicos y de que es necesario que “transiten” hacia la democracia, buscando ocultar que su pretensión está fundada no en el autoritarismo que marca a dichos regímenes sino en los rasgos nacionalistas que tienen y en los obstáculos que ponen a las grandes multinacionales en materia petrolera.

3. El intervencionismo estadunidense no ha tenido límites, pero lo que sorprende en verdad es la tesis sostenida desde entonces y que enunció en varias ocasiones Hillary Clinton, la secretaria de Estado, asentando que por los rasgos autoritarios de dichos regímenes, “el cambio está en la calle”.

4. La afirmación es sorprendente pues podría aplicarse a otros países, y en particular a México, donde las elecciones constitucionales no están siendo ya la vía para conducir al cambio porque los retrocesos que se han producido en materia institucional son tales que obstaculizan por todos los medios los procesos electorales y no parecen dejar a los mexicanos otra alternativa que la de “la calle”, como lo demuestran los hechos que tanto han desdeñado los miembros de la oligarquía en el poder.

5. El gobierno del PAN tiene hoy en día el control del órgano supuestamente autónomo encargado de organizar y vigilar los procesos electorales (el IFE); ha subordinado por completo a los intereses que representa el órgano jurisdiccional responsable de calificarlas (el tribunal electoral); las candidaturas ciudadanas no son permitidas; las campañas están marcadas por un derroche multimillonario que sólo favorece a los grandes intereses; los medios masivos, y en particular las televisoras, intervienen impunemente en los procesos electorales, buscando manipular a la gente, y el Ejecutivo, que es impune y puede utilizar ilegalmente los recursos públicos y orquestar cualquier fraude electoral, tiene además las manos metidas en varios partidos, incluyendo al PRD, que se constituyó en 1989 para ser una alternativa de izquierda y hoy se halla bajo el control de una clique de políticos corruptos de derecha subordinados a él, con la única finalidad precisamente de cerrarle la vía a una alternativa de izquierda, la que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

6. La televisión mexicana es extraordinaria en ese sentido al presentar lo que pasa en el mundo y en México, Televisa y Tv Azteca señalan –lo que es cierto– que paramilitares o halcones de Mubarak reprimen en la plaza Tahrir de El Cairo a los manifestantes, pero ocultan que en en este país los paramilitares son los responsables de muchas de las peores matanzas de jóvenes y de migrantes de los últimos meses, que han hecho según la lógica de la derecha en el poder, por motivos “aleccionadores”. Destacan, siguiendo los lineamientos de información del Departamento de Estado, cualquiera de las manifestaciones actuales en el Magreb, pero aquí ocultan la mayor parte de las demostraciones de protesta, como hicieron con la marcha de decenas de miles de trabajadores del martes primero, dedicándose a calumniar a los electricistas y a su dirigente Martín Esparza, a los que denostan como “vándalos” cuando no hacen más que defender sus derechos ante las tropelías del gobierno calderonista. Como lo hizo Hillary Clinton al estallar el descontento en Túnez, sostienen que “el cambio democrático está en la calle” (pero tratándose del norte de África y Medio Oriente), porque en México tomar la calle, dicen, es “antidemocrático”, aunque aquí se hayan estado violando de manera sistemática los derechos constitucionales de un pueblo en los últimos años o se haya instaurado por la fuerza tras el fraude de 2006 un gobierno espurio.

7. Las movilizaciones públicas (manifestaciones, marchas, plantones) han sido sistemáticamente descalificadas por los gobernantes mexicanos y por los medios, que ahora encomian lo que acontece en Túnez y en Egipto, y alientan lo que se inicia en otros países árabes. Desde Gustavo Díaz Ordaz, que en 1968 calificó al movimiento estudiantil y popular como “una algarada sin importancia”, hasta los locutores de Milenio Televisión, que desde que salieron al aire no han dejado de descalificar las manifestaciones ciudadanas, hechas en ejercicio de derechos constitucionales, como “mitotes”, los voceros de la derecha mexicana han confiado para mantener sus privilegios en la fuerza material del Ejército para reprimir y en el poderío de radio y tv para ocultar la verdad, engañar y confundir, pretendiendo ignorar que todo tiene un límite y que “la calle” sí puede hacer caer un gobierno.

