viernes, agosto 29, 2008

Socialismo. "Recuperar los valores,las instituciones y las libertades públicas"

Porfirio Muñoz Ledo
bitarep@gmail.com
Bitácora Republicana
29 de agosto de 2008


La izquierda como propuesta





Diálogo sorprendente y fraternal entre “socialistas del extranjero” en la sede del Partido Francés durante la convención que hoy concluye en París. El dato central, orientador del debate que me correspondió animar: somos la única región en que las izquierdas ganamos las elecciones y, en contraste con Europa, aquella en la que desafiamos de modo frontal el dogma neoliberal.

El conocimiento del escenario político latinoamericano corresponde a la baja prioridad que hoy nos conceden: la última, junto con Oceanía, según documentos de la UE. Fue necesario explicar que, de las 12 últimas elecciones, en 11 la votación se ha inclinado hacia la izquierda, incluyendo las de México. Sea que los ciudadanos escogieron entre dos opciones progresistas, que el perdedor se ubicase más a la derecha o que haya ganado un movimiento socialista.

Los temores sobre el neopopulismo son, en principio, eurocentristas. Más que la aparición de modelos políticos distintos a la democracia liberal, hay preocupación por las expropiaciones. Sin embargo, los más consecuentes abogaron por que el socialismo occidental se pronuncie contra políticas neocoloniales. Surgió así la anomalía del gobierno español, que se ha convertido en el consultor privilegiado y en la correa de transmisión de las decisiones europeas hacia América Latina. Su alianza con nuestras derechas en los 90 y su descarada intervención a favor de las transnacionales peninsulares lo colocan en las antípodas de una política socialista.

Acordamos que se impone una visión plural y auténtica de la izquierda europea sobre el resto del mundo. A ello podrían servir los vínculos entre los nuevos actores de la globalización: las relaciones entre partidos, parlamentarios, autoridades locales, sindicatos, fundaciones, redes intelectuales y ONG. Propusimos que no se excluyera a los altermundistas, que construyen su tejido con feroz independencia.

François Hollande afirmó que los socialistas franceses son cada vez más europeos, pues la derecha retoma la vía nacionalista, se ha tornado proteccionista y desdeña las doctrinas “liberales”. Comenté que nos gustaría verlos “más socialistas”, centrados en la distribución del ingreso y en la recuperación del internacionalismo, que es la entraña del pensamiento de izquierda. Nos deben una concepción propia de la política mundial y una alternativa creíble al Consenso de Washington. De nuestra parte, el empeño es generar una estructura programática y ensanchar nuestra base social, a despecho de las burocracias partidarias, del colaboracionismo y del electoralismo miope.

Atrajeron la atención las políticas de frentes, que aglutinan partidos y movimientos, así como los avances de la democracia directa en Latinoamérica, donde los regímenes presidenciales exigen alianzas para alcanzar mayorías. Demandan, asimismo, consultas populares para legitimar liderazgos consistentes y reformas profundas. Coincidimos en la búsqueda de una “república ciudadana” y en la urgencia de un “discurso fuerte, inequívoco y al nivel de la calle”. También en que la democratización de los medios es “condición misma de la supervivencia democrática”.

Nuestro objetivo: recuperar los valores, las instituciones y las libertades públicas y el combate a fondo contra la “ultrajante concentración del poder y la riqueza”. La batalla en México por la soberanía y a favor de un nuevo balance energético mundial merece la simpatía socialista. Tanto como las posibilidades que ofrece la muy probable victoria de lo que a justo título podemos llamar la izquierda en EU.

La emergencia de la ciudadanía en la toma de decisiones es el mejor antídoto contra una concepción jerárquica de la sociedad. Ello requiere determinaciones irrevocables contra las transacciones copulares que pervierten el régimen representativo. Todo mandato democrático debe ser “controlable, revocable y auditable”. Tal es la única solución posible al drama mexicano y al de todo país sometido a un gobierno ilegítimo, incompetente y postizo. No quepa duda que la suspensión constitucional del encargo de Calderón sería una sonada victoria de la democracia.

miércoles, agosto 27, 2008

"Petróleo: a mitad del camino"

La Jornada

Luis Linares Zapata

Petróleo: a mitad del camino

Una larga jornada de luchas ha concluido con la entrega de las reformas petroleras (y las bases para lograr una reforma global de la energía) elaboradas por un amplio, experimentado y plural conjunto de ciudadanos y entregadas al Frente Amplio Progresista (FAP). Los legisladores de este agrupamiento político, haciéndolas propias, las llevaron al Congreso. Para elaborarlas fuimos convocados por ellos junto con el movimiento creado para la defensa del petróleo y el Gobierno Legítimo que preside López Obrador. Estas propuestas de reformas llevan un sello marcadamente nacionalista, apegadas a la constitucionalidad vigente y contemplando a la petrolera como una industria integrada e integral. Muy distintas a las que, antes, introdujeran el PRIAN, cuyos destinos, inmediatos o mediatizados, apuntan hacia la privatización de aquellas áreas estratégicas reservadas al Estado y su entrega a las empresas trasnacionales.

El sendero seguido en el trasiego de la defensa petrolera se inició después del fraude de 2006. Fue uno de los asuntos claves que unificaron, en torno al llamado de AMLO, lo que ahora forma el componente, la mera base de sustentación del Gobierno Legítimo. Un contingente comprometido y consciente que, en el camino hacia los tres millones de agremiados, lleva buen grado de avance. La meta se verá honrada en los dos o tres meses inaugurales de 2009. Durante ese año se podrá mostrar en toda su magnitud la fuerza acumulada para cristalizar aquello que sus enunciados y principios pretenden: la transformación pacífica de la vida púbica de México.

La lucha emprendida siguió un recorrido con momentos acuciantes que requirieron entereza y organización para enfrentar el madruguete del oficialismo, allá por el mes de abril pasado. Los jefes del señor Calderón querían aprobar, sin sobresaltos o discusión, sus reformas. Tal como lo hicieron, con el concurso decidido del PRI, en el caso de las controvertidas modificaciones a las leyes del ISSSTE. Pero una parte de la sociedad, la más consciente de sus consecuencias y fiel a su pasado, se les atravesó en las calles y en las tribunas legislativas. Se forzó entonces a un debate que dio al traste con las pretensiones golpistas de la derecha. Y, de paso, puso en evidencia sus reales objetivos de privatización, tan negados como ciertos.

Las reformas del PRIAN han sido expuestas y, se podría decir, hasta derrotadas en la disputa. Las razones esgrimidas para rechazarlas fueron contundentes en cualquiera de sus diversos ordenamientos: constitucionales, operativos, financieros, impositivos, tecnológicos, en su prospectiva y rendimientos o en sus mecanismos que aseguren su transparencia para desterrar la corrupción que ahora plaga a Pemex. Aun así, la envergadura de los negocios, que ya visualizaban hechos los traficantes de influencias, los hace mantener sus abusivos intereses.

Ante tan malintencionadas pretensiones la guardia no puede ser descuidada ni un momento. El futuro de los mexicanos estaría en entredicho si no es que negado. Por eso se planteó la consulta popular. No como distractor del proceso legislativo, como se ha rumorado con mala entraña, sino para enriquecerlo. Había imperiosa necesidad de contar con la ciudadanía para que interviniera de manera directa en la disputa y diera su determinante opinión. Así se hizo, a pesar de las grandes dificultades que tal ejercicio democrático implicaba. Y, a pesar de las cerradas oposiciones y trampas, más de dos millones y medio de mexicanos en todo el país se han expresado con claridad: los consultados rechazan las reformas que ofrezcan privatizar la industria petrolera. Más aún aquellas que la abran, graciosamente, al capital de fuera.

Otra etapa, más prolongada y desgastante en la lucha por la independencia y soberanía energética, se abre por delante. La de la discusión de las iniciativas entregadas en el interior de las cámaras. Una mayoría de malformados votos se quiere imponer sobre la razón, la legalidad y el bienestar de los mexicanos y a favor de unos cuantos.

El gobierno ha desatado una apabullante y costosa campaña de propaganda en apoyo a sus espurios designios privatizadores, ignominiosa señal de su ilegitimidad. La fuerza del FAP en el Congreso, a pesar de poseer una tercera parte de los votos, no es suficiente para detener la avanzada. El oficialismo no quiere oír las sonoras voces ciudadanas expresadas en las urnas consultivas. Obligarán entonces al Gobierno Legítimo a llamar a la movilización de nueva cuenta y, esta vez, el auxilio vendrá de todas partes del país. Permitir que se lleve a cabo la contrarreforma petrolera, tal como se pretende de manera abusiva, no pasará inadvertida por la sociedad, en especial aquellos grandes segmentos ya muy golpeados por los apañes del capital monopólico y los agentes externos, con su cantaleta de globalidad forzosa.

Las acciones de defensa obligada introducirán mayor presión en la ya muy congestionada vida pública de México. Los errores del gobierno, entre los que se cuenta la decadente marcha de la economía, afectarán, aún más, el empleo. Los controles sobre la inflación, de por sí sumamente caros a las mayorías, no han sido suficientes y castigan con mayor rigor a las clases medias, en especial los segmentos que lindan con la marginación. La violencia en las calles y la irrupción del crimen organizado alcanza niveles de peligro y alarma entre la población. En medio de este panorama imponer mayorías convenencieras es aumentar la polarización existente. Una ruta cierta y corta hacia la inestabilidad.

Los distintos niveles de gobierno, incluyendo, claro está, al federal, no tienen los recursos para navegar en estas circunstancias. Lo aconsejable es aprovechar la oportunidad de una negociación efectiva, justa, en concordancia con la historia que deviene de la nacionalización petrolera y no tratar de llevar agua adicional al molino de los privilegios, públicos y privados, ya bien engordados por la rampante impunidad que los distingue. Es quizá, una postrera oportunidad que no se debe desaprovechar.

lunes, agosto 25, 2008

Petróleo. "PRI: cinismo de colección"

La Jornada

México SA
Carlos Fernández-Vega
cfvmx@yahoo.com.mx • cfv@prodigy.net.mx

■PRI: cinismo de colección

■ En 25 minutos cambia sus “principios” y avala inversión privada
en Pemex

El cinismo de la cúpula priísta es de colección. Si la “propuesta energética” que armó la mafia que dirige ese partido no coincide, o de plano abiertamente viola la “declaración de principios” del tricolor, la solución es facilísima: ésta se modifica, y si es en 25 minutos, ¡qué mejor! Total, para ellos, los “principios” son como los calzoncillos: se suben o bajan a conveniencia.