8. Los pueblos en general ignoran su fuerza porque han sido penetrados por la ideología de la derecha en el poder, que ha insistido a lo largo de las últimas décadas en que no hay más vía para el cambio que la electoral, por más que ésta no pueda ser alternativa en países no democráticos como México, donde las instituciones electorales y los partidos estén en manos de la derecha y en última instancia el gobierno puede orquestar impunemente todos los fraudes. Los acontecimientos del Magreb, alentados por Washington en su avidez de tener el petróleo de esos países sin tantas restricciones, pueden no obstante conducir también a un desastre para el modelo neoliberal. El gobierno de Israel le advirtió ya a Obama el día 2 que el proceso desencadenado podría desembocar en la llegada de un gobierno islámico a Egipto “parecido al de Irán” (en vez del pro israelita de Mubarak).

9. La demagogia del gobierno de Obama sobre “la calle”, y la forma en que ha estado el gobierno estadunidense montándose sobre el descontento y alentando las manifestaciones en el Islam con la intención de imponer en esos países gobiernos locales no menos represores pero sí más entreguistas, está ya siendo frenada pues corre el riesgo de volverse en contra de sus intereses, y es evidente que se busca, en Túnez como en Egipto, que las presiones y negociaciones a nivel cupular sustituyan a las movilizaciones a fin de que, una vez más, se le confisquen a esos pueblos sus derechos y lo único que se logre sea precisamente lo contrario de lo que ellos quieren, pero el escenario es crítico porque hay fuerzas políticas impredecibles, como el Islam y el ejército.

10. En México, en tanto, donde las instituciones del Estado han sido convertidas en los últimos 25 años por los tecnócratas priístas y los yuppies del PAN en un aparato de simulación al servicio de las trasnacionales, y los procesos electorales adquieren cada vez más los rasgos de una farsa, en la que al pueblo se le quiere dar el papel de comparsa porque, vote como vote, no le permiten cambiar nada, la calle, sin embargo, está adquiriendo una nueva dimensión, pues no se está dejando a los mexicanos otra alternativa que la de las movilizaciones.

martes, enero 25, 2011

El Valor de la Verdad.

Los chavitos
Pedro Miguel


Son un grupo pequeñito y aguerrido. Infligieron un grave daño al desorden mundial imperante, y lo saben. Se han hecho detestables para un puñado de poderosos –para los más poderosos del mundo, de seguro– y se han ganado la admiración, la solidaridad y la gratitud de millones de personas. Nada parecido a una organización ni a un tejido. Es, simplemente, un estado de ánimo fundado en la recuperación de la verdad. Nos habíamos acostumbrado a que un montón de hipócritas y de maleantes –hipócrita, Obama, aunque hable con ritmo de rap; maleante, Bush, con su acento de predicador analfabeto– nos devaluaran esa palabra hasta el grado de suponer que su contenido era inexistente. Y gracias a este puñado de chavales locos y delirantes, nos reencontramos con ella, redescubrimos su sabor ácido y amargo y dulce al mismo tiempo, y caempos en la cuenta de cuánto y por cuántos años nos ha sido escamoteada.

Había sido tan eficiente ese secuestro de la verdad que nos habíamos habituado a remplazarla por la sospecha. Atábamos cabos y concluíamos, de manera indirecta, que son minoría los gobernantes honestos; que Washington gira órdenes a los presidentes sumisos y trastoca las soberanías; que en Occidente se gobierna en función de los intereses del capital –por muy demócratas y hasta socialdemócratas que se digan los gobernantes– y no para satisfacer las necesidades de la gente. Analizábamos. Especulábamos. Ahora estamos confirmando nuestras hipótesis, una a una, sopeándolas en el caldo agridulce, balsámico y doloroso de la verdad.

Ellos, chavas y chavos audaces, responsables hasta la exageración, y perseguidos por los máximos poderes planetarios, se dan cuenta de lo que han hecho y actúan en consecuencia. Ninguno supera la cuarentena; parece ser que pocos de ellos llegan a la treintena. Viven a salto de mata, escondidos hasta de su aliento, huyendo de un peligro más que real. No duermen. Actúan con la prisa que les falta a los condenados a muerte porque ellos están, en cambio, condenados a vivir. Van a fondo. Se esmeran en hacer lo que está más allá de sus energías y más allá de las mezquinas 24 horas. Saben que en cualquier momento puede caerles encima un enjambre formado por las agrupaciones policiales de una docena de países. Están al tanto de la furia que han causado. Saben que las maquinarias del poder trabajan para forzar las ideas, la lógica y el sentido de las palabras hasta lograr que el esclarecimiento y la transparencia se vuelvan sinónimos de terrorismo.

¿Y por qué? Pues porque han infligido al poderío estadunidense el mayor da- ño desde septiembre de 2001. La arrogancia del imperio no se había cimbrado así desde hace muchos años, o más bien desde nunca. Y peor: los ataques terroristas contra Nueva York y Washington dieron a Bush el pretexto que requería para restaurar la dominación militar planetaria.

Las revelaciones sobre la ruindad institucional de la diplomacia gringa, en cambio, sólo les aporta vergüenza, y ningún motivo de orgullo, recuerdo u homenaje. Estos chavos no han hecho correr la sangre ni han provocado la destrucción material para lograr sus objetivos. Ellos, para realizar su labor genial, teclean en unas macs baratas, codifican y decodifican su información con la destreza del marinero que acomoda las velas para aprovechar el viento del norte y avanzar al oeste. Por ejemplo.

Se han organizado en guardias, discuten entre ellos a profundidad y en superficialidad, permanecen horas y horas atentos al pulso de Internet, se movilizan en sigilo y en total silenco radio para no llamar la aención de la jauría. Y mientras desnudan ante el mundo el orden criminal, inescrupuloso y desastroso de los gobiernos, toman turnos para cocinar, barrer, ir de compras y lavar platos.

Ninguno de ellos ha llegado a los cuarenta, pero todos tienen miles de horas de vuelo acumuladas. Ya podrán narrar a sus hijos, a sus nietos y a sus bznietos, la forma en la que pusieron a temblar al mundo establecido.

Bien administrada en Hollywood, cada una de esas vidas valdría millones. Pero, mientras avanzan en el armado del rompecabezas de horror del que sólo conocemos las primeras piezas, ellos prefieren distribuirse las tareas domésticas en alguna casa de esa Europa desgastada que, con ellos y desde ellos, se mira joven; siguen escapando de la oscuridad y de la turbiedad, y esa huída permanente nos ilumina a todos, aunque no queramos. Merecen nuestra solidaridad y también, y sobre todo, nuestro afecto.

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viernes, enero 21, 2011

México. Degradación Política.

Glosario de la “guerra contra el narcotráfico” en México
Gilberto López y Rivas

El gobierno de Felipe Calderón ha trascendido en el ámbito noticioso mundial a partir de su anunciada guerra contra el narcotráfico”. Como además resulta que recientemente anunció que no anunció lo que anunció, considero conveniente ofrecer un glosario de términos claves para mayor comprensión de los analistas extranjeros que frecuentemente se interrogan sobre la escalofriante y trágica realidad mexicana.