En mayo pasado, al arrancar el foro senatorial para debatir la reforma energética (la de Pemex, en realidad), la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, suscribió “la imposibilidad” de que su partido se pronunciara en favor de “la participación –abierta o encubierta– de capital privado en sectores básicos” (léase estratégicos) constitucionalmente reservados al Estado, como el petrolero. Y la tlaxcalteca subrayó no sólo la vigencia sino la claridad de la declaración de principios del tricolor en esta materia. “El PRI –dijo– tiene una posición histórica respecto de la cuestión energética. Somos la corriente política que acompañó al general Lázaro Cárdenas en la nacionalización como partido de la Revolución Mexicana… Durante muchos años, gobiernos priístas resistieron embates que pretendían la privatización de Pemex con diversas argumentaciones. El deseo de que los recursos del subsuelo pudiera privatizarse, es una constante que viene de varios lustros atrás y ha sido el priísmo, sin manipulaciones ni estridencias, sin usos electoreros ni oportunismos el que evitó el que esas intenciones prosperaran, por convicción, por la visión que tenemos sobre el estado mexicano y por racionalidad económica. Lo recalco: ni reforma al artículo 27, ni privatización abierta o disimulada de la industria petrolera nacional, el petróleo le pertenece y le seguirá perteneciendo a la nación y al pueblo de México.”.

Esa puntualización parecía tirar al cesto de la basura los pronunciamientos que semanas atrás formularon los coordinacapos tricolores en San Lázaro y Xicoténcatl, Emilio Gambo y Manlio Fabio Beltrones, en el sentido que su empresa… perdón su partido iría “por una reforma que permita la asociación de capitales privados con Pemex” y así concretar “la participación privada en exploración y explotación de petróleo en aguas profundas, como en generación de energía eléctrica, aunque no se trata de modificar el texto constitucional ni será una privatización plena” ni una “privatización a ultranza”. Pero sólo parecía.

Ante la imposibilidad de compatibilizar principios con deseos, pronunciamientos públicos con negociaciones privadas, la cúpula priísta actuó en consecuencia y recurrió a su fórmula mágica: los primeros no coinciden con los segundos, ni éstas con aquellos, se modifica la declaración de “principios”, y listo, que continúen los discursos, porque en 25 minutos tiraron a la basura el “principio” de impedir el acceso del capital privado a la industria petrolera nacional, lo que viola la Constitución (problema de la señora), pero ya no los “principios” del partido.

Lo mejor del caso es que el tricolor no sólo modificó sus “principios” (léase se acomodó los calzoncillos), sino que ahora es “ideológicamente distinto”, o si se prefiere tiene nuevo “rumbo” político, en una suerte de ruptura epistemológica al más puro estilo tricolor (en sociedades menos avanzadas, a esto simple y sencillamente le llaman oportunismo). Así, después de 25 minutos de “intenso debate”, dejó de llamarse PRI y ahora será reconocido mundialmente como el Partido Revolucionario Socialdemócrata Institucional, algo así como PRSI (¿Paresodin?). Se oye bonito.

Si de bonitos se trata, los coordinacapos del nuevo, ideológicamente hablando, PRSI se salieron con la suya. Desde los primeros escarceos sobre la reforma energética (que en los hechos sólo es para Pemex) quedó clara la contradicción entre la declaración de (ex) “principios” del (ex) PRI en este renglón y el pronunciamiento público de Gamboa y Beltrones. Por aquellos tiempos, en este espacio, se comentó que si esta atractiva pareja reitera su acuerdo con los panistas para echar toda la carne al asador en pos de la privatización del petróleo mexicano, habría que preguntarles cómo resolverán un episodio que para ellos probablemente sea de menor importancia, pero que para su partido debe ser de la mayor trascendencia, toda vez que la (ex) “declaración de principios” del tricolor dejaba en claro que en materia energética “defiende el principio constitucional de propiedad de la nación y se pronuncia en contra de todo intento de privatización del patrimonio de los mexicanos” y se compromete a “mantener la rectoría del Estado mexicano, respetando la letra y el espíritu de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, respecto a la soberanía en materia energética y garantizar que el patrimonio de nuestros recursos energéticos sea en beneficio de todos los mexicanos”.

Ante ese panorama, comentábamos entonces, a Gamboa y a Beltrones no les quedará más que renunciar al PRI y quitarse la máscara para militar abiertamente en el PAN; o el tricolor tendría que modificar su “declaración de principios” y su “programa de acción”, o en su defecto incorporarse como un sector más de Acción Nacional. No contestaron entonces; lo hacen ahora.

Las rebanadas del pastel

De la lectoría, sobre lo mismo: “el PRI acaba de modificar su declaración de principios, y ahora sí estará de acuerdo con la inversión privada en Petróleos Mexicanos. Sin embargo, se pronuncia en contra de todo intento de privatización del patrimonio de los mexicanos. Este cambio de principios significa que el PRI aprueba que una refinería que deja una ganancia superior a 15 dólares por barril de crudo, ahora pueda ser de una empresa extranjera que operará como maquiladora. El crudo de entrada y las gasolinas de salida seguirán siendo de Pemex, pero la ganancia que resulta será para los extranjeros. En cuatro trenes de refinación que requiere México, significará una ganancia anual para los extranjeros mayor de 3 mil 300 millones de dólares, y por tanto el patrimonio de los mexicanos ya cambió de dueño” (José Luis Apodaca Villarreal, japodaca@prodigy.net.mx)... Y en la fiesta de los discursos, la jerarquía católica no podía quedarse atrás: asegura el simpático cardenal Norberto Rivera Carrera que su “Iglesia hará todo lo que esté a su alcance para apoyar el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia”. Qué bueno, pero si es en serio lo que dice, ¿ya no encubrirá a los curas pederastas? ¿Los denunciará para ser procesados penalmente? ¿Ya no recibirá narcolimosnas ni protegerá, espiritualmente, a los capos del narcotráfico?... Un solidario abrazo para Rosa Elvira Vargas por el fallecimiento de su señora madre.

viernes, agosto 22, 2008

Petróleo."Los dos proyectos"

Luis Javier Garrido

Los dos proyectos

¿Está el país ante una posible ruptura del orden constitucional por la posible aprobación de la contrarreforma petrolera?

1. La vía para detener una violación de los principios centrales de la Constitución mexicana, de intentar el gobierno de facto violentar el orden nacional por la entrega del petróleo a las trasnacionales, está abierta y supone una reflexión legislativa serena ante las dimensiones del desafío.

2. El Movimiento de Resistencia Pacífica en Defensa del Petróleo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, logró en menos de cinco meses detener la pretensión del gobierno de facto de imponer vía fast track una contrarreforma petrolera al país que hubiera privatizado la industria petrolera nacional, abrir una discusión sin precedente en materia energética en el Senado de la República entre mayo y julio, forjar una amplia organización popular de defensa de los recursos estratégicos de México, y ahora ha logrado impulsar la organización de un amplio grupo de la sociedad civil que ha elaborado una propuesta energética, que los partidos políticos integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP) se han comprometido a hacer suya, lo cual constituye un hecho sin antecedente en nuestra historia legislativa.

3. El amplio grupo plural, integrado tanto por intelectuales, técnicos y científicos que participaron en los Foros del Senado como por miembros del Grupo de Intelectuales en Defensa del Petróleo, y de los cuales la mayoría no son militantes de ningún partido político ni están vinculados al Gobierno Legítimo de López Obrador, trabajó más de tres semanas para elaborar una evaluación de las iniciativas de Felipe Calderón y de Manlio Fabio Beltrones presentadas al Senado, un plan de emergencia en materia energética y una serie de iniciativas legales en materia de energía y de petróleo acordes con la Constitución en lo que constituye una de las más importantes aportaciones de la sociedad en nuestra historia parlamentaria.

4. Los dos proyectos de reforma de la industria petrolera mexicana que se van a discutir en las próximas semanas en el Congreso difieren, por lo mismo, radicalmente, pues mientras el proyecto Beltrones (al igual que lo hacía el proyecto Calderón), y que es el ya negociado por PRI y PAN, busca el empequeñecimiento de Pemex, al seguir subdividiéndolo en pequeñas empresas “paraestatales filiales” y desmantelándolo de sus funciones –que pretende entregar a las trasnacionales, que ya están operando en México–, en lo que constituye una abierta privatización, y conduce, por consiguiente, a su destrucción, la propuesta alternativa que presentará el FAP con base en la elaborada por este grupo persigue el fortalecimiento de Pemex, como una gran industria nacional, por la vía de reinvertir sus ganancias e impedir el saqueo del gobierno.

5. Los dos proyectos difieren en consecuencia en lo que se refiere al manejo en el futuro de la industria petrolera asentada en el país, pues mientras las iniciativas de Calderón y de Beltrones, abdicando de cualquier pretensión nacional, a pesar de lo que dicen sus defensores, entregan el pleno control de la industria petrolera de México a las grandes compañías petroleras trasnacionales conforme al modelo neoliberal, la propuesta de los técnicos, científicos e intelectuales que se comprometieron a hacer suya los partidos integrantes del FAP, mantiene, por el contrario, el control de la industria petrolera de México en manos de la empresa paraestatal Pemex como ordena el mandato constitucional.

6. La iniciativa Beltrones o “de la alianza PAN-PRI” entraña como consecuencia que al ceder Pemex sus funciones estratégicas, en un futuro cercano la política energética de México estaría decidida por unas cuantas empresas trasnacionales, con las consecuencias catastróficas para México que ello supone, en tanto que la iniciativa alternativa respeta el mandato constitucional y defiende el principio de que es prioritario defender una política energética de Estado, como hacen todas las grandes potencias: de Estados Unidos a Rusia.

7. La iniciativa Beltrones, que para ser aprobada requeriría que senadores y diputados del PRI traicionaran los principios de su partido al crearle un marco seudo jurídico de blindaje a Pemex, crea, en fin, un marco “legal” propicio para la corrupción al fijarle este marco legal metaconstitucional que la protege de todo tipo de controles de parte del Congreso o de la sociedad, facilitando los enjuages tanto de los altos funcionarios del Estado como de los líderes sindicales, más aún que hasta el presente, como ahora de los dirigentes de las corporaciones privadas, en tanto que la “iniciativa alterna” lo que busca es que se terminen todas estas prácticas ilegales a través de un firme control de parte tanto del Congreso como de la sociedad.

8. Las dos propuestas difieren radicalmente en lo que se refiere a su posición frente al marco constitucional del país, pues mientras las iniciativas Beltrones y Calderón entrañan cientos –no decenas, sino cientos– de violaciones a la Constitución mexicana, como se ve claramente en uno de los documentos de la propuesta alterna, esta última fue redactada teniendo como principio el respeto absoluto a la Constitución, que constituye el acuerdo fundamental de los mexicanos, y que al ser gravemente violentado en un asunto de tanta importancia podría llevar al país a un escenario gravísimo de confrontación.