1) Guerra contra el narcotráfico. Eufemismo con el que se pretende ocultar: a) la estrategia de un usurpador para afianzarse en el poder; b) el emplazamiento del Ejército en todo el territorio como fuerza de ocupación represiva; c) el apoyo a uno de los cárteles frente a sus rivales a través de una carnicería sin fin; d) el incremento del enriquecimiento inexplicable de una buena parte de la jerarquía castrense, policiaca, judicial, religiosa y de la clase política en general; e) el afianzamiento de la injerencia y control de Estados Unidos sobre México; f) la criminalización de los movimientos sociales; g) la guerra social contra jóvenes y pobres y la guerra sucia contra los opositores. 2) Guerra sucia. Crimen de Estado que al margen de la Constitución tiene como propósito el aniquilamiento de los considerados “enemigos internos” por medio de su localización, seguimiento, captura, interrogatorio a través de la tortura, mantenimiento en cárceles clandestinas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas armadas, agentes policiacos, de inteligencia y grupos paramilitares que actúan bajo las órdenes –usualmente– de la sección segunda del Ejército. 3) Estado fallido: a) término utilizado para describir a los gobiernos trasnacionalizados y colaboracionistas que fallan en todas sus tareas sociales, mientras fortalecen sus aparatos y estrategias privatizadoras, desnacionalizadoras y represivas; b) también es utilizado para justificar la ocupación militar de países, obviamente humanitaria y democratizadora, de Estados Unidos, cuyos ejemplos más recientes son Irak y Afganistán.

4) Crimen organizado: a) empresa diversificada y floreciente que constituye la faceta clandestina y delincuencial del sistema –también organizado– de explotación imperante; b) corporación paralela que retroalimenta la economía formal a través de una constante circulación o flujo de efectivo; c) modus vivendi de al menos 500 mil familias mexicanas. 5) Comandante supremo. Grado que recurrentemente ostenta Felipe Calderón a través de casacas militares de tallas grandes, quepis de cinco estrellas y una águila, en ceremonias, ejercicios y desfiles marciales en los que expresa su vocación frustrada o su trauma por no haber jugado de niño con soldaditos de plomo. 6) Búnker presidencial. Costoso y supuestamente secretísimo espacio donde juega Felipillo a la guerra.

7) “Vamos ganando la guerra”. Estribillo repetido por el ocurrente comandante supremo ante el incremento anual en el número de muertes que hasta ahora ofrece más de 34 mil bajas en lo que va de su sexenio; esta declaración puede variar con otras frases igualmente ingeniosas y originales como “la violencia viene de los violentos”, “haremos retroceder a la delincuencia”, “los mexicanos estamos en pie”, etcétera. 8) Retén militar. Bloqueo en calles y carreteras del país utilizado por el Ejército para asesinar a civiles indefensos, a quienes sin excepción se culpa de ser parte del “crimen organizado”. 9) Daño colateral. Otro sarcasmo manejado por los voceros de Sedena y los medios desinformativos para justificar los asesinatos de civiles inocentes y desarmados, que incluyen una alta proporción de mujeres y niños y que son perpetrados por fuerzas militares o policiacas en enfrentamientos armados diarios.

10) Fuero militar. Permiso para matar; protección ilegal e inconstitucional para garantizar la impunidad de los militares en los numerosos casos de abusos y asesinatos de población civil. 11) Recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Documentos siempre condenatorios que las autoridades civiles y militares mexicanas tiran al cesto de la basura sin haberlos leído. 12) Iniciativa Mérida: a) negocio redondo de Estados Unidos y sus socios menores mexicanos en el que se otorga dinero al gobierno mexicano para que lo gaste comprando equipos, servicios y armas a empresas casualmente estadunidenses; b) medio a través del cual agentes de todos los servicios de inteligencia de Estados Unidos se establecen en México con funciones operativas sancionadas por la Constitución pero apoyadas abierta o solapadamente por el gobierno colaboracionista de Felipe Calderón.

13) Armada de México. Cuerpo castrense –los marines mexicanos– afín a Estados Unidos, cuyos comandos operan cuando en una plaza en pugna el Ejército está tan involucrado con los chicos malos que no resulta confiable; se espera que en poco tiempo este grupo de elite tampoco sea confiable. 14) Procuraduría General de la República, Secretaría de Seguridad Pública y Agencia Federal de Investigación. Organismos costosos e inservibles para contener el avance del crimen organizado, las ejecuciones de los cárteles de la droga en México y garantizar una seguridad pública efectiva, profesional y respetuosa de los derechos humanos de los ciudadanos; por esta razón, el comandante supremo utiliza a las fuerzas armadas que –como se ha demostrado en estos cuatro años– tampoco pueden con la delincuencia organizada, incrementan en gran número las ejecuciones sumarias, no garantizan la seguridad pública de extensas regiones del país y, sobre todo, no respetan los derechos humanos. 15) Estadística aplicada. Incremento sostenido en: a) la cantidad mensual de muertos por violencia en México; b) los ingresos irrestrictos de la industria y el comercio de armas en Estados Unidos.

¡No más sangre!

La Marina. "Responsabilidad Criminal"

La Marina
Luis Javier Garrido

El violento rechazo del titular de la Marina y de la prensa oficialista a dos recomendaciones de la CNDH al iniciarse este 2011 abre nuevas amenazas para el futuro del país, al que el régimen calderonista de facto hunde cada vez más en la ilegalidad.

1. Las políticas fundadas en una abierta y permanente violación de la legalidad constitucional de un país, y que en el siglo XXI carecen del mínimo consenso social, no pueden de ninguna manera resolver los grandes problemas de una nación, pero la ultraderecha mexicana, en su obsesión de mantener el poder tras el 2012, no quiere dar marcha atrás en su descabellada “guerra contra el narco”, a pesar de los innumerables casos de violaciones a los derechos fundamentales de los mexicanos que sigue cometiendo en el curso de una guerra perdida de antemano, como acontece ahora con la Marina.

2. El desastre institucional al que ha llevado al país el gobierno de Felipe Calderón ha conducido a que las costas e islas de la República se hallen abandonadas a merced de la marina estadunidense, de las corporaciones trasnacionales y de los piratas pesqueros japoneses, mientras los marinos mexicanos andan desbocados por todo el país disfrazados de policías tras haber recibido una mínima capacitación por agencias de Estados Unidos.

3. La Marina ha estado en el centro de una serie de acusaciones muy graves en los años del panismo, al menos por cuatro motivos fundados: a) por no cumplir con sus tareas constitucionales y legales de salvaguardar la soberanía nacional, vigilando las costas y el mar territorial de México; b) por actuar en “la guerra contra el narco” de Felipe Calderón en absoluta transgresión al marco constitucional, asumiendo tareas que no le competen; c) por haber abandonado, en el marco de esta “guerra” de los panistas, su papel constitucional como una institución de la nación, para actuar en los hechos en abierta subordinación a las agencias de seguridad de Estados Unidos; y d) ahora, más recientemente, por estar cometiendo una serie de violaciones a los derechos humanos de los mexicanos que constituyen delitos de lesa humanidad. La Secretaría de Marina había tenido ante esos señalamientos un elocuente silencio, hasta que en días pasados ha brincado ante las acusaciones que se le han hecho de violaciones a los derechos humanos en ejercicio indebido de funciones que no le corresponden.

4. En el curso de estos años ha sido evidente que la Secretaría de Marina-Armada de México, como ahora le ha dado por llamarse, ha actuado por su indolencia en abierta complicidad con intereses públicos y privados de otros países, dejando desprotegidas las costas, las islas y el mar territorial, lo que evidencia esta colusión de sus altos oficiales con intereses políticos y comerciales de Estados Unidos, Japón y otros países. La vigente Ley Orgánica de la Administración Pública Federal del 17 de junio de 2009 establece, sin embargo, en su artículo 30, fracción IV, que a la Secretaría de Marina compete “ejercer la soberanía en el mar territorial, su espacio aéreo y costas del territorio” y vigilar “las zonas marinas mexicanas”, lo que no hace, dedicándose a lo que por otra parte expresamente le prohíbe hacer el artículo 21 constitucional: investigar los delitos y actuar como cuerpo policiaco.