9. La ropuesta elaborada por el grupo de especialistas, técnicos e intelectuales, de cuyos avances fueron informados los dirigentes de los partidos integrantes del FAP el 16, el 19 y el 20 de agosto, y que formalmente les será entregada el próximo día 24, ha de ser la base para que sus representantes defiendan en las Comisiones Unidas de Energía y Estudios Legislativos del Senado los principios constitucionales fundamentales del país, y con ellos la necesidad de tener una política energética en beneficio del pueblo mexicano y no de las trasnacionales, de lo cual depende la paz y la seguridad de la nación en el futuro inmediato.

10. Lo que está en juego es de enorme gravedad, pues la iniciativa Beltrones como la de Calderón entrañan una verdadera ruptura del orden constitucional mexicano y esto trae gravísimas consecuencias para el futuro de la República.

lunes, agosto 18, 2008

Buenas Noticias. "Cambio histórico en Paraguay"

Stella Calloni

Cambio histórico en Paraguay

La asunción del ex obispo Fernando Lugo en Paraguay, liderando la Alianza Patriótica por el Cambio (APC), además de ser un hecho histórico en un país bajo el dominio del Partido Colorado por mucho más de 60 años, que mantuvo una dictadura alienante durante 35 años (1954-1989) replegada en las estructuras del poder hasta ahora, es también trascendente para fortalecer la integración de América Latina.

Su discurso marcó con precisión lo que entiende por verdaderos cambios en el país y sus primeros actos fueron más que simbólicos, como también sucedió con algunas referencias históricas que no dejaron dudas y dieron lugar a las primeras editoriales de algunos medios ligados a los viejos poderes.

El día antes de que Lugo asumiera el poder también hubo actos que marcaron una línea divisoria con el pasado cuando en un Foro popular y presidencial se realizó una jura simbólica ante miles de personas y por primera vez las comunidades indígenas que llegaron desde distintos lugares bendijeron la tierra. Eso en Paraguay fue un salto de siglos para los eternamente olvidados y excluidos.

Lugo no usó traje ni corbata, sino una camisa paraguaya que tenía reminiscencias de la que usaba el mariscal Francisco Solano López, a quien como otros que lucharon y murieron por un Paraguay independiente, se intentó dejar en el olvido de los mausoleos y homenajes. Mucho se hablará de este discurso histórico.

Pero también de los primeros actos ligados a su política de integración que son esclarecedores y nada simbólicos. A horas de haber asumido firmó con el presidente Hugo Chávez, de Venezuela, 12 acuerdos de cooperación que priorizan energía, educación y agricultura. Lo hizo nada menos que en San Pedro de Ycuamandyju, región de los olvidos donde fue obispo y donde tejió su trabajo con los pobres en el contexto de la Teología de la Liberación.

El gobierno de Venezuela se comprometió a suministrar el petróleo que necesitara Paraguay y los documentos suscriptos sientan las bases de una relación bilateral, que nadie duda también fortalecerá al Mercado Común del Sur.

Chávez propuso al nuevo presidente un plan de alfabetización –de reconocido éxito en Venezuela y Bolivia– y un proyecto de desarrollo conjunto agroindustrial, y se firmó una carta de compromiso para integrar a Paraguay a la cadena internacional Telesur. Para un país que estuvo en un aislamiento informativo de mucho más de medio siglo, es otro paso gigante. En los pasillos del Mercosur y de Unasur no pasaba inadvertido que la llegada de Lugo al poder en Paraguay es clave para avanzar en temas que difícilmente podían pasar por las puertas de hierro del Partido Colorado.

Pero también se presupone que Argentina y Brasil tomarán definitivas posiciones con relación a los beneficios que debe recibir Paraguay de las represas de Itaipú y Yaciretá que comparte con ambos países, respectivamente.

El tema estuvo en el discurso de Lugo al recordar que en la integración, los hechos de justicia deben superar argumentos estrictamente jurídicos. En el caso de Itaipú se cambie o no el Tratado, Paraguay deberá recibir precio justo, el precio de mercado, lo que de hecho aumenta sustancialmente el ingreso por esa represa, que fue un modelo de corrupción en ambos países. Los términos del acuerdo de 1973 sobre Itaipú, fijaba en partes iguales el derecho a la energía generada. Pero Paraguay sólo utiliza 17 de 50 por ciento que le corresponde y el resto lo vende a Brasil a un precio que ya resulta inadmisible.

Esto pretende ser explotado en estos momentos por algunos medios para plantear enfrentamientos a corto plazo en el Mercosur. Pero ya hay ejemplos de que temas similares comenzaron a repararse esencialmente por los cambios que se han producido en este organismo, donde se elevó la visión política de la integración. Hubo nuevos acuerdos en el tema de gas que Bolivia provee a Brasil y Argentina, con el presidente Evo Morales, entre otros casos.

Lugo ya mantuvo conversaciones a fondo con los gobiernos de Argentina y Brasil en los últimos meses. Pocos días antes de su asunción en un encuentro con este periódico en Uruguay, el nuevo presidente paraguayo habló de su visión sobre la integración que esperaba y la importancia que tiene para su gobierno que esta avance y se profundice en el corto plazo. Hay que “vencer vicios internos, superando realmente las asimetrías, marcando la solidaridad, y dejando de lado los elementos que la atrasan” para enfrentar los desafíos externos que afectan a todos los países en su conjunto. Sabe los duros problemas que deberá enfrentar y reconoce “que todo sería mucho más difícil y casi imposible en algunos casos si no existiera este nuevo mapa en América Latina, nunca visto. Sentirse rodeado de solidaridades no es lo mismo que andar solo el camino”.

Para Lugo la integración también ayudará profundamente a resolver la situación de desigualdad que admite como “explosiva” en su país. “Cuando uno se enfrenta a inaceptables desigualdades sociales donde un sector agroexportador que suma 7 por ciento de la población total del país de más de seis millones de habitantes es dueño nada menos que de 93 por ciento de la superficie cultivable de la tierra, mientras que 93 por ciento de la población vive en el restante 7 por ciento de esa superficie, nadie puede dudar que las consecuencias son desoladoras”.

Por eso y por los dos millones de campesinos sin tierras viviendo en la absoluta pobreza, habrá “ineludibles prioridades”. El tema de la tierra es clave. Desestima que la unidad de la Alianza compuesta por varios partidos sea fácil de romper. “Hemos trabajado como una fuerza diversa y abierta, sumando siempre y sabiendo todos que es una oportunidad única de la que no podemos regresar. Mantenerla es un aporte que haremos también a la integración de América Latina”.

Analiza que la integración no sólo debe ser de gobiernos sino “una expresión de los pueblos del continente, para que nunca pueda quedar a la deriva de los acontecimientos o de las circunstancias políticas que puedan producirse en cada uno de nuestros países”. Tiene otra certeza: que en todos los países con mayor o menor intensidad se ha llegado a un punto de saturación de las inequidades sociales generadas por un sistema cuya expresión máxima es el neoliberalismo que condenó al ser humano a las mayores humillaciones e injusticias. “Hemos entrado en un camino sin retorno. Y lo estamos viendo en América Latina.”

sábado, agosto 16, 2008

Petróleo. Trabajadores en Lucha



La Jornada

Opositores a Romero Deschamps ocupan la sede gremial


Estalla crisis en el sindicato petrolero; paliza a disidentes
Tras la toma, golpeadores recuperan oficinas y despojan a inconformes
Fraudulenta, la relección del dirigente, acusan; lleva 17 años en el cargo
Afectados presentan denuncia penal contra el líder por la represión


Patricia Muñoz y Gabriel León


■Romero Deschamps llegó cuando los golpeadores, a punta de pistola, habían desalojado a inconformes

Un líder disidente despachó un rato en el STPRM; lo sacaron a tubazos

■ “Me voy a asumir como dirigente nacional interino ”, había dicho Omar Toledo en la oficina del líder petrolero

■ Con 40 seguidores tomó por dos horas la sede gremial... hasta se duchó en el baño privado

Gabriel León Zaragoza

Con tubos y armas de fuego, golpeadores desalojaron la madrugada de ayer a un grupo de trabajadores disidentes, quienes durante dos horas tomaron la sede del STPRM
Foto: Jesús Villaseca



Alrededor de las 6 y media de la mañana, Carlos Romero Deschamps llegó a la entrada del edificio marcado con el número 17 de la calle Zaragoza, en la colonia Guerrero, sede del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).

Para entonces, medio centenar de golpeadores, armados con tubos y pistolas al cinto, ya habían recuperado las oficinas del gremio que horas antes fueron tomadas por un puñado de disidentes que no aceptan la reciente “relección fraudulenta” del líder, quien ya cumplió 17 años en el cargo.

Romero Deschamps subió a sus lujosas oficinas por el elevador privado, así no tuvo que ver los manchones de sangre que aún quedaban en las paredes y la escalera donde se escenificó buena parte de la reyerta entre la disidencia que encabeza Omar Toledo y un piquete de hombres visiblemente entrenados para golpear y ostensiblemente alcoholizados.

Así, sin sueño, fresco, el líder se apersonó en sus oficinas para sentarse en el mullido sillón de piel y maderas finas, cobijado por su séquito de seguridad. A esa hora, el inmueble ya estaba resguardado por más de 200 de sus “incondicionales”, número que fue aumentando luego de que se enteraron que la sede sindical había sido tomada por los trabajadores inconformes, al filo de las 3:40 horas.

Omar Toledo y no más de 40 petroleros disidentes ingresaron al edificio forzando con barretas y tubos la cortina del acceso principal del búnker que alberga la sede del STPRM.

Ahí estaban dos veladores, pero no opusieron resistencia y dejaron pasar al grupo, que subió forzando los accesos de cada piso hasta llegar al cuarto nivel, donde se encuentra el complejo de oficinas en que despacha el líder, quien asumió el poder en 1991 apoyado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Asombro por el lujo

“¡Es como un sueño! Jamás hemos estado aquí!”, comentaron asombrados los trabajadores que se apersonaron en las ostentosas oficinas de Romero Deschamps, luego de forzar la puerta.

Muebles de maderas finas, monedas de plata con la figura del líder petrolero, prendas de vestir empaquetadas en vistosos estuches de regalo dirigidos a él por dirigentes de secciones sindicales del STPRM; había otro obsequio enviado por Carlos Juaristi, ex director corporativo de administración de Pemex.

Pinturas enmarcadas y artículos alusivos a las actividades de los trabajadores petroleros eran revisados con curiosidad por los “intrusos” que recorrían asombrados el lugar.

Ante la presencia de unos cuantos medios de información que llegaron al lugar alertados por el reporte policiaco de que el edificio había sido tomado, Toledo Aburto, sentado en el sillón de Romero Deschamps, improvisó una conferencia de prensa rodeado de sus colaboradores más cercanos.

“Nosotros ya no le tenemos miedo (a Romero Deschamps). Por primera vez queremos respirar libertad sindical, porque queremos un gremio democrático”, exponía ante los insistentes cuestionamientos sobre el futuro de su movimiento.

“Me voy a asumir como dirigente nacional interino de los más de 97 mil trabajadores petroleros, en tanto se realizan elecciones”.

Emocionado por lo que calificó como “un hecho histórico”, aseguraba que mientras él dirigiera el sindicato no habría “cacería de brujas” y que el proceso de “democratización” del gremio es irreversible.

Por dos horas no hubo incidente alguno; incluso, Toledo aprovechó el tiempo para darse una ducha en el baño privado del despacho, mientras sus compañeros recorrían con calma el lugar revisando los cuadros que colgaban de las paredes y veían las esculturas de águilas, caballos y búhos que miden casi un metro altura y estaban dispersas en el lugar.

La calma se rompió a las 5:50 de la mañana. Se escucharon gritos, golpes, insultos y el golpeteo de objetos metálicos que provenían de la planta baja.

“¡Llegaron los golpeadores!”, gritaban los disidentes mientras infructuosamente intentaban contener el ingreso de decenas de hombres que, amenazadores, forzaron la entrada y a golpes se abrieron paso al interior del edificio para tomar estratégicamente el lugar. Piso por piso, las instalaciones fueron recuperadas dejando tras de sí rastros de la reyerta: vidrios rotos y charcos de sangre.

Sorprendidos, Toledo y sus acompañantes se encerraron en la oficina principal de Romero Deschamps.

“¡Ya se los llevó la chingada!”

Una horda de golpeadores con fajillas en la mano y pistolas en el cinto insultaban a los disidentes: “¡abran! ¡Ya se los llevó la chingada!”, gritaban mientras trataban de forzar la puerta.

Fueron 20 minutos de golpes, mentadas de madre y corretizas.

Triunfadores, los seguidores del líder petrolero sacaron uno a uno a quienes osaron desafiar a Romero Deschamps.

Humillados y golpeados, los seguidores de Toledo Aburto salieron del lugar despojados de sus carteras, teléfonos celulares y documentos que horas antes enseñaron a los medios de información para demostrar el fraude en la cuarta relección consecutiva de quien dirige el destino de los trabajadores petroleros.

El mismo “ejército” que antes golpeó a los trabajadores limpiaba con cepillos y jabón las huellas de la zacapela, para que cuando llegara Romero Deschamps el templo de su ego estuviera en orden.







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Petróleo.Sindicato de Delincuentes.

La Jornada



STPRM: corrupción, represión y encubrimiento
La toma del edificio del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), ocurrida la madrugada de ayer en protesta por la permanencia “ilegal” de Carlos Romero Deschamps al frente del gremio, seguido por el violento desalojo realizado por grupos de choque afines a la dirigencia, evidencia una vez más el rosario de vicios, corruptelas y pactos de impunidad que prevalecen dentro de la organización, y no sólo afectan la vida sindical, sino que representan un lastre para el desarrollo de la industria petrolera nacional y, por ende, de la nación en su conjunto.

El hecho muestra, en primer lugar, la explosiva situación que se vive en el STPRM, dividido y confrontado por la creciente desaprobación hacia el dirigente petrolero. El sindicato llega así a su 73 aniversario invadido por prácticas antidemocráticas, dirigencias gansteriles, opacidad en el manejo de recursos, denuncias por venta de plazas, malversación de cuotas, abuso de poder, violación a los estatutos y una constante represión contra los trabajadores que se oponen a Romero Deschamps.

La sola presencia de estos elementos debiera ser motivo suficiente para que las autoridades federales emprendieran un saneamiento a fondo de las condiciones que imperan en el gremio, pero todo apunta a que existe un pacto de impunidad entre el grupo que detenta el poder y la dirigencia del STPRM, lo cual permite que la mafia que encabeza el líder siga operando.

Esta situación, que de suyo es motivo de alarma y desaprobación, genera preocupaciones adicionales en un entorno en que se discuten iniciativas de reforma al estatuto legal de Petróleos Mexicanos (Pemex), mediante las cuales se pretende entregar segmentos enteros de la industria nacional de los hidrocarburos a particulares. En efecto, quienes promueven tales modificaciones argumentan la necesidad de revertir la difícil situación financiera de la paraestatal, pero en las propuestas presentadas hasta ahora por el Ejecutivo federal y el Partido Revolucionario Institucional no se plantean mecanismos que permitan combatir la corrupción del sindicato petrolero –como la que campea en todos los ámbitos de la administración pública–, que constituye una importante fuga de recursos públicos y ha contado durante años con la complicidad y el encubrimiento del poder, a pesar del cambio de siglas en el gobierno.

De esta forma, las iniciativas concebidas por el PRI y Los Pinos, además de abonar a los intentos de privatización de Pemex iniciados hace más de dos décadas en concordancia con el inicio del ciclo neoliberal, ofrecen el mantenimiento de una dinámica que, ciertamente, constituye una de las principales amenazas para la viabilidad de la paraestatal. Es de suponer que, aun con la reforma, los dirigentes del sindicato petrolero continuará sangrando las arcas de Pemex en beneficio de intereses corruptos y en perjuicio de los trabajadores y la nación entera.

Por lo demás, el empleo de golpeadores en el desalojo del inmueble de la colonia Guerrero evidencia un cariz autoritario, represor y sordo al diálogo que se reproduce inclusive en las más altas esferas del poder público: baste con mencionar los acontecimientos de ayer en Veracruz, cuando elementos del Estado Mayor Presidencial acallaron una manifestación de protesta –significativamente en contra de la privatización de Pemex– durante la gira de Felipe Calderón Hinojosa por esa entidad. La permanencia de esos elementos abona a la proliferación del descontento social, merma las perspectivas de solución de conflictos laborales, políticos y sociales, y resulta totalmente inaceptable en un régimen pretendidamente democrático.

viernes, agosto 15, 2008

Petróleo. El delito, traición a la patria.

Luis Javier Garrido

La mecánica privatizadora
La entrega de la industria petrolera mexicana a las trasnacionales constituiría el error político más grande en la historia política de México en más de un siglo: un acto de traición a México de consecuencias desastrosas para el país, y por ello los despachos de abogados corporativos que en Estados Unidos y en México redactaron las contrarreformas legales de Calderón y de Beltrones buscaron esconder la mecánica privatizadora, aunque no lo lograron.

1. La privatización de la industria petrolera nacional impuesta por una serie de intereses trasnacionales al débil y corrupto gobierno de facto de Felipe Calderón no consiste en vender los activos de Petróleos Mexicanos, sino en transferir gradualmente, en abierta violación a la Constitución General de la República y a los derechos del pueblo mexicano, las funciones que lleva a cabo la empresa paraestatal a las dos principales corporaciones petroleras trasnacionales a las que se hallan vinculados (por no decir asociados) los priístas del grupo de Carlos Salinas y Mouriño y Calderón: Exxon Mobile, Royal Dutch Shell y Repsol YPF.

2. El paquete de siete iniciativas legislativas enviadas por Calderón al Senado –las cinco primeras el 8 de abril– no lograba esconder su burdo intento de pasar por encima de la Constitución, y fue evidenciado como inviable por anticonstitucional en las mesas del Senado y de diversas universidades de la República; de ahí que en el nuevo paquete de nueve iniciativas de Beltrones (de las que tres son nuevas leyes), presentado el 23 de julio, se trate de esconder más la mecánica privatizadora, lo que sin embargo tampoco se logra.

3. Los dos proyectos de desnacionalización de la industria petrolera del país, que han pasado a ser “del PAN” y “del PRI”, a pesar de los legisladores de estos partidos, se sustentan, sin embargo, en una misma estrategia: no privatizan ahora, sino que crean las condiciones seudojurídicas para empezar a privatizar de manera gradual en pocos meses. Y son “seudojurídicas”, pues buscan “legalizar” en leyes secundarias lo que la Constitución prohíbe tajantemente, violando así el principio de la supremacía constitucional, consagrado en el artículo 131.

4. La mecánica privatizadora de la propuesta de Beltrones (y del PRI), que será de seguro la base de la que ambas bancadas presentarán en septiembre, se sustenta en tres esquemas anticonstitucionales, ideados sin duda en esos despachos corporativos de las trasnacionales en Houston y en México, que dócilmente Calderón y Beltrones han hecho suyos, que constituyen una aberración jurídica que esperan la Suprema Corte acepte pasar por alto en abierta complicidad con las trasnacionales en el que sería un fraude a la Constitución: a) el primero es crearle a Pemex un marco legal propio, ajeno (y contrario) a la legislación constitucional de México, para poder manejar la empresa a su antojo y acelerar su división y desintegración, más de lo que ya está, desmantelándola de sus funciones y tareas, b) el segundo es facultar anticonstitucionalmente a las empresas filiales (es decir, al Ejecutivo) para celebrar contratos de riesgo tajantemente prohibidos por la Constitución, para ceder sus funciones, y c) el tercero sería la emisión de acciones denominadas “bonos”.

5. El proyecto que aparece en la iniciativa de Ley Orgánica de Pemex, de Beltrones, busca blindar a la paraestatal frente a la Constitución, creándole un marco seudojurídico muy “particular”, en el cual pudiera actuar como una corporación texana y Calderón como su dueño. Pemex aparece en esta legislación al margen de la Constitución y de las leyes mexicanas, como una corporación privada que funcionara en las islas Caimán y en la que su propietario (que en el caso sería por las facultades ultrapresidencialistas que se le otorgan, el propio Calderón), podría disponer libremente de ella: seguirla subdividiendo, creando organismos paraestatales “filiales” no sujetos a control presupuestal –lo que es anticonstitucional, pues éstos sólo puede crearlos el Congreso–, y contratando a través de éstos la entrega de sus funciones a trasnacionales privadas, lo que es también violatorio de la Constitución.

6. La entrega de las funciones de Pemex, reservadas constitucionalmente al Estado mexicano, se seguiría haciendo en lo formal a través de contratos “de riesgo” con inversionistas privados y extranjeros, celebrados por las filiales, lo que es absolutamente violatorio del párrafo sexto del 27 constitucional.