5. La presunta “guerra” de Felipe Calderón contra el narco, que ahora éste pretende que no lo es, aunque así la llamó durante años, dio un papel relevante a los marinos mexicanos porque, según revelaron los papeles de Wikileaks en 2010, éstos aparecieron mucho más “confiables” que los militares mexicanos a las fuerzas de seguridad de Estados Unidos, relegando así a un Ejército que la administración Obama puso bajo sospecha, aunque quizás debieron decir más “dúctiles” o “entreguistas”. Así aparecieron los marinos mexicanos en escena con toda su barbarie e ilegalidad el 16 de diciembre de 2009 en Cuernavaca, ejecutando por órdenes superiores al presunto capo Arturo Beltrán Leyva en un operativo que fue ampliamente condenado por mútilples sectores por los delitos que ahí cometieron elementos de la Secretaría de Marina, que están ya siendo denunciados por la CNDH, y desde entonces no han ocultado su papel como los consentidos de la DEA y el Departamento de Estado.

6. La reacción hace unos días del almirante Francisco Saynez, secretario de Marina, negándose a atender las recomendaciones 72 y 83 de 2009 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre la responsabilidad criminal de varios marinos en la muerte de dos civiles, escudándose en la “razón de Estado”, anteponiendo los privilegios que se otorga a sí mismo a los derechos de los mexicanos, afirmando que “no se pondrá en riesgo a marinos” y exigiendo plena libertad para sus operativos (La Jornada, 19 de enero), así como la campaña subsecuente en los medios oficialistas para descalificar a la CNDH, no son por consiguiente más que nuevos signos ominosos de la fascistización creciente del régimen calderonista.

7. No debe olvidarse que el papel de los marinos al actuar como cuerpos policiacos o al intervenir en golpes de Estado en diversos casos en América Latina ha sido con frecuencia mucho más nefasto que el de los ejércitos, como lo evidenció entre otros el caso de Chile, donde en 1973 el almirante Toribio Merino actuó con la misma lógica que tiene hoy el almirante Francisco Saynez, que con razón Julio Hernández llamaba ayer en su columna de La Jornada una variante de las fórmulas de la llamada “obediencia debida”.

8. El origen de la situación cada vez más desastrosa a la que se está llevando al país se halla sin duda en el desprecio que los panistas tienen desde 1939 –año en que se funda su partido– por la Constitución General de la República, que sustentó al régimen político mexicano del siglo XX, el que se hallan empeñados en destruir, sin tener otra propuesta para sustituirlo que la que se observa todos los días: propiciar por un lado que la Iglesia católica acreciente su poderío material e ideológico y por el otro entregar ciegamente a México a la especulación de las grandes corporaciones trasnacionales, lo que los ha llevado a subordinar las instituciones de la República al gobierno de Washington, como es el caso de la Marina-Armada de México.

9. La respuesta del gobierno de Felipe Calderón ante el desastre institucional cada vez mayor en el que hunde a México con sus desastrosas decisiones no ha sido otro que el de seguir exigiendo, por un lado, que en materia de seguridad nacional se expidan leyes que permitan todas sus tropelías: acotando los derechos humanos, cancelando el federalismo y el municipio libre y haciendo viable el funcionamiento de las agencias estadunidenses en México. Y que en materia económica y social se acelere el desmantelamiento de la Constitución de 1917 para hacer inexistentes los derechos originarios de la nación y poder eliminar trabas para que el capital multinacional se apodere del país. Eso y no otra cosa es lo que llaman las “reformas modernizadoras”, que están urgiendo al Congreso aprobar.

10. El retorno del país a la legalidad es por todo esto un presupuesto fundamental para que México pueda iniciar su reconstrucción y esa tarea es la que aguarda al próximo gobierno, que moral y políticamente no puede estar ya en manos de la derecha.