7. El proyecto de las trasnacionales para apoderarse del petróleo mexicano se ha consolidado por los compromisos de Salinas y Beltrones, por un lado, y de Mouriño y Calderón por el otro, de que “darle la vuelta” a la Constitución mexicana sería posible a) al tener la alianza PAN-PRI en el Congreso la mayoría simple y, sobre todo, b) al contar el régimen neoliberal con el respaldo de un número significativo de ministros corruptos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que convalidarían la mecánica privatizadora a pesar de ser abiertamente violatoria de la Constitución.

8. El otro compomiso que probablemente hicieron, y que tampoco van a poder cumplir, es que controlarían al pueblo mexicano, engañándolo por conducto de los medios. Los resultados de la Consulta Popular así lo demuestran.

9. La entrega de la industria petrolera mexicana a las trasnacionales terminaría por muchos años con la posibilidad de edificar un México soberano, libre e independiente, y sumiría al país en un escenario de confrontación civil similar al del siglo XIX, y lo más significativo es que la clase política no puede justificar su “entreguismo”. No puede haber presiones cuando a la administración de Bush, defenestrada ya por la historia, le quedan unas cuantas semanas y sus sucesores no se pronuncian, y sobre todo cuando hay el ejemplo de diversos gobiernos del continente que se oponen abiertamente a las directrices del FMI y del Banco Mundial.

10. La única explicación de este acto de traición a México lo constituye la corrupción extrema de los integrantes de los grupos tanto de Salinas y Beltrones como de Mouriño y Calderón, que no pueden argumentar tampoco que están obnubilados por su fanatismo neoliberal y privatizador, y quienes deberían ser procesados ya desde ahora por el delito de traición a la patria.

jueves, agosto 14, 2008

Qué significa Guanajuatizar? 1

"La ruptura que viene"

Qué significa Guanajuatizar? 2


"La ruptura que viene"

Qué significa Guanajuatizar? 3


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"La ruptura que viene".

Buenas Noticias. Bolivia ejemplo a seguir.

La Jornada

Ángel Guerra Cabrera aguerra_123@yahoo.com.mx

Bolivia, después de la victoria

El contundente triunfo de Evo Morales en el referendo revocatorio constituiría por sí mismo una gran victoria electoral en cualquier país del mundo, pero significa mucho más que eso. Enfrentados a un implacable plan desestabilizador dentro de Bolivia y a una descomunal campaña mediática internacional orquestados por Estados Unidos, Evo y el movimiento indígena-popular boliviano han conseguido una proeza política que contribuye notablemente a afianzar el proceso de cambios sociales en lo interno e inclina más la balanza en favor de la corriente emancipadora en las tierras al sur del río Bravo. Y es más relevante porque se produce cuando Washington, incapaz de lidiar con Irak y Afganistán, frenado en seco por Rusia en el Cáucaso y precipitado internamente a una catástrofe económico-social, intenta recuperar con el garrote la iniciativa política en América Latina.
Evo fue ratificado a escala nacional con aproximadamente 67 puntos porcentuales, 13 por encima de la copiosa votación recibida cuando fue electo presidente en 2005, por lo que tiene el apoyo de dos de cada tres electores. Arrasó en la región occidental, con más de 75 por ciento de respaldo. En los departamentos de la llamada Media Luna, donde se ha atrincherado el proyecto separatista de la oligarquía, su votación subió respecto a 2005 entre seis puntos porcentuales en Santa Cruz, estado mayor de la contrarrevolución, hasta más de 30 en Pando, alcanzando en todos entre 38 (Santa Cruz) y 53 puntos porcentuales (Chuquisaca). Ganó por amplio margen, con frecuencia de 90 por ciento, en las zonas rurales del país, conservó las dos prefecturas leales y consiguió la revocación de los prefectos oposicionistas en los estratégicos departamentos de La Paz y Cochabamba, donde sus candidatos deben ganar cómodamente cuando se convoquen elecciones próximamente. Estos datos demuestran que su obra de gobierno se afianza, gana cada vez más adeptos, y que la conciencia política crece por lo que existen condiciones muy propicias para continuar profundizando en la recuperación de los recursos naturales, de las empresas del Estado y proponerse erradicar la extrema pobreza, como anunció el presidente en su mensaje posterior a la consulta. Asimismo, para lograr la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado, elaborada por la Asamblea Constituyente, paso decisivo para iniciar el desmantelamiento de la república colonial oligárquica que siente las bases de la refundación de una nueva, en clave popular, democrática e inclusiva de los pueblos indios y los excluidos de siempre. Ponerlo en práctica se dice fácil, pero exigirá nuevos despliegues de imaginación y firmeza política, y, llegado el caso, aplicar la legítima fuerza del Estado a quienes insistan en quebrantar el orden constitucional. La ratificación de una mayoría de prefectos sediciosos, aunque debilitados, es un hecho que no puede pasarse por alto.
Lejos de ensoberbecerse con la victoria, Evo los ha llamado una vez más al diálogo y ha designado una comisión de ministros del gabinete para discutir con ellos una agenda que intentaría concertar sus demandas de autonomía con la nueva Constitución, ejercicio al que serán invitados mediadores y facilitadores internacionales. Es un paso inteligente, pues si después de las reiteradas muestras de paciencia y espíritu conciliador del gobierno, del claro mensaje de apoyo de los bolivianos al presidente y al proceso de cambios, la oligarquía no da muestras de una voluntad negociadora e insiste en la ruta desestabilizadora, éste es el mejor momento para ponerle un hasta aquí. Sería ingenuo pensar que esa clase social, ahíta a costa de la explotación y exclusión sistemática de la población, y sus patrones en Washington van a aceptar el veredicto popular.
En el arduo camino del pueblo boliviano hacia su liberación y encuentro con los de nuestra América se ha ganado una gran batalla, pero no la guerra.

miércoles, agosto 13, 2008

Petróleo. Bombardeo mediático de mentiras.

La Jornada

Luis Linares Zapata

Calderón y su arma final

El gobierno federal decidió emplear el que juzga es su armamento pesado en la batalla por el destino que, finalmente, se dará al petróleo: una intensa, costosa, falsaria campaña de propaganda. Para inclinar la balanza a su favor no ha dudado en saturar al máximo los espacios televisivos y radiofónicos. De esta trillada manera, el señor Calderón y adláteres se lanzan a una compulsiva aventura para cooptar la mente de los mexicanos. Quiere, no sin la angustia concomitante a la ruta elegida, que el pueblo respalde su entreguista propuesta de reforma petrolera. No se escatiman millones, cientos, tal vez miles de millones de pesos en la intentona. Tampoco reparan en difundir verdades a medias, olvidos de alternativas, precisiones desviadas y las suplantaciones de ciudadanos reales que le anticipan, de manera por demás forzada, la urgencia de su puesta en marcha, tal como la envió al Congreso. El dispendio es, a todas luces, exagerado, indebido en un gobernante fincado en la voluntad electiva de los ciudadanos. Lo que ahora sucede afirma, aún más, que el señor Calderón no llena tan fundamental requisito de la democracia.
Buena parte de la leyenda negra de la oposición, formada por los partidos políticos agrupados en el Frente Amplio Progresista (FAP) y en el movimiento en defensa del petróleo que encabeza López Obrador, se le debe a otra campaña paralela, ésta soterrada, insidiosa, clasista, pero de similar intensidad. En ella inscriben, además, cuanto discurso recogen al oficialismo los medios de comunicación.
El meollo de su argumentación es un verdadero infundio: AMLO y sus seguidores no tienen propuestas, sólo negativas, es la monocorde cantaleta. Y así se van de corrido, negando hasta la falta de pudor aquello que se evidenció durante el debate habido en el Senado. Ahí, en esa real disputa por la nación, no sólo se derrotaron las iniciativas privatizadoras del oficialismo, sino que se enumeraron, con toda precisión, un conjunto de ideas, concepciones y hasta programas específicos para que Pemex pueda retomar su rumbo, extraviado durante los últimos 25 años. Esos terribles, destructivos años del modelo de gobierno en boga, impuesto por los grupos de poder y el apoyo de los tecnócratas hacendarios. Y todos ellos dirigidos, aconsejados y, por completo, imbuidos en los efluvios del acuerdo de Washington. Una atracción fatal, irresistible, para la clase gobernante del México reciente. Una onerosa, cruenta trampa, en la que se ha caído y quiere perseverar por varios años hacia el futuro.
Las empresas trasnacionales de la energía, beneficiarias de esos principios doctrinarios, han ido esparciendo sus tácticas, con facilidad inaudita, entre las capas superiores de la burocracia. Replicaron sus directrices a escala continental para forzar la canalización, en su provecho, de cuanto programa de privatizaciones se llevó a cabo en los distintos países y cuyas elites habían sido, previamente, colonizadas con su retórica eficientista. Se extendieron hacia varios centros de estudios, claves para la incubación del pensamiento neoliberal y de ahí extraen, además de sus cuadros gerenciales, el disfraz académico indispensable para sus andanzas y apañes. Penetraron, hasta la médula, los medios de comunicación. La crítica y conducción mediática, a su entero servicio, forma parte sustantiva del proceso confiscatorio de lo público para su particular beneficio.
La propaganda es el arma preferida del oficialismo encaramado en los puestos de mando. La única que, suponen, los pone en contacto con la plebe: ese conjunto multitudinario de seres, referente justificatorio de sus decisiones cupulares. Pero no las tienen todas consigo. Un sustrato histórico, introyectado por años de trabajos educativo nacionalista, les resiste. Los mexicanos no quieren ceder sus riquezas petroleras al capital monopólico interno o al del extranjero, tal como vienen expresando en la consulta donde plasman sus voces terminales. Más de dos millones de compatriotas (y todavía serán bastantes más) han acudido al llamado. Sin embargo, muchas de esas riquezas ya se han ido fuera a través de innumerables subterfugios, la exportación de crudos es sólo la forma más burda de esa entrega.
El abandono del mercado petroquímico propio es otro hueco irresponsable, quizá el de mayor importancia. Pero la importación de gasolinas es la empleada como la base que soporta toda la estrategia mediática en pos de la aquiescencia popular. Saben que es un producto de uso generalizado, ejemplar del dispendio a corregir. Soslayan entonces los ocho largos años durante los cuales los panistas, ya en el poder directivo de Pemex, bien pudieron remediar tan garrafal error del priísmo. A esta altura ya se tendrían las dos refinerías que hacen falta para resarcir el daño. Tampoco apunta el oficialismo su compulsiva intención de paliar la carencia invitando a las trasnacionales para que se lleven a casa el jugoso producto de los refinados. Eso se oculta, se disfraza de varias maneras: maquila, le dicen los panistas; empresas filiales estratégicas y arrendamientos financieros, propone el priísmo decadente. Una misma gata revolcada de similar manera.
No le saldrá bien la jugada entreguista al oficialismo. Dentro del priísmo hay grietas mayores que los acuerdos forzados en las alturas, zurcidos con negocios particulares, no podrán cerrar. Los legisladores del FAP presentarán dentro de poco sus propuestas de reforma petrolera. Llevará mejor tesitura tanto en lo político como en sus planteamientos económicos y organizativos. Estará apalancada por un movimiento popular reivindicatorio de lo propio como no se había visto en muchos, muchos años. Y esto es lo que, al final del diferendo, habrá de prevalecer.

México 68


A 40 años

La cobertura de El Heraldo de México sobre la marcha del 13 de agosto recuperó su carga anticomunista y enfatizó dos aspectos: las supuestas agresiones verbales a las autoridades por parte de los estudiantes y la presencia de iconos exóticos y extranjerizantes, en particular la figura de Ernesto Guevara, asesinado en Bolivia un año antes.



Los jóvenes se apropian de todo espacio público

■ Los estudiantes consideraron un triunfo la marcha de más de 100 mil personas el 13 de agosto

Gustavo Castillo García

La columna de la marcha que el 13 de agosto avanzaba del Casco de Santo Tomás hacia el Zócalo “tenía una extensión de varios kilómetros”, y se requería de “una hora con 20 minutos para ver de la vanguardia a la retaguardia”, según reportó El Universal.

A los estudiantes se habían sumado maestros y pequeños grupos de electricistas, ferrocarrileros y sindicatos magisteriales. Además, “durante todo el trayecto recibieron innumerables muestras de simpatía por parte del pueblo”, refiere Ramón Ramírez sobre esa movilización en su libro El movimiento estudiantil de México, editado por Era en 1969.

A diferencia de otras manifestaciones, en las que la policía mantuvo fuerte presencia en el centro de la ciudad y los comercios cerraban, “todos los establecimientos comerciales continuaron abiertos en la confianza de que, según se observaba, no intervendría la policía”, agrega el libro de Ramón Ramírez.

Así comenzó la apropiación “tanto de las aulas, los auditorios y las explanadas escolares, como de las calles, plazas, mercados, cines, cafés, camiones urbanos y, en general, de todo aquel espacio público donde éstos (los estudiantes) pudieran difundir las demandas, consignas y utopías de protesta”, como describe el avance del movimiento José René Rivas Ontiveros en su libro La izquierda estudiantil en la UNAM, editado por Porrúa en 2007.

“La insurgencia estudiantil no fue más una clásica movilización universitaria o politécnica circunscrita sólo a los ámbitos geográficos de los recintos escolares, sino que se convirtió en la más importante rebelión urbana del México posrevolucionario, que hizo de la capital mexicana su principal centro de operaciones”, afirma en su obra Rivas Ontiveros.

Diarios como El Universal, El Sol de México y El Día coincidieron en reportar que aquel día no hubo violencia, y Ramón Ramírez señala que en esa movilización “no hubo agravio contra ninguna autoridad, aunque fueron muy enérgicas las protestas en contra de Corona del Rosal, de los jefes policiacos y de los granaderos”.

Algunas leyendas en las pancartas eran: “Respeto a la Constitución, Luchamos contra un régimen de injusticia y pobreza, No más bayonetas, Los verdaderos agitadores son: el hambre, la ignorancia y la injusticia”, añade Ramírez.

En las mantas se pedía: libertad de los presos políticos, entre ellos Demetrio Vallejo y Valentín Campa, líderes ferrocarrileros encarcelados en 1959, y de los estudiantes detenidos desde el inicio del movimiento, así como la abrogación de “los anticonstitucionales artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal”.

Sin embargo, el Libro Blanco del 68, elaborado por la Procuraduría General de la República (PGR), señala equivocadamente el punto de partida y destino de los manifestantes aquel día: “El 13 de agosto se realiza una manifestación en la que participan conjuntamente la UNAM y el IPN, y que va desde el Museo Nacional de Antropología hasta el Zócalo”.

Según el volumen de la PGR: “aunque los manifestantes no realizan actos violentos a su paso, ejercen una extrema violencia verbal y escrita. Las mantas y pancartas que llevan contienen lemas y pronunciamientos injuriosos, como lo son también los gritos, porras y canciones que vierten a lo largo de todo el trayecto.

“Enormes retratos de Ernesto Che Guevara presiden la manifestación, que entre sus pancartas lleva (sic) varias en contra de las olimpiadas, pidiendo que no se celebren.

“Prominentes directivos del Partido Comunista Mexicano, del Movimiento de Liberación Nacional y de los grupos extremistas estudiantiles encabezan la manifestación, en la que participan también muchos maestros, así como personas ajenas por completo a los centros de educación superior.

“Entre los gritos más frecuentes se encontraban (sic) el de ‘únete pueblo’ y el de ‘prensa vendida’.

“Aunque la manifestación fue injuriosa para las autoridades desde el principio hasta el fin, pudo ser realizada con la mayor libertad, y sin interferencia alguna de la fuerza pública. No cabe duda que la fuerza circunstancial, aunque irreflexiva, que tienen los actos de masas, propició una exacerbación de los ánimos de los manifestantes que empezaron sentirse ‘dueños de la calle’.”

Un volante elaborado por los comités de diversas escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), del que dieron cuenta agentes de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS), señalaba que para los estudiantes la manifestación del 13 de agosto “hizo que el movimiento estudiantil alcanzara un verdadero triunfo (…) rebasando el marco en que las autoridades y las deformaciones noticiosas habían querido encerrarlo.

“El carácter popular, democrático y revolucionario del contenido de nuestras demandas se fortaleció (…) y se hizo patente con la magnitud del contingente, que alcanzó las cien mil personas, aproximadamente.”

Y también el Libro Blanco del 68 ofrece el siguiente panorama que el gobierno tenía en ese momento: “entre los grupos extremistas” había varios, “pequeños pero muy activos, como la Juventud Comunista, la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, la Liga Obrero-Estudiantil, la Liga Comunista Espartaco y el Partido Obrero Revolucionario Trotskista”, que buscaban, según la visión de la PGR, sumar a estudiantes y obreros de otras entidades para que la rebelión se convirtiera “en un problema nacional: la ansiada huelga general (…) para lograr la caída de un gobierno democrático”.

Por ello, ante la creciente adhesión y simpatía que generaba el movimiento estudiantil, la DGIPS y la Dirección Federal de Seguridad intervinieron líneas telefónicas para conocer las conversaciones que sostenían autoridades universitarias; de ello dan cuenta documentos encontrados en la caja 2912 del Archivo General de la Nación, titulados “resumen”, fechados el martes 30 de julio:

“02:04 José informa a su hermano, el licenciado Enrique González Pedrero, director de la Facultad de Ciencias Políticas, que ya el Ejército abrió a bazukazos la preparatoria y se metió; que tiene a cargo la ciudad, incluso la policía no tiene nada qué hacer, es un estado de sitio. Agrega que parece que el Ejército va a la CU y que el señor rector iba a hablar con el secretario de la Defensa, para ver si para esto.

“02:43 El licenciado Enrique González Pedrero se pone en contacto con el profesor Julio González Tejeda, de la Dirección de Servicios Sociales de la Ciudad Universitaria, este último informa que sucedió todo lo peor que se pueda imaginar, que entró el Ejército en Justo Sierra y detuvo a los muchachos y ‘no sabemos si viene para la la CU, … tal vez sí… tal vez no… no saben los altos funcionarios… no están enterados de nada… sólo el Ejército’… Agrega que está ocupándose ampliamente de todos los muchachos que estaban en la escuela de Pedrero para que salieran de los recintos universitarios… ‘había muchos’. Pedrero pregunta que cómo han reaccionado. Julio dice que hasta ahora han salido para protegerse.

“03:00 Enrique González Pedrero pregunta a Henrique González Casanova que si ya está enterado de las cosas y qué le parecen. González Casanova dice que hace un momento fue enterado por Julio, y opina que son hechos muy graves, ‘no nos equivocábamos al juzgar que estábamos en una situación muy delicada’. González Pedrero expresa que Julio dijo que habían hablado con altos funcionarios del gobierno y que nadie estaba enterado de nada. González Casanova se sorprende y comenta que en este caso, las cosas pueden ser más graves de lo que se supone.

“08:00 (…) Pedrero piensa redactar una protesta; además le propuso a Fernando Solana una reunión con el rector, porque hay la obligación de protestar ‘frente al vandalismo del Estado’, como universitarios no pueden permitir esta violación de la autonomía; si aceptan esto están perdidos frente a la historia, frente a los muchachos y frente a todo el mundo. (…) Continúa Pedrero comentando que es muy clara la provocación que ha hecho el Estado; que ni en Francia hubo que echar mano del Ejército en una huelga general de 10 millones de obreros, cómo es posible que aquí unos preparatorianos van a poner en peligro la existencia del Estado, al grado de que tenga que intervenir el Ejército.

“A propósito de esto, Pedrero comenta con Horacio Flores de la Peña que ‘nuestro glorioso Ejército Nacional ha ganado una batalla más, y mi general Corona también ha ganado y ahora no sólo contra el sufragio como antes’, agrega que cuando le preguntaron a Corona cuánto iba a durar la ocupación, respondió que tanto cuanto sea necesario y hasta que el orden sea aceptado.”

En esos días, según el Libro Blanco del 68, de la PGR, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos “empezó a perder (…) la poca fuerza que le quedaba entre el alumnado del IPN”, lo cual hizo evidente su escaso poder de convocatoria para organizar una manifestación de Zacatenco al Casco de Santo Tomás el día 5 de agosto, la cual fue muy poco concurrida, a pesar de que, como se había anunciado, en el mitin final intervino el director del instituto, Guillermo Massieu.

Desde el 1º de agosto y hasta después del día 20 del mismo mes, ni el presidente Gustavo Díaz Ordaz ni el secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, emitieron declaración alguna; en cambio, el general Alfonso Corona del Rosal, jefe del Departamento del Distrito Federal, llenaba espacios en los diarios.

Nuestra bandera

También en aquellos días, José Revueltas, uno de los más destacados intelectuales de izquierda, en su escrito titulado Nuestra bandera, hacía el siguiente análisis: “una infracción a los reglamentos de policía (una reyerta de poca monta entre dos escuelas) que atrajo en su contra la más desproporcionada, injustificada y bestial de las represiones, tuvo la virtud de desnudar de un solo golpe lo que constituye la esencia verdadera del poder real que domina en la sociedad mexicana: el odio y el miedo a la juventud, el miedo a que las conciencias jóvenes e independientes de México, receptivas y alertas por cuanto a lo que en el mundo ocurre, entraran a la zona de impugnación, de ajuste de cuentas con los gobernantes y estructuras caducos, que se niegan a aceptar y son incapaces de comprender la necesidad de cambios profundos y radicales.

“Nuestro movimiento, por ello, no es una algarada más, esto deben comprenderlo muy bien las viejas generaciones, cuyas mentes se obstinan en querer ajustar las nuevas realidades a los viejos esquemas obsoletos de su ‘revolución mexicana’, de su ‘régimen constitucional’, de su ‘sistema de garantías’ y otros conceptos vacíos, engañosos, de contenido opuesto a lo que expresan, y destinados a mantener y perfeccionar la enajenación de la conciencia colectiva de México a la hipocresía social y a la mentira que caracterizan al régimen imperante.”

Siguiente entrega: 27 de agosto

viernes, agosto 08, 2008

Petróleo. "El caballito de troya"

Luis Javier Garrido

El caballito de Troya
La intentona del PRI por hacerle el trabajo sucio a Calderón y a las trasnacionales para privatizar a Pemex está naufragando y ya pocos le creen al senador sonorense en su supuesto nacionalismo.

1. El triunfalismo que ha prevalecido en un sector del PRI tras la presentación del documento elaborado por Manlio Fabio Beltrones para sacar adelante la contrarreforma petrolera de Calderón, no logra ocultar que el Institucional se halla ante un momento crítico de su historia al haberse erigido como el actor fundamental de la entrega anticonstitucional que se pretende hacer de la industria petrolera mexicana a las trasnacionales y de lo que sería un despojo histórico a la nación.

2. Los cuadros priístas han festejado el fracaso de la iniciativa de Calderón y asumen con el pragmatismo miope que los está caracterizando que tras los triunfos obtenidos en 2007 y 2008 en elecciones locales y la “mano de gato” que le darán al partido en su vigésima asamblea nacional, prevista para el 23 de agosto, al hacer aprobar esta contrarreforma petrolera el PRI, que conserva 18 de las 32 gubernaturas, podrá obtener el triunfo en las legislativas de 2009, y que de ahí para el real. Y ya Beltrones se saborea, creyendo ilusamente que él será el candidato del tricolor en 2012 y que llegará a la silla presidencial tras este servicio prestado a las trasnacionales, sin ponderar que es una felonía: un acto de verdadera traición a México.

3. La iniciativa del PRI es como la de Calderón: un conjunto de modificaciones a diversas leyes que busca el mismo objetivo que aquélla: establecer en la legislación secundaria principios violatorios de la Constitución que permiten lo que los neoliberales llaman “la apertura”, es decir, la posibilidad de privatizar la industria petrolera nacional entregando funciones de Pemex a consorcios privados, lo que está prohibido por la Constitución. A diferencia de la propuesta de Calderón, la de Beltrones esconde, sin embargo, mañosamente en varios pasos los mecanismos privatizadores que conducen a lo mismo, por lo que de aprobarse este paquete legislativo se daría entrada en la industria petrolera mexicana a un verdadero “caballito de Troya”, pues las grandes corporaciones internacionales entrarían “legalmente” (aun y cuando esté ello prohibido por la Constitución) a formar parte del negocio petrolero.

4. La contrarreforma que propone el PRI es al igual que la de Calderón un intento por despojar a la nación de su principal recurso estratégico y, en consecuencia, por desmantelar al Estado mexicano, que en lo sucesivo quedaría a merced de las corporaciones extranjeras que explotarían en exclusividad grandes enclaves petroleros de México, como ya lo están haciendo en el caso del gas en la cuenca de Burgos, y es indefendible por mucho que insistan en su discurso Beltrones y compañía, que no es privatizadora ni entreguista, en especial al amenazar y someter a los priístas que se niegan a aceptar esta nueva legislación.

5. Los priístas se pasaron de linces al presentar su propuesta el 23 de julio, al concluir los foros sobre la reforma energética organizados por el Senado, y en los que fue derrotada la iniciativa de Calderón –evidenciada durante casi tres meses como un torpe intento para entregar la industria petrolera mexicana a las trasnacionales–, creyendo que al no ser ésta discutida por los expertos en dichas mesas la iniciativa Beltrones podría pasar como respetuosa del texto constitucional cuando es tanto o más entreguista que la de Calderón. A pesar de estar presentada en un burdo discurso seudo nacionalista, no logra ocultar sus verdaderas intenciones, y sus mecanismos encubiertos están ya siendo denunciados en todo el país.

6. El delirio de poder de muchos priístas es irrefrenable y la contrarreforma petrolera, ofrecida por Calderón y los panistas a la Repsol y a la Shell, es ahora un botín de los priístas que buscan que las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos del Senado, reunidas ya el martes 5, dictaminen lo antes posible su propuesta, para que ésta no se discuta abiertamente como la de Calderón, y pueda ser presentada como un documento consensado con Los Pinos y con el sector más entreguista del PRD en el periodo legislativo ordinario del Congreso, en septiembre

7. La contrarreforma petrolera está siendo utilizada políticamente por el grupo de Salinas y Manlio como una oportunidad excepcional para reafirmar su autoridad personal en el interior del PRI, y en consecuencia para a) someter más a Calderón y al panismo, y sobre todo para b) intentar marginar a Andrés Manuel López Obrador, el político de mayor fuerza que existe en el país, y con él a la movilización popular en defensa del petróleo.

8. La realidad de las cosas es, sin embargo, que los expertos están ya denunciando los mecanismos privatizadores de la iniciativa del tricolor y advirtiendo que con ella se cancelaría por muchas décadas la posibilidad de que México pudiera tener un proyecto nacional, por lo que el problema que van a enfrentar Beltrones y sus amigos es muy grande, a pesar de haber logrado que los diputados y senadores del PRI firmaran su propuesta.

9. En la discusión sobre el futuro energético de México subyace una dispuesta por la nación, y en ella el gobierno de facto y sus aliados priístas saben que no tienen un respaldo social para hacer viable su proyecto entreguista y que sólo cuentan con el apoyo de los intereses extranjeros beneficiarios. De ahí las amenazas de Beltrones a los priístas disidentes que buscan suprimir de su propuesta los contratos privatizadores, y el burdo apoyo esta semana a “la apertura de Pemex” de María Teresa Fernandez, la torpe vicepresidenta del gobierno español, en una vulgar injerencia en nuestros asuntos que hubiese sido inadmisible hace unos cuantos años.

10. La alternativa de México es muy clara, pues o se impulsa por consenso una política energética patriótica que respete los derechos de la nación y beneficie a los mexicanos o, de prevalecer la intentona golpista de Beltrones y Calderón, México va a una confrontación, ya que de la resistencia civil que se prepara desde hace meses, el país iría a un escenario impredecible que no es el de los grandes negocios que imaginan quienes naufragan sin rumbo en el gobierno de facto.

jueves, agosto 07, 2008

Washington y su política depredadora.

Ángel Guerra Cabrera
aguerra_123@yahoo.com.mx


Washington a todo tren contra Evo

El rostro de cruda violencia que ha tomado la escalada subversiva en Bolivia vísperas del refrendo revocatorio ha costado ya derramamiento de sangre de trabajadores e impedido el desplazamiento del presidente Evo Morales a importantes actividades de su agenda en las republiquetas sediciosas. Al habitual desafío al orden constitucional y a la investidura presidencial de los prefectos separatistas y sus grupos de choque fascistas se han sumado ahora protestas de segmentos populares, de cuyos líderes, especialmente los de la Confederación Obrera Boliviana, cabe sospechar motivaciones mucho más ominosas que el infantilismo de izquierda. En rigor, su aliento a la violencia y al sabotaje dinamitero hacen parte objetivamente del plan desestabilizador del imperialismo en uno de los momentos más definitorios de la historia boliviana.

Es demasiado importante lo que está en juego en la crispante confrontación de estos días entre la elite oligárquica y el pueblo, pues los resultados del referendo revocatorio del próximo domingo podrían inclinar decisivamente en favor del proceso de transformaciones encabezado por Evo Morales el empate técnico existente en la correlación de fuerzas políticas. Tal desenlace implicaría un duro golpe a los planes del imperialismo yanqui en América Latina, que buscan destruir a toda costa los principales bastiones de la corriente emancipadora que amenaza con quebrar su hegemonía en la región. Bolivia es uno de esos bastiones por el vigor de su movimiento indígena-popular, las realizaciones del gobierno de Evo y su talento, entrega y prestigio. A consecuencia de la crisis de legitimidad de los partidos y caciques de la oligarquía, Estados Unidos sólo ha encontrado cartas fuertes que jugar contra el presidente constitucional en el separatismo, el racismo y el regionalismo, enarbolados por una mayoría de prefectos departamentales y los llamados comités cívicos, reductos del colonialismo latifundista interno, de irritantes privilegios, del odio a los indios y del neoliberalismo. Y es que entre ellos no existe personero ni organización política que pueda, siquiera a mediano plazo, ganar una elección nacional a Evo Morales y al Movimiento al Socialismo.

Así pues, Washington no tiene más alternativa para recuperar su control sobre Bolivia y sus recursos naturales que la subversión desembozada, como se ha comprobado hasta la saciedad en el accionar ilegal y sedicioso de los prefectos. Pero cuando vio la inminente amenaza de victoria popular en el referendo decidió acelerar la marcha de las acciones desestabilizadoras con el objetivo inmediato, aunque no único, de impedirlo o empañar gravemente su celebración en abierto desacato a la institucionalidad democrática. Desde hace aproximadamente un mes trascendió que la embajada de Estados Unidos recomendó a los seis prefectos sediciosos no someterse a la consulta, pues conocía por encuestas propias que la mayoría de ellos, su grupo de choque insustituible contra el proyecto trasformador, perderían sus cargos si eran sujetos al veredicto de las urnas, mientras el presidente Evo Morales y su vice Álvaro García Linera conservarían los suyos con una copiosa votación.

El plan yanqui ha acudido a un despliegue inusitado del poder económico, mediático, cultural y coercitivo casi intacto de la oligarquía y a sus testaferros en el aparato del Estado para tronchar la celebración del referendo con continuos pretextos legaloides y mentiras combinados con peligrosas provocaciones de corte fascista, que si no han logrado desencadenar una contienda civil es gracias a los nervios de acero de que han hecho gala Evo, su equipo de gobierno y los movimientos sociales.

Evo y el movimiento indígena-popular boliviano han dictado ya cátedra en el arte de vencer por vía política a una derecha rabiosa como pocas y pueden movilizar multitudes a las calles si fuera necesario. Merecen confianza y toda la solidaridad en esta hora crítica.

lunes, agosto 04, 2008

Petróleo. ¡ Fuera Gachupines !

■ “¡No queremos amos extranjeros; el único amo es el pueblo!”, señala el tabasqueño

AMLO: “muy lamentable”, la injerencia del gobierno español en el asunto petrolero
Fabiola Martínez (Enviada)

Huaniqueo de Morales, Mich., 3 de agosto. Andrés Manuel López Obrador exigió al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que deje de “meter las narices en México”, particularmente al manifestar su interés en las iniciativas de reforma energética de Felipe Calderón.

De gira por Michoacán, señaló que es “muy lamentable” que el gobierno español se exceda y pretenda tener injerencia en asuntos que sólo competen a los mexicanos.

Respecto de la discusión interna, el “presidente legítimo” de México dijo que se equivocan quienes creen que la definición de la pretendida enmienda a Petróleos Mexicanos (Pemex) es asunto sólo de las cámaras de Diputados y Senadores, y mucho menos de una decisión o “enjuagues” entre las cúpulas del PRI y del PAN.

Ratificó entonces que habrá “grandes movilizaciones en todo México”, acciones de resistencia civil pacífica para impedir la “privatización” de la paraestatal, porque “¡no queremos amos extranjeros; el único amo es el pueblo de México!”

Ante sus simpatizantes, el político tabasqueño aseguró que los españoles tienen interés en todo el sector energético, y dominan la industria eléctrica porque se les permitió producir en este sector violando la Constitución política de nuestro país.

“Pero ellos no deben meterse. Yo le diría a Rodríguez Zapatero que deje de estar metiendo las narices en México”, declaró López Obrador en entrevista previa al arranque de una asamblea informativa en esta comunidad del bajío michoacano.

López Obrador respondió de esa forma a las recientes expresiones de integrantes del equipo cercano al mandatario español, quienes han elogiado la iniciativa de enmienda a Pemex de Felipe Calderón, en especial por la apertura de la paraestatal a inversionistas privados extranjeros.

Visita ibérica

María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta primera del gobierno encabezado por Rodríguez Zapatero, llegó a México la noche del viernes pasado y, de acuerdo con versiones extraoficiales, tratará con el presidente Felipe Calderón asuntos políticos, económicos y sociales, incluidos algunos de seguridad y medio ambiente.

López Obrador rechazó también las advertencias de la dirigencia del PAN en el sentido de que la reforma a Pemex se hará con base en la iniciativa de Felipe Calderón.

“Ellos pueden estar haciendo sus planes, pero lo cierto es que se tiene que tomar en cuenta la opinión de la gente en la consulta ciudadana. Para nosotros es lo fundamental, es un mandato que vamos a acatar y lo vamos a hacer valer”, dijo.

Precisó que será después del 24 de agosto, última fase de la consulta popular en materia energética, cuando den a conocer su plan de acción, así como la propuesta que elabora un grupo de intelectuales y especialistas en la materia, integrantes de la sociedad civil.

López Obrador concluyó este domingo su gira número 70 por municipios del país. De los 2 mil 500 que existen, incluidos los regidos por usos y costumbres, ha visitado cerca de mil 500 y pretende cerrar esta etapa en febrero próximo.

Del jueves a domingo realizó asambleas informativas en 25 municipios de Michoacán –en la región colindante con Jalisco– y en cada uno de ellos advirtió que si pretenden aprobar una enmienda con la propuesta del PAN o del PRI, el movimiento que encabeza realizará diversas acciones, con base en la participación de 200 mil brigadistas, organizados para este fin en las semanas previas.

En ese contexto, lanzó una advertencia a las cúpulas de ambos partidos y a Felipe Calderón: “el asunto del petróleo no es algo que sólo deba ser considerado en el Congreso, tiene que ver con la decisión de la mayoría de los mexicanos.

“Si el PRI y el PAN quieren adelantar las cosas y llevar a cabo un madruguete, también estamos preparados para convocar al pueblo a la movilización ciudadana”, expresó.

Durante las asambleas informativas dedica buena parte de su discurso a ofrecer una explicación histórica acerca de la importancia del carácter público de la industria petrolera. Destaca que si se vuelve a dar el petróleo a empresas extranjeras “será muy difícil recuperar este patrimonio. No queremos ser colonia”, concluyó.

viernes, agosto 01, 2008

Petróleo. PRIAN juego sucio.

La Jornada

Luis Javier Garrido

El cincho
Las horas decisivas para la defensa del petróleo han llegado, pues a pesar de los resultados de la Consulta Popular, la alianza PAN-PRI parece decidida a ir adelante en su tentativa de fraude a la Constitución para entregar la industria.

1. La iniciativa del PRI o ley Beltrones, que el PAN y el PRI han acordado sea la base de la contrarreforma en materia petrolera, es anticonstitucional desde los dos aspectos fundamentales que supone toda ley. Lo es porque tiene como objetivo fundamental privatizar la industria petrolera mexicana entregándosela al capital trasnacional, pero también porque la vía que prevé para alcanzar estos objetivos consigna mecanismos violatorios de la Constitución que transgreden el principio de legalidad y comprometen en múltiples aspectos la integridad soberana de la nación.

2. El escenario es cada vez más crítico, pues mientras Juan Camilo Mouriño y Felipe Calderón se pavonean por el país confiados en que el PRI les hará la tarea sucia de imponerle a México la privatización de la industria petrolera que le tienen ofrecida a diversos consorcios trasnacionales –y que les dejaría a ellos enormes beneficios–, los legisladores del tricolor se hallan enmarañados en un gravísimo problema, pues están a punto de cometer un atentado en contra de la nación, ya que a fin de despojarla de un recurso estratégico están avalando en la legislación secundaria mecanismos que se sustentan en facultades anticonstitucionales que le están dando al Ejecutivo y que transgreden el principio de legalidad.

3. La propuesta alterna en materia energética que presentarán a las Cámaras el Frente Amplio Progresista, el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y el Gobierno Legítimo de Andrés Manuel López Obrador, anunciada el viernes 30, se torna, por consiguiente, fundamental para que el país pueda en esta cuestión prioritaria reorientarse por la vía de la legalidad constitucional, lo que es clave para que México pueda hacer frente a la gravísima situación económica que vive en este verano de 2008 y que se agrava por la crítica situación derivada de la intentona privatizadora del petróleo.

4. El objetivo de las iniciativas de Calderón y de Beltrones en materia petrolera es el mismo, pues no buscan fortalecer a Pemex, sino burlar los principios establecidos en los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución que decreta el dominio exclusivo de la nación sobre los hidrocarburos, al crear mecanismos en leyes secundarias que les permitan ir entregando a retazos la industria, como se ha señalado con claridad, pero lo que no se ha subrayado de manera suficiente son los riesgos que entrañan a su vez los mecanismos de camuflaje diseñados en ambas propuestas.

5. Los medios que las iniciativas presentadas por Beltrones prevén para lograr su objetivo son violatorios de la Constitución en diversos aspectos que no logran ocultar. La propuesta priísta supone que el Ejecutivo puede crear empresas filiales de Pemex a nivel federal o local para realizar los servicios de refinación, transporte, almacenamiento y distribución de los hidrocarburos, y por lo mismo viola la Constitución al menos en dos aspectos centrales, pues, por un lado, a) el Ejecutivo federal no tiene atribuciones para crear por acuerdo organismos descentralizados, aún y cuando se busque presentar a éstos como “filiales de Pemex”, ni mucho menos las tiene la propia paraestatal y, por otra parte, b) esta iniciativa olvida que la industria petrolera es federal y no puede entregarse ninguna de sus fases a los gobiernos de los estados.

6. El titular del Ejecutivo no tiene atribuciones para crear de manera discrecional organismos públicos ni empresas del Estado, pues esto es competencia del Congreso que tiene que hacerlo mediante una ley. La “discrecionalidad” supone la prexistencia de facultades constitucionales, pero en México se ha entendido ésta de manera equivocada como una facultad metaconstitucional, es decir, como un acto atrabiliario e ilegal del Ejecutivo, y eso es precisamente lo que caracteriza las iniciativas tanto del PAN como de Beltrones: que ambas son presidencialistas y establecen en la legislación secundaria procesos para desmantelar a Pemex, sustentados en decisiones presidenciales contrarias a la Constitución.

7. Este principio se ha violado en el pasado reciente al crear de facto el Ejecutivo entidades públicas al margen del Congreso, desde el caso escandaloso del Centro Nacional para la Cultura y las Artes en 1990, que durante cuatro sexenios ha funcionado al margen de la legalidad del país, pero ello no puede sentar un precedente para que se le den al Ejecutivo en leyes secundarias atribuciones que en la Constitución son privativas del Congreso.

8. No debe olvidarse que la ideología neoliberal, que preconiza el desmantelamiento de los estados nacionales, tiene como base el principio de la desregulación, es decir, de la supresión de los marcos jurídicos nacionales de aquellos principios que constituyen un obstáculo para los intereses trasnacionales. Salvador Vega, secretario de la Función Pública, lo decía de manera descarada hace dos días señalando que los cambios al régimen de Pemex no buscaban fortalecer la empresa, sino darle “facilidad de gestión”, pues el actual marco constitucional constituye “un cincho para contratar” con la iniciativa privada (La Jornada del jueves 31). La clave de la contrarreforma es por consiguiente ésa: la Constitución es un cincho, es decir, un freno para que Pemex pueda ceder sus funciones en materia petrolera a las empresas privadas, y lo que se busca es burlarla.

9. La segunda cuestión no es menos grave porque la conformación de paraestatales locales en los estados petroleros, demandada en la ponencia del gobernador veracruzano Fidel Herrera en los Foros del Senado y prevista en la ley Beltrones, violentaría por otro lado el principio del federalismo, pues la Constitución mexicana establece la exclusividad del Estado federal en el manejo de sus recursos petroleros, y llevaría además a lo que ha sido un proyecto de la ultraderecha estadunidense para todos los estados nacionales fuertes: su fragmentación o “balcanización”. Conduciría no sólo a dividir a Pemex para destruirlo, sino a fragmentar al Estado mexicano, haciendo realidad la tesis del “nuevo federalismo”, lanzada hace un cuarto de siglo por Ronald Reagan.

10. La propuesta alterna en materia energética entraña, por lo tanto, el desafío de lograr rencauzar el manejo de la industria petrolera en el marco constitucional: única vía para edificar un Pemex fuerte y al servicio de la nación.